Copia de carta que el Doctor Pedro Aquenza, sardo, del Colegio Turritano, medico de la Inquisicion, con pruevas del Reyno de Cerdeña. Ha escrito a un cavallero, su amigo, de la ciudad de Sasser, en dicho Reyno. Respondiendole a lo que se le preguntava, sobre el hecho del P. Angeleres, y Real Protomedicato de Castilla, y sobre que le ha parecido el papel que su P. ha escrito, en abono de su Academia [s.l., s.a.]

Análisis de texto:

Texto

– Folleto de 59 páginas.

– Aprobación inicial de los médicos de cámara Gabino Fariñas, Pedro de Astorga y Gregorio Castel.

– Fechado en Madrid, a 25 de noviembre de 1693.

Motivo

– Carta que le llegó de un amigo, fechada en 30 de octubre de 1693, preguntándole por la contienda establecida entre Angeleres y el Protomedicato:

“Pues su ruido ha llegado hasta essas Torres” (p. 4)

Fray Buenaventura Angeleres

– Sujeto siciliano, de unos cincuenta años de edad, que dice ser Comisario General “de las Provincias de su Orden (no se si imaginarias) en España” (p. 5)

– Descripción física:

“de cuerpo quadrado, y membrudo, picado de viruelas, de pelo entre rojo, y negro, raro de constestura, y de pera rala; vestido de habito ceniciento, y de manteo morado” (p. 5)

– Formación:

“cuyas virtudes (…) fueron en tiempos passados de ingeniero mayor, o Matematico Militar, según lo atestiguó su Paternidad mesma, con el memorial, que dio al Rey Nuestro Señor (que Dios Guarde) ofreciendose a hazer bombas en el primer ingresso, que hizo con su comission en esta dicha Corte: Teologo, si hemos de creer en los titulos, que se firma en sus escritos: Autor de la nueva y verdadera Philosophia, à pesar de los Aristotelicos: Archimista, si damos fee a la trasmutacion de los metales, que promete hazer: Chimico, si basta para serlo, el tener noticis de cómo se fabrica el arcano coralino, y oro potable: Medico Grande, sino se han engañado los Aprobadores de su memorial, que les pudo suceder como à hombres: Penitente, sino es, que le mienta la cara, que suele muchas vezes acontecer (…): Aborrecedor del dinero, si es, como creo verdadero Religioso de San Francisco: y finalmente Santo, si es verdad de que cura todo genero de males incurables, sin purgas, ni sangrias” (pp. 5-6)

Oponentes a Angeleres

– Los componentes del tribunal del Protomedicato: Gabino Farina (presidente), Pedro de Astorga y Gregorio Castel.

– Su misión es:

“la vigilancia en reformar la introducion de falsas sectas (…) de Pseudochimicos, que tan sin verguença, y poco temor de Dios, se meten à Curanderos, con notable daño de la salud, y hazienda publica; unos con sola la observancia de un ‘acaso’ que vieron suceder en algunos; otros con solo aver leydo alguno lu¡ibro en romance; otros por aver asistido a alguno; ò muchos Medicos Racionales, como famulos y ministrantes de la medicina, como Arvorarios, Cirujanos, y Boticarios; otros por saber, entre mal y bien, sacar la sal, y tinturas de algunos vegetables, como son los Pseudochimicos (plaga que ab origine mundi ha tenido la Medicina); otros, porque se les antoja ser Medicos (…) y otros tambien por la venerable autoridad de viegecillas” (pp. 7-8)

Inicio de la polémica

– Numerosas quejas que llegaron al Protomedicato por los “malos sucesos de sus medicinas (si assi se pueden llamar las que da Su Paternidad por Arcanos)” (p. 9)

– Se intentó que fuera el Nuncio quien le impidiera ejercer como médico, en calidad de sacerdote (pp. 9-13)

Errores de Angeleres

– Pasa a exponer los motivos que llevaron al Protomedicato a procesarle:

– Ejercer como curandero:

“Despues de aver perdido la prueba de hazer bombas (note V.S. el transito de bombas a recetas, que todo se dirige à matar) sin aver obtenido licencia, y aprobacion de Su Señoria” (p. 12)

– Ejercer la medicina sin demostrar que estaba graduado en alguna universidad (pp. 13-14)

– Publicar que sabía curar todo género de enfermedades, con sus Arcanos, sin necesidad de purgas y sangrías, prometiendo rápida sanación, lo que condujo a que le llamasen muchos enfermos (pp. 14-16)

– Proclamar ser el autor de una nueva filosofía, en cuyos cimientos fundaba su Medicina y fábrica de sus remedios arcanos. Diariamente llegaba a oídos del Protomedicato “el tumulto de copioso numero de fatales acaecimientos” (p. 17) provocados por la administración de tales arcanos (pp. 16-20)

– Usar “remedios arcanos” de composición desconocida, que fue lo que apuró al Protomedicato, pues sospechó que se administraba el mismo remedio para todos los males:

“todos los que con una Medicina pretenden curar muchas enfermedades de causas opuestas, son charlatanes” (p. 25)

Procesamiento

– A la vista de los cinco motivos anteriores, el Protomedicato resolvió que Angeleres no volviese a ejercer su particular visión de la medicina, so pena de excomunión mayor, por mandato del Nuncio (p. 27)

Contraataque de Angeleres

– Frente a tal actitud del Protomedicato, Angeleres:

“urdio el que un Cirujano de la Familia de Su Magestad, que Dios guarde, y del Buen Retiro, muy conocido suyo, diesse un memorial en su nombre, suplicando a Su Magestad, concediesse licencia, y permisso al Padre Angeleres, de fundar una Academia, de fundar una Academia, de la qual, à su parecer avia de resultar, casi, casi, la inmortalidad en toda esta Corte” (p. 28)

– Aquenza considera la actitud de Angeleres como de “tirar la piedra y esconder la mano”, pues parecía que era el cirujano (a quien nunca nombre, todo sea dicho de paso) quien había tomado la decisión.

