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Me llamo Diego de Torres, vivo en Madrid y soy el que hace los kalendarios.
Según su autobiografía por “trozos” [1], con apenas 18 años Torres escapó de casa y marchó a Portugal. Primero fue acogido por un ermitaño con quien convivio algunos meses. De allí prosiguió hasta Coímbra donde, con unas pocas recetas médicas memorizadas, se hizo pasar por médico químico, alcanzando alguna fama solo con cuidarse de no matar a sus pacientes. Esta aventura la había explicado ya, con algunas diferencias mal conciliables, en El hermitaño, donde publicó algunas de las recetas usadas. Es también en esta obra [2] donde menciona que en Coímbra trató y vio operar a un alquimista portugués, pero no queda claro si fue en esta ocasión o en visitas posteriores.
Con 19‐20 años volvió al seno familiar y se dedicó por libre a la lectura de esas ciencias discutibles que eran la astrología y la alquimia.
Di en el extraño delirio de leer en las facultades más desconocidas y olvidadas, y arrastrado de esta mania buscaba en las librerías mas viejas de la Comunidad a los autores rancios de la philosophia natural, la crisopeya, la magica, la transmutatoria, la separatoria, y finalmente pare en la mathematica, estudiando aquellos libros que viven enteramente desconocidos ò que estàn por su extravagancia despreciados.
Sin director y sin instrumento alguno (de los indispensables en las ciencias mathematicas) lidiando solo con las dificultades aprendi algo de estas sutiles y graciosas disciplinas.
Como resultado de sus desvelos y con la ayuda de las explicaciones de un clérigo, “sujeto docto y aficionado estos artes”, “a los seis meses de estudio salió haciendo almanaques y pronósticos”, ocupación que proseguiría toda su vida y que le proporcionó dinero y críticas satíricas.
Fue seguramente el deseo de hacer rentables sus lecturas herméticas, quizás al calor del ambiente polémico, lo que le llevó a publicar dos obras (que pueden considerarse una en dos partes) publicadas ambas en 1726, Torres con 33 años, por tanto.
El hermitaño (1726; c. 1733).
El hermitano y Torres. Aventura curiosa en que se trata lo mas secreto de la philosophia y otras curiosidades de los mysteriosos arcanos de los chemistas (1726). El hilo conductor d esta obra es la entonces ya viejísima quaestio an alchimia sit, al parecer siempre de actualidad.
En una negra noche tormentosa Torres pierde su mula y equipaje en un pantano y termina siendo acogido por un ermitaño, que resultó ser un antiguo compañero de universidades y milicias. La celda del ermitaño estaba llena de hornillos, alquitaras, alcuzas y redomas.
Yo me divierto en leer philosofia natural y trabajo en las experiencias del embuste philosofico, en el sanalo todo, quien vulgarmente llaman piedra philosofal, destilo el agua de la vida, hago oro potable.
Un lienzo de pared estaba ocupado por el “armario de libros”.
Al segundo estante ocupaban vnos librillos de a cuartilla. Entre ellos estaba el Thesoro chimico de varios autores, la Piedra filosofal de Raymundo Julio, el Agua de la vida de Paracelso y el Oro potable de Bernardo Travisano.
‐ Vn milagro son estos tres tomitos, me dixo el hermitaño.
‐ Los he leido, dixe yo, y no tiene otra cosa mas bi n escrita que los Secretos de la alchimia del dotor angelico, santo Thomas de Aquino, y el Perfecto maestro de Aristoteles, y la Economia mineral de Juan de Rupescisa. En los demas no creo palabra, porque tengo experimentados sus embustes con el nombre de arcanos.
Y toda esta esta gregeria del orbe interior y exterior no se oculta de los caprichos naturales, aunque no esten alicionados de los elementos phisicos. La razon natural estudiando en ella descubre todo quanto este Thesoro chimico nos puede enseñar.
‐ Con gusto te oygo, dixo el hermitaño, porque me das señas de aver leido.
‐ Tambien he sido delirante (no codioso, porque jamas alambiquè vna yerva) destas materias. Pero lo que yo he reconocido es que son admirables para divertir y tener embebida la fantasia, pero peligrosa en la operacion.
Quizás intencionadamente para dar sensación de caos mental, de las referencias apenas uno o dos libros son reconocibles. El Thesoro chimico podría ser el Theatrum chemicum, pero él solo ya son seis tomos y aquí se mencionan tres. Libros que traten de la piedra filosofal atribuidos a Lulio (por errata aparece Julio) hay una buena cantidad. Del Aqua vitae Paracelsi, Weidenfeld [3] reprodujo dos breves recetas, pero no sabemos de ninguna obra que se ocupe especialmente de ella. No es imposible que en algún lugar haya una receta del oro potable atribuida al Trevisano, pero en su Liber o en la carta Ad Thomam no hay recetas ni diserta sobre ese tema. Los secretos de la alquimia de “Aquino”, es reconocible en Secreta alchimiae magnalia, reeditado en TC3. El atribuido a Aristóteles con el equivocado título de El perfecto maestro es claramente De perfecto magisterio, también en TC3. Por último, a Rupescissa se le atribuyen dos obras, pero ninguna tiene el título de Economia mineral, ni trata de mineralogía, que es quizás lo que pretender indicar con ese título.
En 1752 Torres publicó sus escritos reunidos en 14 tomos. El tomo sexto [4] contenía obras que suelen clasificarse como “tratados”, entre ellos los dedicados a la química. En portada anunciaba que en El hermitaño y Torres se trataba de la “piedra philosophal”; luego en el texto explicitó que contenía Conversaciones physico‐medicas y chimicas. Torres le explicaba Al lector que su intención era “burlarse de los embustes astutos de los alquimistas”.
No sólo el título: toda la obra había sido reelaborada [5]. En particular los estantes de los libros “chimicos” estaban bastante cambiados:
La segunda linea ocupaban algunos libros physico‐chimicos, y entre ellos el curso de Lemeri [6], las obras de Fabro [7], el Rosario magno de Arnoldo de Villa Nova [8], Ricardo Inglés [9], el conde Bernardo Travissino [10], Raymundo Lulio, y el Tratado del arte de la alchimia o crysopeya, compuesto por Eireneo Philaleta [11], Cosmopolita, filosofo adepto de la piedra filosofal, segun dicen.
‐ Este es (dixe yo) el que ha hablado con mas claridad de quantos yo he visto, pues ordinariamente afectan todos en sus escritos una obscuridad impenetrable: traduxole poco ha [12] del latin al castellano D. Francisco de Texeda, hombre de mucho estudio, de largas experiencias, y muy aplicado al horno chimico [13]. Salio al publico baxo del nombre de Theophilo, y añadio a la traduccion de el Philaleta varias qüestiones que real y fisicamente convencen con muchos raciocinios y experimentos, la transmutacion de los metales y la posibilidad de la crysopeya: y es cierto que con la experiencia de la conversion del hierro en cobre por medio de la piedra lipis o vitriolo azul, prueba la posibilidad de la transmutación metalica : y aunque algunos [14] quieren decir que la que se observa en el caso que el propone, y yo he visto repetidas veces, no es conversion, sino precipitacion, esta es una fuga , que solo con leer al dicho autor se impide; y aun creo que esta escribiendo [15] una erudita disertacion sobre el mismo asunto, en que con muchas razones y experimentos propios, dexa que dudar sobre la verdad de aquel metamorfosis. Un critico intento desatar sus argumentaciones, pero el dicho filosofo escribio un discurso en confirmacion de lo que habia divulgado [16], al qual no hallo el critico que responder. El tratado del Analisis del arte de la Alchimia, para norte de sus aficionados y alumnos, lo dicto con claridad, buena intencion y christiano desinteres, descubriendo en cada linea el animo de desengañar a todos los que fueren afectos a este linage de operaciones; y no se que haya obra sobre este sugeto escrita con tanto candor y claridad. Añade a todo esto una Mantista metalúrgica, donde clara y evidentemente demuestra el modo de celebrar los ensayes por fuego y por azogue; y este tratado es muy provechoso para el beneficio de las minas.
‐ Yo he leido dias ha (respondió el Hermitaño) el escrito del Philaleta, pero aun no he llegado a ver las ilustraciones de este autor [17], y me alegrara de verlas.
‐ Tambien tienes aquí (añadí yo) el Teatro Chimico [18], que, entre las obras de otros autores, comprehende los Secretos de la alchimia que se atribuyen al Doctor Angélico, santo Tomas de Aquino, y el Perfecto maestro [19], que se le aplica al príncipe de los peripatéticos ; pero muchos juzgan que no fueron estos dos sabios los autores de estos escritos, los quales, y la Economía mineral de Juan de Rupescisa me han parecido bien; en los demas no creo palabra, porque tengo experimentados [20] sus embustes con nombre de arcanos.
‐ Con gusto te oigo (dixo el Hermitaño) porque me das señas de haber leido variamente.
‐ Tambien (le respondí) he sido delirante (no codicioso, porque jamas alambique una yerba) de estas materias; pero lo que yo he reconocido es que son admirables para divertir y tener empleada la fantasía.
La refundición en general y el comentario a Texeda en particular muestran que Torres mantenía sus lecturas alquímicas y que creía en la posibilidad de la transmutación, pero sin tener mayor interés en ella que la curiosidad.
En el resto de la obra Torres expuso, en noches consecutivas, “sus aversiones a los cuidados del hermitaño”: la chímica (una noche en la versión 1726, ampliada y desdoblada a dos en la de 1752) y la medicina (una noche).
La primera noche de la versión larga la inicia así:
No contiene systema ni abraza proyecto la discretisima Republica de las facultades, libres o mecanicas, que no me haya comunicado suavisimos deleites; pero solo a dos estudios he probado con tal hastío que apenas los gustaba el labio de la aplicacion, quando se volvìa en bascas y vomitos toda la region del entendimiento. El uno es este de la Separatoria o Crisopeya, el otro el de las Genealogias, ambos mui parecidos en la codicia, inquietud y el embuste.
Torres, adversario dicharachero pero implacable de médicos y medicina, suavizada un poco cuando estaba enfermo, explica a continuación las razones de su desconfianza total de la medicina química, algo menos de la galénica:
[…] firmemente creo que essa mescolanza de hierbas, minerales y brutos que con el fuego material dispone la Separatoria solo sirve de derrotar la sencilla virtud de aquellos sujetos, y en la ultima disposicion de essencia, balsamo, tintura, elixir o espiritu, si queda alguna virtud es precisamente menos que la que antes sostenìan en su primera textura, y por consiguiente menos conocida, y la fuerza, virtud y actividad que cacarean los chimicos de sus piedras benditas es una moneda falsa de la salud con que intentan los profesores de essos embustes phiosophicos burlar las desconfianzas de los desengañados y la credulidad en los sencillos. […]
En los entes simples hai una virtud que no conocemos, pero en los extractos, decocciones, pocimas, espiritus, opiatas y demas ascos que conservan los boticarios en sus caballerizas no solo no se les puede conceder virtud alguna, antes bien, son sumamente perniciosos porque entran alterando la naturaleza, causando bascas, vomitos, desassosiegos y otros penosissimos symptomas. […] que mas provecho hace una hierba cocida en casa que todos los extractos de la chimica.
Torres dirigió a continuación la invectiva al “falso ídolo” que veneraba el ermitaño: la piedra filosofal. Para él sería de maxima utilidad tener la salud y el oro asegurados, pero entendía que la teórica no se correspondía con la práctica.
Las ansias y los deseos de los philosophos chemistas son tan loables, tan justos y tan utiles que apenas tiene la vida en la esphera inferior deleite tan famoso y de tanto provecho, porque el fin de esta philosophia es descubrir un liquor o quinta essencia para purgar todos los cuerpos de las enfermedades a que viven expuestos. […]
[…] Hasta ahora corre con opinión de imposible en la practica la theorica de estos elementos, pues nadie ha visto a los cuerpos impuros de los metales limpios por la virtud de esta piedra bendita, ni a los cuerpos racionales expurgados de sus achaques por los medios que ofrece esta philosophia con sus aguas, piedras, elixires y quintas essencias.
El primero de los argumentos en contra aportados por Torres se basa en la autoridad de Aquino, quien escribió que los alquimistas podían inducir a los metales la forma accidental del oro, pero no la sustancial:
Las voces del Angel de las aulas son estas: Ars virtute sua non potest formam substantialem auferre, quod tantum potest virtus naturali agente, ut patet in hoc quod per artem inducitur forma ignis in lignis, sed quaedam formae substantiales sunt quas nullo modo ars inducere potest, quia propria activa & passiva invenire non potest. Sed in hoc potest aliquid simile facere, sicut alchemistae faciunt aliquid simile auro quantum ad accidentia externa, sed tamen non faciunt verum aurum, quia forma substantialis auri non potest per calorem ignis quo utuntur alchemistae [21].
Tras traer una cita de Cardano, citó a Demetrio Falereo (con quien había empezado la diatriba en la versión 1726):
Desde que vi esse aposento en donde sudas en tinta los tuetanos de tus huessos no se han apartado de mi memoria unas palabras de Demetrio Phalereo contra la vanidad de esta philosophia […]. Direlas como el las dexo escritas, por no alterar el sentido con los accidentes de la versión: “Quod capere debuerunt non coeperunt, quod autem possidebant amisserunt & methamorphosin quam in metallis expectabant in se ipsis experiuntur, tunc (cum hoc unicum solamen inveniant) commentitiis fraudibus alios fallere & sibi comites efficere nituntur”.
Demetrio Falereo fue un orador ateniense del siglo IV‐III aC, época en la que aún no había alquimistas. En realidad Torres citó a Porta, y fue Porta quien citó a Falereo [22] en un contexto de rechazo, no de lo que el “vulgo llama chymica”, sino de los ignorantes que buscan saciar en ella su sed de lucro y no de conocimiento:
Nunc autem vana spe lucri, ac sub eius continuae voluptatis esca & illecebra, tam rudes homines & idiotae accedunt vt non sine magno huius seculi opprobio pertractentur, ac huius artis cultores inuisos omnibus reddant. Dum enim sophistico auro laborant praeparando, vti horum principia penitus ignorantes, vbi bona decoxerunt in perniciem ruunt & vana auri spe deludentur. Vt recte Demetrius Phalæreus ait: ‘Quod capere debuerant non coeperunt, quod autem possidebant amiserunt’; & methamorphosin, quam in metallis expectant, in se ipsos experiuntur; tunc (cum hoc vnicum solamen inueniant) commentitiis fraudibus alios fallere ac sibi comites nituntur efficere.
De esta cita sólo el comienzo (“Quod capere debuerant non coeperunt, quod autem possidebant amiserunt”) corresponde a Falereo; se conserva en Estrabón[23].
Concienzudamente, o decidido a representar a conciencia su papel de detractor, Torres se esmeró en los detalles de su retrato de los “professores de el carbon y las hornillas”:
[…] la transmutacion que esperas o la piedra philosophal que extrahes es una burla de tus intentos y de tu trabajo, perdiendo la obra y el aceite[24]. El hambre canina de el oro y la sedienta codicia de la plata engañó a algunos impuros e idiotas philosophos a sacarle el zumo a los peñascos, a exprimir los terrones de los senos escondidos, arenas, a montonar mierdas, leches, orines, sangres de brutos y otras porquerias.
Y con el estiercol han querido fermentar estas materias para que de ellas salga el milagroso elixir de la vida, y quieren que el fuego materia l de quatro troncos y el humo caliente de unos cagajones y pajas supla el fuego de el sol, y que tenga sus benignidades y influencias tan activas. […] Rara locura! Valiente vanidad! y summa ignorancia de las obras de Dios., parecerles que son tan limitadas y faciles que las pueda hacer su escandaloso ingenio.
Luego pasó a criticar las dificultades insuperables de la práctica para imitar el calor del sol o las condiciones astrológicas. Los alquimistas aducen que imitan la naturaleza, Torres entiende que hacen imitaciones de los productos naturales:
Pues si no pueden hacer otra cosa que esta imitación y ficción, para que escribir y haber hecho un arte y una philosophia tan mysteriosa, explicada por parabolas, amphibologias, equivocos y otros secretos, siendo por si un oficio que lo puede aprender en quatro dias el sacristan mas rudo?
En 1726 había escrito: «Fingir el oro lo hace un pintor en un madero, la plata la finge un calderero, y hasta ahi ha llegado toda la chemica». En cuanto a imitar a la naturaleza en sus obras, su conclusión argumentada con razones teológicas fue: «El empeño mas necio del hombre es intentar hacer naturaleza que imite a las obras del natural».
Esos son los hechos, sigue Torres, ya que el oro y plata de transmutación nadie los ha visto nunca, y no quedará por falta de mercurio o metales imperfectos.
Torres quiso dejar claro que él no era el autor de tales argumentos:
Estas quexas y desconfianzas que padezco, amigo Pedro, no nacen, como crees, de la debilidad de mi talento o de lo rabioso de mi condición, porque en essos libros que abrazan tus estantes he leido mucha fisga que hacen unos authores de otros. Y algunos desengañados han publicado la falsedad que vieron en sus operaciones. En el Theatro chimico esta incluso un Tratado ignoti authoris[25], que assi se intitula, en donde hallaras burladas todas las vanidades de Juan Chrisipo, convencidas las ideas de Paracelso y revolcadas las doctrinas de Thomas Mufeto.
Como ejemplo concreto de lo fácil que sería producir plata, Torres dio completa una receta de Porta[26], en latín, “para no variar el mas leve accidente”.
La segunda noche (que es una ampliación de la 2ª noche en la versión 1726) lleva el título De la piedra philosophal, donde trató la espinosa cuestión de la materia de la piedra, partiendo de un extraño silogismo:
Todos los que ignoran la primera materia de que se ha de componer la piedra philosophal o elixir no pueden formar tal piedra. Sed sic est, que todos los chemistas separadores y la demas casta de estos philosophos ignoran las primeras materias de que se ha de componer. Luego es falso que hai ni ha habido philosopho que haya hecho tal piedra, y por consiguiente son embuste, robo y fingimiento los licores, espiritus y demas embustes que andan con el nombre de piedra philosophal, agua de la vida, etc.
La menor es la que he de probar y este será el argumento de esta noche.
Dejando a un lado que la conclusión está un poco amañada, ya se ve que la única manera de probar la “menor” sería por inducción, manejando una gran parte del corpus alquímico, cosa que Torres no estaba en condiciones de hacer, y suponiendo que el corpus se dejase analizar en ese aspecto, algo que no sucede.
Sin embargo Torres decidió que estaba probada por la “variedad de dictámenes, de materiales y disposiciones”:
Preguntando a estos hombres por la materia primera de que ha de salir a formarse esta piedra, unos dicen que son ciertas plantas, otros dicen que son ciertos minerales, otros que son ciertos animales, y otros que solamente son uñas, pelos, sangre, leche y otros excrementos, de modo que no ahi cosa criada que no hayan quemado y hecho cenizas para sacar este embuste philosophico, y hasta ahora ni lo han hallado ni estan quietos en una materia segura.
Yo ya se que todo su conato es separar los elementos que se hallan en la planta, en el mineral o en el animal y reducirlos a esta quinta essencia que es el sanalo todo y el remedio universal de nuestra pobreza y de nuestra salud, pero tambien se que ninguno lo ha hecho.
De los textos, que debería haber sido la parte vital de la argumentación, Torres trajo pocos. El primero lo atribuyó a “Alano, philosopho germano”, pero en realidad es un texto anónimo que se encuentra en TC3, cuyo traductor, Justus a Balbian, tituló Tractatus brevis (inc. Revolvi lapidem et sedebam super ipsum), tan breve que consiste en esa sola receta que Torres reprodujo completa en latín. Torres daba por hecho que de las materias manejadas en la receta (alkibric, sangre humana, orina de niño) no puede salir ninguna sustancia transmutatoria, pero todos sus argumentos consistieron en burlas.
La argumentación no es el fuerte de Torres. Burlándose de que atribuyan a la piedra quitar canas y arrugas, el ermitaño le pidió que “no añadiera embustes”, a lo que Torres replicó:
Para que veas que hablo con authoridad (le respondi) escucha cuando menos las palabras del insigne Raimundo Lulio en el tratado que escribio De recuperanda juventute. Dice que bebiendo por la mañana y por la tarde el viejo una xicara de la essencia del oro, sin sentir se hallara mozo. Yo conoci a una señora que tragaba todos los dias dos doblones en essencia y gastaba uno en potencia, y murio en la curacion.
Consciente o no, Torres manipula aquí la autoridad que cita. La obra que menciona tiene el título De conservanda iuventute et retardanda senectute y el autor es Arnaldo (considerada apócrifa).
El segundo plagio.
En Theatrum chemicum, tomo 3, hay un tratado adjudicado a Arnaldo titulado Practica ad quendam Papam, ex libro dicto Breuiarius librorum alchymiae [27]. Consta de una introducción seguida [28] de nueve versos que, según las rúbricas, tratan de la solución (vv. 1‐5) [29], y de los grados del fuego en la coagulación (vv. 6‐9). Estos cuatro últimos versos llevan un comentario práctico, claro, metódico y detallado sobre los vasos y los cuatro regímenes del fuego, adaptados a los cuatro colores estables.
Torres citó estos versos, pero no dio la fuente impresa ni la autoría divulgada de Arnaldo, sino que la presentó como tomada de un manuscrito de un autor alemán. A continuación dio una traducción adaptada del comentario, pero ahora presentándolo como de su autoría (“digo, comentando estos versos”).
Este plagio, cronológicamente el segundo, y todos los demás añadidos a la refundición de 1733, muestran a un Torres interesado ahora en pasar por erudito en alquimia, cuya finalidad no se percibe bien, quizás para consolidar una cierta fama adquirida gracias a la Suma medicina.
