Notas a la transcripción
Transcribimos el texto del códice IB‐BPM ms. 1083, ff. 252‐272. Ignoramos si se conserva en otro.
Notas de transcripción:
- Los subrayados han sido pasados a cursiva.
- Se han pasado los corchetes a paréntesis, a fin de conservar los corchetes solo para aportaciones de edición ajenas al texto.
- El texto original fue revisado a nivel ortográfico posteriormente por la misma u otra mano. En especial se han duplicado eses (corrección arcaizante) y se han puesto nuevas tildes agudas (corrección modernizante; las originales son graves). Nuestra transcripción procura conservar los acentos, salvo descuidos; las otras correcciones las conservamos en general, pe o no siempre, sin seguir un criterio concreto.
- Se han eliminado las tildes de las palabras latinas.
- Hemos realizado una división por párrafos (§) adaptada a la hecha por Bordoy en su réplica.
[235r] Fiel noticia de la verdad de la alquimia, practicada por el Doctor Iluminado Beato Raymundo Lulio según su Arte; y ahora subministrada al Reverendisimo padre Mariano Bordoy, Prior del Convento de Nuestra Señora del Carmen, por Fray Bartholome Fornés, franciscano observante
[Introducción]
- Ya amados condiscipulos, cesó mi resistencia à vuestros ruegos, para dar testimonio de la verdad de la arte y ciencia de la alquimia. Con razon me resisti por causa de mi enfermedad y porque no ignoro que no es menester trabajar ni estudiar mucho para negar la verdad. Pero para demostrarla es necessario trabajoso estudio.
- En mi mismo experimenté la verdad de la sentencia del Espiritu Sto que dice: “Qui addit scientiam addit laborem”. Eccl. c. 1, v. 18, porque [235v] hallandome apostolico missionista en el seminario de San Miguel de Escornalbou y viendo que me faltaba la ciencia para discernir la confusion de las contrarias opiniones en la theologia moral, suspendido mi santo oficio y con las debidas licencias, fui a buscar en Moguncia lo que no se hallaba en España, es à saber, maestro de la divina arte y ciencia luliana. Lo mismo fue entrar à dicha ciencia, que verme obligado a reasumir el trabajo de la mision, predicando, con palabra y escrito, à mis hermanos, para librarlos de las falaces opiniones que militaban contra nuestro Instituto, signanter en la perdicion de tiempo y daño que causa el superfluo culto a Ceres y Baco.
- Lo mismo me sucedió buelto al seminario, contra las opiniones laxas, trabajando contra ellas con palabra y escrito. Lo proprio me sucedió en Salamanca contra las opiniones escolasticas opuestas y contrarias a las verdades del libro de la naturaleza y a la infinita verdad de su autor. Contra la corriente de los rios me fue preciso remar para hacer llegar al puerto de la verdad la arte luliana contra la calumnia feyjoana [1].
- Ahora, por haver añadido à la ciencia de la alquimia, me veo obligado à añadir el trabajo de discernir el encontrado sentir de dicho reverendisimo P. Bordoy y del sapientissimo Salzinger en orden à la alquimia.
Supongo que dicho P. Prior ha leido los ‘Perspicilios lulianos’, que estan en el principio del primer tomo de la impresion Moguntina. Y si la multitud de razones que alli trahe mi maestro Salsinger [236r] no obstan à su reverendisima para tratarlo como apasionado, que sera de mi, su indigno discipulo lleno de ignorancia? Sin embargo, diré como discipulo la verdad que alcansé, y espero que el Rmo P. Prior me lo estimará. Y con esta confianza, en el Smo nombre de Dios empezaré.
[§ 1. Argumentación]
1.- Dicho Rmo P. Prior, en la confutacion del libelo infamatorio de la santidad, martyrio, doctrina y culto del Bto Raydo Lulio, en la respuestas al texto 85, pag. 173, n. 52, dice:
“Mas me parece muy cierto por las razones que voy à alegar, que por mas que el Bto. Lulio tratase incidenter algunas cosas sobre la theorica de esta ciencia, però que nunca fue alquimista en la practica, ni los libros que corren de alquimia en su nombre son suyos, sinò falsamente apropiados.”
2.- En el n. 53, para fundar este parecer dice el mismo prior:
“Para esto hay dos razones, à mi parecer convincentes, diga lo que dixere Salzinger, empeñado en hacer al Bto Lulio alquimista. La 1ª es que en los libros que sin duda se confiesan parto de su ingenio, se enseña de continuo (no es tan continuo que no pase centenares de libros sin hablar una palabra de dicha ciencia), enemigo capital de los alquimistas. Refuta la alquimia y la dá por imposible y quimerica, convence à los alquimistas de falaces y avisa que nos guardemos dellos, y de continuo esta persiguiendo la alquimia y sus profesores.
3.- “Me contentare en con alegar uno ò dos de estos del Bto Lulio. El primero es del libro de las Questiones sobre el arte (Per artem demostrativam et inventivam solubiles), en donde busca Utrum alchimia sit [236v] in re vel in ratione tantum?”
En la solucion que dá el Bto. Raymundo à esta question, funda el Rmo. P. Prior su parecer de que el Bto. Lulio no fue alquimista.
4.- El mismo, como si argumentara, asi dice: El Bto Lulio se demuestra contrario a los alquimistas; luego no fue alquimista.
Ahora obiter se demostrará que no es necesaria la consequencia; despues se verá fundamentaliter y de proposito, que no es necesaria ni convincente en la misma question.
Dice pues el P. Prior: El Bto Lulio se demuestra contrario à los alquimistas, luego no fue alquimista. Se distingue el antecedente: Es contrario à los alquimistas falsos è imaginarios se concede; à los verdaderos y reales se niega. Asi mismo se há de entender de la alquimia imaginaria, la qual es solamente en la falsa imaginacion.
5.- No es poco de admirar lo que dice el Rmo. Prior para proponer sus dos razones, que llama convincentes, esto es: “Diga lo que dixere Salzinger, empeñado en hacer al B. Lulio alquimista”.
6.- Los que leyeren esto y no saben en que se funda el decir del sapientisimo Salzinger, pensarán que el tal decir es de hombre apasionado que se empeña à lo que le inclina su capricho, por su pasion sin razon, ò por pasion predominante y contraria à la razon, y asi no se ha de hacer caso de lo que dice.
7.- Però los que saben quan bien probado vá el decir del sapientismo Salzinger en estas y otras disertaciones, no poco se admirarán de que el P. Mtro Prior le niegue lo que Aristoteles condicionalmente concede al rustico, diciendo: Bene dixisset rusticus, si probasset. Quan racionalmente apasionado se empeño el sapientismo Salzinger, no en hacer, [237r] sinò en demostrar que el Bto Lulio fue verdadero y practico alquimista, en adelante se verá.
