Hay ocasiones en que los textos de los alquimistas coinciden bastante en algunas descripciones, hasta el punto de provocarnos una visión muy concreta de toda una operación. Una de estas veces es la relación que hacen de los últimos pasos antes de alcanzar, en según qué vías, la Piedra Filosofal. Te dicen que has de ver cuatro colores ordenados en negro, blanco, citrino y rojo. Todo ello en un matraz cerrado. También hay muchas imágenes de este proceso, incluso más detalladas que los propios textos, como las de Joseph Conrad Barchusen. Vamos a tratar de explicarlo, aunque advierto que sin el apoyo de la práctica nunca se llegará al final. Sólo leyendo no se hace la Piedra.
La materia, una vez negra (en realidad en un rojo tan intenso que parece negro) ha de circular entre 40 y 52 días a fuego de primer grado. Aquí, aunque a veces no se vea, sube el mercurio filosofal, se condensa, se enfría y vuelve a bajar líquido a la materia. Poco a poco, empezará a extraer la oleosidad de la materia, que es más densa que él, pero menos que si fuera tierra. La arrastrará hacia arriba, pero debido a su densidad, el aceite, o azufre, no acompañará al mercurio, siempre más ligero, hasta arriba, sino que se quedará a mitad de camino, en medio del vaso. Ahí se irá acumulando en forma de gotas muy rojas hasta que la materia lo suelte todo. Cuando eso ocurra, la materia se quedará blanca, pues ya no tiene nada que el mercurio le pueda sacar. Es el albedo. Pero también se ha quedado dispuesta a recibir. Y sólo puede recibir de lo que hay en el vaso. Así que el mercurio, ahora, al caer por las paredes, y tras subir el fuego al segundo grado, arrastrará en su caída el aceite que estaba en las paredes. Se tarda aproximadamente la mitad de tiempo que la fase anterior. Poco a poco la materia de abajo irá tomando el color, pasando del blanco al amarillo y luego al naranja. Cada vez es más intenso el color a la vez que queda menos aceite en los lados del vaso. Cuando casi no queden gotas rojas en las paredes porque hayan bajado arrastradas por el mercurio hacia la materia se sube un poco más el calor, para fijarlo. La materia se volverá roja, aparecerán como cristales transparentes descansando en una especie de cama térrea, que no es otra cosa que la tierra sobrante. Esos cristales ya no tomarán ni más mercurio ni más tierra. Es la Piedra Filosofal.
Aunque así descrito parece fácil, si el vaso no es lo suficientemente alto de cuello para que el mercurio circule adecuadamente, si el calor es mayor o menor que el necesario, si hay exceso de mercurio que no permita dejar seca a la materia abajo, si no aguardamos a ver los cambios tal y como os he descrito, nunca llegará el final deseado.
Os dejo una foto de la materia ya blanca empezando la fase del citrino.