TC3 (1659). | |
[p. 75] Un alemán dexò en sus manuscritos la manificatura, decoccion y formacion de esta piedra en nueve versos latinos, y dice hablando de ella y su solucion: | [p. 137] De decoctione lapidis philosophorum et de regimine ignis diversis gradibus decoctionum ad coagulationem lapidis. Versus de solutione. |
Qui quaerit in merdis secreta philosophorum expensas perdit proprias tempusque laborum. Est in mercurio quicquid quaerunt sapientes: corpus ab hinc, anima, spiritus, tintura habentur. Nullus mercurius sumatur quam mineralis. | Qui quaerit in merdis secreta philosophorum expensas perdit proprias tempusque laborum. Est in mercurio quicquid quaerunt sapientes: corpus, abhinc anima, spiritus, tinctura trahuntur. Nullus mercurius sumatur quam mineralis. |
De modo que yà nos dà èste una materia cierta y mas racional, que es el mercurio. Y para que sepan aplicar los grados de calor para la coagulación, prosigue dando los preceptos en los quatro versos siguientes. | Ignis coagulationis gradus. |
Primus formetur ut sensus ei dominetur; sensibus aequato gaudet natura secundo; tertius excedit, sed cum tolerantia laedit; destructor sensus nescit procedere quartus. | Primus formetur ut sensus ei dominetur; sensibus aequato gaudet natura secundo; tertius excedit, sed cum tolerantia laedit; destructor sensus nescit procedere quartus. |
Este aleman, en el brevissimo compendio de estos versos explica con claridad la materia, formación y coagulación de èsta piedra (que puede servir, como he dicho, para algunas cosas, y para sanar tal qual accidente). | Igitur ad practicam descendamus clare, & aperte & intelligibiliter eam subiiciamus. |
Y ahora vamos a la operacion. Digo, comentando estos versos, que en èsta manifactura solo es necessaria una materia, y èsta sea el mercurio mineral sin mezcla de otro cuerpo, la qual matia es una substancia, y como unica pide un solo vaso, que es el de Hermes, conocido entre todos los chimistas. | Nota ergo quod in operatione nostra, quae divina est potius quam humana, requiritur una sola materia, nec ulla alia, quia aqua nostra pura & mineralis in nullo alio opere posita, nec etiam alicui corpori mista, quae materia est substantia & a qua diversi colores effectusque in regimine apparent. |
Y de el modo siguiente vi hacer èsta operacion à un amigo portuguès, à quien en su patria, Coimbra, tratè mucho. | Et scias quod una materia etiam requirit unicum vas de vitro, quod dicitur vas Hermetis; & illud requirit unum aliud vas terreum cum coopertorio suo similiter terreo; et illud unum vas de terra requirit unicum furnum, videlicet, furnum Hermetis & coopertorium furni. |
Echaba el mercurio en un vaso de vidrio redondo, a manera de media luna, ò como una ampolleta, ò un poco mas oval el assiento. | Primo ergo describamus vas vitreum. Fiat ergo vas Hermetis de vitro quod rotundum sit ad modum caelestis lunae mediae, quod vas debet habere foramen, luna plena portabitur. Descriptio autem vasis Hermetis est aliquantulum oblongum ad modum ovi vel ad modum ampullae. |
A èste cubrìa otro vaso terreo de bastante crasitud, para resistir el fuego, y la tierra de que era formado aquel vaso tenìa el color blanquecino, à manera de los crisoles donde se funde el oro. | Vas terreum modo describamus, in quo debet vas vitreum praedictum poni. Fiat ergo vas terreum quod possit sustinere ignem fortem & continuum, etiam cum ignitione, sicut est terra de qua fiunt crucibula ad fundendum aurum; & fiat dictum vas tantae capacitatis & magnitudinis quod praedictum vas vitreum possit ibi bene recipi, ita quod sub vase vitreo & supra vas & circa illud possint poni cineres cribellati ad spissitudinem duorum digitorum ad minus. Fiat autem praedicto vasi coopertorium, quod ita coniungatur cum vase suo quod flamma ignis non possit percutere vas vitreum intus positum. |
Habeat autem praedictum cooperculum unam superius auriculam, ut possit deponi & tractari, &c. | |
Entre estos dos vasos, vitreo y terreo, iba embutiendo ceniza como dos dedos de crasicie alrededor. Y en el vaso terreo ponìa su cubierta para que la llama no pudiesse llegar al vaso vitreo que estaba dentro. Assi puestas las cenizas entre los dos vasos, cubrìa con el lodo de la sabidurìa al vaso de vidrio. | Modo collocemus vas vitreum in illud vas terreum sic: primo habeas de cineribus optime cribellatis in bona quantitate & pone de eis in vase terreo praedicto in spissitudinem duorum digitorum ad minus, fortiter cineres imprimendo; deinde pone ibi vas de vitro cum suo retentorio vel coopertorio; prius tamen optime claudatur orificium ipsius vitri cum luto tibi noto (est autem lutum sapientiae), deinde circumpone cineres reliquos circumquaeque & supra &c., sicut scis. |
Modo subiiciamus aliqua notabilia. Nota quod in operatione nostra, & in quolibet opere alchemico, sive agatur de sublimationibus, sive destillationibus sive decoctionibus quibuscumque, necessarium est duas partes vitri esse vacuas. | |
El carbon que encendìa para èsta operacion era de encina, y en todas las decocciones, destilaciones y sublimaciones dexaba vacìas las dos partes de vidrio, y con el calor solo, graduandolo à compàs, sacaba su quinta essencia en la obra. | Item. Quanto carbones sunt magis ponderosi & magis compacti seu densi, tanto sunt meliores ad opus nostrum, quia ignis fatus ex ipsis magis durat in sua qualitate, & ita carbones quercini & similes sunt eligendi. |
Y segun los grados de calor que iba dando, iban apareciendo los quatro colores principales, negro, blanco, rubio y citrino, de suerte que al abrigo de un fuego se aparecìa el negro, con otro grado mas de fuego salía el blanco, y assi de los otros dos colores. | Et nota quod sint quatuor colores principales in opere apparentes, scilicet, niger, albus, rubeus & citrinus, qui sunt in diversis gradibus taliter apparentes secundum suum gradum decoctionis. Cum alio igne facimus corpus nigrum, cum alio album, & cum alio rubeum & alio citrinum. |
Sunt enim 4 gradus ignis qui in suprascriptis 4 versibus continetur. Et nota quod philosophi hanc scientiam ignis celaverunt nec aliquis philosophus de dictis gradibus est clare locutus, sed obscure omnes de levi igne tantum faciunt mentionem. | |
Este primer grado de fuego està explicado en el verso primero de el aleman, y yo lo entiendo assi: Primus formetur ut sensus ei dominetur. | Primus igitur gradus continetur in primo versu, qui est: Primus formetur ut sensus ei dominetur. |
El modo de conocer quanto serà èste calor de el primer grado, es que poniendo la mano en aquellas cenizas ò en la cubierta del horno, se mantengan sin lession conocida de quemar; y con este calor assi lento y sufrible en la mano, se podrece la materia en quarenta dias segun unos, otros en cinquenta, y segun otros en setenta. Pero este portuguès que te hè dicho, dice que mienten todos, porque habiendo èl hecho mas de treinta experiencias, hallò que no se llegaba à corromper la dicha materia hasta el dia ciento, ò noventa y siete à lo menos, de calor. | Et quomodo cognoscetur quando est calor primi gradu? Certe sic: quod si manus tangens cineres, se cupellam seu coopertoriu furni, possit ibi stare sine aliqua laesione. Et iste es primus gradus quem philosophi celaverunt. Et cum illo solo igne aut sibi simili & cum nullo alio putrefit materia nostra, secundum aliquos philosophos in 40 diebus, quod ego non credo; secundum alios vero 50, quo etiam non credo; secundum alios in 70, quod etiam non credo. Qui vero probavit & expertus est, complevit putrefactionem veram in 97 vel ad plus in centum diebus, & illud est verum. |
Y decìa que solo à esse tiempo aparecìa el color negro en la materia, y que entonces yà estaban juntos y unidos los elementos, y convertidos à otra naturaleza. Y por èste grado de fuego solo se pudre èsta materia. | Et nota quod licet non appareat ad occulum in materia putrefacta nigredo, tamen curandum non est, quia pro certo seundum esse naturae pellis est super nigredinem, & ideo elementa iam iuncta sunt, sive unita & levi igne cocta locantur & in alias vertuntur naturas. |
Ahora dirèmos como se blanquea. | Et per secundum gradum decoctionis illud quod est occultus fiet manifestum, & quod modo est manifestum fiet occultum. Ignis quarti gradus non est carbonum, sed est ignis flammae, qui fiet hoc modo: habeas ligna de quercu vel similia & crassae quantitatis, ita ut possis amplexari manu; tunc incide dicta ligna n frustra, ita quod longitudo lignorum non excedat latitudinem furni; deinde fato igne prius carbonum in furnello, superpone ex dictis frustris lignorum, duo vel tria vel quaturo, sicut expedire videris. Exposuimus igitur superius primum ignis gradum, qui notatur per hunc versum: Primus formetur ut &c. Per quem gradum ignis & non alium materia nostra necessario debet putrefieri, dissolvi, mortificari & denigrari. Restat nunc dicendum per quem modum materia nostra putrefacta dealbetur. |
Dos colores se dàn blancos, uno que imita a Jupiter ò Saturno, y èsta blancura se hace despues de la putrefaccion, por lo que dice Gebex: Oportet Jovem & Saturnum indurare, & Martem & Venerem rubificare. | Igitur procedamus ad secundam partem operis quae est nostrae medicinae dealbatio. Hic vero notandum est quod duplex album est: est unum album quod fit ad modum Iovis vel Saturni, & talis dealbatio fit post putrefactionem. Unde dicit Geber philosophus: ‘Oportet Jovem & Saturnum indurare, & Martem & Venerem rubificare’. |
Pero esta blancura no es verdadera, por no ser fixa ni firme; y la verdadera se consigue con el calor de el segundo grado en cien dias de fuego, que es lo que explica el segundo verso: Sensibus aequato gaudet natura secundo. | Ista autem dealbatio non est vera dealbatio, quia non est firma nec fixa. Et hic perficitur & completur secundi gradus ignis in 100 diebus, qui hoc versiculo continentur: Sensibus aequato gaudet natura secundo. |
Este grado debe ser tambien suave, pero un poco mas fuerte que el primero. Este hà de ser de modo que la mano pueda aguantar el calor de el horno y no mas. | Qui secundus gradus debet esse lenis, tamen aliquantulum fortior igne primi gradus. Debet esse talis quod per tactum furni manus respondeat igni & ignis manui, hoc est, quod manus possit sustinee talem calorem, non plus. Has igitur differentias poteris facere cum solario tenui perforato existente super carbones, in quo facias diversa foramina, secundum exigentiam graduum ad beneplacitum, vel aliter, &c. |
Acabados los cien dias se continuarà èste calor de el segundo grado hasta que bulla y se menee la materia, à la qual dexaràs mover setenta dias, y entonces queda la materia hecha unas piedrecitas à manera de jacintos. | Finitis autem centum diebus, continua ignem praedictum secundi gradus ut materia bullire incipiat & fluere, sive fundi. Et durabit bullitio ista 70 diebus, & tunc materia incipit facer quosdam lapillos ad modum seu similitudinem hyacintorum; continua tamen ignem secundi gradus quousque dicti laplli appareant. |
Y en viendose assi la materia reducida, se añaden carbones y se fortifica el fuego para hacerle calor de tercer grado, que es lo que pide el tercer verso: Tertius excedit, sed cum tolerantia laedit. | Cum autem videris praedictos lapillos apparere, tunc ignem carbonum fortifica, faciendo ignem tertii gradus, qui notatur per hunc versum: Tertius excedit, sed cum tolerantia laedit. |
El dicho fuego de tercer grado se continùa por otros cien dias, y al fin todas las piedrecillas se convierten en ceniza y se fijan con verdadera y perfecta firmeza. Y si dentro de los terminos de dichos cien dias no se hiciere ceniza la tal materia, se ha de continuar con el calor de tercer grado hasta que se logre la ceniza. Y entonces queda blanca la materia. Y este albo se llama anima y permanente, y hablando de èsta blancura dice Marieno: Dealbate latonem, id est, terram, & apponite liberos, ne corda vestra rumpantur. Y Hermes: Ipsum dealbate & suo igne sublimate quousque & iterit spiritus quem in eo invenietis, qui dicitur Alvis, Hermetis. | Dictum autem ignem tertii gradus continuabis ad incinerandos lapillos per centum dies, quia infra dictum tempus centum dierum lapilli incinerabuntur & figentur fixione vera & perfecta. Quo si infra dictum tempus materia nostra non incineraretur, tunc eundem ignem tertii gradus continua, quousque materia nostra sit incinerata, & tunc materia nostra dealbabitur. Et hoc album dicitur album permanens & anima. Et de hoc albo dicir Morienus: ‘Dealbate latonem, id est, terram, & apponite liberos, ne corda vestra rumpantur’. Et Hermes: ‘Ipsum dealbate & suo igne sublimate quousque extiterit spiritus quem in eo invenietis, qui dicitur avis Hermetis’[30]. |
Et ista incineratio & dealbatio detegens, scilicet dubium terrae sitientis & aquam nubium. Et scias quod infra dictos centum dies materia nostra seu cinis noster debt fieri in colore margaritum seu marmoris coruscantis. De praedicto albo dicit Algazel: ‘Ipsum dealbatum cito igne sublimate &c.’, id est, iterato solvite. Et scias quod praedictum ignem tertii gradus continuare debes quousque secundum album appareat[31] & in colore praedicto. | |
Siguese à èsta dealbicacion la quarta parte de la obra, que se llama la rubificacion de la piedra, y èsta rubificacion debe hacerse por el quarto grado de el fuego contenido en el ultimo verso: Sic destructor sensus nescit procedere quartus. | Modo sequitur quarta pars operis quae dicitur lapidis nostri rubificatio. Tunc totam animam in corpus convertimus, cum materiam nostram, quae prius fuit alba, rubificamus. Dicta autem rubificatio debet necessario fieri per ignem quarti gradus, qui in versiculo continetur: Sic destructor sensus nescit procedere quartus. |
El dicho fuego de el quarto grado serà fuego de llama y de leña de encina. Se debe continuar por cinquenta dias, porque en èste espacio de tiempo aparezca yà el color rubro. | Dictus autem ignis quarti gradus erit ignis flammae & lignorum, qui fit ut supra. Continua igitur ignem praedictum per 47 vel 50 dies, nam infra dictum tempus debet color tyrius apparere. |
Mercurius vero igne suo gubernetur & coctus igne primi gradus in 50 diebus in corvum verum convertitur; deinde in 77 diebus vertitur in columbam; deinde columba in 47 diebus vel 70 verttur in alkasel marinum, qui est color tyrius. | |
Y en èste calor se une el espiritu y anima con el cuerpo, y se hace uno, y sale nuestra piedra. Oh lapis benedictus! | Et in isto colore spiritus & anima cum corpore uniuntur & fiunt unum, & corporeum factum factum est incorporeum & factus est lapis benedictus. |
Y hay que advertir que por èste fuego, que se llama del quarto grado, se funde todo el blanco completo, y por la misma fusion èste esperma se convierte en sangre, y el espiritu y el alma se sumergen. | Et scias quod per praedictum ignem flammae, qui est ignis quarti gradus, album nostrum completum funditur & per huiusmodi fusionem sperma nostrum in sanguinem vertitur. Et in illa hora spiritus & anima cum corpore submerguntur. |
Y es de notar que èsta fusion es la verdadera solucion philosophica. Y siempre es preciso ponerla sobre el fuego muchas veces, pues en sentir de Arnaldo de Villanova[32], dice que gaudet stare super ignem, sicut puer ad ubera matris. Y entonces se llama agua permanente, y alli se hace el cuerpo espiritu, ò de el volatil fixo. | Et scias quod fusio in 47 vel 46 diebus ad longius perficitur & completur. Et nota quod haec fusio vera est solutio vera philosophica, & gaudet stare super ignem, sicut puer ad ubera matris suae. Et vere tunc dicitur aqua permanens, & tunc factum est de corpore spiritus, & hoc est de volatile fixum. |
Et in tali fusione coronatur rex diademate rubeo ‐illuminate ipsum usque ad aetatem perfectam‐, cuius pater est sol & mater est luna. Per solem autem nihil aliud intelligitur, nis unctuositas sulphuris existens in mercurio, quod sulphur sit anima lapidis. Unde dicit Senior: ‘Hoc sulphur est quod corpus denigrat & ostium aperit’[33]. Et quanto magis fusus in igne fuerit, tanto magis eius rubedo convertitur in colorem citrinum & ex hoc meliorabitur, & eius olor tyrius augentabitur quousque perveniat ad finalem colorem lapidis nostri seu medicinae nostrae, qui est color citrinus in colore papaveris sylvestris, & finaliter efficietur pulvis impalpabilis, qui ad calorem ignis funditur sicut cera fluens & penetrans & figens. Et nota quod argentum vivum, mercurius, azot, luna plena, lapis noster, aes nostrum, aqua nostra, mars, argentum, stannum, albedo Iupiter, minium, albus, hypostasis alba, album plumbum vel rubeum idem significant, secundum divesa tempora & gradus operationis. Et nota quod lavare philosophorum est totam animam in corpus reducere. Vnde non intelligas eos loqui de alba lavatione vulgari quae consuevit fierei cum aceto & consimilibus. | |
Quando aparece el color negro, dicen que es desponsatio mariti & foemina, y que entre ellos se da matrimonio. | Item nota quod quando apparet nigredo tunc dicitur desponsatio mariti & foeminae & esse matrimonium inter eos, |
& tunc acquisivit spiritum, qui est delator virtutu animae per corpus, & corpus recipit actionem animae & spiritus, & fit aquila & medium naturarum. Et nota quod terra alba, sulphur album, fumus albus, auripigmentum, magnesia & echel idem significant. Item nota quod lapis noster quando est fixum, est sicut cinis. | |
En la putrefaccion de el cuerpo, el mercurio està medio entre el espiritu y el anima. | Item nota quod in putrefactione corporis, mercurius stat ad medium inter spiritum & animam. Item nota quod abarnaos, elixir, lapis philosophicus & quinta essentia idem significant. |
Y juntos los quatro elementos con èsta materia y operacion, resulta de union èsta cosa incorruptible llamada quinta essencia. | Ideo quatuor elementa per magisterium se invicem complectuntur; tunc ex eis resultat & resurgit quaedam res incorruptibilis quae quinta essentia nuncupabatur. |
El fermento del sol se llama sulfur, espiritu y oro philosophico; el fermento de la luna es conocido por alma, rosa blanca y aire, que existe en nuestra piedra. | Item nota quod fermentum solis dicitur spiritus, sulphur, aurum philosophorum, crocus Martis. Item nota quod fermentum lunae vocatur anima, rosa alba, aer existens in lapide. |
El espiritu es el fermento de el sol, el alma es el fermento de la luna, el cuerpo es la tierra fixa, y estos tres se hallan en el mercurio. | Item nota quod spiritus est fermentum solis, anima est fermentum lunae, corpus vero est terra stans, & haec tria sunt in mercurio. |
El cuerpo recibe la tintura de el mercurio por el espiritu y el anima, segun los grados de el calor. | Item nota quod corpus recipit tincturam a mercurio, a spiritu, a anima naturaliter secundum gradus suos. Et in fine debent apparere quaedam granula ad modum piperatae, & tunc est ibi unum magnum secretum, videlicet quod materia nostra est congelata cum sua propria humiditate. |
Item nota, quando lapilli ad modum hyacinthorum convertuntur in cinerm album, tunc est signum putrefactionis & denigrationis perfectae & finitae. | |
Contiene en si el mercurio todos los quatro elementos: | Item nota quod argentum vivum continet in se quatuor elementa & sufficit sibi ipsi, nec indiget alicuius adminuculo; habet enim aqueam substantiam ab aqua, terream substantiam a terra, calidam & humidam substantiam ab aere, & unctuosam cremabilitatem seu igneam substantiam ab igne. |
el elemento del agua corre y lava el cuerpo; el elemento de la tierra està fixo y es la crasicie y espesura de el mismo mercurio; el elemento de el aire es aquel calido, templado y humedo que se halla en èl, y èste calido humedo es el que se llama espiritu; y el elemento de el fuego es aquella untuosidad cremable que se halla en el tal mercurio. Dicelo todo este verso, comun adagio entre los chemistas: Terra stat, unda lavat, pir purgat, spiritus intrat. | Elementum aquae currit & fluit per corpus & ipsum lavat. Elementum terrae stat & est corpus mercurii, seu eius crassities & spissitudo. Elementum aeris est calidum temperatum & humidum quod est in mercurio; et tale calidum temperatum dicitur spiritus, & facti concordiam inter unctuositatem cremabilem mercurii & eius lutulentiam, hoc est, inter humidum unctuosum & terreum foeculentum. Elementum ignis est illa unctuositas cremabilis quae est in mercurio. Vnde versus: Terra stat, unda lavat, pir purgat, spiritus intrat. |
El primer plagio. La summa medicina o piedra philosophal (1726).
De esta obra de Torres se hicieron en 1726 dos ediciones, la primera en Madrid, luego en Sevilla.
El ermitaño y Torres habían acordado dar cada uno su opinión sobre la chímica en sucesivas noches. En la intervención del ermitaño se esperaría una apología que rebatiese los argumentos negativos expuestos anteriormente, pero no parece que Torres‐autor estuviera capacitado para llevarla a cabo, e ideó el subterfugio literario de hacersela escribir al ermitaño y saliendo del paso con un plagio. Eligió para ello no una apología, que seguramente hubiera sido reconocida, sino un tratado.
La obra original apareció publicada en Verae alchemia (1561) con el título De magni lapidis compositione, dividido en 56 capítulos; luego reimpresa en el Theatrum chemicum, vol. 3 (1602), con variantes mínimas. Posteriormente llegó a manos de Zetzner la continuación de la obra y decidió publicarla en la segunda edición (1613), pero por error (incuria typographi) no fue incluida a continuación, sino al final del volumen (y quizás también distribuido independiente). En la edición de 1659 aparece por fin en su lugar, aunque sin formar cuerpo con la primera parte.
Este texto, de hacia mediados siglo XIV, muy dependiente de Hortulanus, fue conocido por el título Textus alchimiae (Textus alkimie) y también por su incipit más divulgado, Studio namque florenti, comienzo que no aparece en la versión impresa. En el manuscrito de la BNF ms. lat. 7149, analizado por Thordike [34], está dividido en tres libros. Aunque con divisiones diferentes, la edición final de TC3 cubre estas tres partes, pero el final está truncado (le faltan unas cuatro o cinco páginas). La parte publicada por Gratarolo, que abarca los dos primeros libros, fue el objeto del plagio de Torres, quien siguió la edición del Theatrum.
El Textus alchimiae tuvo una transmisión inestable, debido quizás a que fue transmitido con glosas. El autor es anónimo, aunque en algunos manuscritos está atribuido a Ioannes de Melun o Mohen (Mehung) o a un episcopus (Honorius) Philadelphus. También se lo designó como magister artis generalis, magister totius artis y magister de Florentia. Una versión reducida publicada en TC4 la atribuye a un magister Valentinus [35].
Estas últimas designaciones parecen inspiradas en el incipit: Studio namque florenti (o florente), entendido como Studium (generale) Florentinum, ya que la expresión no tiene sentido si no se conoce el contexto de su fuente, Boecio:
Carmina qui quondam studio florente peregi, flebilis heu maestos cogor inire modos [36].
Fue un texto muy estimado para el alquimista veneciano Christophoro Parisiense. se sirve de la obra del «Maestro del Arte General» en muchas ocasiones:
“[…] quem mox alius secutus Magister totius Artis, qui librum edidit cuius principium vocatur «Studium Florentinum», cuius doctrina quoque aliquem, qui intellectu pollet haud facile errare finit»[37].
Lo cita, las más veces, por su incipit «Studio namque fiorenti”[38], aunque en las diferentes versiones de este texto se conoce como Liber de magni lapidis compositione et operatione, o también con el simple nombre de Textus alkimiae[39]. La únicas dos versiones impresas están, una en la compilación de Guillermo Gratarolo Verae alchemiae artisque metallicae… y la segunda en el Theatrum Chemicum, y es un resumen de otras versiones manuscritas más amplias, estas sí, extremadamente escasas[40]. Sabemos que Vincenzo Percolla usó una de estas versiones manuscritas extensas en su Auriloquio, cuando lo escribió en Madrid en la segunda mitad del siglo XVI[41]. A nuestro entender, es probable que fuera la versión manuscrita que hoy se conserva en el manuscrito 314 (C.7.15) con el nombre de Tractatus alchimiae en la Biblioteca Angélica de Roma[42].:
Las diferentes versiones del Texto tienen inicios variables en extensión y complicación sintáctica; en la más larga y retórica, el “studio florenti” junto a la “scientiam famosam”, dependen de un verbo que aparece once líneas después
[32r] Incipit liber de magni lapidis composicione in operacione.
Prologus. Studio namque florenti philosophico quandam philosophiae partem secretam, videlicet scienciam famosam inclitam gloriosam insipientibus occultam sed prudentibus manifestam per, quam omnis gradus ecclesiasticus
vbi habita fuit et inuenta Deo altissimo sine penuria famulatur, reges et principes dominantur ac aduersariorum suorum colla subiugant et ceruices, et pauperes et inopes in suis neccessitatibus sustentantur, succinti sermonis eloquio non penitus occulto nec penitus manifesto non tamen enigmatice vel figura sed potius sub plena sermonum serie, taliter tamen id ipsum latenter latet prudentes non accidet, mediocribus autem profundissimus erit et fatuis vt vsque autem miserabiliter excludet, ne improbus tamquam probus tam excelsam scienciam vsurpet indigne super eam quodam modo in suis peccatis et malitiis confouendo, amore tui fili carissime in hoc patenti libello ipsam tradendo proponimus declarare.[43]
Torres, en la dedicatoria (“A la excelentissima señora doña Luisa Centurion, &c., marquesa de Almarça, y Flores de Avila, &c.”) dio su opinión de lo que podía esperarse de su lectura:
El cuidado de este papel (que digo yo que me remite el hermitaño) es persuadir que puede el artificio y la observacion trabajar una suma medicina para enriquecernos y librarnos de toda futura y presente enfermedad. La primera parte es despreciable en V. Exc. porque no contiene el mundo preciosidad que pueda hazerla mas poderosa; la segunda, que cuida de la salud, es la que con más gusto mío (y como menos falsa) remito a V. Exc., como quien desea tanto su vida.
Y por si en mis escritos se descubren algunos secretos que con evidencia libren de futuras enfermedades, he querido que sea V. Exc. quien primero los desfrute. Y quando no se me logre esta buena intención, sirvase V. Exc. con el deseo de quererla inmortal.
En el “prólogo” al lector, tras dar a conocer que el ermitaño había escrito su alegato en latín, dio algunos detalles mas sobre el contenido “alchimico” del texto y se retractó, en parte, de su animosidad anterior.
El intento del hermitaño en esta obra es persuadir con la natural philosophia, que del mercurio y el sulfur se compone vna vnion de elementos, y en ellos se oculta una quinta essencia, que con ella y otras especies vertidas en todos los cuerpos metalicos y humanos, los purga y mundifica las superfluidades, flemas, impurezas, y otras enfermedades. Esto es, al impuro estaño lo limpia de aquella virtuosidad[44] y lo dexa plata, al sucio cobre lo purga de sus flemas y lo transmuta en oro, y al cuerpo humano lo libra de las enfermedades presentes y reserva de las futuras, de qualquiera especie y condicion que sean.
Los preceptos que dà el hermitaño para formar esta suma medicina son muy racionales, y aunque yo en la primera parte de esta obrilla los aborreci, fue por no estàr enterado en sus principios, y porque no entendi las metaphoras con que se explican en sus libros estos philosofos enigmaticos. Entendiendolos tu, lector amigo, podràs hazerte de oro y robusto de salud (si la operacion sale conforme te asseguran estas doctrinas). Y quando esto no logres, te enriqueceràs, à lo menos, con las vozes de vna graciosa philosophia ignorada en nuestra España.
Yo la he leido, pero no he procurado la experiencia; si se me detienen algunos quartos, puede ser que los gaste en ornillas y alambiques, y como encuentre esta piedra, te prometo de dezirtelo con tal claridad, que no necessites mas maestro, que todavia no està explicada à mi satisfaccion esta obra), y el hermitaño no ha querido vomitar todo el veneno.
El distanciamiento que Torres expresa aquí con la obra y la insistencia en la autoría del ermitaño, lleva a pensar que quizás hay un fondo de verdad: es posible que a raíz de una discusión sobre el tema con algún amigo (Torres pertenecía al grupo de Mañer, pro alquimia y anti Feijoo), este texto le fuera indicado como adecuado para resolver sus dudas.
Contenido operativo del Studio namque florenti.
Studio namque es una obra compleja, por su extensión, por la gran cantidad de detalles prácticos que da y porque no expone una teoría sistemática.
Como todos los filósofos, escribe el autor, tratará de la medicina de tercer orden de Géber, que es la “gran piedra” o “suma medicina”, ya que las otras dos son sofísticas.
Los principios del arte son los mismos que los de los metales, es decir, el mercurio (húmedo) y azufre (seco); no los vulgares, sino los contenidos en una materia “fumosa” creada por la naturaleza, que la virtud mineral solidifica en metal.
Esta “materia fumosa” también la produce el arte (“per nostrum artificium”) a partir del “mercurio y azufre con sus adjuntos”, en forma de agua clara que corporifica el espíritu de la quinta esencia. Aunque sustancialmente volátil, es perseverante al fuego y por decocción se convierte en una piedra fusible, fluida y tingente.
Las operaciones de la gran piedra filosófica se agrupan en dos partes: en la primera obra se obtiene el “elixir”, base de la piedra o segunda obra; cada una se hace en su propio vaso. Algunos escritores alteran este orden, o mutilan o mezclan ambas para oscurecer su exposición. El autor las expondrá de forma ordenada.
Hay dos elixires: al blanco y al rojo. Los nombres cifrados para las sustancias (especies) que componen el elixir blanco son: mercurio, azufre vivo citrino, azufre verde y azufre blanco. Los azufres son fusible como cera. El mercurio y azufre citrino se unen en una tierra roja densa. Todos pueden comprarse.
Estas tres sustancias se muelen (“opus contritionum”; invierno) minuciosamente y se mezclan bien (composición de las tres especies) en porcentajes 4:1:1 (vitriolo, cinabrio, azufre blanco); la mezcla queda roja (primavera). Se divide en dos partes y se pone cada una en un vaso especial (orinal) para ser destilada. Sometida a un fuego suave (verano) se eleva un vapor que se condensa en agua clara en el alambique. Luego se sube la temperatura para extraer toda la humedad, hasta quedar la tierra seca.
Dos de las especies son reconocibles: el cinabrio y el vitriolo verde o romano; podría pensarse en una variante de la sublimación del mercurio, pero el “agua” resultante parece ser una ácido.
Esta agua, formada por los elementos agua, aire y fuego y sede del espíritu de la quinta esencia, pierde su virtud muy rápidamente: debe unirse a la tierra en un plazo de dos horas. Esta “tierra nuestra” no es el residuo de la destilación, sino otra sustancia que debe ser purificada hasta la blancura. Se debe tomar en láminas muy delgadas o en limaduras, lo que la asimila a un metal, seguramente la plata, ya que estamos en el “elixir” al blanco. Esta tierra se mezcla con el agua repartida en dos vasos; si el agua estaba realizada correctamente la mezcla entrará en ebullición; cuando cese, la solución será limpida y de color verde. Es el “elixir” al blanco aún imperfecto y de ella debe hacerse una buena cantidad y reservar en recipiente de vidrio grueso y bien tapado.
Para el “elixir” al rojo, el agua se hace con las mismas tres especies, pero en porcentaje 4:2:2 (vitriolo, cinabrio, azufre blanco). En ella se disuelve una “tierra roja”, presumiblemente oro purificado, igualmente en láminas delgadas o limadura. El metal no se disuelve enteramente, sino que se deposita “en forma de polvo impalpable. La solución toma el color del oro o amarillento y puede usarse en otras operaciones.
Para disolver la “tierra calcinada” anterior se elabora una nueva agua con porcentajes 4:3:3 (vitriolo, cinabrio, azufre blanco). Si el oro no se disuelve, se elabora otra agua con porcentaje 4:4:4, y así hasta lograr la disolución, que quedará diáfana y dorada. Esta solución se satura a continuación de oro; es el elixir al rojo, aún imperfecto, que se reserva en cantidad en vaso cerrado.
Estas dos aguas son los espermas femenino y masculino, que se unen para formar el “elixir ad utrumque”.
A continuación se elabora la “piedra bendita” (cap. 28 ss. o libro segundo). Del elixir anterior (mezcla de blanco y rojo) se destila el agua (alma), que se reserva tal cual o bien disolviendo plata en ella.
En el recipiente queda la tierra roja, que prosiguiendo la cocción pasa a negra (cuerpo muerto). A continuación se pone en un vaso esférico de cuello alto y estrecho y a calor suave sobre ceniza o en estiércol, durante 40 días, licuándose en un líquido espeso y rojo; luego en el horno a fuego lento se solidifica en una masa negra y dura, a manera de vidrio. Se reiteran ambos pasos cuatro veces. Así se completa la “disposición de la negrura”.
Para pasar a la blancura primero se disuelve la tierra “per se”, como anteriormente; luego se le añade la mitad de su peso del agua extraida del elixir, simple o con la plata disuelta, y se homogeneiza a calor suave hasta que se espese a consistencia gomosa. Se reitera la solución “per se” y la congelación, quedando un cuerpo duro y opaco, de fractura clara.
Esta masa se vuelve a mezclar con la cuarta parte de su peso del agua inicial y se repite el proceso, y así varias veces, con colores intermedios, hasta conseguir una masa cristalina de un blanco verdoso. Esta piedra transmuta en plata al mercurio y otros metales.
El proceso de obtención de la piedra al rojo se licúa la piedra al blanco y se mezcla “per minima” con el elixir rúbeo, resultando un agua cristalina citrina; se le extrae el agua, que se reserva, quedando el residuo rojo y fusible; se deseca por asación, quedando como azafrán, al que llama fermento del sol. Estos dos ingredientes se someten a un régimen similar al de la piedra la blanco.
Suma Medicina, plagio del Studio namque Florenti. Textos comparados.
Aunque la Summa medicina es un plagio toda ella, Torres no tradujo el original completo, sino que seleccionó las partes que creyó convenientes. La traducción es ajustada en general, aunque a veces abrevia y resume; hay unos pocos añadidos propios, que se reconocen, en general, porque el ermitaño interpela a Torres.