8.- Salga ahora à luz la question citada por el P. Prior, que no es 165, sino 166[2], en que el B. Lulio la propone dicendo:
“Utrum alchimia sit in re vel in ratione tantum solutio. Ad respondendum huic quaestioni (ait Dr Illuminatus), recurrendum est ad superiora principia, scilicet, ad bonitantem, magnitudinem, durationem, et caetera principia de quibus metalla sunt constituta, ita quod bonita absolute divisa est in bonitatem ignis, in bonitatem aeris, in bonitatem aqua et in bonitate terrae. Similiter magnitudo divisa est in magnitudinem ignis, etc., et per consequens in bonitatem, magnitudine, etc. animalium, plantarum et metallorum, et hoc usque ad secundam vegetativam. Et sic naturaliter consistunt principia, media et fines in omnibus quae naturaliter generantur.
9.- “Et sicut natura habet ordinem in animalibus et plantis respectu principiorum, mediorum et finium, ita quod nullus artifex potest aliud animal transferre in aliud vel aliam plantam in aliam, sic nec alchimista potest transmutare aliam speciem metalli in aliam, cum non possit tantum attingere quantum forma potest de primis principiis usque ad secunda principia.
Et ideo patet quod alchimia non sit in veritate rei, considerante et optante alchimista quod metalla habeant et possint habere multas proprietates quas non habent nec possunt habere, cum non possint esse in perfectione suarum specierum. Quia alchimista conatur dare perfectionem auri vel argenti metallo privando [237v] illud a sua specie.
10.- “Metalla habent suam excellentem bonitatem, magnitudinem et caetera principia propter hominem, quia finis eorum consistit in fine hominis. Et ideo respectu finis ferrum melius est quam aurum, et ita natura quoad bonitate finis plus appett producere ferrum, ut ide fiat gladius, acus et caetera instrumenta quibus humana necessitas indiget, quam aurum, vel argentum vel aliquod aliud metallum. Et ideo illud est in magna copia, quodlibet vero istorum non, nec adeo forte.”
[§ 2.] Explicacion.
[Sobre los principios lulianos]
1.- Para proseguir la solucion es necessario clarificar lo dicho, si alguno lo quiere ver y entender. Los superiores principios son todos los contenidos en el alfabeto del arte luliana, y en la figa A, como son la bondad, grandeza, eternidad y todos los demás. Y son corporales para que dellos sean principiados y esenciadas todas las cosas corporeas.
2.- Estos son los primitivos y universales principios, de quienes se dice quae non fiunt ex aliis, porque son echos de nada en su creacion, neque ex alterutris, porque la bondad [en margen, otra mano: porque la bondad no es hecha de la grandeza ni la grandeza de la bondad], y assi los demás, sed omnia ex ipsis fiunt[3], [en margen, otra mano: sino que todas las cosas son hechas de ellos mismos], como dicho es.
3.- Son reales porque existen fuera de la consideracion humana; son esenciales, naturales y substanciales, para que toda cosa corporea sea esencial, natural y substancialmente tal por ellos, v. g. la piedra filosofal que es totalmente buena, grande y durable, por la bondad, grandeza [238r] y duracion, e igualmente tal por todos los demás principios universales en la linea corporea.
4.- Son necesarios porque ningun ente corporeo puede ser sin todos ellos. Son tan conexos, que ninguno de los mismos puede existir sin estar unidos con todos, porque cada uno tiene accion sobre todos y pasion bajo ellos. V. g. la potestad à todos los passifica para que por ella puedan existir y obrar, y asi tiene accion sobre todos. La misma potestad recibe el ser buena de la bondad, el ser grande de la grandeza, y el ser tal de los demás, y asi tiene pasion de todos, recibiendo de ellos.
5.- Por cada uno se pueden demostrar todos por razon necesaria. V. g., si en la naturaleza corporea universal hay bondad, necessario es que en ella haya grandeza, porque sin esta no se puede extender la bondad à bonificar todos sus comprincipios universales, y por consiguiente seria impossible que fuessen buenos, porque necessario es que todo lo bueno sea tal por la bondad, si hay bondad es necessario que haya duracion, porque sin esta la bondad seria nada.
6.- Asi mismo es necessario, si hay bondad, que en ella haya potestad, sin la qual no pudiera la bondad existir ni obrar. Si hay bondad es necessario que en ella haya sabiduria, que en lo irracional es y se llama instinto, para saber rectamente bonificar. Assi mismo es necessario que en la bondad haya voluntad, que en lo irracional es y se llama apetito, para que apetezca y guste de bonificar, sin resabio de violencia. Igualmente es necessario que en la bondad haya virtud natural, sin la qual [238v] no pudiera la misma bondad estar unida con los demás principios universales. Es necessario que en la misma bondad haya verdad natural, sin la qual seria falsa la misma bondad y quanto se verifica de su prpio ser y obrar. Finalmente si hay bondad es necessario que haya gloria natural, sin la qual ni ella descansaria ni estaria quieta en sus conaturales principios ni esatos en ella.
7.-La misma razon milita en cada uno delos demás principios del arte luliana, para que cada uno sea lo que es y haga aquello para que fue criado. Igualmente se há de discurrir de los demás principios universales contenidos en el circulo de la fga A mayor[4], que son la perfeccion, la justicia y la liberalidad, la misericordia, humildad y dominio, la paciencia ò tranquilidad, la simplisidad ò purissimidad y la nobleza.
8.- Esta necessaria conexion de los principios universales en la substancia corporea significa la identidad de los divinos atributos ò perfecciones, de las quales cada una essencialmente es todas, y todas son cada una, porque en Dios no pueden ser partes porque Dios es un todo purissimo y simplicissimo, que por si mismo es todo lo que es.
Siendo pues Dios bueno, es necessario que sea su misma bondad; siendo grande es necessario que sea su misma grandeza, y assi de las demás divinas perfecciones. Y siendo la divina bondad el mismo Dios, es necessario que por si misma sea todo lo que es, y assi siendo grande, eterna et caetera, es necessario que sea la misma grandeza, eternidad et caetera. Lo mismo, sin discrepar de un apice, es de todas las divinas perfecciones.
[239r] 9.- Los principios universales de toda substancia creada son partes, porque como dicho es, aunque la bondad es grande, no es la misma grandeza; y aunque la grandeza es buena, no es la misma bondad, y assi todos los demás. Si la bondad creada fuesse la misma grandeza por la qual es grande, por la misma razon seria la misma duracion por la qual es durable, la misma potestad, et caetera. Y por consiguiente seria perfeccion totalmente simple ò pura, sin mixtura de cosas diversas, de la qual perfeccion dice Sn Anselmo, principe de la escolastica theologia: Perfectio simpliciter simplex est melior ipsa quam non ipsa.[5] Y por consiguiente seria como la divina bondad, por si misma todo lo que es è infinita perfeccion. Lo que es impossible.
10.- Toda divina perfeccion tiene su acto. V. g., la divina bondad tiene bonificar, la divina grandeza magnificar, etc. Para significar el divino acto, la bondad creada tiene bonificar intrinseco, el qual es impossible sin bonificativo, bonificante y bonificable, bonificado intrinseco y, por consiguiente, es necessario que la bondad corporea universal, que es incessante en bonificar, tenga y sea tres correlativos essenciales, naturales y consubstanciales, que son bonificativo, bonificable y bonificar.
