Uno de los momentos más esperados, ése en que ya sólo puede haber un final es el que sigue a mi entrada «Del Nigredo al Rubedo«. Ahí expliqué y mostré cómo la materia de vuelve blanca y queda dispuesta a recibir al macho, al azufre filosófico, definitivamente.
A continuación vienen el color amarillo, luego al anaranjado y, finalmente, el rojo intenso. Por último ya sólo hay que dejar cocer a la materia según las indicaciones. Hay poco que explicar, excepto el régimen del fuego, que es siempre in crescendo.
Sin más, os dejo con este proceso, excepto el resultado final. Eso será en otra ocasión.