Liber de magni lapidis compositione, en Verae alchemiae (1561). | Summa medicina ò Piedra philosophal (1726, Madrid). |
Liber de magni lapidis compositione et operatione, authore adhuc incerto, sed tamen doctissimum. | La suma medicina ò piedra philosofal. Que saca à luz, de las tinieblas, de enigmas y metaphoras con que la oscurecieron los chemistas philosophos, un hermitaño, codicioso solo del aprovechamiento de los curiosos. |
Cap. 1. Naturalis philosophiae partem secretam, scientiam videlicet famosam, inclytam & gloriosam, insipientibus occultam, sed piis ac prudentibus manifestam scribimus, qua pauperibus & inopibus subveniri possit. Hoc autem succincti sermonis eloquio non penitus occulto, nec penitus manifesto, non tamen sub aenigmate, vel figura, sed potius sub plana sermonum serie; tali tamen, quod hoc prudentes non lateat, mediocribus autem profundissimus sit, fatuos vero miserabiliter excludat, ne improbus aeque ac probus tam excelsam scientiam usurpet indigne. | [Cap. 1.] La parte mas famosa, mas oculta, mas dificil, mas noble y mas secreta de la philosofia natural es la que te escribo desde estas soledades donde habito, monstruo racional de estos carrascos; he procurado dictarla y escribirla con toda claridad y sucinta gramatica, limpiandola de los enigmas, figuras y metaphoras con que la ocultaron y oscurecieron los avarientos chemistas que se dieron al experimental estudio de esta gloriosa ciencia, procurando, mas que descubrirla, enterrarla. El genio prudente conocera à la primera vista lo famoso y verdadero de la operacion, y aun el mediano discurso, à continuado desvelo, conseguirà el fin de estas operaciones, excluyendo miserablemente à los de duro ingenio. |
Artificem vero huius scientiae oportet esse subtilissimi ingenii, & naturas metallorum eorumque generationes infirmitates, & imperfectiones in suis mineris scire & cognoscere, antequam perveniat ad hanc artem, si in tribus ordinibus medicinarum, vel lapidum voluerit esse perfectus. Sed quia priorum duorum ordinum medicinae sunt sophisticae, & non tollunt de commisto, relinquitur unica sola, quae est de tertio ordine; & dicitur unica & vera omnino, & certa; quia sola tollit de commisto, & lapis magnus & pretiosus philosophicus, seu medicina summa & pretiosa, a philosophis appellatur; de qua sola philosophi scripserunt in suis libris, & loquuti sunt, aliis medicinis & lapidibus praetermissis; ideo nos, ipsos imitantes, tantum intendimus de hoc lapide magno, vel medicina summa loqui in hoc libro, omnibus aliis praetermissis. | Debe ser el estudiante artifice de esta profesion escogido y practico en el conocimiento de la naturaleza y en la anatomia de los metales, y tener aberiguadas sus generaciones, enfermedades, imperfecciones y otras impurezas en sus minas. Y del mismo modo debe conocer los tres ordenes de medicinas, ò piedras; pero como los dos sean sofisticas y falsas, ò à lo menos congeturables, trabajarà el buen professor en una sola, que es la tercera, la gran piedra, suma medicina philosofica, vnica y cierta del todo, de la qual solamente escrivieron los verdaderos philosofos y la trataron en sus libros, dexando como inutiles y vanas las otras dos ordenes de medicinas y piedras. Y assi yo, imitando la leccion, estudio y manifactura de los mas graves, escribo esta tercera orden, apartandome de otros intentos innutiles. |
Y antes de empezar mi tratado (por si fuere à otras manos) quiero dezir como ha de ser el professor de esta inclita philosophia. Tengo el consuelo, amigo Torres, de que estas adornado de algunas de las amables prendas que han de componer al buen operario de estas artes. Si solo he comprendido en ti la poquisima constancia en esta precisa diligencia, porque te advierto variable en todo linage de propositos; pero venciendo la gran pasion que tienes à la flojedad, no dudo yo sacar en ti, con mi doctrina, un famoso profesor que acredite la maltratada (por no conocida) ciencia de las ciencias; y por si acaso en las demas propiedades tuvieres que enmendar, quiero decirte, assi à ti como à qualquiera que leyere este tratado, como ha de ser el professor de estas operaciones. | |
Non accedat autem ad ipsam indagandam artifex grosso ingenio, & duro repletus, nec avarus, nec sumptibus parcens vel expensis, nec vir duplex, omnino variabilis à proposito, nec nimis festinus, nec infirmus, aut impotens manibus vel oculis, aut nimis antiquus, nec ita pauper, ut habere non possit unde hanc sumptuosam scientiam indagare possit. | Ha de ser garboso y que pique un poco en desvaratado en despreciar sus dineros; debe ser firme en la empresa, ni muy tardo ni muy pronto, fino observador y cauteloso; ha de estar sano, sin estorbos en pies, manos, ni en la vista; ni ha de ser muy viejo ni muy mozo, ni tan pobre que no tenga con que suplir los primeros gastos, para alcanzar esta suntuosa y poderosa philosofia. |
Sed potius sit doctrinae filius, vir subtilissimo ingenio decoratus, sufficienter locuplex, largus, sanus, firmus in proposito, patiens & mitis, temperatus, & sufficienter suis membris & organis bene dispositus & ordinatus. | Y, en fin, debe ser el aplicado à esta ciencia hijo verdadero de la doctrina, varon de sutil talento, medianamente rico, prodigo, sano, constante, firme, suave, pacifico, templado y bien dispuesto de organos y miembros. |
Nec tedeat artificem huic libro saepius studere, et ex eo verum intellectum extrahere, & extractum in corde suo secrete gerere, perpetuaeque memoriae commendare, postea operari. | Ha de estudiar muchas veces en esta doctrina, y sacar de sus discursos y su noticia las verdades y sacadas, recomendarselas à la memoria, y entrar al fin con desinteres y cuidado en la operacion. |
Y siendo el professor, como llevo insinuado, sin detenerme en otras impertinencias, voy à desengañarte, en las siguientes ojas, de aquel tropèl de errores en que te vi las tres noches, que con gusto mio te comunique. | |
No me repares en el estilo, que yo no entiendo de otras recancanillas que de escrivir con verdad y sencillez lo que tengo leido y experimentado, y lo que por mis propias manos he hecho, sin mas principios ni mas materias que las que se siguen. | |
Non enim solum per libros ipsam convenit indagare, quia qui per libros ipsam solum sequitur, tardissime eam inveniet, eo quod libri istius scientiae non sunt scripti ad doctrinam ipsius, sicut libri aliarum scientiarum, sed sunt tantum quantum figurae ipsius scientiae, quia scripti sunt sub occulte, & diversis aenigmatibus, metaphorice & figurate. Et hoc totum ne per ipsos vere sciatur, cognoscatur & tradatur, quod haec scientia est vera & omnino certa; unde nullus philosophorum umquam hanc scientiam scripsit, ut est, sed tantum alliciunt artifices ad ipsam indagandam & inquirendam, quidam autem ipsorum minus clare, quidam magis occulte, numquam autem magis manifeste. Et ideo non trademus ipsam scientiam, nisi nobis solum; sed tamen per haec quae dicimus, allieciemus te, fili doctrinae, ad ipsam indagandam, & veraciter inveniendam. Non tamen propter hoc desperet doctrinae filius, quia si ipsam quaerat per ea quae in libro sunt scripta, proculdubio ipsam inveniet, non autem per viam doctrinae, sed proprio motu indagationis naturae, cum magnorum sumptuum interpositione, & cum magna instantia laborum, & meditatione continua, atque poena. Sunt enim multa obstacula ipsius tam famosae scientiae, quae impediunt artifices ipsam indagantes, omnino praecavenda in hac vera indagatione; et maxime cum in desperationem lapsus artifex, inclinat se ad opus sophisticum faciendum, à quo omnino est praecavendum, & in hac vera indagnatione penitus intendendum. Qui autem ipsam consequi meruit, merito philosophus in hac arte philosophiae nuncupatur, & ea semel facta, nullatenus ipsam reiterare a prudenti opifice contingit. Pro solis enim pauperibus a Deo heac nobilis scientia est tributa, & si reges & principes eam scirent, nullus philosophorum de caetero attingere posset. Post studium vero huius libri continuum, & ipso intellecto, opus incipere oportet artificem studiosum, & per opus hanc scientiam praecelsam subtili ingenio indagare, & ea inventa omnino certa & vera, non sophistica, ipsam secretissime celare, & custodire, & caute & prudenter loco & tempore in suis necessitatibus ea uti; quia qui thesaurum publice portat & utitur, cupit depraedari. | |
Cap. 2. Cum enim uniuscuiusque rei principium & medium debitum sumpserit effectum, finis inde laudabilis comprobatur. Et philosophus dicit, quod ignoratis principiis, caetera etiam subsequentia ignorantur; ergo à contrario cognitis, cognoscuntur. Et in primo Ethicorum dicitur quod ‘Qui scit principium alicuius rei, scit vere usque ad fines eius’. A principiis ergo & mediis tam praecelsae scientiae est ordiendum, ut ea effecto debito terminetur, ut inde finis succedat consumatio gloriosa. | [Cap. 2.] Es preciso que sea loable y dichoso el fin de qualquiera intento cuando los principios estan bien estudiados. Y aun dice Aristoteles, en el primero de los Eticos, que no se duda el fin, sabido el principio: Qui scit principium alicuius rei, scit fere usque ad fines eius. Asi, pues, empezare por los principios de esta famosa philosofia, para que à estos suceda la gloriosa consumacion que deseo. |
Sunt autem principia istius famosae scientiae eademquae naturalia in metallis. Metallorum autem principia sunt ista, sub quae fundatur ars in suis actionibus in ipsis formandis. Materia vero principalis omnium metallorum in suis mineris, de qua ipsa generantur & causantur, est aqua sicca, quam aquam vivam, vel argentum vivum aliter nominamus, & spiritus foetens, quem aliter sulphur appellamus. Non tamen in natura sua, prout sunt in suis mineris creata, quia in locis suis ubi generantur, nullum metallum invenitur, sed potius ista materia est quaedam substantia naturaliter à natura creata, habens in se naturam & substantiam istorum duorum; & ex ista tali materia vel substantia duorum praedictorum procreata, generatur & creatur quaedam substantia subtilis fumosa in visceribus terrae & venis mineralibus, ubi congregantur & detinentur. | Son, pues, los principios de esta ciencia los mismos que en los metales, y la materia principal de estos en sus minas, de la qual se engendran es el agua seca, agua viva, ò argento vivo (que con todos estos nombres la bautizan los chemistas) y el spiritus foetens, ò sulfur. Pero es de notar que estos, en su naturaleza, como los crio mina, no son la materia que buscamos, porque en aquellos lugares donde son engendrados no se encuentra algun metal. Es, pues, su materia vna substancia creada por la naturaleza que contiene en sì à la naturaleza y substancia del argento vivo y el sulfur, y de esta materia ò substancia de estas dos se engendra y procrea otra substancia sutil y fumosa en las entrañas de la tierra y venas minerales, en donde se congregan y detienen; |
Et deinde adveniens virtus mineralis super ipsam fumosam materiam, eam congelat & unit se cum ea unione inseparabili & firma per decoctionem naturalem, & minerae temperatam, non solum cum plurimo utriusque, sed in plurimo utriusque, ita quod nec humidum praedictum, scilicet argentum vivum à sicco, scilicet à praedicta substantia sulphuris, nec siccitas ab humido possunt de caetero separari. | y despues que la virtud mineral baña à la dicha fumosa materia, la congela y une, con union inseparable y fixa, por medio del calor y decoccion natural, templada en la minera, y tan unidos que ni el humedo que es el argento se puede separar del seco que es el sulfur, ni el seco del humedo. |
Ex his patet quod in metallis sunt quatuor elementa naturaliter, & quod sunt homogenea; quia nihil aliud sunt quam fumi subtilissimi per decoctionem naturalem in suis mineris congelati & fixi, & in metalli naturam alterati, conversi, & mutati. Item patet quod humidum radicale metallorum in eorum calcinatione propter homogeneitatem & fortem unionem elementorum ad invicem in ipsis non consumitur, nec separatur, sicut consumitur & separatur humidum lapidis, quia non est unitum in eis cum sicco in plurimo utriusque. Et sic patet quod humidum lapidum est volatile & fugitivum ab igne, humidum vero metallorum est fixum & permanens in igne. Item in generatione metallorum substantia sulphuris praedicta se habet per modum agentis, substantia vero argenti vivi se habet per modum patientis. Et sic patet quod sulphur est pater mineralium, argentum autem vivum mater. | De esto se infiere que en los metales se dàn naturalmente quatro elementos, y que estos son homogeneos, que no son otra cosa que unos humos sutilisimos, congelados y fixos por decoccion natural en la minera, y alterados en naturaleza de metal. Tambien se saca de esta doctrina que el humedo radical de los metales en su calcinacion, por la homogeneidad y fuerte vnion con los elementos, no se consume ni se separa, como sucede al humedo radical de la piedra, por faltarle la vnion con el seco ò sulfur. Y assi vemos que el humedo de las piedras es volatil y huye del fuego, y el humedo de los metales es fixo y permanece en èl. Que el sulfur, en la generacion de los metales, es como agente y la substancia del argento vivo es paciente; y por esto al sulfur llaman pater mineralium, y al argento vivo mater. |
Cap. 3. Ex praedictis omnibus a prudenti artifice subtiliter intuenti colligitur, quod natura in metallis creandis & formandis habet quandam substantiam vel materiam, videlicet, argentum vivum, & sulphur, ut est dictum, ex qua materia facit naturaliter exire in mineris illam fumosam substantiam, seu materiam subtilem, quae postea artificio ipsius naturae, ut est dictum, convertitur in metallum. | [Cap. 3.] De lo dicho conocerà el artifice philosofo que la naturaleza, en la creacion y formacion de metales, tiene cierta substancia ò materia, es à saber, el argento vivo, de la qual materia haze salir en la mina aquella fumosa substancia ò material sutil que, despues, con el artificio de la naturaleza, se convierte en metal. |
Illa vero prima materia a qua fumosa praedicta materia generatur & exit, est quoddam corpus; & illa fumosa ab ea generata est quidam spiritus; & sic natura facit de corpore spiritum, & sic facit ascendere à terra in caelum, id est rem corporalem, facit spiritualem. Et quia postea hanc materiam spiritualem natura convertit in metallum, ut est dictum, tunc facit de spiritu corpus; & sic facit descendere de caelo in terram, id est rem spritualem facit corporalem in suis operationibus & actionibus. | Aquella, pues, primera materia, de la qual se engendra la dicha fumosa materia, es cuerpo, y aquella fumosa, engendrada de ella, es espiritu; y assi la naturaleza haze del cuerpo espiritu,. Y la haze subir desde la tierra al cielo, porque de una materia corporal haze una cosa espiritual. Y porque à esta materia espiritual la docta naturaleza convierte en metal (como hemos dicho), entonces haze del espiritu cuerpo, y assi la haze bajar del cielo à la tierra (pongote, Torres amigo, estas ascensiones y descensiones à la tierra y el cielo porque son metaforas con que ocultaron estos famosos principios los avarientos chimicos, y porque si leyeres sus libros no te confundas). |
In omnibus autem istis operationibus vere non possumus & proprie ipsam naturam sequi, sed per quandam similitudinem ipsam sequi tenemur in operationibus istius scientiae, quod magis proprie, prout expedit arti nostrae, hoc est attentius faciendum. | Y assi, bolviendo à atar el hilo de nuestra intencion, digo que en todas estas operaciones verdaderamente no podemos seguir à la naturaleza, pero hemos de procurar imitarla con atencion, yà que no en todo, en parte. |
Item patet quod omnia metalla quantum ad radicem sunt eiusdem substantiae vel materiae, & tamen non sunt eiusdem formae, & hoc est propter infirmitatem & sanitatem, munditiem & immunticiem, paucitatem & quantitatem ipsius substantiae argenti vivi & sulphuris in unione & commixtione naturali & propter naturam minerarum diversarum, ac longam vel brevem ipsius naturae decoctionem. | Tambien es cierto que todos los metales, en quanto à la raiz de la naturaleza, son todos de una misma substancia ò materia, pero no de una misma forma. Y esto es por la enfermedad ò sanidad, mundicia ò inmundicia, quantidad ò poquedad de la substancia del argento vivo y el sulfur, en la union natural, por la distinta qualidad de minas y la larga ò breve decoccion de la naturaleza. |
Et haec in universali de generatione naturali metallorum diximus. | Esto me parece que basta para dar à entender la general generacion de los metales, voy à dezir los radicales principios de esta secreta philosofia. |
Si autem haec in particulari quis scire voluerit, videat philosophum 4. Meteororum cum suis commentatoribus, & Albertum De mineralibus, & Summam Geberi philosophi, quae est de perfectione magisterii huius artis. | |
Cap. 4. Huius vero famosae scientiae radicalia principia super quae fundatur, sunt ista, videlicet: Quaedam materia vel substantia propria argenti vivi & sulphurum fumosa & subtilissima, ex natura praedictorum duorum per nostrum artificium generata, limpidissima, clara tamquam lachryma, in qua latet & habitat spiritus quintae essentiae, ut inferius dicemus. | [Cap. 4.] Los radicales principios en que se funda esta ciencia, son cierta y determinada materia ò substancia propia del argento vivo y sulfur, fumosa y sutil, de naturaleza de estos dos, engendrada por nuestro artificio limpidisima, clara, en la qual existe el espiritu de la quinta essencia, como dirèmos despues. |
Non tamen est ista substantia ipsum sulphur, nec ipsum argentum vivum, prout sunt in natura sua in mineris suis, sed est quaedam pars ipsorum duorum, quae non est argentum vivum vel sulphur. Quae substantia praedicta fumosa & volatilis in propriam substantiam aliam argenti vivi & sulphuris fixam & firmam, quae est patiens ignem, nec eum fugiens, sed in eo perseverans, figitur & massatur; quae postea per decoctionem temperatam & continuam, & per magisterium huius scientiae cum aliis adhoc convenientibus congelatur in lapidem fundentem, fluentem, tingentem, & in igne perseverantem. | No es esta substancia, ni el sulfur ni el argento, conforme estan en sus mineras naturaleza, sino cierta parte de estos dos, que ni es sulfur ni argento. Esta substancia que digo, fumosa, volatil, se fixa y se mata y convierte en otra substancia de argento y sulfur, que es pasible en el fuego, y nunca huye de el, antes bien, persevera siempre, la qual, despues, por la decoccion templada y continua, y por maestria de esta arte, se congela en una piedra fluida tingente y que persevera en el fuego. |
Quidam philosophi dicunt, quod ex solo argento vivo sine admixtione sulphurum, haec materia fumosa generatur, sed hoc est idem, quia argentum vivum habet in se naturaliter sulphur rubeum mixtum; & hoc sulphur rubeum ab albedine ipsius propria manu separavimus, tetigimus, & vidimus. | Algunos philosofos dicen que de solo el argento vivo, sin las comixtiones ò mezclas del sulfur, engendra esta materia; pero esto es lo mismo que voy yo armando, porque el argento vivo contiene naturalmente en si el sulfur rubro mezclado (y este sulfur rubro yo le he sacado de la albura del argento vivo con mis propias manos). |
Attamen philosophus, qui dicit, quod ex sola substantia mercurii sine additamento substantiae sulphurum lapis elicitur vel generatur, non hoc intelligit de substantia fumosa praedicta, in qua latet spiritus quintae essentiae, quem querimus, quo tingamus, sed de substantia fixa & firma lapidis, quae est terra ipsius, in qua figitur idem spiritus; qua terra ipse lapis spiritualis impraegnatur in ventre venti per magisterium huius artis, ut inferius ostendetur. Nullo modo substantia fumosa praedicta potest naturaliter elici, nisi ex substantiis praedictorum duorum argenti vivi & sulphurum insimul admixtis. | |
Item aqua & ignis in hac scientia sunt agentia, unde oportet scire aquam & ignem coadiuvari simul; terra & aer sunt patientia; aqua & ignis sunt agentia; aqua est masculus, & terra est foemina; Sol est pater ipsius, & Luna mater. In hac operatione huius scientiae pluribus rebus indigemus, quibus non indiget natura, & sic in omnibus sequi naturam non valemus. | Los agentes en la operacion de esta ciencia son el agua y fuego, y estos dos elementos se coadyuvan juntamente; la tierra y el ayre son los pacientes; el agua es el macho; la tierra la hembra; el Sol es el padre y la Luna la madre, de muchas cosas necesitamos en este arte que no las ha de menester la naturaleza, pero nuestro estudio ha de ser imitarla. |
Ex his patet quod in illis quibus indigemus, sunt quatuor elementa, unde oportet scire elementa convertere unium in aliud, alterare vel mutare, videlicet, facere de humido siccum, & de sicco humidum; de frigido calidum, & de calido frigidum; aliter opus huius scientiae non posset aliqualiter vel aliter consumari. | En estas cosas de que necesitamos, es de advertir que estan los cuatro elementos, y conviene con precision saber convertirlos unos en otros, mudarlos y alterarlos; es à saber, hazer del humedo seco, del frio calido y del calido frio; y de otra suerte es, imposible consumar con perfeccion la obra. |
Item nota quod faciendo generari praedictam fumosam materiam à substantiis praedictorum duorum, scilicet mercurii & sulphuris, & suorum adiunctorum, quod dicta substantia simul unita est quodammodo corpus, à quo exit ista fumosa substantia; nam fecit artifex ascendere à terra in caelum quandam materiam spiritualem; & cum postea ipsa materia vel substantia, spiritualis facta, congelatur, & fixatur; & in lapidem convertitur; tunc facit descendere de caelo in terram & materiam vel substantiam spiritualem iterato facit corporalem. | |
Et sic patet, quod sicut natura facit de corpore spiritum, & de spiritu corpus in generatione mineralium metallorum; ita et nos in generatione artificiali lapidis mineralis per artificium nostrum mirabile, facimus corpora spiritus, & spiritus corpora. Et hoc est quod dicit Aros: Facite corpora spiritus, & invenietis quod quaeritis. | Nota que assi como la naturaleza haze del cuerpo espiritu y del espiritu cuerpo en la generacion mineral, assi los chimicos en la generacion de la piedra (que hemos de hazer) por nuestro artificio, harèmos los cuerpos espiritus y los espiritus cuerpos, que por eso dice Aros: Facite corpora spiritus, et inveniens quod queritis. |
Ex hoc clare liquet, quod principia & operationes istius scientiae similia sunt principiis et operationibus naturae, tamen indigemus pluribus aliis quam natura. | Con que de todo lo dicho sacamos que los principios y operaciones de esta ciencia son semejantes à los de la naturaleza; pero nosotros necesitamos mas cosas que ella para nuestros trabajos. |
Cap. 5. Datis ergo principiis de generatione metallorum, ac materia operationum in eis, atque istius inclytae & famosae scientiae in universali; nunc de operatione istius artis & magisterii in particulari videamus. | [Cap. 5.] Dados yà los principios de la generacion de metales y los de esta inclita admirable ciencia, assi generalmente, ahora irèmos viendo la operacion y maestria del arte. |
Totum opus magisterii magni lapidis philosophici, & occulti duas partes habet operationis: Prima est de operationibus Elixir, & dicitur primum opus. Secunda pars est de operatione lapidis, & dicitur secundum opus, quod aliter & alio vase fit; & terminata prima operatione Elixir, incipit istud aliud, quod est secundum, de operatione lapidis. | Todo el artificio de esta piedra oculta philosofica tiene dos partes de operacion: la primera es el elixir, y esta se llama primum opus; la segunda parte es de la operacion de esta piedra, que es el secundum opus, la qual se haze de otro modo, y en distinto vaso. |
Quidam philosophi in libris suis primo tradiderunt secundum opus scilicet operationem lapidis, postea primum opus, quod est de Elixir. Et quidam modo loquuntur de uno opere, modo de reliquo, scienter intricando se, & sua intentionem obscure persequentes, & obscurius exponentes, ut inquisitores fatuos & duro ingenio vel grosso existentes deciperent, hancque & merito famosam scientiam penitus occultarent, & prudentes ad eam allicerent, & eis manifestarent. | Muchos philosofos, en sus libros, primeramente enseñaron à hazer la segunda obra, esto es, la operacion de la piedra; y algunos hablan en sus escritos unas veces de la primera, otras de la segunda, à fin solo de confundir y cegar al aplicado, y para ocultar de los ingenios esta famosa ciencia. |
Nos autem rectum ordinem in hac operatione lapidis prout propriis digitis probauimus & tetigimus, & oculis vidimus, tenebimus in hoc libro. Prius enim necessarium quod res elixentur, hoc est in elixir convertantur, antequam in operatione lapidis intendatur, aliter ad inventionem & operationem magni & veri lapidis nullatenus quis attinget. | Yo, amigo, seguirè el recto orden en la operacion, y como la ejercitè con mis propios dedos y vì con mis ojos, assi pondrè la doctrina. Lo primero es necessario que las materias se conviertan en elixir. |
Vocauerunt autem quandoque philosophi in libris suis elixir lapidem & lapidem lixir, non facientes differentiam nominum inter utrumque, vt fatuos excaecarent, & tamen dixerunt veritatem. Quare vere Elixir est primum & principale fundamentum & radicale lapidis preciosi, quod postea per operationem secundam conuertitur in ipsum lapidem preciosum, vel medicinam summam, quae sola de commixto & infirmo & imperfecto metallorum tollit, & ea reducit ad sanitatem & perfectionem summam, super quae proiecta fuerit; & realiter conuertit & transmutat in lunificum vel solificum verum, secundum colorem ipsius lapidis. | Este elixir es el primero y principal fundamento de esta piedra preciosa, la qual por la segunda obra se convierte en verdadera piedra philosofica y medicina suma; la qual quita de lo comixto lo enfermo y lo imperfecto de los metales, y los reduce à sanidad y perfeccion, y realmente lo convierte en lunifico ò solifico, segun el color de la tal piedra. |
Philosophi autem diuidunt elixir vel lapidem, & dicunt quod habet corpus, animam & spiritum; & sunt haec unita in ea unitione naturae, cui per artificium ministramus, quod sic agat, vnde nos non facimus elixir nec lapidem, sed natura, cui ministramus materiam, de qua agit. | Dividen los philosofos al elixir, y dicen que tiene cuerpo, alma y espiritu, y estos estan unidos en aquella union de la naturaleza, à la qual, por nuestro artificio, la ministramos para que la haga, y por eso nosotros no hazemos el elixir ni la piedra, sino la naturaleza, à quien damos la materia para que la fabrique. |
Corpus vocant terram debitam lapidis, quod dicitur secretum lapidis vel elixiris, quod alias fermentum vel nutricem ipsius appellamus. Ex his colligitur quia ex substantia argenti vivi & sulphuris subtilissima & purissima, & ex terra nostra elixir componitur & lapis consistit. | A la tierra de esta suma medicina llaman cuerpo, fermento ò secreto de la piedra ò del elixir. Con que de la substancia subtilissima y purissima del argento vivo, el sulfur y nuestra tierra se compone el elixir, y en esto consiste nuestra piedra. |
Cap. 6. Elixir autem in hac scientia dupliciter consideratur. Est enim elixir ad album & elixir ad rubeum. De elixiri ad album prius est videndum, & primo de eius speciebus, ex quibus componitur. | [Cap. 6.] De dos modos se considera el elixir en esta ciencia: hay elixir para lo blanco y para lo rubro. Vamos viendo el elixir para lo blanco primeramente, y de sus especies de que se compone. |
De speciebus vero elixiris albi, philosophi varie tradiderunt, & diuersis nominibus ipsas species nominauerunt. Quandoque enim pro speciebus nomina colorum ipsarum specierum & in tantum, quod ob earum nomina multiplicata & dicta ab earum coloribus, vel naturis, plures & diuersae species conuenire videantur, quamquam non oporteat; sed semper aliquid addentes vel subtrahentes, ut fatuos deciperent inquisitores. | De las especies del elixir para lo blanco han variado mucho los philosofos y las han dado diversos nombres, unas veces tomandolo de su color y otras de su naturaleza, pero siempre añadiendo y quitando algo para engañar à los curiosos y deseosos de saber esta ciencia. |
Quidam autem posuerunt & quaesierunt hanc praecelsam scientiam in vegetalibus vel materialibus; sed quamuis istud sit possibile per naturam, non tamen eis possibile est, quia potius eis in laborando vita deficeret, quam quod laboratum ad finem deducere possent. Quidam autem quaesierunt ipsam in lapidibus, gemmis, vitris, salibus, baurachiis & similibus; quod impossibile est & contra naturae principia hoc in talibus reperire, quamuis quandoque alteratio in praedictis reperiatur, post tamen longum laborem. | Unos buscaban este elixir en los vegetables; y aunque esto es posible por la naturaleza, no es posible al philosofo, porque es breve la vida para esta operacion: otros le buscaban en las piedras preciosas, vidrios y sales, y estos trabajaban un imposible contra los principios de la naturaleza, pues lo mas que de estos entes se puede esperar (despues de largo tiempo y crecido trabajo) es la alteracion. |