11.- Lo mismo es y se há de decir de cada uno de los demás principios contenidos explicite y pertenecientes implicite en la figa A, porque todos son iguales en el ser y obrar. V. g. la verdad primitivva corporea y ralmente universal à todo lo que es verdaderamte corporeo, tiene en si verificativo, verificable y verificar, y assi de todo lo demás.
12.- Estos tres correlativos son significados por aquellas [239v] tres terminaciones universales llamadas el tivum, bile et are. Se toma el are, que es de la primera conjugacion y significa el acto de todas las demas, que se termina en er ò en ir. V. g. em la vision es necessario ue haya visivo, visible y ver; en la leccion es necessario que haya lectivo, leible y leer; en la audiencia es necessario que haya oitivo, oible y oir.
13.- Este tivo, bile y ar puso Dios en cada uno de dichos principios primitivos y universales en su creacion, para significar su divina unidad en su beatisima trinidad, y la trinidad en su unidad. Por esto hizo el Creador que cada principio sea uno y el mismo uno sea trino, para significar que el mismo Dios, que es uno, es trino, y el mismo trino es uno, sin distincion entre su unidad y trinidad, ò por mejor decir, de su unidad y trinidad.
14.- Esto se debia bien notar y aprehender en el estudio de la sagda theologia, para no negar à la divina trinidad la perfeccion que se afirma en la divina unidad.
15.- Con dolor de mi alma, en una solemne conferencia de un convento de Alemania de frayles catolicos (segun la perfeccion que se habia explicado y afirmado de la unidad de Dios y negado à la divina trinidad), à uno que empezó à argumentar diciendo, Ergo Deus quia trinus, non est perfectus, y se le respondió: Concedo consequentiam. A semejantes desatinos se ven precissados los que no afirman igual perfeccion, ò la misma infinita perfeccion, en la trinidad, que confiessan en la unidad divina. Porque sin algun genero de distinccion en el divino sujeto, la trinidad es la unidad y la unidad es la trinidad.
[240r] Vaya la razon: Dios por si mismo es todo lo que es, como queda dicho y demostrado. La divina trinidad es un solo Dios; luego por si mismo es todo lo que es. Ella es una; luego es la misma unidad.
La divina unidad es trina por si misma, porque es tres divinos correlativos realmente ditinctos, que son unitivo uniente, unible unido y uniente, y unir incesantemente unido o unificado de ambos procedente; luego ella es la mesma trinidad.
Alli donde la trinidad es la unidad y la unidad es la trinidad, la distincion es la identidad y la identidad es la distincion; luego imposible es perfeccion en la divina unidad que no sea en la divina trinidad.
[§ 3.1a] Prosigue la explicacion del texto luliano
- Dice el Dr. Iluminado que hay dos vegetativas, primera y segunda. La primera ya empieza en los primitivos principios y de estos passa à los primeros principiados, que son la igneidad, la aereidad, la aqueidad y la terreidad. En la igneidad hay ignificativo, ignificable è ignificar. Lo mismo es en la aereidad, aqueidad y terrestreidad. Estas son quatro essencias simples y raizes de los elementos simples.
- De los cuatro tivos de dichas quatro essencias es la primera forma; de los quatro biles de las mismas essencias es la materia primera; y de los quatro are es el primer todo, que es la naturaleza corporea universal, de cuyas essenciales raizes salen quatro potencias, que son [240v] los quatro elementos simples. Porque de la essencia de las cosas sale el ser, y del ser salen las potencias, que son dichos quatro elementos simples, y de estos salen los quatro elementos compuestos, que son las quatro esferas existentes bajo el cielo de la luna. Y de los elementos compuestos salen todos los elementados del reyno mineral, vegetal y animal.
- Los primeros principios y quanto de ellos se sigue, todo baja realmente al ultimo termino, que es todo individuo de las especies de la naturaleza corporal.
- Mientras dura el individuo, todo quanto baxó en él del genero y de su especie, todo queda en el mismo idividuo formal, material y substancialmente, porque todo es de la essencia del mismo individuo. Quando muere ò se dissuelve el individuo en su corrupcion, cada cosa se vá a su region ò esfera.
- La primera vegetativa, como dicho es, está en los compuestos de los simples. La segunda vegetativa es la que está en los compuestos de los compuestos, como son todos los mixtos ò elementados.
Tambien se puede decir: La primera vegetativa habita en los entes incorruptibles, que son los fundamentos en que se está firme y constante la naturaleza universal; y la segunda vegetativa está en los entes engendrados por los agentes especificos, cuya generacion siempre se hace corrupcion, y estos van y vienen por la misma generacion y corrupcion, comenzando y acabando.
- Los principios, medios y fines de que habla el Bto Raydo Lulio en el sexto de su “Solucion”, estàn intrinsecamente en todas las cosas. Los primitivos principios son los [241r] explicados; su medio, por donde pasan à su fin, es la mutua accion y passion con que se unen; y su fin inmediato es la igneidad, porque se unen para constituirla. Assi mismo son igual fin de otros principios las tres essencias simples.
Dichas quatro esencias, que son fin de dichos principios, son principios de los elementos simples, y su mistion y union son su medio, y su fin son los elementos simpes, que son quatro potencias de la naturaleza universal.
- Los elementos simples son principios, su medio es su union y su fin es el elemento compuesto, como es el fuego que vemos y sentimos, y assi mismo es el ayre, agua y tierra.
Los elementos compuestos son principios, su composicion es su medio, por donde passan à su fin, que es todo elementado, todo mixto ò supuesto del reyno mineral, vegetable y animal.
En todo supuesto, la forma y la materia son sus principios, la union es su medio y el supuesto per se stante es su intrinseco fin.
- Los primitivos principios corporales, aunque se compongan entre si, se llaman simples respecto de la composicion que de ellos viene. Assi mismo la igneidad, aereidad, aqueidad y terrestreidad se llaman simples respecto de la composicion que de ellas se hace. Porque pura simplicidad sn algun genero de composicion subjectiva ò real, solo es de Dios, cuya simplicidad es infinita.
- En la creatura todos los principios primitivos y sus principiados itermedios, son esencias parciales de las quales se compone la essencia total; porque por mucho que se unan, no se pueden identificar. En Dios quanto hay es todo Dios, es todo el ser divino y toda la [241r] divina esencia. En Dios ninguna distincion hay de la divina esencia del divino ser. En toda creatura una cosa es la esencia y otra el ser, porque la esencia esta mas cerca de la nada y el ser mas lexos, porque es acto que esta sobre la esencia y esta sobre la nada.
- En Dios la gloria es todo Dios y toda la deidad; la gloria es la divina bondad y toda divina perfeccion. Lo mismo es de la divina grandeza, de la eternidad y de toda divina perfeccion. Si fuera de la consideracion ò concepto humao, entre las divinas perfecciones ò atributos hubiera alguna distincion. En aquel genero de distincion seria necesaria la composicion, pra que fuesen una total esencia compuesta, lo que es imposible.