– Se propuso, como organigrama de la nueva academia:

– Carlos II, como señor y conservador.

– Condestable de Castilla, consultor.

– Angeleres, fundador.

– Andrés Gámez (médico de cámara) y Juan Bernes (médico de familia), directores.

– Cirujano pretendiente, como ministro ejecutor.

– Protomédicos, como asistentes y aprobadores.

– Grandes de España, como académicos (pp. 28-29)

– Este memorial se envió al Protomedicato, para que informase al respecto. Se les insinuó, a través del Condestable de Castilla, que fuesen raudos en la decisión. Resolvieron que se examinaría a Angeleres y a sus arcanos y que, si se comprobaba su bondad, se mandaría admitir en la Botica Real (p. 30)

– La resolución se suspendió por algunos meses. El día 1 de octubre

“amanecio por las esquinas, y puertas de las Iglesias una cedula citando à publico certamen à los Señores Protomedicos, señaladamente para disputar en una de las Parroquias de la Corte, sobre unos asumptos fantasticos (…) y por la noche, a cosa de las ocho y media, parecio llamando a la puerta de la casa de cada uno de los expressados señores, un volumen entregado por manos de un muchacho disfraçado, embiado de parte del referido Padre, cuyo titulo es el siguiente: Desengaño de la Real Filosofia y desempeño de la Medicina Sanativa, perseguida y triunfante. Idea de Fray Buenaventura Angeleres, de Menores Conventuales, Claustral del Serafico Padre San Francisco, vasallo fidelissimo de Su Magestad, Professor de las Sagradas Letras, Autor de una verdadera Filosofia, Teologo del Serenissimo Principe de Venecia, y Comissario General de las Provincias de España” (pp. 30-31)

Contenido de la obra

– Aquenza lo considera un libelo, confundido desde el origen:

“Como conocio el P. Angeleres que aviamos de tener en la corte estragado el gusto con tantas boverias como oimos cada dia, ha dispuesto en su volumen una ensalada, compuesta de todo genero de ciencias, confundiendolas, y reduciendolas a un plato, desde la mas sagrada, hasta la mas profana, para que con lo agrio de ella nos despertasse el gusto, à tal que nos supiesse bien su ‘Filosofia’ general” (pp. 34-35)

– Lo de Aquenza es demasiado:

“como Su Pd. Es tan grande chimico, ha tomado todos los libros de los Autores que nombra, y yo no repito por no causar mas a V.S., y metiendolos en una alquitara (aviendose olvidado de echar a su tiempo un poco de ‘agua de partir’) ha ido destilando a fuerça de calor muy material, un espiritu, o quinta essencia de Mistela, la qual bebida en ayunas por espacio de quarenta años, que son los que puede aver gastado en tal aplicación (menos los pocos meses que avra estado empleado en el Coro, y ministerios de Su Religion) le ha hecho resultar Filosofo general, nuevo, y muy flamante” (p. 35)

Opinión de Aquenza sobre Paracelso

– Le considera un mago y nigromante, a quien nunca se le vio en sagrado (pp. 52-53)

Arcanos de Angeleres

– Hechos a partir de coral, oro y perlas, de las que dice sacar tinturas, aguas y aceites.

– Según Aquenza:

“estamos los Medicos hartos de saber que solo puede llegar la arte separatoria, chimica y Espagirica (que todo es uno) a bolver los sutilissimos polvo” (pp. 54-55)

– Y otra ironía más.

“siendo Su Paternidad un hombre, que como mortal enemigo, aviendo passado à fuego un sin fin de gargantillas, y manillas preciosas de perlas, de unas no muy ricas señoras, para averlas de curar con sus aguas, las ha obligado a que ahora se adornen, asseen y compongan las gargantas, y muñecas con chicorias, borrajas, y azederas, de tal suerte, que ahora piden en esta corte los Arbolarios por cada manogito de las dichas yervas, una perla, y la mayor lastima es, no tener con que comprarlas” (p. 55)

Insultos a los protomédicos

– De Francisco Enríquez, le propone que siga a los filósofos mágicos.

– De Gabino Farina, dice que le tiene enfilado por ser fraile y que le propinó veneno, que pudo vencer tomando sus propios remedios.

– De Pedro de Astorga le reprueba el no tener conocimientos por no haber visitado tantas universidades como él (pp. 55-57)

Respuesta de Gámez

– Al final de la Carta dice que acaba de llegar a sus manos la censura de Gámez (pp. 58)

Leer este texto

Para saber más:

María Dolores García Sánchez, «Tradición y modernidad en la Defensa de la Medicina de Aquenza frente a Feijoo», eHumanista, 39 (2018): 184-192. Leer.

José María García Ríos, «Un galenista sardo en la corte borbónica. El protomédico don Pedro de Aquenza y Mossa (1715-1730)», Chronica Nova, 48 (2022) 217-249. Leer.