Quidam aliquando in spiritibus tantum, videlicet in mercurio & sulphure cum suo compari arsenico & sale armoniaco ipsum quaesierunt. Et quidam alii in omnibus corporibus metallorum. Et quamuis isti duo ultimi in parte bene quaerant & non in totum, & alii duo in toto male quaerant; ideo omnium istorum secta rationibus est vacua. Nos autem praetermissis omnibus praedictis certum numerum specierum quae conueniunt ad hoc elixir, in hoc libro nominabimus. | Otros, en los espiritus solamente del sulfur y el mercurio, con sus compañeros la sal amoniaca y el arsenico; y otros, en todos los cuerpos de los metales. Pero todos estos sudaron vanamente; y asi, omitiendo otros muchos dire solo lo que verdaderamente conviene à este elixir. |
Cap. 7 . Quatuor autem species sunt, & non plus, nec minus, quae ad hunc Elixir conveniunt componendum, videlicet argentum vivum, sulphur citrinum fugiens, sulphur viride fixum habens ventrem nigrum, intellectu quamvis clarum in visu videatur, & sulphur album fixum; & haec tria sulphura sunt fundentia & fluentia sicut cera. Istarum autem specierum optimae vel meliores sunt novae quam antiquae. | [Cap. 7.] Quatro son las especies que son precisas para componer este elixir, es, à saber: el argento vivo, el sulfur citrino volatil que huye, el sulfur verde fixo, y el sulfur blanco fxjo. Y estos tres sulfures son fluidos como la cera. De estas especies son mejores las nuevas que las viejas. |
Bonum sulphur viride est, quod in grossis frustris reperitur, & cum frangitur, habet fractionem claram, viridem, & est lucidum ad modum vitri. Et propter hoc a Morieno philosopho almagra, hoc est, [45]vitrum appellatur ratione colorum sui, cùm tamen non sit vitrum in rei veritate, sed simile ei in fractione est. Sulphur album fixum melius est cum fuerit bene album, fracturam habens albam, lucentem & claram, & est per grana oblonga non multum, sed parum grossa. | El buen sulfur verde es el que, quebrantandolo, aparece la fraccion clara, y verde, y es lucido, à manera del vidrio; y por esta razon lo llama Morieno à este sulfur, vidrio, por la razon de su color y lucimiento. El sulfur blanco fixo es el mejor el que fuere mas blanco, que tenga fractura blanca, luciente, y que descubra los granos oblongos, aunque no mucho, y poco gruessos, los que son buenos que descubra el sulfur citrino volatil. |
In grossioribus granis melius est sulphur citrinum fugiens & sulphur vivum melius est quod fuerit in grossis frustis clarum & non petrosum. Mercurius autem venalis habebatur apud Parisios, quando incepi artem istam, valens singulas libras solidos duos Parisienses. Una autem libra sulphuris vivi sexdecim denarios; libra vero aliorum duorum simul mistorum vel compositorum quatuor solidos. Libra denique sulphuris viridis duos denarios. Libra sulphuris albi quatuor solidos. Et ita patet, quod istae species non sunt magni pretii. Omne enim quod magno pretio emitur, in hac scientia non oportet quaerere, ut dicit Morienus philosophus. Nomina istarum trium vel quatuor specierum & eorum compositio nulli fatuo vel insipienti revelantur. Dimittendi enim sunt in suis erroribus, quia qui per alias species quaerunt hanc praecelsam scientiam, ipsam non invenient, nec ad ipsam attingent, donec sol & luna in uno corpore redigantur, quod sine praecepto divino impossibile est evenire. | |
Cap. 8. Componitur autem argentum vivum cum sulphure vivo citrino, ita quod in simul alterantur quodammodo à sua natura prima, & veniunt unum & idem in una massa rubea, quam tunc vocamus terram rubeam ponderosam; & ex hinc amplius non sunt, nec conveniunt nisi tres species in hac arte. | [Cap. 8.] Componese, pues, el argento vivo con el sulfur vivo citrino, de tal suerte, que uno y otro sean alterados y convertidos los dos en una masa rubra, la que llamamos tierra rubra ponderosa. |
De hac autem dispositione seu compositione primae alterationis harum duarum specierum loquitur Morienus in libro suo ‘ad regem Ali’, & dicit: ‘Fac ut fumus albus, id est mercurius, fumum rubeum, id est sulphuris, capiat, & simul ambo effunde & coniunge, ita quod par pondus apponatur &c’.[46] | De estas dos especies, su composicion ò disposicion, habla Morieno en su libro ad Regem Hali, y dice: Fac ut fumus albus, idest mercurius, fumum rubrum, id est sulfuris capiat, et simul ambo efunde, et coniunge, ita quod pars pondus aponatur. |
Sed quia haec compositio, sive dispositio, videlicet ista terra rubea, lucida, ponderosa, tota composita venalis invenitur, ideo non curamus laborare circa ipsius compositionem, sed ipsa praetermissa, ad alias veniamus. | Pero respecto que esta tierra rubra, lucida, ponderosa y venal se encuentra, no nos cansarèmos en su composicion, y assi prosigamos nuestro intento. |
Aliae duae species non componuntur, donec in opere huius artis ponantur. Quamlibet autem istarum specierum vocaverunt philosophi lapides in suis libris, & hoc propter similitudinem quam habent ad ipsos, non quod sint lapides in natura. | |
Cap. 9. Emptis autem a te & habitis, fili doctrinae, his tribus speciebus, accipe libram unam duodecim unciarum de sulphure viridi fixo, & tere super marmorem, vel alibi ubi melius poteris, & reduc ad pulverem minutum in quantum poteris, & natura eius exigit, quo contrito serva & pone ad partem. | [Cap. 9.] Aviendo, pues, comprado estas especies, toma vna fibra del sulfur verde fixo, y muelelo sobre un marmol ò pizarra limpia, hasta que se haga un polvo minutissimo; toma despues tres onzas de sulfur blanco fixo, y en el mismo marmol las moleràs con cuydado, y guardaràs aparte vno y otro. |
Secundo accipe tres uncias, id est quartam partem unius librae duodecim unciarum de sulphure albo fixo, & eodem loco tere per minuta, sicut de alio fecisti, & serva ad partem. | |
Tertio accipe tres uncias de terra rubea, lucida, ponderosa, quae est composita ex sulphure & mercurio, ut dictum est, & in eodem loco pista & tere eam; donec in ea nihil lucidum appareat, & fiat pulvis minutus, rubicundissimus, ponderosus, & serva ad partem per se, sicut de aliis fecisti. | Toma tambien otras tres onças de tierra rubra, lucida ponderosa, que està compuesta del sulfur, y el mercurio, y maxarla tambien, hasta que en la tal tierra no se vea nada de lo lucido, y queda un polvo rubicundo y grave. |
Hoc autem opus contritionis vocatur a philosophis hiems, nam hiems omni fructu & virtute naturali agente destituitur, & ita istud opus contritionum destitutum est omni operatione agente elixir, quia adhuc nihil est commixtum de praedictis. | Toda esta obra la llaman los philosofos opus contritionis; y à esta obra de contricion la llaman tambien hiems, ò invierno; porque, como el invierno, està destituido de todo fruto y virtud agente natural, y assi tambien esta obra de contricion està destituida de toda operacion agente al elixir, porque nada de estos antes està mezclado. |
Et ita patet, quod hieme semper incipitur elixir, & omni tempore est hiems, & Elixir potest incipi & operari. | |
Cap. 10. Operatione hiemis completa, ut dictum est, & terminata, tunc statim sine intervallo incipit opus de compositione, & admixtione istarum specierum per manus hominis artificis, & sic fit: omnes istos pulveres istarum specierum simul iunge & misce per minima super marmorem; non enim credimus alibi hoc bene prout decet posse fieri, ita quod tota materia videatur esse rubea, & quassi una eademque substantia. | [Cap. 10.] Hecha, pues, la operacion del invierno, luego sin intervalo comiença la obra de composicion y mezcla de estas especies, que es asi: à todos estos polvos de estas especies, juntalas y mezcladas en el marmor hasta que toda esta materia aparezca rubra, |
Et postea istam totam materiam rubeam divide in duas partes aequales, & ita quaelibet pars continebit novem uncias, id est dimidiam librae duodecim unciarum cum tribus unciis, id est cum quarta parte ipsius librae. Singularum autem pars huiusmodi praeparationis & compositionis ponatur in vase suo proprio ad hoc destinato, & istud vas urinale duplex, quod venale invenitur. In tali etiam vase semper sic facimus opus istud scilicet quod vas alembicus vitreus situetur, ita quod os urinalis non subintret os alembici, sicut sit in omnibus distillationibus, sed potius os alembici subintret os urinalis, & ab eo circundetur; & ibi deinde lutetur & iungatur alembicus cum luto philosophico; deinde dimittatur lutum desiccari & indurari, vel ad ignem caute desiccetur & induretur, ita quod alembicus non possit ab eo separari; relutetur iterum super illud lutum siccatum, & desiccetur ut prius, ita ut spiritus nullo modo per iuncturas exire nec fugere possit. | y à toda esta materia rubra dividela en dos partes iguales. Cada una de estas partes de esta composicion ò preparacion se pone en un vaso propio y destinado à este fin; en tal vaso siempre se haze esta obra, de modo que el vaso alembico de vidrio se disponga assi: han de ser dos vasos el vrinal y el alambico; la bcca del vrinal no ha de entrar en la boca del alambico (como regularmente se haze en todas las destilaciones), sino al contrario, la boca del alambico ha de entrar en la del vrinal; despues se embarra y cubre con el lodo philosofico, y se dexa secar y endurecer, y luego se buelve à cubrir, de modo que no pueda evaporarse por las junturas espiritu alguno. |
Et de hoc nullum vidimus securum in ista iunctura nisi nostrum per cautelam nostra, quae talis est: Post omnes enim desiccationes luti, accipe ceram communem, & de ea circunda desuper lutum desiccatum, & deinde cum ferro calido funde ceram super lutum sapienter & caute, prout hoc exigit, & de caetero non timebis ne de spiritu per lutum aliquid amittas. Sic autem fecimus multis modis in hoc opere. | |
Vocatur autem praesens opus istud a philosophis opus veris, quod sicut res in vere iniversaliter & naturaliter simul uniuntur ad fructificandum unaquaeque secundum suam naturam, ita et hîc res ex quibus elixir componitur, in hoc opere uniuntur ad fructificandum vel generandum lapidem philosophicum. | Y llamase la obra presente opus veris, porque como en el verano universalmente todas las cosas naturalmente se vnen para fructificar, assi estas de que se compone el elixir se vnen para fructificar y engendrar esta piedra philosofica. |
Et sic patet, quod opus veris in elixir, finita hieme, statim incipit, & omni tempore post illud, potest & debet statim incipi. Cap. 11. Haec autem compositio manualis artificis praedictarum trium specierum facta, ut est dictum, caret proprio nomine; unde si proprium nomen haberet, philosophi eam proprio nomine nuncuparent; sed quia non habet, ideo nominaverunt ipsam Lapidem benedictum (qui tamen non est lapis, nec habet naturam lapidis) ex eo quod res ex quibus componitur habent similitudines ad lapides, et ex eis creatur lapis benedictus. Quidam nominaverunt ipsam lapidem mineralem, vegetabile, animalem: mineralem, quia res ex quibus componitur sunt materia mineralia in sua natura; vegetabilem, ex eo quod corpus habet animam & spiritum, ut animalia. Quidam dixerunt ipsam esse nigrum & foetens, eo quod habet ventrum nigrum, & ex spiritu foetenti componitur. Quidam alii dixerunt ipsam esse chaos, & voraginem mundi, vel massam confusam, eo quod sicut totus mundus creatus fuit in una massa quatuor elementorum confusa, quae postea per separationem ipsorum facta, ex creatione apparuit mundus distinctus, pro ut est; ita & in hac compositione confusa, sive massa, sunt quatuor elementa confusa & simul mista, quibus ab ea per artificium separatis, incipit apparere distincte elixir, quod tot & pluribus aliis diversis nominibus, ipsorum philosophorum diversitas nominavit, nos autem eam terram rubeam appellamus. | |
Cap. 12. Ad residuum operationis huius elixir veniendum est, & dicitur aestas, eo quod sicut res naturae in aestate per calorem ipsius & caliditatem exierunt a terra, & ascendent in aerem, ut veniant ad autumnum, id est, ad maturitatem & perfectionem, ita et in hoc opere res elixir per calorem, vel per caliditatem ignis de hac terra exeunt & ascendunt in aerem, ut postea perveniant ad autumnum & ibi perficiantur, | [Cap. 12.] Faltanos ahora decir el residuo de esta operacion, y la que nos resta de hazer se llama aestas, porque, assi como los frutos de la naturaleza, por el calor, salen de la tierra y suben à gozar del aire, para llegar despues al otoño, esto es, à la naturaleza y perfeccion, assi tambien en este elixir, por el calor del fuego material, salen de esta tierra y suben al aire, para llegan al otoño à perfeccionarse. |
De hac enim operatione dicit philosophus: ‘Accipe lapidem qui non est lapis, nec habet naturam lapidis, & separa elementa’. Et Aristoteles ad Alexandrum regem dicit in libro de Secretis secretorum capitulo penultimo: ‘O Alexander, accipe lapidem mineralem, vegetabilem, & separa elementa’. | Hablando, pues, de esta disposicion, contricion y separacion, dize (para concluir esta obra) Aristoteles ad Alexandrum Regem, en el libro De secretis secretorum: O Alexander, accipe lapidem mineralem vegetabilem, et animalem, et separa elementa. |
Ergo a separatione elementorum incipiendum est, & faciendum est hoc opus. Ab ista ergo terra rubea, separanda sunt elementa, videlicet, purum ab impuro, diaphanum ab opaco, clarum a turbido. Et hoc fit isto modo, videlicet, hac terra posita in duobus urinalibus cum suis alembicis lutatis, ut dictum est, tunc singulare vas ita praeparatum pone in alutello super cineres cribellatos, ita quod spissitudo cinerum, spissitudinem parvi digiti auricularis sub fundum vasis non excedat. | Luego debemos empezar por la separacion de elementos, que es asi: de esta tierra rubra se han de separar los elementos; esto es, lo puro de lo impuro, lo diafano del opaco, y lo claro de lo turbio, es como se sigue: puesta esta tierra en los dos vasos vrinales con sus alambicos enlodados, entonces pondràs el vaso singular, hecho à este fin, en el aludel sobre cenizas. |
Sit autem alutel siccum & bene sigillatum cum luto, super furnum ad hoc bene dispositum & firmum, ut dicemus. Quodlibet autem vas suum proprium habeat alutellum atque furnum. Et in furnis compone ignem recte sub medio culorum alutellorum. Sit autem ignis iste ita temperatus, quod tenere possis manum tuam ad culum alutelli intus furnum super ignem sine combustione & periculo manus. Et sit continuus, quia si tu dares in principio talem ignem turbativum, quod materia in vase funderetur antequam spiritus eius humidus ab ea evolaret, & antequam materia in fundo vasis desiccaretur, frangeretur vas, & sine dubio spiritus exiret, & totum amitteretur. Et ideo multum est cavendum, & cum maxima diligentia & cautela iste ignis exponendus & continuandus est. | Y el aludel estè seco y bien sigilado, con el luto sobre el orno dispuesto para esta operacion. Cada vaso ha de tener su horno y su aludel, y en estos hornos compondras el fuego, templado de tal suerte que dentro del horno, en el hondon del aludel, puedas tener la mano sin peligro de quemarse. Y en esta disposicion y continuada templanza del fuego està la felicidad de la obra, porque si das mucho fuego, la materia se fundirà en los vasos antes que vuelen los espiritus, y antes de secarse dicha materia en el vaso se quebraria todo y se perdiera toda la obra. |
Cap. 13. Vasibus autem praedictis sic cum igne in suis furnis dispositis, ut dictum est, tunc vapor istius materiae ascendit in alembico sursum in fumum subtilissimum, & fumus ibidem converteretur in aquam limpidam, serenam, & claram tamquam lacrimam, habentem in se omnium praedictarum rerum vel specierum a quibus regeneratur; quae cum generatur & causata fuerit in alembico, descendet per cornu cervi, id est, per nasum ipsius alembici, qui factus sit largus atque grossus circa alembicum, & acutus, gracilis, & recurvus circa finem, ad modum & similitudinem unius corni cervi. | [Cap. 13.] Dispuestos assi los vasos con el templado fuego en sus hornos, entonces el vapor de estas materias sube al alambico en humo sutilissimo, y este humo se convierte en agua limpia, serena y clara que contiene en sì la fuerza y valor de todas las especies, de las quales se engendran. La qual, engendrada yà y causada en el alambico, baja por el cuerno de ciervo ò nariz del alambico, el qual ha de ser agudo, suave y corvo, à manera del cuerno de ciervo. |
Primae guttae istius aquae descendentes usque ad sexdecim, vel plus, nullius sunt valoris, & ideo non recipiuntur, sed cadere dimttuntur. Et si volueris scire certum tempus recipiendi ipsam aquam, post sexdecim guttus ipsius vel circa dimissas cadere, accipe laminam cultelli modicum calefactam, id est tepidam, & pone ad nasum alembici, & tene ibi, & expecta donec una gutta super laminam cultelli cadet, quae si bulliat & nigrescat super laminam, tunc est tempus recipiendi, si non, non, adhuc enim in ipsa aqua, antequam recipiatur, est multum de phlegmate, a quo oportet quod purgetur aqua ista, nec purgatur vere, donec habeat signum istud praedictum, signo vero invento in ea, tunc ad recipiendum ipsam debes habere duo vasa de vitro praeparata, habentia fundum rotundum, restrictum, & collum longum ad mensuram dimidii pedis vel circa, & ita largum, quod pollicem vel digitum possis intra figere. | Las primeras gotas de esta agua no sirven, y assi no se reciben en vaso alguno. Y para saber el verdadero tiempo de recibirlas haràs assi: despues de quince ò diez y seis gotas vertidas, tomaràs vn cuchillo caliente vn poco, y ponerlo en la boca del alambico, y aguarda que cayga vna gota sobre el plano del cuchillo, y si esta se bulliese y pusiese negra sobre el plano, entonces es tiempo de recibir el agua; y si no, no, porque todavia contiene aquella agua gran porcion de flema, y de esta es preciso que se purgue, y no lo estarà verdaderamente hasta que tenga la dicha señal. Conocido, pues, que al agua se purgo de la flema, tendras dos vasos, para recibirla, de vidrio, que tengan el hondon redondo y el cuello largo, como cosa de medio pie. |
Sint autem ista duo vasa formata ad modum unius phialae, & sunt spissa & fortia, aliter enim aquam retinere non possent, quoniam prae nimia virtute & fortitudine ipsius frangerentur. Et haec vasa pone sub vasis alembicorum, & fac intrare ipsos, & iunge in collis vasorum quantum poteris, & ut melius tibi videbitur, & obtura cum panno lineo sicco, & non cum luto, nec sint nimis stricti, quia possent frangi virtute aquae, & recipe aquam. | Y estos dos vasos sean espesos y fuertes, porque de otra suerte no retendran al agua, porque su demasiada virtud y fortaleza los quebrarà. Y estos vasos los pondras debajo de los alambicos, de modo que entren dentro, juntandolos à los cuellos de los vasos cuanto pudieres, y cubrelos con vn paño de lino seco, y assi recibiras el agua. |
Cap. 14. Continuandus est autem ignis ille debilis per unum diem & noctem in hac debilitate vel circa. Postea, non subito, sed paulatim infortiandus est usque in duplum, vel plus si necesse fuerit, & in hac augmentatione continuandus est & tenendus donec rubescat alembicus; & cum apparuerit rubeus, tenendus est in illa rubedine, & ignis in illo statu continuandus, donec tota aqua exeat vel fere. & tunc infortiandus est ignis tertio & faciendum um flamma, vt partes aquae grossiores & fortiores exeant. Et talis ignis flammeus & fortis continuandus est per sex horas vel circa, donec tota aqua fortis & spissa exierit, & terra sicca sine humore apparebit, & remanebit; & sic erit aqua & plene facta. | [Cap. 14.] Continuaràs el fuego debil por vn dia y vna noche, despues aumentaràs el fuego, no de golpe, sino es poco à poco hasta doblar el calor, y en este aumento de fuego se ha de continuar hasta que se ponga rubro el alambico, y en apareciendo rubro se ha de mantener en aquel color. Y el fuego se ha de continuar en aquel estado, hasta que salga toda el agua que ha de salir, y entonces añadiràs mas fuego, y hazerlo con llama, para que aquellas partes mas gruessas y fuertes salgan tambien, y este fuego de llama se ha de continuar por seis horas hasta que salga toda el agua fuerte y espesa, y aparece la tierra seca y sin humor, y assi quedara el agua bien hecha. |
Cap. 15. Nominatur aqua ista sic facta nominis matris suae, videlicet lapis; sed hic purus, ille autem impurus. Item vocatur aqua mercurii, & aqua sulphuris; ex eo quod ex ipsis generatur. Item vocatur fumus, ventus, oleum, aqua, aer, ignis, vita, anima, & spiritus, & mercurius noster, quem quaerimus, qui est ignis comburens; solvit omnia corpora uno regimine, id est uno opere, videlicet opere autumni subsequente. | [Cap. 15.] Llamase esta agua, agua de mercurio y de sulfur, porque se engendra y sale de estos dos; llamase tambien entre los chimicos fumo, viento, aceite, agua, aire, fuego, vida, alma y espiritu. Y por fin, el nuestro mercurio que buscamos, que es fuego comburente, disuelve todos los cuerpos, con una obra sola, que es con la del otoño. |
Et pluribus aliis nominibus philosophi ipsam nominaverunt ex causis legitimis & rationibus, quae relinquamus tuae industriae causa brevitatis. | |
Ista vocatur à philosophis lapis benedictus, qui non est lapis nec habet naturam lapidis. Et haec ideo vocatur lapis, quia philosophi vocant lapidem omne illud à quo per artificium possunt elementa separari; quia separatione facta ex ipsis, per eorum coniunctionem in hoc magisterio alchymico, scilicet in opere autumnali sequenti, suscitatur quaedam substantia ad modum lapidum, qui per admixtionem humidi cum sicco generantur, ut patet in hoc opere sequenti. | Llamase esta agua por los philosofos lapis benedictus, porque no es piedra ni tiene naturaleza de tal. Y por esta razon se llama ‘piedra’: porque los philosofos llaman piedra à todo aquello de lo qual se pueden separar los cuatro elementos por artificio; porque hecha la separacion de ellos por su conjuncion ò union en este magisterio alchimico, es à saber, en la obra autumnal, se suscita cierta substancia, à modo de las piedras, que por la admixtion del humido con el seco se engendra. |
Item dicitur benedictus, quia ex elementis separatis & posteas coniunctis, ut postea dicemus, superest quaedam essentia quinta, quae spiritus lapidis appellatur. | Llamase, pues, benedictus, porque los elementos separados y despues juntos sobre una quinta esencia (como diremos luego) que se llama espiritu de la piedra. |
Et quia spiritus non apparet nec tangitur, nisi assumpto corpore in aliquo elemento, ideo iste spiritus propter nobilitatem naturae suae accipit corpus in nobiliori & superiori sphaera elementorum, scilicet in sphaera ignea, vel ignis, remanente ipso tamen in natura sua spirituali; & ideo non est ignis, nec habet naturam igneam quantum de se, est tamen in igne habitans. | Y porque el espiritu no aparece, ni se toca, sino es tomando cuerpo en algun elemento, por eso este espiritu, por la nobleza de su naturaleza, toma cuerpo en la noble y superior esphera de los elementos, esto es en la esphera del fuego, quedando siempre en su naturaleza espiritual. Y por eso no es fuego ni tiene tal naturaleza de fuego, aunque habita en èl. |
Et iterum quia istud corpus sphaericum igneum propter sui subtilitatem & puritatem adhuc à nobis non potest videri, ideo instrumentis idoneis mediante operationis industria, eius subtilem substantiam convertendo, componendo, & condensando, & desiccando ab ipsa substantia, videlicet à materia preadicta sublimando, & destillando, ut est dictum, in aquae speciem convertitur, & emanat, & emanando à superfluitate sui phlegmatis separatur, & mundatur, ut superius est ostensum. | Y porque este cuerpo igneo por su sutileza y pureza no se dexa vèr de nosotros, y assi, mediante los instrumentos idoneos, y la industria, convirtiendo su sutil substancia, componiendo, condensando, y secando, sublimando, y destilando de la dicha materia, y se convierte en especie de agua, y, manando esta, se separa y limpia de las superfluidades de la flema. |
In hac enim aqua adhuc non sunt quatuor elementa, sed tria tantum, videlicet aqua, ignis, & aer, & insimul haec tria uno regimine coniunctim ab immunditia sua & superfluitate separantur, videlicet à terrae suae foeculentia purgantur, & separantur. In hac enim separatione aquae elementum aquaeum vocamus, ipsius aquae humiditatem. Aerem appellamus aquae naturae, quae facit omne corpus ad modum gummi fluere, & ideo oleum nominatur. | En esta dicha agua todavia no estan los cuatro elementos, sino solo tres, agua, fuego y aire, y estos tres juntamente se purgan y separan de su inmundicia, esto es, de las impuridades de su tierra. En esta separacion del agua llamamos elemento aqueo à su humedad, ayre à la naturaleza del agua, que haze que todo el cuerpo fluyà à manera de gotas de goma; y por esta razon llaman tambien oleum, ò azeyte. |
Ignem in ea dicimus esse illam virtutem qua comburit, calcinat, & solvit corpora, in quo igne habitat, & iacet spiritis lapidum praedictus. Separatis ergo istis elementis à sua terra & factis spiritualibus cum spititu quintae essentia, & in aquam conversis, ut dictum est, coniungenda sunt in terram, prout in sequenti melius declarabitur, ut similiter ipsa terra efficiatur spiritualis cum spiritu praedicto, sicut alia tria elementa. | Fuego se llama en esta agua aquella virtud, con la qual quema, calcina y disuelve los cuerpos, en el qual fuego habita el dicho espiritu de las piedras. Separados, pues, estos elementos de su tierra, y hechos espirituales con el espiritu de la quinta esencia, convertidos en agua (como tenemos dicho) se han de juntar à la tierra, para que esta tierra tambien se haga espiritual como los otros tres elementos. |
Cap. 16. Ad compositionem istorum trium elementorum cum quarto, id est, cum terra nostra, veniendum est. Et haec est compositio quam occultauerunt omnes philosophi, & vocatur matrimonium corporum & spiritus, eo quod in hac operatione coniungitur spiritus quintae essentiae latens in trtibus elementis praedictis, vt est dictum, cum corpore, id est, cum terra nostra, ita quod coniunctio ipsius corporis, id est, terrae nostrae, fit spiritualis, id est, de natura spiritus subtilis, & spiritus de natura terrae. Et tunc perficitur, id est, incipit perfici virtus & natura spiritus quem quaerimus, qui dicitur quintum ex quatuor generatum, secundum quod dicit philosophus: ‘Vis eius integra est si versa fuerit in terram, ergo &c.’ | [Cap. 16.] Yà hemos llegado à la composicion de estos tres elementos con el quarto, que esta es la composicion que ocultaron los philosofos. Llamase esta composicion matrimonio del cuerpo con los espiritus, porque en esta obra se junta el espiritu de la quinta esencia, que esta oculto en los tres elementos con nuestra tierra, que es el cuerpo, y se haze la union ò matrimonio, de tal suerte, que la tierra se haze espiritual de naturaleza, sutil, y de espiritu, y desde entonces se empieza à perficionar la virtud; este espiritu de naturaleza terrea, que se dice: quintum ex quatuor generatum, por lo que dice el philosofo: Vis eius integra est, si versa fuerit in terra. |
Fit autem compositio seu matrimonium non manibus hominum, sed per opus naturae, cui naturae per artificium & magisterium istud mirabile talem materiam vt hoc operetur & faciat ministramus. | Hazese, pues, esta composicion, no con las manos, sino es por obra de la naturaleza, à la qual, por magisterio admirable administramos esta materia para que opere en ella. |
Debet autem fieri ista compositio statim postquam aquam est factam, ne espectari debet ad hoc compositum faciendum vltra duas horas quia cito euanescit virtus spiritus istius, nisi per compositionem ipsius cum corpore retineretur, et ideo oportet quod cito fiat. | Debe hazerse este matrimonio, luego que el agua este hecha, y no se debe esperar mas que ad summum dos horas, porque se desvanece pronto la virtud de este espiritu. |
Item vocatur hoc opus autumni, eo quod sicut in autumno fructus naturae ad perfectionem naturae perveniunt, ita & haec aqua ad perfectionem deducitur in hoc opere compositionis & matrimonii. | Llamase esta obra del otoño, porque assi como los frutos llegan à su perfeccion y madurez en el otoño, assi esta agua consigue su perfeccion en este matrimonio. |
Item appellatur impraegnatio lapidis quia cum fit hoc matrimonium vel compositio seu coniunctio istius spiritus cum corpore, impraegnatur lapis, id est, corpus vel terra nostra, de isto spiritu quintae essentiae in ventre venti, id est, in ventre aquae praedictae, quae dicitur ventus, anima, oleum, & aer & c. in qua ipse spiritus habitat, vt est dictum. | Llamase tambien impregnatio lapidis, porque cuando se haze este matrimonio, ò conjuncion de este espiritu, con el cuerpo se impregna la piedra; esto es, el cuerpo, ò tierra nuestra, de este espiritu de la quinta esencia, en el vientre de la dicha agua, en el qual vive oculto este espiritu. |