- Quien, pues, pone distincion entre las divinas perfecciones? Bien lo declara la iluminada virgen santa Maria de Pazzy[6], la qual hablando con el mismo Dios le dice:
“Potentia tua hanc continet aeternitatem, eo quod proprietates tuas tuum simplicissimum, perfectissimum et absolutissimum esse sint. Nos autem propter nostram imbecillitatem ita dividimus et separamus, ut itellectus noster adeo parvus et ad tantam immensitatem angustus aliquid capiat.” ‘Lib. Divin. intell.’, fol. 242, num. 5.
- En esta locucion se ve que la estrechez de nuestro entendimiento pone dicha distincion para concebir algo de la immensidad de las divinas perfecciones. Sirva de paradigma: quando nuestro entendimiento quiere formar verbo ò concepto de la divina bondad, coge las especies ò semejanzas innatas y adquiridas que tiene de las cosas buenas creaturales y las que la divina bondad le embia ò influye, y de [242r] todas juntas forma su verbo, con que considera la divina bondad.
- Si quiere formar verbo de la divina grandeza dexado el de la bondad, debe tomar nuevas especies de su parte y de parte de las que le influye la divina grandeza, y de todas juntas forma nuevo verbo o concepto distinto del antecedente, que hizo de la bondad. Lo mismo se ha de entender si quiere pasar à considerar la eternidad, porque ha de formar otro verbo ò concepto de nuevas especies, y asi de la consideracion de las demas perfecciones.
- Este verbo o concepto es formado del fluxo y refluxo del objeto y de la potencia, y es medio con que el alma racional y Dios se comunican. Si las especies del objeto son mayores y mas eficaces, son forma del verbo, y las de la potencia son materia, et e converso. Si el objeto cuyas especies son mayores y muy virtuosas, es el divino, el verbo es y se llama infuso; si las especies de la potencia son mayores, el verbo de ellas compuesto es y se llama adquirido.
[3.1b. Primera razón de Bordoy].
- Con la filosofia arriba explicada, del texto de la Solucion que da el B. Lulio a la question, se habilita el filosofo para ser [margen, otra mano: verdadero] alquimista, como se vera prosiguiendo el mismo texto, en donde el Dr Iluminado dice:
“Propterea, priusquam argentum fuisset [margen, otra mano: reductum] de habitu in actum, erat naturaliter in habitu quoad formam, et in in potentia quoad materiam, sed artifex praeparavit materiam ut illud quod erat in habitu et potentia deduceretur ad actum. Securus est autem in operatione alchimistae conantis argentum transmutari in aurum, quia species auri non fuit in potentia et in habitu in specie argenti”[7].
- Aqui habia de advertir el Rmo P. Prior que el Bto [242v] Lulio opone el artifice al alquimista[8], y dice que el artifice obra rectamente preparando la materia, para que lo que estaba en potencia y habito se reduxere al acto. Pero en la operacion del alquimista es lo contrario, porque intenta transmutar la especie de plata en especie de oro, lo que es imposible[9].
- Aqui tiene la naturaleza ordenada las especies baxo del genero, que nunca una especie pudo estar en potencia y habito en otra especie, y asi esta potencia y habito soloesta en la imaginativa del alquimista[10]. Este, segun el B. Lulio es el alquimista falso e imaginario; luego su contrario, que es dicho artifice, segun el mismo Dr Iluminado, es el verdadero y real alquimista[11], quien posee la verdadera y real arte de la alquimia.
- Como explicado es que un principio universal no es de otro, porque son echos de nada en su creacion, asi una especie no puede ser de otra especie, porque las especies son hijas del genero. Como los individuos son numeros de la especie, las especies son numeros del genero.
Como un hermano no puede estar en potencia y habito en su hermano, y por esto no puede ser hijo suyo, una especie no puede estar en potencia y habito en otra especie y por esto n puede venir de ella. Se ve el desatino del falso alquimista en intentar de la especie de la plata hacer especie de oro.
Como segun la naturaleza las especies estan en potencia y habito en su genero, el oro y demas especies de metales estan en potencia en el metal, que es su genero. Y en esto se ve el acierto y rectitud del verdadero y real alquimista, quien con su arte de alquimia quiere sacar y saca del genero sus especies[12].
- En esta doctrina luliana el Rmo P. Prior no solo puede creer, sino tambien entender, que segun el B. Lulio afirma [243r] hay verdadera arte de alquimia y verdadero y real alquimista, quien es el artifice que la posee especulativamente y la practica realmte disponiendo la materia, con que reduce al acto lo que en la misma materia estava en potencia y habito. Y por consiguiente la razon de este texto es convincente, porque con ella el Rmo P. Prior se convence a si mismo.
[§ 3.2. Segunda razón de Bordoy].
1.- La 2da razon que al Rmo P. Prior parece convincente para establecer su sentir y afirmar que el B. Lulio no fue alquimista ni autor de los libros o tratados que andan inscritos en su nombre son las fechas en los años despues de su preciosa muerte.
2.- A eso digo: Si los copistas no fuesen errables, dicha razon seria de mayor valor. Pero como enseña la experiencia, unos hierran poniendo una cifra por otra, otros poniendo la fecha del dia o tiempo en que concluyen la copia, sin cuydar si hay ò no hay fecha en la escriptura original. Mire el P. Prior esta fecha, que se opina echa por el mismo Bto. Lulio, diciendo: Liber de Deo et mundo. Finivit Raymundus hunc librum Tunicii, mese decembris, anno 1315.
3.- La opinion mas cierta, segun confiesa el calumniador anonimo, es que la martyrizada muerte del B. Lulio fue el dia 30 de junio del año 1315. Si asi es, el B. Lulio cncluyo este libro à lo menos cinco meses despues de su muerte. La facilidad del barajar los numeros puede el Rmo P. Prior conocer en si mismo, pues a la question que cita: “Utrum alchimia etc.”, da el numero ordinal de 165 y ella es 166, segun yace en el tom. 6, en el citado libro, “De otras questiones”.
4.- En todos los libros ò tratados de alquimia del B. Raydo que yo copie por mi mano y despues se nombraran, no halle fecha. Solamente en el fin del ‘Testamto‘ hallo que dice:
“Fecimus [243v] nostrum Testamentum per virtutem ipsius A (Dei) in insula Angliae, in ecclesia Stae Catharinae, apud Londres, versus partem castelli ante Tamisam, sub regnante rege Eduardo de Windestot, per gratiam Dei, in cuius manibus ponimus in custodia praesens Testamentum, per voluntatem ipsius A, anno post incarnationem 1332, cum omnibus suis voluminibus que sunt nominata in praesente Testamento. Laus Deo. Amen.” [13]
Es cierto que pudo ser que el Dr. Iluminado dexase este Testamto con su Codicilo cerrado y recluso, para que despues de su muerte fuese presentado à dicho rey, y que pasase dicho tiempo hasta la presentacion del mismo à otro rey, y tambien puede ser que dicha fecha fuese errada.