Vel e contrario, iste spiritus habitans in aqua praedicta impraegnatur isto corpore, id est, terra nostra, in ventre venti, id est ventre aquae praedictae quae dicitur ventus. Cum ipsa aqua vel corpus efficitur per solutionem ipsius in ipsa aqua de natura ipsius aquae. Et hoc est quod dicit philosophus: ‘Portauit illud’, id est, spiritum quintae essentiae vel terram nostram, ventus, id est, aqua praedicta, quae destillando prius fuit fumus & ventus, ‘in ventre suo’, id est, intra se. Et sic patet quod alibi dicit philosophus, quod istud ‘quod est inferius est sicut quod est superius, ad perpetranda mirtacula rei vnius’, scilicet, lapidis. | |
Cap. 17. Sic autem fit et est corpus istud. Primo tenendum est firmissime quod terra illa vel faeces à quibus exiuit haec aqua trium elementorum, non assumitur, sed proiicitur, cum nullius sit valoris, vt dicit Alphidius: ‘Faecem proiice, in alia enim haec aqua plantatur et radicatur’. Et sic patet quod dicit Aros, quod opus istud in vno incipit & alio terminatur. | [Cap. 17.] Hazese del modo siguiente. Lo primero, hemos de suponer, firmisimamente, que aquella tierra, ò heces, de las quales salio esta agua de los tres elementos, se ha de arrojar, porque no tiene virtud alguna, como dice Alfidio: Faecem projice in alia enim haec aqua plantatur et radicatur, y assi se entiende bien lo que dice Aros, que opus istud in uno incipit, et in alio terminatur. |
Accipiatur autem terra nostra & primo ab ea tollantur omnes eius humiditates superfluae & ab ea separentur & euolent donec fiat alba, lucida & in omni parte munda & affinata. De hac tali terra sic purificata sume duas vncias in laminas tenuissimas, vel in puluerem vel in limaturam reductas, prout natura eius exigit, & vnam ex istis vnciis proiice in vnum istorum vasorum super aqua, & aliam vnciam in alio, ipsis vasis deobturatis super cineribus tepidis situatis in alludelis super furnos, ab ipsis prius remoto alembico. | Tomese, pues, de nuestra tierra y quitense de ella todas las humedades superfluas, y separense de ella, hasta que quede blanca, lucida, y afinada en un todo. De esta tierra purificada y hecha polvo, tomaras dos cortas cantidades, y la una de ellas echala en uno de los vasos sobre el agua, y la otra porcion en el otro vaso, cerrados ambos, y quitandolos el alambico, y dexandolos sobre la cenizas calientes en los aludeles sobre el horno. |
Et statim cum hoc corpus intus proiectum fuerit, obturentur vasa satis stricte cum panno sicco lineo. Et incontinenti quod ista terra in aquam istam cadet, incipit aqua ista bullire si bona fuerit & sine errore facta; si vero non bullierit, error fuerit in eius operatione, ne aliquid valet quia corpus non soluit nisi bulliat, & ideo oportet reiterare et aliam facere. | Y luego al punto que sea entrado este cuerpo, cubranse los vasos estrechamente con un paño de lino seco, e incontinente que esta tierra caiga en dicha agua, empezara à bullirse, si fuese buena y hecha sin error, y si no se bulle, es cierto que se ha errado la operacion, porque no disuelve el cuerpo, y assi conviene retirar y hazer otra agua. |
Tenenda sunt vasa continue super cineres calidos donec ipsa aqua à bullitione cesset, & cum cessauerit erit claraa, limpida & viridis. Et corpus, id est, terra nostra, in ea erit liquefactum, id est, solutum & coniuntum per minima cum spiritu. | Se han de tener siempre dichos vasos sobre las cenizas calidas, hasta que el agua deje de bullirse, y en cesando, queda clara, limpia y verde, y nuestra tierra queda liquida y casada con el espiritu de la quinta esencia. |
Et si aliquid remanserit de corpore quod non fuerit solutum vel liquefactum, nullius est vis. Sed alia vasa accipe similia illis & pone in illis aquam illam ita sapienter & caute quod illud quod remansit in fundo ad dissoluendum non transeat cum aqua clara, & sic in illis vasis bene & fortiter obturatis cum panno lineo serua aquam benedictam vsque ad horam necessitatis. | Despues de esta obra tomara otros vasos semejantes à los dichos, y pondras en ellos esta agua cauta y sabiamente, de modo que aquello que quedo al hondon no se disuelva con el agua clara, y asi, en estos vasos bien cerrados, con un paño de lino, guarda à la dicha agua hasta el caso de necesidad. |
Et iterum debes aliam facere & totiens reiterare donec de ista aqua bonam habueris quantitatem, & eam seua in suis vasis singularibus, vel in vno pro omnibus, quod vitreum fortissimum & spissum & obturatum, vt est dictum. | |
Sic enim aqua impraegnatur & efficitur elixir ad album, sed adhuc non est eius perfecta impraegnatio, nec perfectum elixir nec perfectum matrimonium vel compositum corporis & spiritus, vt quidam dicere voluerunt, sed tantum est verum principium & medium perfectionis praedictorum; perfectio vero inferius consequetur. | Assi se impregna esta agua, y se haze el elixir para lo blanco, pero todavia no es perfecto ni consumado el coito, ni matrimonio del espiritu con el cuerpo, sino solo un verdadero principio y medio para la perfeccion. |
Item dicitur hoc corpus in aqua solutum temperantia sapientum & aqua vitae, & corpus quod soluitur vocatur gumma philosophorum, de quibus dicit Aros: ‘Vide vbi miserunt aquam, ibi miserunt gummam, vel e contrario’. | Llamase este cuerpo que se disolvio en esta agua, temperantia sapientum, ò agua de la vida, y el cuerpo que se desata gumma philosophorum, por lo que dice sin duda Aros: Vide ubi miserunt aquam, ibi miserunt gumma, vel e contrario. |
Et tamen quamuis sic nominetur & verum sit, non tamen est gumma perfecta nec aqua. Et quamuis sit aliquod imperfectum habito respectu ad perfectionem lapidis benedicti, id est, elixiris, est tamen medietas elixir perfecta ad album. Ad aliam medietatem veniendum. | |
Cap. 18. Notandum est quod prima pars elixiris est alba, quae fit de terra alba, & secunda pars elixiris est rubea, quae de terra rubea fit, vt dicemus. Et ideo prima pars elixiris dicitur ad album, secunda pars elixiris dicitur ad rubeum, & sic videntur esse duo elixiria in hac arte, cum ita tamen non sint, quia in rei veritate hae duae partes non faciunt nisi vnum elixir quod est ad vtrumque, videlicet, primo ad album & postea –idem & non aliud in eodem vase‐ dicitur ad rubeum. Diximus autem de parte alba componenda, nunc dicendum est de parte rubea facienda. | [Cap. 18.] Notese que la primera parte del elixir es blanca y se haze de tierra blanca, y la segunda es rubra porque se haze (como diremos) de tierra rubra, y assi parece que hay dos elixires en este arte, pero no hay mas que uno verdaderamente, que es para uno y otro, esto es para lo blanco, y para lo rubro. Yà hemos dicho del modo de composicion de la parte alba, ahora diremos de la parte rubra. |
De hoc autem elixir vel lapide rubeo, id est, parte rubea de elixiris ad vtrumque scribitur in ‘Libro aureo’ & sic dicitur lapis vero rubeus, id est, pars elixiris rubea ad vtrumque, vt inquit Hermes, Aristoteles & Archelaus, descendit non ab aqua vini vel vitis, imo ab aqua vitae, & aqua vitae descendit ab eo videlicet lapide rubeo vel elixir, id est, a parte rubea elixiris ad vtrumque. | |
Cap. 19. Quoniam, vt ait philosophus, eadem sunt res quae dealbant & quae rubificant, ideo in hac operatione elixiris rubei, id est, partis rubei elixiris, ad vtrumque eadem res, id est, species quas superius diximus, conueniunt ad rubeum, id est, ad rubeam partem elixiris. Ergo tres species praedictae in hac de rubeo elixiri sunt assumendae, sicut prius ad partem albam, sed cum aliis ponderibus, videlicet: | [Cap. 19.] El philosofo dice que en esta operacion del elixir, que las mismas son las cosas que blanquean que las que rubifican, y assi tres son tambien las especies que se han de tomar para hazer este elixir rubro, pero con otro peso; es, à saber: |
Accipies de sulphure viridi vnam libram duodecim vnciarum & in hoc concordant pondera; item sulphuris albi sex vnicas, id est, mediam partem vnius librae duodecim vnciarum; item terrae rubeae ponderosae sex vncias, & in his duobus discrepant pondera ista à ponderibus aquae albae. Et ita sunt in summa totali viginti quatuor vnicae, id est, librae duae duodecim vnciarum. | de sulfur verde doce onças, de sulfur blanco seis, de tierra rubra ponderosa seis onças; y en estos dos pesos solo se diferencia el agua blanca de la rubra. |
Cap. 20. Ex istis speciebus facies omnmia opera supradicta, videlicet, opus hyemis, veris, aestatis & autumni, simili separatione, contrictione, simili decoctione ignea, similibus vasis, similibus alludelis, similibus furnis, similibus iuncturis & lutis, simili separatione phlegamtis ab aqua, simili receptione ipsius, imili proiectione vel coniunctione seu matrimonio terrae rubeae cum spiritu lapidis in aqua praedicta. | [Cap. 20.] Pues de estas especies haràs toda la obra yà dicha de invierno, verano, estio y otoño, con la misma separacion, contricion, decoccion ignea, en los mismos vasos, los mismos hornos, y aludeles, con la misma separacion de la flema del agua, con el mismo matrimonio de la tierra rubra, con el espiritu de la piedra en el agua. |
Sed ipsa terra rubea aliter debet purgari à suis foeculentiis & superfluitatibus quam terra alba, & ideo antequam in ipsa aqua ponatur purganda est per modum suum. Qua purificata & mundata, & in laminas tenues coaptata vel in puluerem, id est, limaturam redacta, tunc ponendam est in aquam factam vt dictum est. Sed cum posita fuerit in ipsa aqua, non solvetur in ea, quia tantate virtutis non est aqua, sed tantum calcinabiur in puluerem & quodammodo sine tactu reducetur. | Empero la tierra rubra se debe separar de otro modo que la blanca de sus superfluidades; y asi, antes que esta agua se ponga à purgar, es por su modo y purificada, y limpia, y convertida en polvos ò limatura. Entonces se pone en el agua yà hecha, pero no se disolverà en ella, porque no es el agua de tanta virtud: si solo se calcinarà en polvos. |
Hoc sic facto move aquam caute & pone in alio vase eidem in quo est simili, in quo remaneat puluis calcinationis terrae rubeae sine aqua in suo vase, & in illa aqua remota pone aliquod corpus quod sit tibi proficuum, sicut esset terra alba, & soluetur in illa aqua & tibi proficiet. | Hecho esto, mueve cautamente el agua y ponla en otro vaso semejante al que tenia antes, de modo que quede el polvo de la calcinacion de la tierra rubra sin agua en su vaso, y en aquella agua apartada pondras algun cuerpo como à la tierra blanca, y se desatarà en el agua. |
Item terram calcinatam, quae remansit, dessica secundum suum modum & serua munde, ita quod puluis alius super eam non cadat nec attingat, donec aliam aquam feceris in qua possit dissolui. Aqua autem facta per huiusce pondera supradicta fortior est quam prima praedicta, quia prima non potest soluere mercurium in aquam, ista autem secunda soluit ipsum sine dubio. | Deseca, pues, la tierra calcinada y guardala con limpieza, de modo que no caiga sobre ella otro polvo hasta hazer otra agua, en la qual los disolveràs. El agua hecha con estos pesos es mas fuerte que la primera, porque esta no puede disolver al mercurio en el agua, y esta segunda lo desata. |
Et tamen ista est de colore aquae alterius quantum ad visum, sed differunt quoad tinctionem, quia ista est aurea, id est, tingit ad citrinum colorem vel flauum, & prima tingit in nigrum, vt est dictum. Haec etiam soluit omnia corpora & etiam terram nostram albam praeter solem, vt est dictum, videlicet, praeter terram nostram rubeam, sed ipsam tamen calcinat, vt est dictum. Et sicut prima aqua vocatur nomine omnium albedinum, viriditatum, foliorum & arborum &c., ita ista secunda vocatur nomine omnium flauedinum, citrinitatum, rubedinum, nigredinum & sulphurorum &c. Et hoc est cum este perfecte esoluens terram nostram rubeam, & semper dicitu imperfecta donec hoc faciat. Non autem fecimus in hoc nostro libro mentionem multum specialem de purificatione, mundatione seu affinatione terrae nostrae rubeae vel alba, eo quod satis purificatae & mundatae & affinatae venales inueniuntur, & ideo hoc sub vreuitate transimus &c. | |
Cap. 21. Arcanum arcanorum tam inclytae scientiae tibi, fili, factum tradere non intendimus, vt est dictum, sed tantum ad ipsum indagandum & inueniendum allicere te cupimus per ea quae sequuntur. | [Cap. 21.] |
Aquam aliam facias de praedictis speciebus, sec cum istis ponderibus: Accipe sulphuris viridis libram vnam duodecim vnciarum & terrae rubeae ponderosae nouem vncias & sulphuris albi similiter nouem vncias, & sic erunt in totali summa triginta vnciae, id est duae librae duodecim vnciarum cum dimidia. Et operare per omnia opera & per omnes modos vt prius excepto hoc: quod in separatione phlegmatis ab ea plus separabis in duplo, vel de phlegmate ipsius quam de aliis separationibus fecisti aliarum aquarum. Postea recipies ipsam vt dictum est de aliis. | Resta ahora que hagas otra de las dichas especies; pero con esta medida: De sulfur verde doce onças, de tierra rubra ponderosa nueve onças, y otro tanto de sulfur blanco, y con estas especies opera y trabaja, como tengo dicho, recibiendolas del mismo modo. |
Et ipsa aqua facta pone puluerem praedictae terrae rubeae calcinatae super eam & si liquefiet, id est, si soluetur & fiat aqua rubea vel flaua, facta est aqua & vere bona. Quod si adhuc non soluetur iterum remoue ab ea aquam sicut alias fecisti superius, fac de ea similiter & iterum terram rubeam dessica vt prius & serua. Et sic reiteranda est haec aqua augmentando pondus de tribus unciis semper in sulphure albo & in terra rubea tantum, & non in sulphure viridi, cuius pondus semper est aequale in aquis istis, & plus separando de phlegmate in duplo in ista quam in alia praedicta, donec inueniatur aqua quae soluat terram nostram rubeam in aquam limpidissimam rubeam. | Y en esta nueva agua pondràs los polvos rubros calcinados, y si se liquida ò desata, y el agua rubra ò flava, esta sera la buena y verdadera que buscamos. Pero si no se disuelve vuelvela à remover del agua, como hiciste antes, y seca por segunda vez la tierra rubra y guardala. Y assi debes reiterar esta agua, aumentando siempre tres onças de sulfur blanco, hasta que salga el agua que disuelva à la tierra rubra en agua limpidissima. |
Quidam autem totam remouent de aqua ista, vel de aquis istis praedictis rubeis, quod exit & distillat usque ad illam aquam quae exit, cum incipit alembicus rubificari; tunc demum in alio vase recipiunt illam aquam ad partem & dicunt quod illa quae exit ante rubificationem alembici & ista quae exit post rubificationem alembici soluit terram nostram rubeam, à quorum proposito & intentione, si ita sit, non deuiamus, sed potius consentimus. | |
Cap. 22. | [Cap. 22.] |
Hac aqua perfecte & vere indagata & inuenta & in ea nostra terra rubea soluta, debes seruare ipsam ad partem in vase obturato, sicut superius fecisti de aqua alba, & iterum simili modo reiterare eam cum solutione terrae rubeae in ea, donec de ipsa aqua rubea bonam habeas quantitatem. | Indagada y hallada perfectamente esta agua, y disuelta en nuestra tierra rubra, la debes guardar aparte en un vaso cerrado, assi como lo hiziste del agua blanca, y del mismo modo la reiteraràs con la solucion de la tierra rubra, hasta tener quantidad bastante de la dicha agua rubra. |
In singulari vero aqua de corpore rubeo praeparato, id est, de terra nostra rubea praeparata in laminas tenues coaptata vel in puluerem limaturae redacta, ponas duas drachmas, id est, quartam partem vnius vnciae; & si plus soluere poterit, plus apponas, verumtamen non excedas vnam vnciam ad plus. Et hoc intellige de terra rubea calcinata quam de non calcinata. Et si aliquid remanserit ad dissoluendum de istis drachmis in aqua praedicta, illud non proiice, sed remoto quod solutum fuerit de illis seruetur ad partem & in alia solutione alterius aquae soluatur cum alia terra & tunc duae drachmae non ponuntur in illa aqua, sed minus quantum scilicet pondus istius terrae non solutae, quae ponitur cum illa, ponderat, quod verum est nisi plus posset soluere, vt est dictum. | En esta agua preparada de este cuerpo rubro pondras como dos onças de limatura ò polvos de esta nuestra tierra, y si pudiese disolver mas onças, pondras mas, y si quedase algo por disolver de dichas cosas, no lo arrojes, sino ponlo aparte, y en la solucion de otra agua lo puedes aprovechar. |
Et sicut prima aqua alba praedicta, secundum intellectum Alphidii philosophi in hac arte, appellatur & nominatur virgo vel puella habens vnum uber. Et secundum Ortolanum dicitur sperma femineum album & frigidum. | Y assi el agua primera blanca se llama virgo vel puella, segun Alfidio, y Ortulano la nomina sperma femineum album et frigidum; |
Ita & ista aqua praedicta rubea secundum Alphidium nuncupatur & dicitur iuuenis pulcher & homo nigri capitis & barbae, habens pulchrum vestimentum, quia aureum est; & secundum Ortulanum sperma masculinum rubeum & calidum. | y esta agua rubra se llama iuvenis pulcher habens pulcrum vestimentum, que es el oro, y Ortulano la llama sperma masculino rubeo calido. |
Item prima aqua alba antequam corpus album soluatur in ea nominatur vrina puellarum & ista rubea vrina virorum iuuenum, utraque autem vrina infantium & infinitis aliis nominibus duae aquae a philosophis diuersimode nominantur. | Mas la primera agua, antes que se disuelva en ella el cuerpo blanco, la llaman urina puellarum, y à la rubra urina virorum. |
Cap. 23 | |
De singulari autem istarum duarum aquarum dicendo & scribendo intelligit Ortulanus in libro suo per similitudinem hoc, quod dicit ibi proprie de aqua vini, vt nos per quatuor annos & per plus & multi alii nobiscum crediderunt & adhuc credimus & vere & bene. Et idem est hic, quod istae duae aquae fuerunt iunctae insimul & commixtae, quia tunc non sunt nisi vana aqua. Haec sunt verba Ortulani de aqua vna ex duabus aquis praedictis composita vel ex singula ipsarum: ‘Haec aqua fixat omnes spiritus & facit ingredi’, quod intelligendum est de spiritu lapidum qui est quintum quid ex quatuor generatum, & non de illis spiritibus fatuorum, videlicet, mercurio venali, sulphure & arsenico. Item: ‘Haec aqua retinet vim suam superiorem & spiritualem, id est, non fixam. Et hoc est quod dicit philosophus: “Quod est inferius, est sicut illud quod est superius & e contrario, ad perpetranda miracula rei unius”. Id est, oportet quod praedicta quinta essentia, videlicet, spiritus quintae essentiae de quatuor generatus, vt est dictum, retineat semper vim suam, scilicet, spiritualem, & habeat omnem vim quatuor elementorum, id est, vim suam corporalem, si miracula inde debeant perpetrari’. Et hoc sine dubio fit eo modo quo superius est ostensum. Item sciendum est quod indagando aquam rubeam, cum multiplicabis pondera specierum vltra viginti quatuor vncias, etiam vasa in quibus materiam pones, debent esse fortiora & ventres habere grossiores, secundum quantitatem augmentationeis specierum. Et nota quod debent ventres ipsorum esse pleni materiae elixiris ad vtrumque, quae rubea nuncupatur, quae tamen adhuc est imperfecta, sicut & alia. Ad cuius elixiris perfectionem veniendum est. | |
Cap. 24. Perficitur autem elixir ad vtrumque isto modo: De aqua alba accipe tantum quantum de ea fecisti in duobus vasis vna vice; scias quantum est pondus ipsius per subtilitatem tuam, non enim possumus tibi omnia scribere. Et tantum de aqua rubea, de qua similiter scias pondus. Et habeas vnam cucurbitam de vitro factam, fortem et spissam, cuius os sit factum ad modum vrinalem. In hac cucurbita simul coniunge has duas aquas simul effundendo & satis cito eritque tota aqua flaua vel citrina & clara & limpida. | [Cap. 24.] Hechas, pues, estas dos aguas, se perficiona el elixir de este modo: del agua blanca recibe cuanto hiciste de una vez en los dos vasos, y otro tanto de la agua rubra. Y tendràs una cucúrbita hecha de vidrio fuerte, y espesa, cuyà boca està formada à manera de urinal; en este vaso ò calabaza juntars las dos aguas, y saldra toda el agua flava ò citrina, |
Et sic erit consumatum & perfectum verum elixir ad vtrumque, verum matrimonium inter corpus & animam, vera & perfecta lapidis impraegnatio & verus eius coitus, ex quo sequitur verus partus. | y assi queda consumado el elixir para uno y otro, el verdadero matrimonio entre el cuerpo y el animo, la perfecta impregnacion ò coito de la piedra, de lo qual se seguira buen parto. |
Ista autem aqua ex duabus aquis facta vna, vt est dictus, est aurum nostrum, argentum nostrum, imo, aqua coelestis & gloriosa. Similiter & aes nostrum, sericum nostrum, magnesia nostra, in qua vt dicit Aros, sunt quatuor elementa seu quatuor corpora, quae quatuor corpora sunt nubes, & niues extractae, & oleum, & butyrum & lunae spuma. | Esta agua, hecha de las dos aguas es nuestro oro, nuestra plata; el agua celestial y gloriosa, nuestro metal y nuestra magnesia, en la qual dice Aros que estan los cuatro elementos ò cuatro cuerpos, à los quales cuerpos llaman nubes et nives extactae, oleum, et butyrum, et lunae spuma. |
Item dicitur fermentum lapidis ad vtrumque & plumbum nigrum, & tota operatio nostra quam Deus, scilicet, quibus voluit reuelauit. | Llamanse tambien fermento de la piedra por uno y otro, y plomo negro toda nuestra operacion, y el huevo philosofico, y toda nuestra sabiduria, la que revela Dios à quien quiere. |
Et de hac dicit Aros: ‘Ipsum enim est totum in toto, & id torum quod quaeritur & quod cogitatur in ipsa enim est fugiens & fixum, tingens & tinctum, album & rubeum, masculus & femina insimul, composita compossitione inseparabili’. | Hablando de esta composicion, dice un philosofo chimico: Ipsum enim est totum quod querimus, et quod cogitatur; in ipsa enim es fugiens et fixum, tingens, et tinctum, album, et rubrum, masculus, et faemina simul composita compositione inseparabili. |
Et de hac compositione harum duarum aquarum vel spermatum iterum dicit Aros: Oportet ingredientem in hoc opere non quiescere donec permisceantur res & fiat tinctura à corporibus assumpta. | Conviene, pues, al que intentare esta obra, no descansar hasta que se mezclen estas especies y se haga la tintura, |
Statim vero vt has duas aquas in vase effuderis vt est dictum, debes cooperire vas aliquo coopertorio, ne ab eo aliquid exeat donec praedictae aquae bene permistae fuerint & coniunctae & fiant res vna, videlicet, aqua rubea limpida & clara. Et intellige quod diximus quod quantum de alba posuisti tantum de rubea poni debet, id est, par pondus vtriusque apponatur. Et si minus vel maius compositum facere volueris, similiter plus vel minus de singula aqua aequali tamen pondere apponatur, &c. | y al punto que estas dos aguas se mezclen en el vaso, se debe cubrir para que no se exhale nada. |
Cap. 25. Sunt auten necessaria haec duo spermata in arte ista, | [Cap. 25.] Son necesarissimos en este arte estos dos espermas, porque no se puede hazer verdadera tintura sin esta union y composicion. |
& hoc ideo quia sicut videmus quod naturaliter vnam generat |
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Cap. 26. «Et cum haec duo se receperint per aggregationem praedictarum duarum, vt est dictum, in coniunctione lapidis», id est, coniunctione spiritus quintae essentiae praedicti, vel quintae essentiae de terra nostra alba & rubea, vel ipsa terra de dicto spiritu impraegnatur & efficitur, vt est à nobis superius dictum, in ventre venti, hoc est in ventre auqe praedicta vel aquarum praedictarum. «Et est quod dicit philosophus Hermes: “Portauit illud ventus in ventre suo”», id est, aqua haec portauit istum spiritum cum terra praedicta in ventre suo, vel terra ipsa ipsum spiritum in ventre suo, id est, intra se in ventre aquae, id est, intra aquam. Haec verba quassi simili, imo, quassi eadem expositione superius exposuimus. «Planum est quod ventus est aer & aer est vita et vita est anima. Et ego loquutus sum de anima que totum lapidem viuificat & resuscitat. Et sic oportet quod ventus portet eum, reportet et pariat». Magisterium plane patebit quomodo hoc fiet & erit. Et tun sequitur «quod alimentum suscipiat ex ventre suo[49]», id est, à terra, vt ibidem dicitur. Ideo «dicit philosophus: “Nutrix eius est terra”. Quia scilicet foetus sine alimento nutricis numquam perveniet ad aetatem, ita lapis noster sine fermento suae terrae numquam perveniet ad effectum, quod quidem fermentum alimentum dicitur. Sic enim in operatione lapidis generantur ex vno lapide[50] cum matris coniunctione, id est, cum alimento nutricis, res, id est, filii, patris similes, quas sibi per longam decoctionem creauerunt[51], erunt nostri[52] similes in colore & patris pondera retinebunt[53]». Haec verba praedictorum duorum capitulorum dicit Ortulanus in libro suo de Expositione textus Hermetis, & ab eo ipsa extrahimus & hic posuimus cum quodam modico additamento. Et est notandum quod pater & mater lapidis, id est, duo spermata ipsius in prima compositione elixiris, sol & luna vocantur, quae posta in secunda operatione, id est, in operatione lapidis, terra vel nutrix appellantur. Et sic intellige quod ex vno patre vnaque matre coniunctione in compositione elixir & alimento iunctis, id est, terra ex istis duobus generata, in operatione lapidis generantur res, id est, filii, videlicet, lapis albus, qui per alimentum perficitur & dealbatur, vt inferius dicetur. Cuius pondus patri, hoc est, soli erit simile & de colore matris, id est, lunae. Et sic cesssat obiectio quae possit fieri, quod secundum verba praedicta terra ista conuenit in compositione lapidis, cum spiritus lapidis sint sol & luna, & quaedam alia terra quae dicitur nutrix, quod non est ita, si sane intelligatur philosophus, vt est dictum, quia tantum ista duo praedicta conueniunt cum spiritu quintae essentiae, sed in operatione elixiris vocantur spermata, in operatione lapidis vocantur terra ve nutrix, &c. | |
Cap. 27. Ex his omnibus colligitur opus elixiris nihil aliud est in vniuersali quam facere ascendere res a terra in coelum, id est, de natura corporali ad naturam spiritualem, & hoc tunc est perfectum elixir. Item colligitur ex his quod aqua quandoque vocatur lapis spiritus quintae essentiae, quandopque vocatur terra, quandoque lapis, & sic sfiguraliter pars pro toto nominatur. Et hoc indifferenter dicitur propter eorum naturam consimilem, vel coniunctionem vniformem, quamuis in speciali proprietate diuisionis ipsius lapidis ipsa humiditas aquae siue aqua dicatur anima, ipsa virtus aquae dicitur spiritus & ipsa tinctura corporum in ea soluta cicitur corpus, vt dictum est. Quarum humiditatem limpidam, id est, animam, vocamus argentum viuuum nostrum, & ipsa virtutem aquae, id est, spiritus quintae essentiae, vocamul sulphur nostrum. Ergo in elixir & lapide benedicto aqua est anima lapidis, virtus aquae esst spiritus lapidis & terra nostra duplex, videlicet, alba & rubea, duplex corpus lapidis benedciti. Et qui sic sentit vere de iis, de secreta natura numeratur, & de ea & in ea merito computatur, & e conuerso sentiens deleatur. Item in summa notandum est quod cum artifex doctrinae filius hanc compositionem praedictam, quam elixir nominamus, necessaria peregit, vt est dictum, per coniunctionem & vnionem duorum sperematum praedictorum, vel aquarum quod tenere & seruare debet ad partem residuum cuiulibet spermati praedicti, vel aquae praedicta, quodlibet in suo vase proprio bene obturato, vsque ad horam necessitatis, vt dictum est. | |
Vocantur autem ista duo spermata cauda draconis, quae postea in operatione lapidis ab ipso dracone comeduntur, vt inferius ostendimus. Haec autem compostio necessaria est, vt iam diximus, quia nullo modo vera tinctura fit nisi ex ipsa compositione, quae dicitur aes nostrum, vt est dictum. De qua dicitur in libro qui Turba philosophorum appellatur: ‘Scitote omnes pertimescentes quod nulla fit tinctura vera nisi ex aere nostro’. Quae vera sit exponitur in libro qui dicitur Lilium. Est autem intelligendum ex nostro aere, id est, nostra confectione seu compositione. Et est videndum quod compositione iam perfecta, scilicet, in elixir iam conuersa; & hoc est & fit, vt superius est ostensum. | A estos dos espermas llaman cauda draconis, por la razon que veremos adelante. |
Ex praedictis autem si bene intellegeris apparet constare fore compositum hoc elixir ex sole in corpore magnesiae occulto à terretreitate mundo & de sulphure quod dicitur sulphur de sulphure, & de argento viuo quod dicitur argentum viuum de argento viuo, his duobus ultimis fugitiuis in principio in non fugitiua, vt est dictum, conuersis, compositis & coniunctis. | Y de todo lo dicho se infiere que se compone este elixir del oro oculto en esta nuestra tierra, limpio de la terrestreidad del sulfur, que se dice sulfur de sulfur, y del argento vivo, que se dice argento vivo de argento vivo; estos dos ultimos volatiles y fugitivos, pero conversos juntos y compuestos en fixos. |
Cap. 28 [= 2, 1.] De operatione lapidis. | [Cap. 28 = 2, 1] De la primera operacion de la piedra. |
Alchemiae ergo omnino certae, verae, famosae & inclitae, ex nunc opera dantes, de operatione elixiris quod est primum opus prius diximus, nunc vero de operatione lapidis benedicti videndum est. Et in hac operatione lapidis, quae est secundum opus, quidam philosophi incipiunt libros suos & in primo opere ipsos finiunt & consummant, vt est dictum. | Yà hemos dicho de la primera operacion del elixir, restanos decir de la obra de nuestra piedra. |
Vnde notandum quod per huius compositum elixiris res fiunt vnum & idem, vt est dictum, ita quod si de caetero huius compositum est, vnum quod solum queritur, quamuis ex pluribus compositum & in vnam naturam redactum. De quo composito dixerunt philosophi ‘vna res est’, quod intelligendum est post compositionem elixiris & non ante, vt est dictum; de qua sola re per compositum factum vna, & non de alia, vera & omnino certa nascitu alchemia. Vnde videndum est primo quid sit elixir atque vnde dicatur, quid alchemia & quid lapis. | Yà hemos visto que de estas dos cosas se haze vno, y de este vno elixir, y no de otro, naze la verdadera y cierta alchemia; aora veamos què es elixir y de donde se ha tomado este nombre, que sea alchimia, y què este lapis. |
Elixir autem est quodam compositum habens in se virtutem mineralem, rubeum aut citrinum, ‘ex pluribus speciebus limpidissimis & claris (& sic de specie aquae coniunctis) factum compositum, habens in se virtutem mineralem inclusam, existens condimentum, antidotum & medicina omnium corporum purgandorum & transformandorum in solificum & lunificum verum’[54]. Et dicitur elixir ab elicio, elicis, quassi vnum ex pluribus, in quibus est, elicitum & in alios iam conuersum & ligatum. | El elixir es cierto compuesto, que contiene en sì la virtud mineral, rubro ò citrino de muchas especies limpidisimas y claras, juntas à la especie del agua que contiene en sì la virtud mineral, condimento, antidoto, y medicina de todos los cuerpos que se han de purgar y transformar en solificos y lunificos verdaderos; dicese elixir del verbo elicio, icis, que es juntar, ligar una cosa de muchas, yà convertida en otra. |
Alchemia autem sic deffinitur in libro qui Lilium appellatur: ‘Alchimia est ars administrans & ostendens essentiam septem metallorum, continens qualiter quaecumque formae illorum imperfectae ad naturale complementum deducantur’[55]. | La alchemia es arte que administra y muestra la esencia de los siete metales, y como estos de sus formas imperfectas se han de reducir à la perfeccion. |
Vel aliter sic: Alchemia est opus celatum regimine quod fit manifestum luce filiorum genitorum & id quod per filiorum generationem iuuenescit’. Vel aliter sic: ‘Alchemia est substantia corporea ex vno, scilicet, argento viuo, & vno, scilicet, sulphure, composita’[56] quae duobus tenuissimis & humidis siue limpidis constans est, scilicet, anima & spiritu, in luce filiorum dictorum à se manifestatur & iuuenescit & quae continens est essentiam septem metallorum, vt in ea substantia sit spiritus tingens fortis, quem querimus quo tingamus in quolibert corpore ac eorum qualibet parte & eorum quodlibet à diminutione ad naturale complementum naturaliter deducamus. | |
Dicitur autem alchemia ab alembico & kimia, quae sunt duo vasa in quibus haec ars in tribus generibus vel orinibus medicinarum ad finale deducitur complementum. | Dicese alchemia de alembico y kymia, que son dos vasos, en los quales este arte haze su complemento final en los tres ordenes ò generos de medicinas. |
Et patet quod hoc totum alchemia componitur ex corrupto & integro. Non autem est alchemia ante elixir, sed pot semper. | |
Lapis autem philosophicus sic deffinitur: Lapis est quaedam fortis virtus mineralis ex pluribus rebus in vnum conuersis, per nostrum artificium alchemicum congregata. Habens in se virtutem congelandi mercurium in naturam metallicam veram & formaliter conuertendi, ac omnia metalla infirma seu imperfecta ad veram sanitatem & perfectionem reducendi, vitrumque malleabile faciendi lapidemque preciosum fingendi. | La piedra es cierta fuerte virtud mineral junta y unida por el artificio alchimico de muchas especies en unas y tiene en si la virtud de congelar al mercurio en naturaleza metalica verdadera, y de convertir todos los metales enfermos à su sanidad. |
Et finaliter est summa medicina omnium corporum humanorum & conseruandi in eis humidum radicale, quia ab isto lapide benedicto descendit aqua vitae, vt iam superius tetigimus & inferius plenius ostendemus. | Y finalmente, es la suma medicina de todos los cuerpos humanos que conserva en ellos el humido radical, porque esta es el agua de la vida. |
Cap. 29. Quidam vero philosophi indifferenter, vt iam superius tetigimus, vnum elixir praedictum nominauerunt alchemiam, lapidem et medicinam; et alchemiam vocauerunt lapidem, elixir & medicinam; et lapidem nuncupauerunt elixir, alchemiam & medicinam; & medicinam dixerunt elixir, alchemiam & lapidem; sicque pauca vel nullam differentiam inter ista fecerunt, eo quod omnium istorum est vna eademque substantia quamuis sit forma diuersa, & ad vnum finem tendunt. Et quamuis nulla differentiam faciant inter ipsa nominado, differunt tamen inter se isto modo: Elixir est primum opus & praecedit omnia ista, & dicitur matrimonium verum inter corpus & spiritum, per compositionem duarum aquarum praedictarum, vt est dictum. Et hoc est ita proprium elixir quod non comperit aliis proprie. Alchemia autem post elixir sequitur sempeer & non ante, & est proprie modus & opus ducendi elixir ad effectum, quod opus vel modus dicitur ab Aros alchemia seu nigrum nostrum, & hoc est proprium alchemiae & non aliis. Lapis est proprie illud factum secundum praedictam operationem artis alchemiae, & hoc est proprium sibi & ad alia non pertinet. Medicina est quod sequitur & descendit à lapide praedicto perfecto, ad metalla imperfecta & sananda & ad vitam hominis tuendam & sanandam, & hoc est proprium sibi & ad alia non proprie dicitur pertinere. Et sic patet quod ista inter se differunt specie, quamuis nomine generali non discrepent. Ex his omnibus concluditur aliud quod dicit Morienus de ista re, quae vna ex pluribus composita, quam vocant lapidem, & tamen adhuc est in elixir, quod ipsa res vna, quam dicit esse lapidem, habet in se quatuor elementa perfecte, cuius tactus nullus est, quia est aqua, & in ipsa est maior mollicies quam in suo corpore, quia durum est eo quod metallicum est, & eius pondus graue, quia istud corpus ispsius omnium corporum est magis ponderosum & compactum. Et eius odor odori sepulchrorum[57] comparatur, eo quod foetet propter odores specierum foetentium ex quibus componitur, vt est dictum, quae foetulentia ab ipso in hac operatione secunda penitus remouetur antequam in veram medicinam conuertatur. De caetero accedendum est ad opus praedicti lapidis. | |
Cap. 30. De operatione huius lapidis benedicti vel elixiris dicitur in libro qui Lilium appellatur: Composito nostro vero facto vel elixiri completo, vt est dictum, tunc ergo vt praemittitur, ‘vna re’, videlicet nostro lapide, ‘vna via’, videlicet Hermetis, qui fuit pater alchemistarum, ‘vna dispositione’, scilicet denigrandi primo, secundo dealbandi, tertio cinerandi quarto & vltimo rubificandi, ‘vno actu’, scilicet coquendi, ‘totum magisterium terminatur’. | [Cap. 30.] Hecho nuestro verdadero compuesto, ò completo el elixir, se sigue la operacion de la piedra, segun Hermes, que fue el padre y maestro de los alchemistas. La primera disposicion es nigrar, la segunda blanquear, y la tercera, cinerar, y la cuarta y ultima, rubificar Y con el acto solo de cocer se finaliza todo el magisterio. |
Et Aros philosophus de hoc dicit sic: ‘Et erit rubeus & fiet niger, & erit niger & fiet rubeus’; & hoc in sequentibus operibus declaratur. | |
Et sicut per primum opus praedictorum omnes res ascendunt in caleum, vt est dictum, ita per istud secundum omnes res descendunt in terram & fixantur in vnitate quintae essentiae. | Y como todas las cosas en la primera operacion suben al cielo, por esta segunda todas descienden à la tierra, y se fixan en la union de la quinta esencia. |
Cap. 31. Dispositio denigrandi sic fit: Accipe elixir siue compositum praedictum prouaat est in suo vase in quo prius scilicet in cucurbita posuisti & pone super illud alembicum vnum vitreum & luta bene & sicca & cera eo modo vt in extractione aquarum in prima operatione fecisti. | [Cap. 31.] Hazese la disposicion de lo negro como se sigue: toma el elixir como està en su vaso y pon sobre el un alambico de vidrio y cierralo bien, del mismo modo que hiciste en la extraccion de la primera agua. |
Et hoc sic disposito accipe illud vas & sepelias in fimo equino calido & fac animam, id est, aquam ab eo quod est intus in elixiri euolare & exire ipsamque aquam in vase vitreo forti repone vt prius de aliis aquis in prima operatione fecisti recipiendo. Phlegmate tamen superfluo ab ea aqua separato donec super laminam cultelli vel ferri alterius calidam bulliat, vt est dictum. Et sic continue faciendum est donec tota aqua continue exierit & materia in fundo vasis clara, rubea & sine aqua apparuerit. Item continua & coque donec nigra fuerit & sicca & tunc quae prieus in prima vocabantur spermata vel pater & mater &c. hic in hac operatione vocantur terra vel nutrix. | Y assi dispuesto, toma el dicho vaso y entierralo en el estiercol de caballo, y haras el alma; esto es, que salga aquella agua que esta dentro del elixir, y esta agua la pondràs en un vaso fuerte de vidrio, separando el flema superfluo, hasta que en el plano de un cuchillo ò de otro hierro se bulla caliente, como dijimos. Y assi has de continuar hasta que salga toda, y parezca la materia en el hondon del vaso clara, rubra y sin agua; despues cuece y continua hasta que este del todo seca y negra, y entonces, aquello que en la primera operacion se llamaba sperma, padre, y madre, en esta operacion se dice tierra ò nutrix. |
De haec autem dispositionie separationis aquae vel animae à sua terra vel corpore dicit philosophus: ‘Fili à radio solis extrahe umbram suam’. Vocatur autem ista terra à philosophis umbra solis, corpus mortuum, corona vincens, nubes, cortices matris, magnesia nigra, & draco qui comedit caudam suam & aliis infinitis nominibus nominatur. | De esta separacion del agua, ò del alma de su tierra ò cuerpo, dice el philosofo: Fili à radio solis extrahe umbram suam, porque se llama esta tierra entre los chimistas philosofos umbra solis, corpus mortuum, corona vincens, nubes, cortices matris, magnesia nigra, et draco qui comedit caudam suam, y con otros infinitos nombres. |
Aqua autem ista quae ab ea exit vocatur cauda draconis, quae à dracone praedicto comeditur, sicut residuum duorum spermatum in prima operatione sic nominatorum. Et dicitur anima, ventus, aer, vita, domus illuminans, lux meridiana, argentum viuum nostrum, lac virginis & totum secretum; quod intelligendum est cum fuerit impraegnata aliquo nostrorum corporum vel spirituum in ea solutorum. | Y el agua que salio de esta tierra se llama: Cauda draconis, anima, ventus, aër vita domum illuminans, lux meridiana, argentum vivum nostrum, lac virginis, totum secretum; |
Et ideo aqua ista totaliter extracta statim debes ponere in ea de corpore nostro albo ad dissoluendum, vt in prima operatione fecisti, & seruare ad partem usque ad horam necessitatis. | |
Item vocatur sal armoniacus noster & medium coniungendi tincturas. | llamase tambien sal nuestra amoniaco, y medio de juntar las tincturas. |
Et vt ab omnibus aliis nominatur aqua nostra alba in prima opèratione, hic similter nominatur, nec est differentia inter eas. Quidam philosophi vedentur dicere quod non debet impraegnari, sed ex ea sola, prout extracta fuit sine compositione debet operari. Tamen fili caue quid facias in hoc loco. Item terra dicitur à Morieno faex, scilicet, ventris, de qua dicit ad regem Hali quod ipsa faex minera istius rei vel terrae, propter quod dictum multi errauerunt, quaerentes istam rem, vel terram seu lapidem inter stercora & fimos humanos, affirmantes ipsum esse fimum humanum auctoritate Morieni, cum in rei veritate ita non sit, sed pro tanto dicitur faex ventri non omnis proprie, sed similitudinarie, imo venti, qui venter venti, id est, aquae peperit modo & operatione praedictis istam terram sicut venter humanus post coctionem emittit seu parit fimum suum. Et in sterquilino haec terra reperitur, vt idem dicit, quod intelligitur de fimo equino praedicto in quo ista terra sit & inspissatur & siccatur, vt est dictum, & non in sterquilinis communibus sicut quidam fatui putauerunt & ibidem fodierunt existimantes ipsam ibidem inuenire,. Et pedibus hominum conculcatur, vt idem dicit. Et nota hic pro tanto quod cucurbita cum suo alembico ab alchemistis vocatur homo altus galeatus, cuius fundus est extremitas ipsae cucurbitae, id est, hominis alti galeati. Et secundum hoc similitudinarie potest dici faex ventris humani, id est, cucurbitae ventris, quae dicitur homo altus, quae extremitas cucurbitae comparatur extremitatibus pedum hominum qui sunt extremitates hominis super quibus totus homo defertur & sustinetur, sicut cucurbita supra suum fundum, à cuius fundo cucurbitae & in quo, id est, à cuius pedibus hominis alti galeati & in quibus haec terra conculcatur, id est, massando coagulatur subtile à spisso separando, vt est dictum. Item dicitur quod in viis proiicitur. Hoc est dictum on in viis communibus quibus homines gradiuntur, sed in viis philosophorum istius scientae, quia sunt plures tendentes ad vnum finem, vel vnam viam, scilicet, Hermetis praedictam, in quibus viis videtur esse deducta, id est, immortua, donec reuiuificat. Item dicit idem quod haec res siue hac terra est saepius parua, tamen quamuis sit modica terra, vt dicit Ortulanus, sufficit tamen eius paucitas ad nutrimentum nostri lapidis totius. Et de hac terra & paucitate scripsit |
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Cap. 32. Hac vero terra siccata, vt est dictum, extrahe eam à cucurbita per subtilitatem tuam caute & munde, vt scias similiter pondus eius, & postea pone eam in alio vase forti & spisso, amplo & magno, secundum quantitatem lapidis vel medicinae quam facere volueris, & competenti quantitati vel ponderi terrae praedictae. | [Cap. 32.] A esta tierra yà seca sacaràs del vaso ò cucúrbita con sutileza, y sabràs su peso, y la colocaràs en otro vaso ancho, fuerte y espeso, segun la quantidad de piedra ò medicina que intentares hazer; |
Cuius vasis venter & fundus rotundus ad modum coelestis lunae & collum longum ad mensuram vnius pedis vel plus, & os taliter strictum quod possis ibidem figere policem tuum, secundum quod dicitur in Lilio vas angustioris. | el vientre del vaso ha de ser redondo, y el cuello largo como de un pie. |
Et cum draco praedictus vel terra nostra praedicta fuerit in praedicto vase positus vel posita, ponendum est vas bene obturatum in alludello super cineres cribellatos & postea ignis faciendus est in furno super alludello ex tribus lignis siccis vel fustibus, & cauendum est ne flamma vas attingat, & sic continuandus est donec terra soluatur in se ipsa & fiat aqua spissa, rubea. | Y puesta nuestra tierra ò dragon en dicho vaso, se ha de colocar el vaso bien cerrado en aludel ò sobre la ceniza, y daràs fuego de leños al horno, cuidando de que la llama no llegue al vaso, y se continuarà dicho fuego; hasta que la tierra toda se disuelva en sì misma, y se haga agua espesa y rubra. |
Sepelitur autem vas istud secundum alios & melius in fimo equino calido donec soluatur terra praedicta. Soluitur autem isto modo intra 49 dies, vt dicit Hali in Secreto secretorum. | Entierrase tambien este vaso en el estiercol de caballo caliente hasta que se disuelva dicha tierra; desatasse de este modo en quarenta y nueve dias. |
Alii ponunt in aere, vase aperto & non obturato, sed bene cauent ne puluis sssubintret nec quidquam aliud, & sic dimittunt ipsam terram solui in aquam spissam rubeam. | Otros ponen este vaso al ayre, y assi dexan que esta tierra se vuelva en agua rubra espesa. |
De solutione istius terrae de se ipsa dicit Martyrizatus: ‘Ars non completur nisi terra fuerit soluta’. Vide ergo fili quid facias in hoc loco, citius autem perficitur hoc opus in humido, tardius vero in sicco. | De la solucion de esta tierra de si misma dice Martyrizato: Ars non completur nisi terra fuerit soluta; pero otro philosofo, timido en la operacion, dice: Citius autem perficitur hoc opus in humido, tardius vero in sico. |
Et nota fili quod istius terrae duplex est solutio, vna per se, de qua dictum est, & alia per caudam suam vel aquam impraegnatam, quae ab ea exiuit, vt est dictum. Et in hoc multi errauerunt non aestimantes solutionem ipsius possibilem nisi cum sua aqua & cum vno duorum spermatum à quo est creata. | Nota, pues, que es de dos maneras la solucion de esta tierra, una por sì sola, como hemos dicho, y otra por la cauda ò agua impregnada que saliò de ella; y muchos philosofos no hicieron aprecio de la solucion de sì misma, diziendo no ser posible sino con el agua y vno de los dos espermas de quienes fue criado. |
De solutione istius decoctionis vel terrae nunc praedictae à cauda sua vel aqua ab ea extracta infra dicemus. Hanc autem solutionem nigri corporis & mortui solutionem nominamus, cum soluitur per se solum, cum vero soluitur per aquam, hanc solutionem resurrectionem vel resuscitationem aut viuificationem animamque corporis mortui nuncupamus; & hanc inferius ostendemus, licet solutionis istius terrae per se diuisae sint opiniones, vt dictum est. | A esta solucion la llamamos solucion de cuerpo muerto, y à la solucion que se haze por el agua se dice resurreccion, vivificacion y alma del cuerpo muerto; |
De hoc tenendum est quod solutio illa quae fit cum flamma ignis vel fimo equino non sunt proprie solutiones sed liquefactiones potius vel fusiones ad modum cerae vel metalli, & sic oportet fieri. Per quod patet quod fusio hic accipitur pro solutione & e contrario solutio pro fusione. Et cum perfusa est, vt dictum est, tunc iterum soluitur proprie per se, & hoc in aere, vt est dictum. | aquella solucion que se haze con la llama del fuego y el calor del estiercol no son propiamente soluciones, sino liquidaciones ò fusiones, como las de la cera ò el metal, con que hemos menester entender que la fusion aqui se ha de tomar por solucion; y al contrario, la solucion por fusion. |
Ergo solutio duobus modis in hoc passu consideratur & oportet quod his duobus modis fiat & haec solutio est sicut solutio salis minerae, & sic intellige quod superius est dictum. | |
Cap. 33. Terra vero nostra primo per se soluta, id est, fusa vel liquefacta, & secundo per se similiter soluta ad aerem, vt est dictum, in vase praedicto, accipiatur illud vas cum ipsa terra soluta & ponatur super cineres cribellatos in alludello super furnum, & in furno fiat ignis lentus, & sic continuando ibidem donec congeletur in vna massa nigra, dura, sicut massa salis, cuius massae fractura est lucida sicut fractura vitri, si probaueris. Qua congelata, id est, massata, vt est dictum, iterum in loco vbi soluisti eam proprie secundo per se, vt dictum est, iterato. Secundo pone illud vas cum praedicta terra congelata & secundo ipsam dissolue proprie per se, vt prius, postea super cineres; secundo vt prius congela in praedicto vase suo. | [Cap. 33.] Liquida y fluida nuestra tierra primeramente por sì y por sì tambien disuelta al ayre (guardandola del polvo), se toma el vaso con la tierra y se pone sobre las cenizas en el aludel sobre el horno, y en este se harà un fuego lento, y se continuarà hasta que se congele en una masa negra, cuya fractura ha de quedar luciente como la del vidrio, la qual, amasada y congelada, la volveràs à que se disuelva por sì. |
Alii vero postquam per se semel soluta et congelata fuerit, vt praetermittitur, scieunt pondus eius & postea ponunt super ipsam aliquod modicum, id est, sextam partem ponderum ipsius de cauda sua, id est, de aquas quae ab ea exiuit & non de alia. Quae in hoc loco si sic fiat, debet esse simplex certissime siue quacunque impraegantionis corporis vel spiritus. Et postea quidam ex ipsis, vt praetermittiur, ponunt ipsam in aere ad dissoluendum; & quidam ex ipsis faciunt dissolui in fimo equino. Et postea omnes isti ipsam desiccant et assant, id est, congelant super cineres lento igne, vt est dictum. | |
Caue fili quid facias in hoc passu & quomodo dissoluas & congeles eam. Quater reitera istam solutiionem & congelationem; quarta vice solutionum & congelationum istius terrae nostrae praedictae completa, vt dictum est, remanebit haec terra fixa, lucida, nigra in fractura, & proiecta supra corpus alterat in suo colore. | Y quatro veces reiteraràs esta solucion, y congelacion; y cumplida, quedara una tierra fixa, lucida, negra en la fractura, y echada en el cuerpo, lo altera en su color; y quantas veces se disolviese esta tierra y congelase, queda mas sutil y penetrable. |
Et his omnibus sic completis verum regimen terrae benedicti lapidis sufficienter peregisti. Et nota quod quantum pluries haec terra soluta fuerit & congelata, vt est dictum, est subtilior & penetrabilior in natura. Et nota quod quidam non fundunt nec liquefaciunt eam, vt est dictum in capitulo praecedenti, sed hanc fusionem dimittunt & tantum per se soluunt proprie, vt est dictum, & congelant. Et si dimittatur praedicta fusio, quam solutionem nominamus superius, non est error. | |
Et cum per decoctionem, vt es dictum, fuerit denigrata, nominatur cinis clauellatus, aes combustum, sal combustum, terra mortua, ouum philosophorum –hic proprie, sed cum adhuc est in elixi, improrprie; non tamen ouum gallinarum, sed similitudinarie dicitur auum, vt dicitur in Lilio, quia sicut ex componentibus ouum, scilicet, ex testa, albumine & vitello, nascitur alchymia. | Y denigrada esta agua por la decoccion, se llama cinis clavellatus, aes combustum, sal combustum, terra mortua, ovum proprium philosophorum. |
Item notandum est quod haec terra mortua, cum aqua remota fuerit ab ea & separata, antequam desiccetur & denigretu, vt est dictum, a philosophis vocatur ignis, sal armoniacum, sal vitellorum ouorum, sal honoratum, athincar nostrum, nubes coagulata, sal armoniacus noster, lingua maris, arsenicus sublimatus, sulfur sublimatum & omnibus nominibus sulimatorum, stella Diana, ventus corporatus, aduena, secretum naturae & pluribus aliis nominibus nuncupatur. | Tambien es de notar que esta tierra muerta, cuando se separa de ella el agua, antes que se deseque y denigre se llama ignis, sal armoniacum, sal vitellorum ovorum, sal honoratum, athincar nostrum, nubes coagulata, lingua maris, arsenicus sublimatus, stella diana, ventus corporatus, aduena, secretum naturae, y otros infinitos, que me parece preciso ponerlos aqui, para que no se confunda el que leyere los libros chimicos. |
Cap. 34. Quia formam vasis superius descripsimus in quo haec terra, cum fuerit denigrata, debeat poni ad soluendum & congelandum, vt est dictum, de hoc notandum est quod nos non remouimus ipsam terram de sua cucurbita, sed delutato alembico & remoto, desuper ipsam coopertorium spissum vitreum posuimus, lutauimuis & ceruimus ad cucurbitam, quod coopertorium vocamus vulgariter athenatorium, quod habebat collum gracile & spissum & pendebat illud collum intra cucurbitam & non extra, quod ollum debet lutari & cerari, ne per ipsum flos exeat & fugiat. Et cum opus erat nos remoueabamus illud coopertorium & ponebamus & lutabamus iterum alembicum; & e conuerso, cum opus erat nos remouebamus ipsum iterum alembicum & ponebamus & lutabamus athenatorium. Et iterando alternatim, cum opus erat & faciendo in vnico vase donec totum opus impleretur. Vocatur illud vas olla vel cucurbita sine sectione, & multis aliis nominibus nominatur. Vide fili quid feceris de hoc vase; non enim concludimus te in forma vasis, quia si subtilius & magis proficuus sciueris, hoc assumas. Multa enim de operatione huius artis & scientiae in his scriptis non ponimus, quae tamen necessaria sunt ad sciendum & faciendum, cum omnia singulare scribere non possimus, quasi tuae prudentiae relinquentes. Et sic completa est dispositio denigrandi. Nunc autem ad dispositionem dealbandi veniamus. Sed antequam ad hoc veniamus, quae sequuntur decreuimus inserenda vt liber iste ex vtraque parte videatur ess perfectus. | |
Cap. 35. Item de vera compositione elixiris, quod est primum opus, dicitur a philosophis quod illa res quae est vera ubique reperitur, quia in quolibet homine est & apud quemlibet hominem reperitur. Et Adam secum apportavit eam de paradiso & cum mortuus fuit ipsam secum reportavit & cum ea sepultus fuit. Et pro tanto dicit Sapientum allegoriae quod ista res est sol subtiliatus, id est, aurum subtiliatum & conversum in virtute maxima minerali; unde dicitur in libro de hoc auro, ex gumma nostra, & pauco auro multa emimus. Sed secundum Albertum in libro de Mineralibus, dicitur & probatur quod aurum ubique est & reperitur, quia non est aliqua res ex quatuor elementis elmentata in qua non inveniatur aurum in ultima affinatione naturaliter, et ideo dicit quod ubicumque reperitur. Et quia idem Albertus dicit ibidem & probat quod maxima virtus mineralis est in quolibet homine, & maxime in capite inter dentes, ita quod in sepulchris antiquorum mortuorum inter dentes aurum in granis minutis & oblongis superius inventum est in suo tempore, ut ipse dicit; quod esse non posset nisi in homine esse ista virtus mineralis, quae virtus mineralis est in elixir nostro praedicto vel composito. Et pro tanto dicitur quod hic lapis est in quolibet homine, et quod Adam &c. His visis & intellectis, ad propositum redeamus. | |
Cap. 36. Dispositione nigredinis completa & regimine terrae peracto, vt est dictum, ad dispositionem albedinis terrae lapidis benedicti veniamus. Est enim notandum quod in hac nigredine terrae est albedo abscondita, et ideo in visu est nigra, in intellectu vero est alba. Et propter hoc virtus latens in ea debet fieri exterius & apparere, & quod est exterius fiat interius, ita quod nigredo huius terrae quae est exterius fiat interius, & albedo quae est interius fiat exterius & appareat manifeste. Et sic fit manifestum absconditum & absconditum manifestum. | [Cap. 36.] Completa, pues, la disposicion de lo negro, vamos à dàr la disposicion de lo blanco de la tierra de este lapis philosophorum. Es, pues, de notar que en este negro de la tierra està escondida la blancura, y aunque à la vista es negro, en el entendimiento es blanco. Y esta virtud que està oculta en ella se debe descubrir, y lo que està dentro manifestarlo afuera. |
Fit autem haec dispositio in eodem vase & sine remotione terrae praedictae ab eo tali modo: | Hazese esta disposicion en el mismo vaso, sin separar ni remover de èl la dicha tierra de este modo: |
Scias pondus ipsius terrae, vt est dictum, & postea solue istam terram per se, sicut in denigratione sua fecisti. Qua soluta, accipe medium sui ponderis de spiritu non fixo, id est, de aqua quae ab eo exiuit, quae vrina canis balsam dicitur, quae per dugile, id est, per alembicum destillatur, vt est dictum, siue lac virginis aut argentum viuum nostrum, seu anima, aut ventus, aut cauda &c., vt supradictum est, appellatur; siue de spermate albo, quo ipse draco fuit & est in parte compositus, quod reseruasti ad partem, vt est dictum; quod idem est & eisdem nominibus nominatur. | Sabràs el peso de esta tierra, y despues disuelvela por sì, como lo hiziste en la denigracion,. La qual soluta, tomaràs la mitad del peso del espiritu, no fixo, esto es, del agua que saliò de ella, que se destila por el alambico, |
Et hoc pone super ipsam terram solutam, vel draconem solutum, super collum coopertorii cucurbitae, ipso coopertorio cum cucurbita post lutatum, vt est dictum; & obtura bene coopertorii collum & luta bene secundum suum modum. Et sic, si fuerit aliud vas quam cucurbita siccata, obtura cum panno lineo fortiter. Et postea pone in fimo equino calido, id est, in humido, vel super cineres, id est, in sicco, cum lento igne, vt est dictum. | y ponlo sobre la misma tierra soluta bien cubierto, en las cenizas, ò con fuego lento, ò en el estiercol de cavallo, |
Et sic continua donec terra & aqua vnum fiant, & fiat vna res nigra, clara & alterius coloris, tamen in modico ad hoc quod prius erat. | y se continùa hasta que el agua y la tierra se hagan vna cosa negra, clara y de otro color. |
Hoc facto & completo, hoc totum congelandum est, & inspissandum & in massam reducendum, in eodem loco, & eodem igne & eodem regimine continuo. Et si necesse fuerit, coopertorium vasis, id est, cucurbitae, est remouendum & alembicus constituendus, vt est dictum, & lutandum desuper vt non exeat aliquis humor & res citius inspissetur. | Hecho esto, se ha de congelar todo y reducirlo à massa en el mismo lugar y en el mismo fuego, cuidando que no salga espiritu alguno. |