5.- A vista pues de esta incertidumbre, voy al verbo principal, que es si el Bto. Lulio practico por si mismo la alquimia, como enseñan estos sus propios libros, como demostrado es. Que la diferencia del tiempo es cosa accidental, y recurro à la logica del Divino Maestro, quien dice: Ex fructibus eorum cognoscetis eos.
Primero dire lo que se y despues lo que puedo dudar. Lo que se y no lo puedo dudar, es que por la muerte de Ntro Sapmo maestro Salzinger todos mis condicipulos mallorquines se fueron y yo solo quede en Moguncia, con la esperanza de lograr mi fin. Fue Dios servido de que un insigne discipulo de mi maestro difunto, llamado Luis Heydel, me supliese su falta. Me sujete à su magisterio. El mismo no solo me enseño con mucha charidad, mas aun con mucha liberalidad me presto los papeles más selectos que nuestro maestro le havia comunicado. A mas de otros, fueron los tratados o libros de alquimia que se siguen:
a) [14] ‘Ars intellectiva, quae dicitur magicalis theorica et parva magica naturalis’[15].
[244r] b) ‘Magna clavis et Apertorium magnum’[16].
c) ‘Testamentum’, divisum in tres partes. Prima est de theorica, quae dicitur Virtus sive prudentia; la segunda de practica, que se llama Anima artis vel charitas. Caput 1, de definitione: quae res, quae ars vel scientia sit alchimia? Responde difiniendola asi:
“Alchymia est quaedam oculta et magis necessaria pars naturalis philosophiae, quae contituit et facit artem et scientiam quae non est pro omnibus, quae docet mundare et purificare omnes non perfectos pretiosos lapides et ponere ad verum temperamentum, et deducere et restituere quodlibet aegrum humanum corpus ad veram et multum nobilem et bonam sanitatem.”
En esa segunda parte, cap. 4, “De alphabeto”, pone esta question:
“Quare A (Deus) ponatur in hac arte? Respondeo: Propter hoc, quia nihil est creatum aut generatum, nec opus potest incipi nec fieri sine nostro Domino Deo.”
d) La 3ª parte es “De la theorica y practica simul, quae dicitur Patientia”. La divide en sus partes, y en el capitulo que dice: “Quomodo debes intelligere sublimationem mercurii et de reprobis iudaeis, infidelibus et saracenis”[17].
Aqui vitupera algunos errantes en esta obra llamandolos por su nombre:
“Veru, Daru, Azarab, Calistis, Ezochi, Geber, Arabes et multi alii qui in magna confusione dixerunt et notificaverunt nostran sublimationem etc.”[18]
7.- En el mismo capo., num. 12[19] dice que esta obra no se ha de esconder à los christianos:
“Et in hoc exercitando non debet abscondi chrstianae turbae, imo, in hoc exercitio debet nobis placere societas boni et realis christiani, ut gloria bonorum non relinquatur et atribuatur malis. Quia non est credibile quod talis populus discedens a veritate, sicut maxime fuit [244v] ille iniquus et reprobus proditor Moyses Ethel, rabbi iudaeorum et falsus seductor, et tenebrosus populus saracenorum, possint intueri et intelligere ad plenum in opere omnium naturalium cognoscibilium rerum, cum non potuerint videre nec intelligere in aliquo claritatem quae docet salvationem positam ad litteram in suis poropriis libris, tam de adventu nostri Domini Iesuchristi :::[20] quam de Sma. Trinitate, de sancto sacramento et sancto baptismo, quae omnia ille Moyses Ethel vel Coel, et iudaei et saraceni negant et improbant contra suas litteras.”
8.- Aqui dice el Dr Ildo que dichos infieles no entendieron los articulos de nuestra sta fe, literalmte escritos en sus libros; menos pudieron entender los secretos de dicha sublimacion y otros escritos, por los verdaderos alquimistas figurate et per metaphoras.
Aun les representa los demas articulos de nuestra sta fe, por las profecias escritas en lengua hebrea: la mision y bendicion de Christo, Amos 2., v. 6; el gloriosos parto de la madre virgen, Isay. 66, v. 7. En el num. 15 del citado capito dice:
“Item adhuc non possunt ignorare quod Sma Trinitas sit perfecta sine omni confusione per suas proprias litteras in principio quinque librorum Moysis, et specialiter in primo libro, ubi dicit in suo principio: Beresith bara Elohim[21], in principio creavit Deus.
9.- Los hebreos dan el nombre à los sagrados libros por la palabra ò palabras en que empiezan, y asi el primer libro del Genesis, que segun la lengua latina empieza In principio, en lengua ebrea se llama Beresith: be quiere decir in, repith principium, como si nosotros dixeramos [245r] el In principio por el Genesis, ellos dicen Beresith. Asi llaman el libro Verba dierum Dibre jammim etc.
Bara significa creavit; los ebreos empiezan la conjugacion del verbo por la tercera persona singular del preterito, y esta es la raiz, v. g. bara, creavit; despues pasan à la segunda diciendo baratha, creavisti; despues à la primera, barathi, creavi. Asi mismo en el plural: baru, creaverunt; barathem creavistis; baranu, creavimus.
10.- Ahora sirvase el P. Mtro Prior de decir quien apropio al Bto Lulio esta doctrina que va en este libro o tratado de alquimia? No dira que los judios, moros ù otros infieles se le apropiaron, porque es en contra de ellos. Yo añado: ni se las apropiaron los buenos ni los malos christianos, porque estos son incapaces de tal y tanta luz; y los buenos christianos no son falsos y mentirosos; luego este libro y Testamto es tan propio de B. Lulio que no le es apropiado por los sobredichos ni otros hombres, sino por la luz y gracia del Espiritu Sto. Y por consiguiente, los demas libros de alquimia que van inscritos con el nombre del B. Lulio le son propios y no falsamte apropiados.
11.- Si el P. Mtro Prior hubiera leido y entendido dichos libros ò tratados de alquimia lulianos, como el sapientisimo Vasquez, quien (aunque contrario à la doctrina del B. Raymdo) leidos y entendidos sus libros y reprimida su contrariedad, hizo esta confesion de la verdad:
“Spiritum Dei in multis Raymundum habuisse indicant scripta eius ‘De philosophia amoris’, ‘De amico et amato’ et ‘Magnarum contemplationum’ aliaque multa.” Disp. 133, cap. 4.[22]
Asi mesmo confesaria la verdad el P. Mtro. Prior diciendo: Spiritus Dei in multis Beatum Lullium habuisse indicant libri eius chymici, ‘Ars intellectiva’, [245v] ‘Magna clavis’ etc., ‘Testamentum antiquum et novum’, aliaque multa.
12.- Aun en el mismo capito numo 18, contra los judios, dice:
“Item adhuc ipsi non possunt ignorare :::[23] sanctum baptismum, qui est unum de principalibus mediis salvationis, sicut ipsi habent in scripturis per posteriores duodecim prophetas, ubi dicit in hebraica lingua: Ranuca etc.” Habacuc 3, v. 10, scilicet:
“Viderunt te et voluerunt, quia si montes et colles benedictarum aquarum transient super vos, accipite eos ut veniatis ad salvationem, et illa aqua ducet vos de abyssis et levabitis dexteram manum super vos et facietis signum crucis in sanctificatione”[24].
En el num. 19 del mismo capo les representa mas el bautismo por Isay. 17, v. 3
13.- En el num. 20 dice:
“Et quia large locuti de hoc et de omnibus suis delictis et de omnibus evidentibus erroribus in libro hebraicae reformatione” (este libro quisiera yo ver), “illic invenies mirabilia per quae totum condemnatum secretum ipsorum est revelatum, per que manifeste apparet quod cum declarata lux ipsius deficiat propter proprium defectum ipsorum, tale iudaei non possint intueri plenarie res naturales, quia sunt magis mixtae in subtilius positis scripturis, quia in nostris scripturis totum non est positum ad litteralem sensum, quare convenit ipsis suplere cum sensuali ratione, quod non iacet in littera cum luce et claritate divini spiritus.”
14.- En esta doctrina claramte se ve que el autor de este Testamto, libro o tratado de alquimia, es un varon apostolico, quien con la divina luz representa à los mismos judios sus errores y para su desengaño les hace un libro del [246r] reforme del hebraismo. Y para demostrar que los mismo judios no son capaces de entender los arcanos de la verdadera alquimia, hace esta demostracion, diciendo: Los judios no entienden los mysterios ò articulos de nuestra Sta. fe, los quales literamte estan escritos en sus libros del Viejo Testamto; luego menos son capaces de entender los secretos de la alquimia, que estan escritos figuradamte en la arte de la verdadera alquimia por los filosofos artifices en la naturaleza. Luego tal autor no atribuye ni falsamte apropia esta obra al B. Lulio.
15.- En la conclusion de este capo dice:
“Unde hoc non est datum nec declaratum paganis nec iudaeis, cum in totum careant lumine quod dat claritatem, sed plenum donum veritatis [otra mano, en margen: est datum populo fidelis et electae christianitatis]. Igitur, o popule christianitatis, aperi aures illi qui tibi dabit scientiam sine tenebrositate, dummodo velis capere, sicut debes, de gradu in gradum, quia istud donum Dei erit tibi etiam integratum, completum et concessum per nostrum praesens ‘Testamentum’, et in quocumque loco longinquo eris, dirigeris per illud.”
16.- Aqui deve advertir el Rmo P. Prior que el autor de este libro lo llama Testamto nuestro. Ya se dixo que el tal autor no puede ser sino un varon apostolico lleno de la divina luz; este, siendo tal, no puede ser falso apropiador. Por otra parte toda la obra sapit lullianam artem; luego necesario es que este libro sea propio del B. Lulio è imposible es que falsamte le sea apropiado.
17.- Aun se demuestra el B. Lulio mas claro en el capo. 25, en donde dice:
“Cave, fili, quod de talibus rebus nihil velis dicere, et scito quare non est datum legere istam scientiam quam in generalitate cum aliis scientiis, sine hoc, quod [246v] quidquam nominetur de ista nec publice nec oculte. Hoc est ideo quia motus non debet dari homini per alium ad intrandum in res naturales per artificium, quam per proprium motum naturae, per quem ille sit benedictus, cui noster Dominus Deus volet inspirare per donum gratiae, quia est Deus coeli qui scit cor illius in qua forma et modo velit ea uti, quia multa sunt quae fiunt per naturam, quae si multi scirent et vellent male uti confunderent totum mundum si ipsi non primo confunderentur et destruerentur per supremum.”[25]
18.- Despues se hace cargo de lo que se le puede oponer contra lo dicho del secreto que se debe guardar de la practica de la alquimia, diciendo:
“Questio. Quare igitur fecimus hanc artem? Hoc e ideo, ut figa T per artem et naturam compleatur in A (Deo) et ut artista et operator huius artis possit ascendere ad alta loca, et ut rex Eduardus possit adimplere velle sui cordis per divinam permissionem contra paganas gentes per (E.A.U.Y.) (Y.U.Z.) (N.A.U. Y. Z.)[26]. Et omnes istae litterae cum aliis supra nominatis significantur cum declaratione in nostra ‘Arte compendiosa inveniendi veritatem’[27], cum tota integritate praesentis ‘Testamenti’”.
19.- Aqui ve el P. Mtro Prior que el mismo autor desta arte de alquimia es el autor del ‘Arte compendiosa inveniendi veritatem’. Hasta ahora no se vio que alguno afirmase [otra mano: afirmase; en margen: negasse] ni dudase que la ‘Arte compendiosa etc.’ no fuese obra propia del B. Lulio. Luego no tiene el mismo P. Prior razon de afirmar que los libros ò tratados de alquimia que van inscritos con el nombre del B. Lulio no seyan propios suyos, sino falsamte apropiados. Y si el mismo entendiese dicha ‘Arte compendiosa’, como la tiene por indubitada obra del B. Lulio, asi mismo [247r] indubitablemte tendria este ‘Testamto‘ y demas tratados de alquimia inscritos con el nombre del B. Lulio por obras propias del mismo Dr Iluminado.
20.- Tambien puede ver como el B. Lulio trataba del arte de alquimia, no incidenter, sino de proposito y cumplidamte, y que el mismo insudaba en la practica para cumplir en Dios la figa T, por el arte y por la naturaleza, y para que el rey Eduardo pudiese vencer los paganos con el fruto y thesoro producido por la practica de la naturaleza ayudada de dicha arte.
[§ 4.] Explicacion de las tres cameras sobredichas, para quien las quiera entender.
1.- La primera es E.A.U.Y.
La E significa la union de los tres actos de las potencias del alma racional, que son memorar, entender y amar. La A significa Dios. La U significa la virtud y la Y la
verdad. Con esta camera habia de ir el alma de dicho rey contra los paganos, esto es, con memorar, entender y amar à Dios, la virtud y la verdad.
2.- La segunda, Y. U. Z.
I significa la composicion de los tres actos de otras potencias, que son memorar, entender y aborrecer, U significa el vicio, Z significa la falsedad. Y asi significa que la alma de otro rey ha de ir armada con el memorar, entender, y aborrecer el vicio y la falsedad.
3.- La 3ra es N.A.U.Y.Z.
La N significa la compañia del olvido y la ignorancia y suspension del amar y aborrecer. Las quatro letras significan lo que dicho es. Esta simultad de olvido, ignorancia y noluntad significa la suposicion con que el rey ha de suponer que aquello que no es memorado, ni entendido ni querido [247v] puede ser que sea ò no sea. Con esta suposicion ha de pasar el rey y todo juez à la duda, investigando el peso de la E, que es la afirmacion, y de la Y, que es la negacion.
4.- Aquella parte que trahe mas de B.C.D. se ha de elegir y la contraria se ha de repeler. V. g., se busca si hay verdadera arte y ciencia de alquimia y si el B. Lulio la practico?