Signum autem quod haec res, id est, gumma nostra est decocta, erit quod si dimittatur vas infrigidari & iste draco fuerit durus ad modum picis durae vel frigidae, satis est inspisstus & decoctus & a suo phlegmate purgatus. | La señal de estàr cocida esta nuestra goma serà si dexando enfriar el vaso, el dragon estuviere duro, à modo de la pez dura, y entonces estarà bastante espeso y cozido y expurgado de su flema. |
Aqua quae in hac decoctione ab huiusmodi gumma vel dracone exierit, si qua exierit, potest recipi & impraegnari & custodiri, & loco & tempore si necesse fuerit de ea sicut de cauda operari. | El agua, que en esta decoccion saliò de esta goma ò dragon, se puede guardar y recibir. |
Hoc dracone congelato vel hac gumma nostra venerabili inspissata, vt est dictum, tunc ponatur in loco tali vbi per se soluatur in aquam spissam de suo colore existentem. Qua per se soluta, pone super cineres sicut in denigrando fecisti & ibidem dimitte continue donec congeletur, vt est dictum in denigratione, & completa est ista decoctio, & est vnum corpus adhuc opacum & infra fractura clarum, &c. | Congelado, pues, este dragon ò goma, se pondrà en parte donde se disuelva por sì en agua espesa; y esta soluta, pondràs sobre las cenizas, como hiziste en la denigracion. Y queda completa la decoccion y hecha un cuerpo opaco, pero claro en su fractura. |
Cap. 37. Quidam philosophi, sicut Geber, Hali & Ortolanus, dicunt quod haec decoctio fit sine pondere aquae & spermatis. Et dicunt quod postquam terra lapidis benedicti est praeparata, vt est dictum, tunc non soluitur per se, sed provt est congelata in suo vase post denigrationem, vt est dictum. Tunc sine pondere et mensura ponunt super dictam terram de aqua sua vel de spiritu non fixo & ipsam de ea imbibunt quantum potest bibere, donec virtute ipsius aquae aut spiritus non fixi, seu argenti viui seu caudae draconis aut spermatis &c. superueniente, haec terra soluatur totaliter in aquam & fiat volatile & spiritualis alternate, id est, de natura aquae vel spiritus praedicti, ascendendo in caelum, id est, in ipsam aquam, vel sublimando sicut ab initio fuit in prima operatione, vt est dictum. Et post faciunt ipsum descendere in terram ipsam congelando, vt est dictum in hac operatione. Vide ergo fili quid feceris in hoc loco. Nam dicit Aros philosophus quod praecauendum est ne elixir submergatur. Submersio elixiris, vt dicit Geber, est quando ‘volatilis summa superat summam fixi’[58]. Et sic est perfecta decoctio ista. | |
Cap. 38. Cum vero completa fuerit ista decoctio quae dicitur, veniendum est ad alias. | [Cap. 38.] Hecha esta decoccion, vamos viendo lo demàs. |
Scias pondus totius congelati, sicut sciuisti primo per subtilitatem & discretionem tuam. Non enim possumus omnia tibi scribere, sed multa necessaria tibi & industriae tuae relinquimus, vt est dictum. Et postea ponas quartam partem ispius congelati super ipsam terram congelatam, vel ipsum congelatum de aqua praedicta, vel spiritu non fixo, siue de cauda draconis vel spermate albo (quae omnia idem sunt) in eodem vase & sine extractione draconis ab eodem vase, & decoque vt prius, vase obturato, vt est dictum, donec congeletur & inspissetur & fiat res dura sicut pix. Postea per se soluatur totum hoc, & ipso soluto per se, statim super cineres lento igne congeletur, vt est dictum. Et est vna massa alterius coloris quam prima & magis clara aliquantulum. Et sic simili modo, simili regimine, simili pondere, videlicet, pars totius congelati quarta de argento viuo nostro vel aqua alba praedicta, desuper ponatur totum congelatum simili coniunctione & congelatione, tam per caudam suam quam per se solum iste draco soluatur & congeletur. | Sabràs el peso de todo este congelado, como supiste en lo primero, y pondràs la quarta parte de este congelado sobre la misma tierra congelada, ò el mismo congelado de dicha agua, espiritu no fixo, cauda draconis, ò el esperma blanco (que todo es vno) en el mismo vaso, y sin la extraccion del dragon del mismo vaso. Y cuezelo, y cierralo hasta que se congele y espese en vna cosa negra como la pez. Disuelvase todo esto por sì, y soluto por sì, luego al punto pondràs sobre las cenizas en fuego lento, y se haze vna massa de otro color mas claro. Y assi, con el mismo modo, el mismo regimen y peso, esto es la quarta parte de todo el congelado de nuestro argento vivo ò agua blanca, se pondrà todo el congelado en semejante conjuncion y conjelacion, y tanto por su causa, como por sì mismo, se disolverà este dragon y se congelara. |
Continenter autem regatur & reiteretur haec dispositio dealbationis per huius aquae albae vel caudae pondera. Et per hoc rigationes, adaquationes & imbibitiones, inspirationes, viuificationes, animationes, solutiones, congelationes, tam per aquam quam per se in eodem vase et sine extractione draconis, donec iste draco vel tota ista massa, mortua quasi homo in suo tumulo paulatim & paulatim suo spiritu vel vita aut anima, qua privata fuit, denigrando, vt est dictum, inspissetur, animetur, viuificetur, resuscitetur & subtilietur magis quam prius, & fiat lapis vnus chrystallinus albus, participans viriditate quadam, in igene perseuerans, fundens, fluens, tingens & mercurium congelans & perfecte retinens & transmutans etiam quodcunque corpus metallicum imperfectum in lunificum. | Se reiterarà esta dealvicacion por los pesos de esta agua blanca ò cola. Y por esto, las rigaciones, adaquaciones, inspiraciones, animaciones y soluciones, tanto por el agua, como por sì, en el mismo vaso, y sin la extraccion del dragon hasta que estè, ò toda esta masa muerta, como el hombre en el tumulo, poco à poco se anime, vivifique y resucite à la vida que estaba perdida en la denigracion, y se haze vna piedra cristalina blanca, que participa de cierto verdor, y perseverà en el fuego, es fluente tingente, congela al mercurio y transmuta perfectamente à qualquier cuerpo de metal imperfecto en perfecto lunifico ò plata. |
Et vere, si recte feceris, peruenies ad intentum. | Y si la obra la hazes asi, con seguridad llegaràs al intento. |
Cap. 39. Dicunt philosophi quidam, sicut Ortolanus, Geber & Hali, quod in singula decoctione istius draconis iste draco extrahendus est a suo vase & debet teri super marmore iterum poni in vase, & super itam tincturam ponitu aqua & postea congelatur, & fit vt dictum est. Sed hoc quod dicunt non sic ad literam intelligitur, sed sic secundum quod dicit Aros: Haec contritio non fiat super marmorem nec manibus hominum, sed est tantum aqua quae terit et penetrat corpus & draconem nostrum de natura sua propria & virtute & terra vel corpus quod penetrando ab aqua teritur, id est, naturaliter mediante operatoris industria soluitur & cum ea congelatur; &t fundum vasis vbi haec fuerit, in hoc loco mamor nuncupatur similitudinarie. Et sic intellige & concorda philosophos & bene tibi erit. Cum secundum iuristas promptum sit iura iuribus concordare, ita in hac arte vel scientia promptum est philosophos philosophis concordare. Iten notandum est quod plures colores & diuersi apparebunt in isto lapide antequam fiat albus, quia cum primo fuerit niger, postea fit albus, qui sunt duo colores contrarii. Sed secundum philosophos ex vno contrario transiri non potest ad aliud sine medio, ideo oportet quod veniendo in isto lapide de nigro ad album, plures colores intrmedii veniant & appareant. Et propter hoc dicitur in Lilio quod pluries citrinescit & pluries nigrescit; imo, quot in mundo possunt esse colores. Attamen non sun veri colores, sed in fine expectanda est dealbatio, quae est verus color. Causas vero & rationes istorum colorum debet considerare sagax & subtilis opifex huis artis. Secundum autem variationes istorum colorum philosophi hunc lapidem diversis nominibs habuerunt nominare: alii ferrum, alii plumbum, alii stannum, alii cuprum, alii aes, alii aurum, alii argentum; alii vice & nomine omnium spirituum, alii nomine omnium vegetabilium alii nomine omnium animalium, alii nomine omnium colorum; & tamen nullum praedictorum in se. | |
Nominatur autem a philosophiscum est albus: calx cineris clauellati & cinis albus, calx corticum ouorum, terra alba, terra philosophorum, terra benedicta, aes album, magnesia alba, puluis dealbatus, luna calcinata & infinitis aliis nominibus nominatur, provt in libris alchymistarum reperitur. Quae omnia, quamuis in vocabulis differant ad vnum tamen intendunt. | Llamase esta piedra blanca en los libros de los alchemistas calix cineris clavellati, cinis albus, calx corticum ovorum, terra alba, magnesia alba, pulvis de alvata luna calcinata, y con otros infinitos nombres. |
Et habet hic lapis albus pondus patris, id est, solis, vt est dictum. | |
Cap. 40. Gumma nostra benedicta vel lapis albus, qui secundum quosdam dicitur aliter nix & grando, preciosior est margaritis, cuius opus praedictum ab alphidio in hac arte breuiter comprehenditur & intelligitur in his verbis in libro suo qui Clauis philosophorum nominatur in principio, vbi sic loquitur dicens: Et authoritate summi philosophi constat & est verum quod quaedam res est qua vtuntur quidam ingeniosi cum volunt rem siccam coadunare, id est, mercurium, quod sic fit: aqua enim fit terra cum vincunt qualitates terrae in ea, quae componitur ex duabus aquis, id est, ex spermatibus albo foeminino & rubeo masculino[59], vt est dictum. Sunt autem sicut postea dicit Alphidius multa alia quibus certissime & soluunt & congelant, liquefaciunt, & componunt, & componunt, & coagulant & transmutant. Et intelligendum est de lapide qui fit ex vegetabilibus & in lapide qui fit ex animalibus, de quibus lapidibus quomodo, qualiter & ex quibus rebus fiunt & componuntur, in sequenti volumini plenius ostendemus. Granum enim istius lapidis, seu grandinis seu gummae albae, generat 100 grana, vt dicit Morienus in eius multiplicatione, per imbibitionem ipsius gummae a spiritu non fixo vel aqua alba praedicta impraegnata, quod debet fieri eo modo & regimine in omnibus sicut in dealbando fecisti prius. Et sic non oportet vt reincipiatur a principio, sed tantum vt multiplicetur, vt est dictum, nec ita modicum de ea habebis quin sufficiat ad multiplicationem faciendam, & ipsam esse largam & amplam sapientibus. Et scias quod quantuncunque plus soluatur cum sua anima vel spiritu non fixo & congelatur, tanto magis multiplicatur, non solum in quantitate, sed etiam in virtute, tinctura & subtilitate, & in proiectione maius pondus consequenter transformabit. De cuius proiectione, modo ipsius et furnorum forma & nominibus vasorum inferius dicemus. Conseruatur autem in loco sicco, sicut sal vel zucharum, & in vase forti vitreo, & non in humido loco, quia tunc per se solueretur. Et tamen si contingeret ipsam solui, non proter hoc peior esset, sed iterum super cineres calidos congelanda est per se, sicut fecisti in dealbando. Item nota quod quanuis decoctiones nostras praedictas fecerimus de aqua alba praedicta cum pondere quartae partis totius congelati, vt dictum est, attamen si maius pondus de ipsa aqua posueris super ipsum corpus quam quarta pars ipsius, dum tamen elixir non submergatur, melius erit & citius lapis dealbabitur & erit subtilior & penetrabilior, & cum maiore pondere alterabit & conuertet, vt dictum est. Et nota quod subtilior est lapis vel medicina quae mercurium conuertit quam ea quae conuertit corpus, et non e contrario, nisi subtilius fuerit praeparata. | |
Cap. 41. Ne mireris qualiter vnum metallum quod non habeat pondus perfecti metalli, quomodo per medicinam reducitur ad verum pondus cum modicum quid ibidem ponitur de mediina. Et ita modicum per pondus illius modici non potest suppleri. Deffectus ponderis metalli habito respectu respectu ad quantitatem medicinae proiectae, & hoc ideo est, vt diunt omnes philosophi, & fit per virtutem medicinae, quae ex natura sua cum dat tinctura, dat pondus tinturae, siue in albo siue in rubeo, quod non facit medicina sophistica, quae tantum dat tincturam & non pondus. Quaereret aliquis quid es quod dicit Ali, philosophus in hac arte & rex Arabiae, in Secreto secretorum suorum, vbi dicit: ‘Accipe canem masculum corascenum & catulam Armeniae, et iunge simul & hi duo parient tibi canem coloris caeli, & iste filius seruabit te in domo tua ab inimico in hoc mundo & in alio.’. Respondeo. Canis iste masculus est sperma rubeum masculum & catula Armeniae est sperma foemeninum album. Et coniuncitio istorum duorum est compositum elixir. Et partus canis coloris caeli ab istis duobus est aqua quae ab istis duobus in denigrando extrahitur. Et est, vt dictum fuit, quam caudam draconis appellamus, quae seruat ab inimico, id est, ab igne & combustione. Et perficit totum lapidem in hoc mundo & in alio, hoc est in albo & rubeo. Item possit quaeri quid est dicer: Opus nostrum nihil aliud est quam opus mulierum & ludus puerorum. Respondeo quod hoc pro tanto a philosophis dicitur quia opus mulierum, vt in poluribus, modo bene, modo male se habet, & vix ad perfectum deducitur. Et ludus puerorum eest modo risus, modo fletus. Ita es opus nostrum, nam quidam artifex modo bene agit & sine errore, modo male agit & cum errore, modo reuocat errorem suum & corrigit errorem suum & reducit maerorem. Et sic modo gaudet, modo flet, sicut mulier & sicut puer, modo male operat ita quod vix aliquis hoc opus excellentissimum ad finem optatum sine errore & impedimento deducit. Et nos vero per septennium vacauimus circa diuersas operationes istius artis & scientiae cum erroribus multis antequam possemus verum elixir comprehendere & facere, quod post in septem diebus fecimus & composuimus iam perfecte. Patet ergo quod oportet artificem cum erroribus multis indagando ad perfectionem huius tam inclyti magisterii peruenire. Et hoc dicit Alphidius in Claui philosophorum: Qui non errat non peruenit ad sublimia. Iuxta textum philosophicum, per multas tribulationes oportet ad gloriam peruenire[60]. | |
En este parrafo siguiente me parece preciso explicar muchos de los terminos que al que no huviere cursado esta philosofia lo confundiràn. Son estos: | |
Item notandum est quod calcinare & soluere & congelare idem est quod componere & compositum facere & aggregare & congelare; | blanquear y rubificar es lo mismo que calcinar y solver; congelar es lo mismo que componer y agregar; |
& assare idem est quod rem dessicare vel in tali statu ponere quod possit in puluerem sibi competentem redigi, quod non potest nisi in loco & super locis calidis & siccis; vel assare quandoque est idem quod congelare. | assar es lo mismo que desicar ò secar; |
Item destillare, sublimare & soluere est idem quod facere descender in terram de caelo, vt est dictum. | destilar, sublimar y solver es lo mismo que hazer descender ò baxar del cielo à la tierra; |
Item soluere in aquam idem est quod descendere, sublimare & facere fixum volatile. | solver en agua es lo mismo que descender, sublimar, hazer lo fixo volatil; |
Et congelare idem est quod ascendere & facere volatile fixum. | y congelar es tambien lo mismo que ascender y hazer lo volatil fixo; |
Et iterum soluere per se est idem quod facere fixum solutum. | solver por sì es hazer lo fixo soluto; |
Et congelare solutum est idem quod calcinare solutum per se. | congelar lo soluto es lo mismo que calcinar lo soluto por sì; |
Et istud calcinare est idem quod dealbare & rubificare perfectum. | y este calcinar es dealvar y rubificar perfectamente. |
Et sic intellige, fili doctrinae, diuersa vocabula, dicta & verba philosophorum huius artis famosae in vnam intentionem, opinionem & sententiam in operatione lapidis conuenire. In qua diuersitate vocabulorum multi errauerunt & fuerunt decepti, &, proh dolor, in fine miserabiliter proclamati. | De este modo hemos de entender los diversos vocablos dichos y palabras de los philosofos que han profesado esta famosa ciencia: que todo el h |
Et ideo sciendum quod maior labor est in dealbatione, propter pondera & coniunctiones, quae ignorantur antequam probentur, quam in rubificando, quia tunc per dealbationem cognoscuntur similiter & est certior modus operandi. Vande post dealbationem vsque ad rubificationem non seuitur error, vt dicitur in Lilio. Item nota quod fusio lapidis quam superius in dispositione denigrandi, in cap. 33 solutionem nominamus, nullo modo facienda est nec facias, quia periculosa est & damnosa. Et quando nos eam fecimus magnum damnum incurrimus, eo quod terra illa nigra nimis est sicca. Sed quando scripsimus illum capitulum, tunc non recolebamus de illa fusione vel solutione damnum incurrisse. Et ideo omnino praetermittenda est & facienda est alia solutio non violenta, vt ibi dictum est & ostensum. Et sic est completa perfectae dealbationis dispositio. Ad dispositionem igitur incinerationis veniendum est. | |
Cap. 42. Nunc ad dispositionem cinerationis veniendum est, vt inde ad rubedinem veniamus. Fit enim tali modo: | [Cap. 42.] Antes de explicar la rubificacion es preciso que tratemos de la cineracion. Hazese de este modo: |
Accipe vnciam de lapide albo praedicto & in eodem vase a quo eum extrahisti iterum pone, vel in simili si illud fractum fuerit vel immundum, & obtura vas eo modo sicut prius in dealbando fecisti & fac ibidem eum soluere per se, vt est dictum. | Toma vna onça de la piedra blanca dicha y ponla en el mismo vaso de donde hiziste su extraccion, y haràs que se disuelva por sì, como hiziste en la dealbacion. |
Qua vncia soluta per se, accipe de sulfure rubeo, id est, de argento viuo rubeo vel spermate masculino quod ad partem seruasti, vt est dictum. Et sit eius quantitas aquae rubea quantum de ea duabus vicibus fecisti, & dimitte idem visibiliter misceri per minima donec sint vnum & idem, & vna aqua clara, citrina vel ialuea, tendens ad rubedinem, & claude vas cum alembicosicut in denigrandi fecisti. | Soluta, pues, esta onça, toma de sulfur rubeo, ò argento vivo, y el sperma masculino, que guardaste aparte, y sea la quantidad de la agua rubra tanta como hiziste dos veces, y dexala que visiblemente se mezcle hasta que se hagan vna cosa misma y vna agua clara, citrina, roja y que tira à rubra, y cierra el vaso con el alambico, como lo hiziste en la denigracion. |
Et haec aqua dicitur fermentum solis & secundum compositum, sicut primum compositum dicitur fermentum lunae. | Esta agua se llama fermento del sol, como la blanca fermento de la luna. |
Vnde sicut in primo composito nigro est albedo abscondita interior, & facienda est exterior & nigrum interius, ita quando lapis est albus exterius, interius es rubeus. Ideo oportet quod illa albedo quae modo est exterior & manifesta, fiat interior et occulta. Et sic oportet, vt dictum est, in hac arte occultum facere manifestum & manifestum occultum. Et sic adimplebitur ars ista, & hoc sic fit in rubeo, vt in sequnti scribitu capitulo. | Y assi como en el primer compuesto negro estaba lo blanco oculto y se hizo exterior lo blanco, escondiendo al interior lo negro, assi quando se hizo blanco el exterior de esta piedra quedò rubro el interior. Y assi conviene que aquella blancura que exterior y manifiesta se haga interior y oculta: que en este arte se ha de procurar hazer lo oculto manifiesto y al contrario. Y assi lo harèmos en lo rubro con la operacion del parrafo siguiente. |
Cap. 43. Accipe vas praedictum lutatum cum aqua praedicta & pone in loco vbi possit ab ea exire aqua paulatim & paulatim, sicut in denigrando fecisti, & extrahe ab ea superfluitatem phlegmatis, & eam recipe sicut prius de ea faciendo. Et conserua ad rubeum de spiritu vel corpore rubeo, sicut fecisti denigrando al album de altera. | [Cap. 43.] Toma, pues, el vaso enlodado con dicha agua y ponlo en lugar de donde pueda poco à poco salir el agua, como lo hiziste en la denigracion, y saca de ella la superfluidad de la flema, y recibela. |
Et antequam penitus inspissetur scias quod illud quod apparebit in fundo vasis est lucidum, clarum, rubeum, fusibile sicut cera, & a philosophis tunc vocatur rubinus, aut hyacinthus, aut corallus vel iaspis &c., hos autem lapides sic nominatos propter eorum colorem. | Y antes que se espese has de saber que aquello que aparece en el hondon del vaso es lucido, claro, rubro, fusible como la cera, y esto se llamo por los philosofos rubi, jacinto, coral, jaspe, etc., que lo dicen por su color. |
Hoc totum desicca & assa quantum poteris & natura eius exigit, donec fiat & vertatur, vti dicitur in Lilio, in similitudine zafarani sicci vel sanguinis combusti. Et haec assatio vel desiccatio dicitur cineratio. Et sic completa est dispositio cinerandi, quae requiritur intervenire inter album & rubeum, quae fermentum solis nominatur, vt est dictum. | A todo esto lo secaràs y assaràs quanto puedas, hasta que quede como sangre requemada; y esta assacion, ò disecacion, se llama cineracio. Y assi queda completa la disposicion del cinerar, que es preciso que sea entre el albo y el rubro, que son el fermento del sol. |
Notandum tamen quod totus lapis albus sine motione ipsius a suo vase potest modo praedicto cinerari in fermentum solis conuerti, sed magis oportet havbere de sulfure rubeo vel spermate masculo, & maius vas requiritur & vix posset inueniri vas vitreum quod posset sine fractione vsque ad perfectionem lapidem rubeum sustinere. | Es de notar que la piedra blanca, sin removerla de su vaso, se puede cinerar del modo dicho y convertiria en fermento del sol, pero se le ha de echar mas porcion del sulfur rubro, y se requiere mayor vaso, y apenas se hallarà vaso de vidrio que pueda aguantar sin quebrarse la perfeccion de esta obra. |
Quidam autem hoc fermentum solis in tantum decoquunt & assant quod fit puluis & cinis sine tactu. Sed quanuis istud opus cinerandi videtur esse simile operationi denigrandi, tamen differt si bene intelligis. | Muchos cuecen y assan este fermento hasta hazerlo polvo y ceniza, llevados solo de la voz cinerar, |
Similiter & alia multa opera huius lapidis videntur esse similia insipientibus, quae tamen sapientibus sunt dissimilia. Et ideo fatui non intelligentes nec scientes dissimilitudines operationum, intellexerunt philosophos loqui de nigredine vel alia operatione, vbi loquebantur de cineratione vel de alia operatione. Et sic contigit ipsos ad effectum opus non ducere, sed in infinitum errare, affirmantes exinde hanc artem esse mendacem & non esse & philosophos mentitos fuisse & esse mendaces, cum in rei veritate verum dixerint philosophi & ars sit vera & omnino certa. Sed talium fatuorum insipientiam & insuficientiam omittamus, quibus haec ars occultatur, sicvt vnum bonum solum frumenti inter paleas in magno ipsorum aceruo a pluribus huiusce vilis habetur. Vel propter talium sophisticas operationes in hac ipsa sciencia quandoque falsa inducantur, cum in hac vera indagatione ipsius omnis sophistica operatio condemnetur, sicut hic superius in proemio recolimus tetigisse. Et ideo ars ista quum sit vera & omnino certa, patet quod non habet inimicos nisi ignorantes. | y por eso es tenido este arte de muchos por vil, falso y mentiroso, y es solo porque no entienden, ni se hazen capaces de su doctrina, y varias metaphoras; y siendo cierto que es del todo constante que no tiene enemigos, sino necios ignorantes. |
Cap. 44. Ad dispositionem rubificandi veniendum est, quod est vltimus opus lapidis. De hac dicit philosophus quod a dealbatione vsque ad rubificationem perfectam nullus sequitur error, qui eodem modo rubificandum est quo est dealbandum, & in eodem loco & in eodem vase vel simili, & eisdem ponderibus aquae & similibus imbibitionibus siue adaquationibus, & iisdem coloribus & eisdem aliis omnibus regiminibus, sed cum sulphure rubeo, vel cum aqua spirituali rubea siue spermate rubeo, reseruato &c., quae idem sunt. | [Cap. 44.]. Yá llegamos à la ultima obra de esta piedra, que es el rubificar. De esta operacion dizen los philosofos que desde la dealbacion hasta la rubificacion no se puede seguir herror alguno, porque del mismo modo se rubifica que se blanquea en el mismo vaso, con los mismos pesos, con el mismo regimen, solo añadiendo el sulfur rubro, ò el agua espiritual rubra. |
Et toties reiterare sic decoquendo, soluendo, inmbibendo & congelando, vt in dealbando fecisti, donec rex aureo diademate coronetur, vel donec hoc totum compositum rubificetur provt decet & fiat vnus liquor rubeus, clarus, fluens, fundens, in igne perseuerans, tingens & transmutans, penetrans & conuertens mercurium & omne opus[61] solidum in molle & solificum verum, purificansque omne corpus humanum ab omni infirmitate & in sanitate conseruans. Lapides preciosos rubeos, sicut lapis albus margaritas, fingit & omnes alios lapides pretiosos albos. | Y se reiterarà muchas veces cociendo, solviendo y congelando, hasta que todo estè agregado ò compuesto, se rubifique, y se haga vn licor rubro, claro, fluido, que perseverà en el fuego, tingente transmutante, que penetra y convierte al mercurio y à todo cuerpo solido en suave y solifico verdadero, y que purifica y limpia al cuerpo humano de toda enfermedad y conserva siempre en el estado sano. Finge todas las piedras preciosas rubras, assi como la piedra blanca haze las margaritas y otras piedras preciosas blancas. |
Et hic est lapis rubeus benedictus, pater omnis thelesmi[62], id est, totius secreti vel thesauri totius mundi, quem cui Deus vult substrahit & largitur, ad cuius inuentionis perfectionem plures sunt vocati, sed pauci ad eius effectum perfectionis inuniuntur electi. Et si qui pauci inueniunt, cum ipsa ars nostra in Dei potentia reseruetur, hoc ex dono Dei & ex gratia est, post errores multos omnium, qui creauit eam ea, id est, eam rem ad album & eam rem ad rubeum, ea videlicet re alba & rubea, quae est van per matrimonium & compositum, vt est dictum. Et fuit per eandem hanc scientiam indagando, quasi diuinitus, cum esset in errore indagationis ipsius per Dei gratiam reuelatum. | Y esta, en fin, es la bendita piedra de quien dicen todos los alchemistas y chimicos que es pater omnis helesmi, id est totius secreti vel tesaurus totius mundi, quem cui Deus vult substrahit, et largitur, ad cuius perfeccionis inventionem plures sunt vocati, sed pauci ad huius efectum perfectionem inveniuntur electi. |
Cap. 45. Ex isto lapide adhuc restat plura alia cognoscenda & sunt haec: Sicut enim ex argento vivo & crudo & albo impraegnatur cauda draconis vel aqua lapidis ad dealbandum lapidem magnum, vt est dictum, secundum opinionem quorundam, ita & quidam dicunt quod ex argento vivo rubeo impraegnatur cauda draconis vel aqua rubificandi lapidem album. Et han aquam vocamus sulfur rubeum, sicut praedictam aquam albam album sulfur nominamus. | [Cap. 45.] Pues de esta piedra yà completa nos quedan todavia muchas cosas por saber y conocer, son estas: assi como del argento vivo, crudo y alvo se impregna la cauda del dragon, ò el aqua lapidis ad dealbandum lapidem magnum, segun la opinion de muchos. Assi tambien dizen otros que del argento vivo rubro se impregna el cauda draconis, ò el agua de rubificar esta gran piedra blanca, y à esta agua llamamos sulfur rubro, assi como à la dicha agua blanca tambien llamamos sulfur blanco, y de estos se haze la impregnacion del argento vivo. |
Et de istis argentis vivis fit praegantio secundum opinionem quorundam. Sed dicitur in Lilio quod melius est quod de metallis quidem fiat color. Vide, fili, & caue quid facias in hoc passu. Tamen dicit Albertus in Mineralibus quod ipse fecit examinare aurum quorundam alchymicorum & post septima examinationem non fuit inuentum nisi terra quaedam & faex mortua. Et ideo dicit ipse quod falsi alchymistae sunt qui per alba dealbant & per citrina citrinant. | Pero en mi opinion, mejor es que el color se haga de los metales, porque san Alberto Magno dice, en lo De mineralibus, que despues de aver examinado siete vezes el oro de algunos alchemistas, no se halló otra cosa que vna tierra ó hez muerta. Y assi dice el mismo que son falsos alchemistas aquellos qui per alba dealbant, et per citrina citrinant. |
Et melius est & melius agunt qui de sulphure & argento viuo hoc agunt, vt dicit idem. Quod non intelligitur de argento viuo communi & sulfure communi, sed de qua nostra rubea, vt dicitur in Lilio. O natura illa caelestis, qualiter vertis corpora illa in spiritum. O quam admirabilis natura, qualiter omnibus eminet & omnia superat. Et est acetum acerrimum quod facti aurum esse verum spiritum, sine quo aceto, nec albedo nec nigredo, rubedo fieri potest. Et est sciendum de ea quod cum corpori admiscetur & fit vnum cum eo, vertit ipsum in spiritum. Spirituali vero igne tingit ipsum tinctura inuariabili, quae deleri non potest per hanc aquam acutam. | Y mejor obran los que hazen esto del argento vivo, y el sulfur, no del comun, como se ha dicho, sì de nuestra rubra. Y de esta es de quien exclaman los philosofos, diziendo: O, natura celestis, qualiter vertit corpora illa in spiritum! O, quam admirabilis natura, qualiter omnibus eminet et omnia superat! et est accetum vberrimum quod facit aurum esse verum spiritum. |