El Rmo P. Prior trahe la negativa, y da la razon porque el B. Lulio vitupera aquellos alquimistas como los pinta en la sobredicha question, y dice que la tal alquimia es imposible, para lo que ellos intentan; y tambien porque las fechas de los libros de alquimia inscritos en nombre del mismo Dr Ildo son posteriores à su muerte. Estas son las dos razones principales del mismo P. Prior. Y si, como visto es, estas son las principales y mas eficaces, quales seran las otras que omite para abreviar?
Las razones que trahe la afirmativa son todas las que estan escritas en los ‘Perspicilios lulianos’, en donde, y en mi ‘Apologetico’, estan siete testigos ilustres alli nombrados y confirmados por el insigne Pedro Lombardo, maestro de las Sentencias, quien reporto tanta alabanza en el concilio Lateranense, sub Papa Innocencio III, cerca de la doctrina del muy Vble abad Joaquin, y todo lo que va aqui dicho y lo que despues se dira. Quien pues supiere pesar, vea qual peso es mayor?
5.- Ademas, si la arte y ciencia de la alquimia fuese imposible como dice el padre Mtro Prior, no habia de admitir por el dicho de Salzinger que el B. Alberto Magno y Sto Thomas fuesen alquimistas, porque imposible es que haya artistas y sabios de la arte y ciencia que no es ni puede ser; ò habia de decir que estos dos santos fueron de aquellos falsos alquimistas vituperados por el B. Lulio en dicha [p. 248r] question. No se puede decir tal blasfemia, luego precisado se ve el P. Mtro Prior de confesar que ambos fueron verdaderos alquimistas, y por consiguiente la tal alquimia es posible y actualmente fue practicada por los dos y demas practicos verdaderos alquimistas.
6.- Pero para que el mismo P. Prior crea mas la verdad de la alquimia que afirma y niega, por otro mas creible y venerable nuncio, oygala de pluma de S. Thomas. El Angelico Dotor en la instruccion que da al P. Fr. Reginaldo[28], partida en 8 capits, en el Prologo le dice:
“In capacitate intellectus et in operatione experimentali, tota ars alchimica sibi sedem constituit. Philosophi enim celare volentes scientiae veritatem indignis, omnia figurative locuti sunt.”
7.- En el capo 1, De la materia en que se ha de trabajar, le dice: “Sequere ergo dominum Albertum magistrum nostrum et labora cum argento vivo etc.”[29]
Et cap. 8[30] le dice:
“Si autem medicinam tuam multiplicare volueris, in fimo equino hoc fac sicut te oretenus docui, ut scis, quod non scribo quoniam peccatum esset hoc secretum viris saecularibus revelare, qui magis hanc scientiam querunt propter vanitatem quam propter debitum finem et Dei honorem.”
8.- Despues de haverle enseñado la obra menor de la alquimia, que con menor trabajo, menor tiempo y menor gasto se hace, le dice:
“Noli ergo charissime frater te cum maiori opera occupare qui propter salutem hominum et Christi honorem praedicationis officium accepisti, et lucrandis tu magis debes intendere divitiis spiritualibus quam temporalibus inhiare.”
9.- Asi trataban la arte y nobilisima ciencia de la [248v] alquimia los santos, el Bto Alberto Magno y Sto Thomas, su discipulo. Lo que no hubieran echo ni podido hacer si la alquimia fuese imposible y si los alquimistas fuesen falaces y engañadores de quienes nos debiesemos guardar¸ segun el parecer del Mtro Prior. Luego si asi fuera, se ve precisado el mismo à negar lo que concedio de estos santos, que fueron verdaderos alquimistas y practicantes de la verdadera arte de la alquimia. Y por consiguiente, para huir de la contradiccion debe conceder que la alquimia es verdadera arte y ciencia, no solo posible, sino tambien actualmente practicada por dichos santos. Y como ellos la practicaron santamente, asi tambien el B. Lulio santamte la practico.
10.- Los alquimistas falsos son aquellos que dexa pintados el B. Lulio en la sobredicha question, los quales ignorando la real filosofia y las obras de la naturaleza quieren reducir al acto lo que en la materia no esta en habito ni aun en potencia.
Los verdaderos alquimistas son los artifices que poseen la arte de la verdadera alquimia, con que preparan la materia para que aquello que no puede la naturaleza por si sola, lo haga ayudada y dirigida de la arte. V. g., quando el grano de trigo llego à su complemento natural, la naturaleza ya no tiene mas que hacer. Si se esta seco en la panera asi queda, pero si el artifice labrador prepara la tierra, lo entierra en ella, su individualidad se disuelve (esta es su muerte), como lo significava Sn Pablo diciendo: Cupio dissolvi, id est, cupio mori, se despierta su vegetativa y ***[31] el genero real, que es la elementativa, especificando y multiplicando quanto puede su virtud espesificativa en una ò muchas espigas, y en ellas tantos individuos quantos son los granos.
[249r] 11.- Esta es una tal qual significacion de lo que ayuda la arte à la naturaleza. Pero en la alquimia el artifice tiene muchisimo mas que trabajar, como sabe quien la practica, de lo que yo nada se ni quise saberlo, porque me conoci inabil para ello. El amor al bien comun me movio à traher este tesoro de Alemania à España, para que si alguno huviese de natural habil y agraciado de Dios, santamte lo pudiera poner en practica, como los santos Alberto, Thomas y Raymundo.
12.- A mi me arrebato la atencion el precepto del qual dice el Dr Ildo en el libro de las ‘Proposiciones’, cap. “De praecepto”: Nullum praeceptum est magis quam dare de Deo notitiam.
Me acuerdo que en los signos del lib. ‘De la naturaleza’, que dan noticia de su autor, no escribi del signo de la alquimia porque mas de 40 años habia que yo no pensaba en tal ciencia, por lo que estimare al poseedor de mi tal qual escrito, lo añada como se sigue: El Dr Ildo en el libro de los ‘Proverbios’, cap. “De resurec.” dice: Resurectio est imago divinae potestatis. Añada: Opus alchimicum est imago humanae resurrectionis.
Porque la resureccion del cuerpo humano es obra de solo el infinito poder, en que los elementos separados la resreccion del cuerpo humano es obra de solo el infinito poder, en que los elmentos separados purificados se reunen y constituyen el cuerpo rengendrado, incorruptible è immortal.
A semejanza desta milagrosa y divina obra, el verdadero alquimista con su arte separa los elementos del mixto ò elementado, uno tras otro, cada uno de por si los purifica y lo tiene reservado. Pasada la separacion y purificacion de todos, los buelve reunir, con que hace un mixto incorruptible y por la reunion reengendrado.
13.- Esta es la piedra filosofal poseida por el alquimista, en licor, polvo ò pildoras, como el mismo quiere, testificada [249v] por los siete ilustres autores que traygo en mi ‘Apologetico’, cap. “De cognitione pract. chrysopoeiae Bti Raymundi”, desde la pag. 77.