Et vt inquit Alphidius, haec aqua lapis est indorum, babyloniorum & aegyptiorum, &c. | Y esta agua, en fin, es la piedra de las Indias, los indios, babilonios y egypcios, etc. |
Cap. 46. Scias, fili carissime, quod hoc opus tum confirmatus est hoc, vt dicit Alphidius, vt sit iustum, integrum, in destillationibus suis mundum. Et sit in medio sui grauis & directione aetatis suae: bonitatis autem potestas eius in praedictis consistit; sin autem perit & euanescit, dominumque suum vacuum ab opere exeuntem dimittit. Et hoc est quum immundum fuerit, siue mistum, siue turbatum, siue impetuosu; vel accipitur inferiori parte suae generationis, vel accipitur senex, vel infans, vel operatur igne alieno. Haec itaque sunt quae ipsum corrumpunt et sunt haec ea decem quibus vnusquisque errauit, qui errauit. Cum enin figitur istud animal vel iste lapis, et ei forma perficitur, tunc est aptum operationi, antequam melancholia super ipsum habundet, antequam aer in eo gignatur & senescat. Ergo res recentes assumi debent & cito, vt est dictum, & facere compositum antequam euanescant. Si vero cognosceres naturas metallorum & causas mineralium, scires in momento errorem tuum corrigeres, & ideo vtile est hoc scire, vt superius est dictum. | |
Cap. 47. Nonc autem bonum elixir tibi describam, antequam opereris & postuqam operaturs fueris. Secundum dicta Alphidii oportes quod sit humidus ante operationem, vt est dictum, & cum decoquitur, coaguletur & inspissetur, velut sal & sicut nix & grando. Et sit dulcis saporis, nigri ventri, albi coloris. Et post operationem sit lucidissimae fractionis, id est, fracturam habens lucidam & serenam lucem & ignis splendore rubeum. Elixir, cum prolongatur aspectus in eo, fieti sicut carbo in tenebris, & cum ingreditur ignem fit album ante perfectionem, & cum intenditur ignis fit rubeum & sicut carbo in tenebris, sicut est dictum. | |
Cap. 48. Dicit Ortulanus in fine sui libri[63]: «Sunt enim duo coadiutores per quos operatio facilius adimpletur vnusque destructor, qui totam operationem inficit nisi deleatur. Coadiutores sunt sulfur praeparatum & arsenicum sublimatum, in spiritum olei redactum. Sulfuris proprietas est mercurium congelare & cum mercurio perficere, teste Gebero dicente: “Vis sulfuris albi non vrentis mercurium congelat & se ipsum mortificat”. Proprietas autem arsenici est totum lapidem inspissare & viuificare si debito modo preparetur. Nuncupatur enim ventus, & aer & oleum incombustibile. Vnde qui negligit oleum a mercurio separare, loco eius accipiat arsenicum preparatum». Patet ergo omni subtiliter intuenti quod quicquid ponitur in lapide ad ipsum perficiendum, siue ad album siue ad rubeum, impraegnatur siue ex spiritu siue corpore, vt est dictum. Et quod illud hanc aliam scientiam quam aqua, quae possit subtiliando & augmentando ipsum lapidem dealbare. Et hanc opinionem tenuimus superius, vt est dictum. «Destructor lapidis est sal armoniacus qui venale invenitur». Sed non loquitur philosophus de sale armoniaco coniungente matrimonium inter vcorpus & spiritum, sed loquitur de aere abstracto a mercurio, id est, de aqua nostra, vel spiritu nostro fixo, vel cauda draconis, vt est dictum. | |
Cap. 49. «Sunt etiam plura collateralia alia quae sunt valde apta in abbreuiatione operis, vt sunt sales, & attramenta, & allumina & quaedam aquae animalium et vegetalium, quia quaedam aquae fiunt ex istis que incontinenti soluunt corpora vt aurum & argentum, et tunc potest aqua auri & argenti commisceri cum lapide bene prius purificato ab omni extranea re. Et tunc festinatur opus magis in vna die quam alio modo fieret in tribus mensibus». Et nos sic fecimus & est & fuit opus nostrum, non autem de aliquo spiritu, indagatione nostra contenta in hoc libro, quamuis per quosdam spiritus praeparatos possit opus iuuari & facilius adimpleri, vt est dictum. Et quando in indagatione nostra ponebamus aliquem de spiritubus praeparatum qualitercunque, siue per sublimationem siue per solutionem aquae fortis, vt est dictum, tunc solum opus nostrum inficiebatur in probatione, quia quaedam pars ipsius mercurii in terram qundam immundam vertebatur. Et quando ex solis corporibus impraegnabamus, tunc signa nostra erant & apparebant pura & munda. Tamen dicere videtur Geber & tenere quod haec substantia quae lapidem perficit, est «pura substantia argenti viui, & est materia quae ex materia illius sumpsit originem & ex illa materia creata est. Non est autem illa materi argentum viuum in sua natura, videlicet, in tota sua substantia, sed fuit pars illius. Neque est tunc cum lapis noster factus est pars eius; ipsa enim illustrat & ab adustione conseruat, quae perfectionis significatio est». Et haec sunt verba Geberi in ‘Summa perfectionis magisterii’ sub rubrica “Quae sit substantia quae perficit lapidem”[64]. Et propter hoc quidam fecerunt compositum suum ex tribus aquis, videlicet, ex aqua mercurii, id est, in mercurio in aqua soluto, & ex duobus spiritibus iam praedictis vel ex vno ipsorum tantum, scilicet, ex spermate albo quantum ad album. Et sic compositum ipsorum erat ex fixo & non fixo. Postea, ex ipso mercurio non fixo praeparato, siue per sublimatinonem siue per solutionem, totum opus nitebantur perficere eo modo nostro, vt est dictum. Sed nullum istorum vidimus ad intentum peruenire, sed potius in desperationem operis incidebant. Vnde, fili, cum Geber profundissime mediocribus loquatur & prudentibus manifeste, fatuos autem miserabiliter excludat ab intentione vera huius scientiae. Ideo, si ipsum recte intelligis, haec substantia est illa de qua superius dixcimus & operati fuimus, vt est dictum, & per eandem vera sunt praedicta, vt patet subtiliter intuenti. Quae substantia, vt ipse dicit, elicitur ex corporibus vel ex ipso argento viuo, videlicet, in metallico corpore conuerso per naturam, quia argentum viuum tenet in se naturam sulfuris & ideo ipse est materia omnium metallorum, quae ex argento viuo & sulfure fiunt, vt est dictum. Et supposito quod ex argento viuo eliciatur ista materia, ipso in metallicum corpus non conuerso, sicut ex argento viuo communi, vt velle videtur ipse Geber, qui dicit & tenet, vt videtur, quod ex ipso solo potest fieri lapis, attamen ipse dicit quod fixetur prius, ita quod gaudeat in igne perseuerans. Et tunc est idem ac si esset naturaliter in metalli speciem conuersum, nec plus. Neque enim aliud ad hoc opus perficiendum requiritur quam metallum, vt inquit Geber, non tamen perfectius ab ipso mercurio fit lapis, nec ab eo plus perfecte eliciatur ista substantia quam de corporibus. Ergo ex corporibus potest elici ista ateria ita perfecte sicut a mercurio etiam elicitur. Ideo ad ipsa corpora ad istam substantiam eliciendam dignum duximus recurrendum esse, dimisso mercurio communi, provt est in naatura sua, propeter longam & prolixam eius praeparationem & fixionem, circa quam laborauimus quandoque, & plures alios vidimus laborare, & nihil finaliter inuenimus. Et ideo de sublimatione istius mercurii & aliorum spirituum praeparatione in hoc primo libro nihil curauimus, quia nihil valet ad operationem vel perfectionem vnius solius preciosi lapidis, vnde nihil perficit nec iuuat. Vnde securius est ex ipsis corporibus hanc elicere substantiam quae perficit lapidem, quam de mercurio & aliis spiritibus, & per ipsa coprpora operari, vt a nobis est expressum. Item dicit Ortolanus quod «fit aqua ex vegetabilibus que incontinenti tollit combustibilitatem sulfurum[65] & adustionem, & remanebit album & incombustibile. Et sic a Deo creata sunt mirabilia ad compositionem nostri lapidis». | |
Y aviendo yà dicho quanto se ofrece en la operacion de esta piedra, siguese la vltima manufactura. Es la | |
De proiectione. Cap. 50. | [Cap. 50.] PROIECCION. |
Fit autem proiectio istius medicinae super corpora tali modo: Secundum enim quod subtilior est lapis, plus oportet de corpore in proiectione & minus de medicina ponatur, quae sit ita subtilis quod possit cadere super pondera sequentia & ipsa conuertere. Ita faciendum est & hic modus tenendum in omne poriectione, tam ad album quam ad rubeum, secundum maius & minus pondus ipsius medicinae. Accipe vnam vnciam de medicina & accipe 50 vncias de plumbo vel stanno & funde super ignem, & proiice istam vnciam medicinae super istud plumbum fusum vel stannum & totum conuertetur in medicinam. Et si medicina non fuerit tantae virtutis quod tantum pondus possit conuertere, vt est dictum, minus accipe de corpore & plus e medicina; & si plus potuerit conuertere, plus acipe de corpore. | Hazese la proyeccion de esta suma medicina sobre los cuerpos de esta suerte: Segun lo sutil que sea la piedra, tanto mas se ha de observar en esta proieccion, de modo que siempre ha de ser mayor y mas cantidad la del cuerpo que la medicina, y esto se ha de observar como regla general en toda proieccion, tanto para lo blanco como à lo rubro, segun el mayor ò menos peso de esta medicina. V. g., toma vna onça de medicina y cinquenta onças de plomo ó estaño y fundelo en el fuego, y hecha esta onça de medicina sobre el plomo ò estaño derretido, y todo se convertirà en medicina. Y si este no tuviesse toda la precisa virtud para hazer dicha conversion, entonces tomaràs menos porcion de cuerpo y mas de medicina. |
De isto toto conuerso accipe vnciam vnam & simili modo propiice super 50 vncias plumbi vel stanni fusi, aduh totum istud conuertetur in medicinam, sed non ita fortis sicut ea quam primo fecistis. | De todo esto assi convertido toma vna onça, y del mismo modo la echaràs sobre treinta onças de plomo ò estaño derretido y todo se convertirà en medicina, no tan fuerte como la primera que hiziste. |
Iterum accipe de isto vltimo conuerso vnam vnciam & iterum tertio propiice super 50 vncias aeris & in lunificum vel solificum conuertetur, secundum colorem medicinae. Qui sol siue luna per hanc medicinam generatus vel generata excedit omnem solem & lunam naturalem in omnibus proprietatibus, tam medicinalibus quam aliis. | De este ultimo converso toma tambien otra onça y viertela sobre otras cinquenta de metal y se convertirà en lunifico ò solifico, segun el color de la medicina, porque si el elixir fue blanco saldrà plata, y si rubro, oro. Y este sol ò luna, convertida y engendrada por dicho medicamento, excede al sol y luna naturales, tanto en quilates como en todas las propiedades medicinales. |
Et eodem modo fit haec proiectio super mercurium. Ex isto patet quod mercurius noster vere est se ipsum mortificans, se ipsum generans & viuificans. Fit autem proiectio in crucibulo terreo & ante fugam mercurii. | Y del mismo modo se haze la proyeccion sobre el mercurio. |
Debes autem probare & experiri quando medicina facta fuerit, super quanta pondera cadere poterit per modum praedicto. | |
Potes autem si volueris, per solutionem & congelationem, vt est dictum, ipsam medicinam ita subitiliare quod postea mille millium conuertat partes ipsas. Haec autem certitudinem proiectionis & subtilitatis medicinae relinquamus indagandam tuae industriae. | |
Insuper etiam cum hoc poteris per ipsam facere vitrum malleabile & fingere lapides preciosos. | Con esta medicina haràs el vidrio mas hermoso y colorado y fingiràs piedras preciosas. |
Veruntamen per ea quae diximus in hoc capitulo non intendimus, fili, concludere in modo e& forma & ponderibus proiectionis, quin aliter etiam possis ea facere per alia pondera, provt postulat virtus medicinae & natura. | |
Nunc autem qualiter medicina haec ab humanis sumpta corporibus ea in sanitate conseruet & a languoribus acquisitis purget, siue fomentatione siue nutritione, & a superuenientibus defendat, videamus. | Como conserva esta medicina à los cuerpos humanos en su sanidad, y lo purga de sus enfermedades adquiridas y le defiende de las futuras, ò con la nutricion ò la fomentacion, verèmos en el siguiente parrafo. |
Cap. 51. Dictum est superius qualiter per hanc medicinam infirma & imperfecta corpora metallicapurgantur & sanantur, & ad naturam perfectiorem perducantur. Nunc restat dicere qualiter per eam corpora humana infirma sint sananda & in sanitate conseruanda, provt in Lilio continetur. Sic enim scribit ad hoc ibidem. Cum enim homo dignissima sit creaturarum, cuius gratia & amore omnia sunt condita a Deo eidemque subdita, et eius corpus recipit excellentiam omnem quouis iure diuino & humano, merito ergo quod eum in sanitate iuuentuteque conseruat cunctos, ab eo repellendos languores & a superfluitatibus auertendo, summa diligentia est perquirendum. | [Cap. 51.] Yá hemos dicho como los cuerpos metalicos enfermos se purgan, sanan y se reducen à la perfeccion; aora nos resta decir como por esta medicina se han de sanar los cuerpos humanos enfermos y conservarlos en su sanidad. Como el hombre sea la mas digna de todas las criaturas, pues Dios criò para sì, y le sujetò todas las cosas –omnia subieciste sub pedibus eius‐, con razon se ha de procurar conservar al hombre y mantenerlo en su juventud. Y esto haze esta suma medicina, mas virtuosa y mas fuerte que todas las confecciones y bebidas de Galeno y Hipocrates, tanto que hasta la lepra y el cancer, por envegecidos que estèn en el cuerpo, los expele y lo dexa puro y limpio. De modo que sana con mayor eficacia à los cuerpos en donde ay calor y movimiento que aun à los cuerpos de los metales enfermos, y expele de ellos qualesquiera superfluidades. |
Hoc enim operatur natura super omnem Galeni, Hippocratis, Auicennae & aliorum philosophorum medicinam, vel potationem confectionemue, vt etiam lepra ab eo repellatur. | |
Este etiam ratio ad praedicta, quod cum dicamus etiam hunc esse spiritum quem quaerimus, quo tingamus in quolibet corpore, sicque fiat antidotum & medicina omnium corporum curandorum & purgandorum. Et hoc habet fieri igne naturali nutriente in metallorum infirmorum corporum, multo fortius ab humanis corporibus assumpta, naturalem calorem & motum in se habentibus erit promptum & deputatum ad expellenda quaecunque superflua repelletque omnem languorem fomentatum & nutritum. | |
Cap. 52. Haec medicina in confectionibus posita protegit ne quis eidem morbus adueniat in futurum. Magnates auro limato in confectione posito quaerunt sanitatem & iuuentutem reparare: quanto magis per aurum quod est in corpore magnesiae occultum, vt est dictum, nunc purgatum, & aereum & spirituale factum. Quia quanto medicina es subtilior, tanto efficacior est, vt apud quoslibet medicos de facto es videre, quoniam omnes tendunt ad medicinarum suarum subtiliationem & contrictionem, seu pistationem aut decoctionem. | [Cap. 52.] Puesta esta medicina en las confecciones, libra de las enfermedades futuras. Y poca cantidad, sea bebida ó aplicada, haze maravillosos efectos. |
Alias indagationes huius medicinae in particulari, causa breuitatis relinquimus industriae tui magisterii. | Dexo las experiencias à tu industria, y espero que al fin me has de dàr las gracias. Dios te dè salud y gracia para servirle. |
F I N | |
[Aquí acaba la parte práctica. El texto latino continúa este segundo libro cuatro capítulos más (cinco páginas en TC3‐1659), buscando convencer de que el método expuesto no es sofístico y que sigue en especial a Alfidio y Hortulano, aportando más citas de ambos. El final adelanta el contenido del tercer libro: la elaboración de la piedra en los reinos vegetal y animal.] |
[1] Vida, ascendencia, etc. (1743), Trozos segundo y tercero.
[2] Segunda noche, sección Piedra philosofal.
[3] De secretis adeptorum (1684), pp.
[4] Tomo VI. El hermitaño y Torres. Aventura curiosa en que se trata de la piedra philosophal y las tres cartillas, Rustica, Medica y Eclesiastica.
[5] Esta refundición era antigua, hacia 1733.
[6] El Cours de chymie (ed. pr. 1675) de N. Lemery, de gran éxito, conoció muchas reediciones y fue traducido a varias lenguas europeas, entre ellas el español (con añadidos del traductor) en 1703, con el título de Curso chymico, con al menos tres reediciones.
[7] La extensa obra de Pierre Jean Fabre (1588‐1658) abarca medicina, farmacopea espagírica y alquimia transmutatoria.
[8] El Rosarius arnaldistarecibía a veces el apelativo de maior (más raro magnus)para distinguirlo de varios rosarius minores.
[9] A Richardus Anglicus se atribuye un Correctorium alchemiae (sólo Correctorium en TC2), publicado anónimo en Artis auriferae como Correctio fatuorum.
[10] La traducción de Dorn del Liber de Bernardo fue publicada en TC1; el gentilicio debería ser Trevisano, no Travisino
[11] Este es el título del libro de Texeda, la obra de Filaleta es La entrada abierta el cerrado palacio del rey.
[12] Dado que el libro de Texeda fue publicado en 1727, este comentario refuerza la conclusión de la fecha de revisión en 1733. Ver nota 235.
[13] Es difícil que Torres hubiera llegado llegado a estas conclusiones solo leyendo el libro.
¿Llegaron a conocerse personalmente él y Texeda?
[14] Ya hemos comentado la polémica Aldrete‐Feijoo.
[15] Se trata de Triunfo de la tranmutacion metalica (1734). El año de publicación de esta obra pone, pues, la fecha límite para esta la revisión de Torres. En conclusión, aunque no se conoce ningún ejemplar, debió ser publicada en 1733, año de la dedicatoria del tomo 6º.
[16] Seguramente Feijoo
[17] Las “ilustraciones” son los textos de Texeda. El ermitaño tendría y habría leído “días ha” el
Introitus en latín.
[18] Se rectifica aquí el título de Tesoro chimico de la primera edición.
[19] Sigue sin corregir la mala traducción.
[20] Se entiende mal de qué manera “experimentó los embustes”, si “jamás alambicó una yerba”, como aclara a continuación.
[21] En Scriptum in secundum librum Sententiarum, 7, 3, Solut. ad quintum. La cita no es literal, pero el sentido no difiere. En sus apologías los alquimistas podían recurrir también a Aquino en sus Commentaria in Meteor., 3, 9. Por ejemplo, T. Mufettus, De iure artis alchimicae, en TC1: «Alchimistae per veram artem alchemiae, sed tamen difficilem propter occultas operationes virtutis coelestis, quam mineralis dicitur, quae ex eo quod sunt occultae a nobis imitari possunt, per praedicta principia vel per principiata ab ipsis, faciunt aliquando veram generationem metallorum».
[22] Magia naturalis (1558), lib. 3, Proemium.
[23] Estrabón (siglo I aC), en Geographica, 3.147 (= 3, 2, 9) trajo la cita siguiendo a Posidonio (siglo I I‐I aC); este usó la frase de Falereo para contraponer la gran productividad de las minas de los turdetanos (antigua Tartessos, valle del Guadalquivir), con la escasez de Ática.
También lo citó Ateneo, Deipnosofistas, 6 (siglo II‐III), en un contexto similar de buscadores de oro.
[24] Vieja reconvención de los filósofos a los sofistas que buscan la piedra en materias inadecuadas.
Torres usó aquí un adagio, recogido y comentado por Erasmus, Adagia, 1, 4, 62 (= nº 362):
«Plautum in Poenulo: “Tum pol ego et oleum et operam perdidi”, id est quicquid insumpsi seu rei seu laboris, id frustra insumptum est. Metaphora ducta est a gladiatorum ac palaestritarum certaminibus, in quibus certaturi unguentis quibusdam olaceis perungebantur».
[25] En el Theatrum chemicum no hay ninguna obra con este título ni, hasta donde hemos podido averiguar, obras detractoras de la alquimia.
[26] Porta, Magia naturalis (1589), lib. 5, receta Stannum in argentum vertere.
[27] Edición original en Verae alcjhemiae (1561), parte 2, p. 73.
[28] Si ambas partes pertenecen a la misma obra, algo que no es evidente.
[29] Estos versos están inspirados en el pasaje del Liber lucis, cap. 2, citado por Torres, que desdeña los excrementos y se atiene al mercurio mineral.
[30] Tractatus Micreris, en TC5: «Oportet aes dealbare quousque eius spiritum extrahas […] Fex nigra residua est corpus […] Accipe ipsum & sicco igne operare, quousque ex ipso exeat spiritus quem in eo inveneris, qui dicitur avis Hermetis, quam in tempus opportunus custodias». La ceniza también está implicada en este pasaje. El tema del espíritu encerrado en una piedra proviene de la alquimia griega.
[31] A Torres le pasó por alto mencionar esta segunda blancura, la verdadera.
[32] Torres abandonó aquí la ficción del autor alemán y nombró al autor divulgado por la versión impresa. La fuente de esta frase puede ser el Thesaurus philosophiae (inc. “Reserat nobis”), publicado anónimo en BCC, t. 2.
[33] La cita se encuentra en la Turba, en el sermo de un Florus o Fiorius (sermo 69 en Ruska).
[34] HMES 3, Appendix 12
[35] Opus praeclarum ad utrumque magistri Valentini expertissimi. Quod pro testamentum dedit filio suo adoptivo.
[36] Boetius, Consolatio philosophiae, lib. 1.
[37] Elucidarius Artis Transmutatoriae metallorum summa maior de opere vegetabili et minerali dictus Christophori Parisiensis Philosophi vetustissimi Raimundi Lulli imitatoris in theoricam et practicam distinctus, TC, VI, 196: “Después el llamado maestro del arte general, el cual hizo un libro que comienza Studio namque florenti, etc. con el cual no puede errar el que tiene algún ingenio”. Ver también: ibid., 202 y 290.
[38] «Studio namque fiorenti philosophico quandam phylosophiae […]». TK, col. 349, 1529 y 1530.
[39] HMES, III, 133-134; 182 ss; pp. 688-691. Van Lennep, J., Alchimie, contribution à l ‘histoire de l’art alchimique, Bruxelles 1985, 443.
[40] “Liber de magni lapidis compositione et operatione…”, en Gratarolo, G., Verae alchemiae artisque metallicae…, Basilea, Henricum Petri & Petrum Pernam, 1561, 1-34. “Incerti Auctoris, De magni lapidis compositione & operatione”, en Theatrum Chemicum, Ursellis, Lazarus Zetner, 1602, Vol. 3, 1-56.
[41] Anzuini, C. A., Auriloquio. Nel quale si tratta dello ascoso secreto dell’alchimia. Trattato manoscritto del ‘500 d’interpretazione alchemica dei miti greci e romani…, edizione e note a cura di Carlo Alberto Anzuini, Paris, SEHA y Milán, Archè, 1996, Textes et Travaux de Chrysopoeia, 22-23, nota 35.
[42] Manuscrito cartáceo de 58 páginas, numerado recientemente a lápiz. lr.: Inc.: «Testus Alkimie / Rubrica incipit liber de magni lapidis compositione et operatione prologus. / Studio namque fiorenti philosophico […]»; Expl.: «[…] Et hoc tamdiu agunt donec fiat lapis et sit liquidum. Deinde accipiunt ipsum et terunt de parumper […]» (mutilado al final). Otros manuscritos: Biblioteca Real de Copenhague, ms. 1717, Alchemical muscellany, vol. 6, 10: Liber de magni Lapidis compositione et operatione, et varia experimenta chymica, quorum prima est reductio calcis corporum in solida massa. Es una copia del siglo XVI. BCNF, Magl. 16, 66, siglo XVI, 260-301: Magistri Iohannis florentini Incipit liber de magni lapidis compositione editus a magistro artis generalis florentino. En la misca biblioteca: Magl, 12, 056, siglo XVI, 29ª-52b: Studio namque florenti phisico quandam philosophie partem secretam (…), acaba en el capítulo 59; Magl. 16, 133, siglo XVI, 46a-100a: Liber quod dicitur textus Alchimie de magni lapidis compositionem cuius fuit auctor episcopus philadelphus seu Magister de Florentia et a Cristopharo parisino nuncupatur Magister Artis Generalis quae asserit Artificem non contingere (!) errare si secumdum. Magl. 16, 140: De magni lapidis compositione. Incipit textus alchimiae quem ut aiunt composuit philadelphus qui a Christophoro parisiense vocatur Magister artis generalis et magister de Florentia. Wolfenbüttel, Herzog-August-Bibliothek MS. August 3721, datado en 1467, 1-69: Liber de magni lapidis compositione et operatione. Leiden MS. Vossianus Chym. F. 44. Siglos XVI-XVII. 1-61v: Textus alchimiae sive opus de magni lapidis compositione (Libri III). Leiden MS. Vossianus Chym. Q. 10. año 1524: 1-73v: Bernardi de Florentia [nombre que aparece en p. 58], De magni lapidis compositione. Manuscrito con el texto completo. Bologna, Biblioteca Universitaria de Bologna, ms. 104, cartáceo datado en 1476. 61r-104r: Liber Florentii De lapide philosophico. Inc.: Studio namque florenti philosophico [añadido de mano posterior] quaddam philosophie partem (61r) / Exp.: in sermonibus veluti doctrina sancti spiritus operatur (104r). Florencia, Bib. Laurenziana Ms. Ashnurham 1316, siglo XVI: De compositione lapidis magni. BCNF, F.N., II, III, 25, 262-304: Incipit Liber de magni lapidis compositione editus a magistro artis generalis florentino. Incipit: Studio nanque florenti philosophico quandam philosophia partem secreta videlicet (…). Explicit: (…) una pars cadit super mille millia. Explicit secretum secretorum mineralis lapidis Magistri Jo. (sigue una breve anotación en 304b-305a). Turín, Biblioteca Nazionale MS. 1195 (H-II-9). Siglo XVI. 113 folios. 1. Liber qui dicitur textus Alchemiae de magni lapidis compositione et operatione. Bibliotheque Nationale de France, ms. lat. 7149, siglo XV, 32: Anonymi de magni lapidis compositione et operatione libri tres. Con las tres partes. No obstante, este texto anónimo fue aprovechado en otros textos más famosos. Así, su capítulo LIII (inc.: Deinde curandum non est de falsis Alchymistis, nec de eis credentibus…) es prácticamente idéntico al que se puede leer en Rhenani, Ioannis, Harmoniae Chymico-Philosophiae, Francofurti, Conradum Eifridum, 1625, Parte “Lilium alchimiae, sive Rosarios minor”, 366: “Falsi autem alchymisti & eis credente…”. El manuscrito de Florencia Magl. 16, 133 nos da un dato sobre su autoría nunca antes considerado. En concreto nos dice que el autor fue un tal “episcopus philadelphus seu Magíster de Florentia”. También otros manuscritos dan la autoría a este “Episcopus Philadelphus”, como los manuscritos L.III.34 de la Biblioteca Riccardiana de Roma, el Ms. G.B. q. 74 (siglo XVI), 1r-102v de la Türinger Universitats- und Landesbibliothek Jena y el 254 del fondo del Marqués Alessandro Gregorio Capponi (1683-1746) de la BAV (ms. Cappon-254, 1r-91-r), sendos homónimamente titulados Textus alchimiae quem, ut aiunt, compossuit Episcopus Phyladelphus qui a Christoforo vocatur magister artis generalis et magister de Florentia, De magni lapidis compositione. Un texto que, por cierto, estuvo prohibido por la Inquisición española (Carbonero y Sol, L., Índice de los libros prohibidos por el Santo Oficio de la Inquisición española…, Madrid, Antonio Pérez Dubruli, 1873, 414).
[43] BNF ms. lat. 7149,
[44] virtuosidad: Así en el texto; quizás un error por “vntuosidad”.
[45] El autor tuvo aquí una confusión con el león verde. Morienus, De compositione, “Dispositio secunda”: «Sume fumum album et leonem viridem et almagra rubeum et inmunditiae mortui».
Id., “Positio specierum”: «Leo viridis est vitrum, almagra quoque est laton, licet superius eam esse terra rubeam dixerimus».
“Vitrum” parece un error por “vitriolum”; por “laton” hay que entender cobre.
[46] Morienus, De comp., cap. “Dispositio sapientum”; la cita está al contrario: «Fac ut fumus rubeus fumum album capiat ac deorsum ambo effunde ac coniunge, ita scilicet ut in eorum commixtione ex utroque par pondus apponatur.
[47] Sigue una larga cita de Hortulanus (Expositio, cap. 4‐5) con breves comentarios intercalados.
[48] bonae alterationis: caliditatis H.
[49] ex ventre suo: a nutrice sua H.
[50] lapide: patre H.
[51] creauerunt: caruerint H.
[52] nostri: matri H.
[53] sic… retinebunt: Párrafo corrupto también en las copias de Hortulanus
[54] Tomado del Rosarius arnaldista, lib. 1, cap. 8.
[55] Cf. Newman, Geber, p. 6 ss. Bonus (Margarita, cap. 3) atribuyó esta definición a Morienus y Lilium. Su redactado es el que se encuentra normalmente: «Alchemia est ars ministralis septem metallorum essentiam continens qualiterque formae formae eorum a diminutione ad complementum naturale deducantur ostendens».
[56] La definición original, transmitida en el prólogo Castrense, atribuida a Hermes es: «Alchymia est substantia corporea ex uno et per unum composita, preciosiora ad invicem per cognationem et effectum coniungens, et eadem naturali commixtione ingeniis melioribus naturaliter convertens».
[57] Morienus, ed. Stavenh. p. 22.
[58] Geber, Summa, 16 (ed. Newman).
[59] De congelat., cap. 1: «Est autem res quaedam, qua utuntur quidam ingeniosi cum volunt rem siccam coagulare, quae componitur ex duabus aquis et dicitur lac virginis».
[60] Acta apost., 14, 21: «Per multas tribulationes oportet nos intrare in regnum Dei».
[61] opus: fort. corpus
[62] thelesmi TC3: thebesim Verae alchemiae
[63] Cap. 17 de la Práctica.
[64] Lib. 2, cap. 2 (cap. 40 en numeración continuada; 37 en la edición de Newman); la rúbrica es variable.
[65] sulfurum: sulfuris
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Semita recta. Edición y traducción. Ms Vat Pal lat 978 [Omnes Decus]
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Perfectum magisterium. Edición y traducción del ms. Palermo QqA10 (s. 14) [Omnes Decus]
Contenido1. Temas.2. Versión breve.3. Versiones aumentadas (mss: JV -SMBF).4. Versión aumentada, con añadidos y desordenada.5….
Archelaus. De corporibus et spiritus. Transcripción y traducción [Omnes Decus]
ContenidoIntroducción. Manuscritos.Extractos.Otros.Citas y préstamos[4].Edición. Introducción. De la obra atribuida a un Archelaus-Archilaus-Archileus con el título…