Por quanto hay en el mundo no osara yo decir que estos tan venerables y distinguidos varones, como indican sus titulos y testifican sus obras, son falaces, engañados y engañadores en lo que afirman de la alquimia.
14.- Mas aun, si el P. Mtro Prior se quiere mantener en su parecer, ha de embiar à rodar al insigne Pedro Bono Lombardo, Maestro de las Sentencias, tan honrado de las universidades y escuelas, y, como dicho es, del Concilio Lateranense. Lo ha de embiar à rodar con su libro de alquimia llamado Margarita praetiosa, porque en ella, cap. 8, “Ostendit quomodo haec ars inventa sit, et quibus data sit, et quibus non et quare sic obscure scripserunt eam philosophi”. Y porque no consiste su practica en palabras ni faramalla, saca esta consequencia: “Ergo in ipsius opere est sudandum.”
Despues prosigue: “Ideo vidimus quamplurimos sapientes huius artis terminos ignorantes, hanc quaestionem investigare volentes, arguentes ex extraneis hanc artem non esse veram, et sic in fine concludunt et terminant et ignorant.”
Aqui ve el P. Mtro Prior que si no muda de parecer, se halla de esta sentencia comprehendido.
15.- Ademas, siendo el B. Lulio el autor indubitable de la ‘Arte compendiosa inveniendi veritatem’, el mismo se confiesa autor del citado ‘Testamto’, en el qual, 1 part., cap. 62, num. 3, dice:
“Postea posuimus intus argentum vivum vivificatum et statim est congelatum etc. Postea voluimus experiri suam luciditatem et miscuimus aquam fini argenti cum aqua dicti sulfuris etc.” (Vease mas extenso en mi [250r] ‘Apologetico’, cap. 5, “De chrysop.”, pag. 96, num. 37).
En el cap. 63, n. 1, dice: “Simili modo fuimus experti naturam vulgaris arsenici etc.” Postea prosequitur dicens:
“Set ascendamus igitur ad argentum vivum, quod scimus, invenimus illud per dictum naturale experimentum custoditum et conservatum ab omni combustione.”
16.- Todo esto es practica indubitable de la verdadera alquimia, y todo es obra de la mano del B. Lulio, segun queda demostrado que el mismo es autor del otro ‘Testamento’. Luego si el B. Lulio, como dice el P. Mtro Prior, nunca hubiera practicado la alquimia, la confesion que aqui hace seria falsa. No dira tal cosa el P. Maestro, luego precisado se ve a confesar lo que nego.
[Semblanza de Salzinger y su obra.]
17.- Ahora confesare yo aquello que se tan cierto, que no lo puedo dudar de mis sapientissimos maestros Ivon Salzinger y Luis Heydel.
Vi la persona de mi maestro Ivon agradable en su mediana estatura, sin exceder a lo alto y sin declinar a lo baxo; su rostro candido y rubicundo; sus miembros, todos proporcionados; sus acciones todas medidas y exemplares (procurare abreviar porque no quadra à mi genio hacer tales descripciones) sus palabras, muy claras, suaves y agradables al oido.
18.- La lisura y propiedad con que hablava la lengua latina, admirable, como dira despues un acto. Comiamos con el mismo en su mesa en que, durante la comida, cosa de una hora, leiamos por turno de mano en mano un libro de la doctrina mystica de Sta Teresa de Jesus, ò del venerable maestro Taulero, dominicano, De imitatione pauperis vitae Christi. Alguna vez oi la [250v] leccion del libro de Sta Ildegardis, y aunque no me acuerdo de la leccion de la doctrina de Sta Brigida y de la Vble Maria Agrediense, se que el mismo la apreciaba mucho.
19.- Era templado en la comida y bevida, y en los viernes, ni comia ni cenaba. Al tiempo que nosotros tomavamos la refeccion de la comida, cena ò colacion, se estaba en pie, y con admirable humildad y diligencia nos servia.
20.- Quando nos levantavamos de la mesa se proponia alguna question de lo leido en ella. Un dia à las doze, quando nos levantamos de comer, empezo nuestro maestro à explicar una duda, cuya explicación sin interrupción alguna duro hasta las ocho de la noche, en que fue preciso terminarla para sentarnos à cenar. Siempre estuvo en pie con solo el arrimo de sus espaldas à una mesa.
21.- Durante dicha explicacion, adverti que de mis condicipulos los unos iban y bolvian. Siempre tuvo auditorio. (No sé si algunos estuvieron siempre fixos en oir, porque yo no me cuydaba de esto.) Lo que se es que siempre me estuve en pie oiendo atento y admirado, no del discurso intellectual, sino del vigor del afato ò habla, sin titubear en una palabra ni tropezar en una letra, sin fatigar la lengua en las ocho horas que duro la explicacion.
22.- Cada dia a las 10 de la mañana iva à decir misa y verse con el príncipe, y a las onse ya estaba en casa, para comer. En que se ve que siempre iva ayuno à la mesa. Sucedio que el maestro de capilla, deseoso de [251r] perficionarse en la musica y resuelto de irse à Italia a buscar maestro, quando se despedia para irse, le dixeron: Que ha de ir a buscar en Italia, teniendo aqui un maestro de maestros?
23.- Informado de que el tal maestro era el dotor Salzinger, fue dicho maestro de capilla a suplicarle que le enseñase lo que de la musica necesitaba aprender y saber. Benigno, se lo concedio el mismo Dr Salzinger, y quando nosotros salíamos de la escuela de la tarde, entraba dicho maestro de capilla à la escuela de la musica, acompañado con solo nuestro condicipulo Luis Heydel.
24.- Solo estos dos eran discipulos del dotor Salzinger en dicha ciencia, tan aprovechados en pocos dias, que acordaron hacer un organo, de campanillas para que fuese mas durable, de siete teclados, en que se manifestasen posibilitados los pasos, y corregidos los defectos, que los maestros italianos tenian por imposibles de pasar y corregir.
25.- La causa por que acordaron de hacer organo de campanillas fue porque nuestro maestro ya lo había puesto en practica en otro instrumento hecho en el palacio del principe palatino. Como el tal instrumto era delicado, porque las cuerdas ya se rompian, ya se afloxaban, costaba mucho trabajo de restaurar, componer y templar.
26.- Mientras el doctor Salzinger lo componia, acordaba y templaba, huvo de sufrir mucha molestia de los maestros italianos, que tenian por imposible lo que el mismo intentava. Acordado y templado el monocordio, no pudiendo negar que su imaginado imposible ya estaba posibilitado, lo confesaron; pero imaginaron otro imposible [251v] diciendo: Ahora es imposible que haya musico que pueda aprender de tocar este instrumento. Y asi lo decían al principe.
27.- Pero el Dr. Salzinger le dixo: Señor, proponga Vuestra Alteza un buen premio a quien dentro de ocho dias aprehenderia de tocarlo mejor. No uno, sino muchos, à vista del premio prometido, se opusieron. Y todos, instruidos del orden que les enseño de subir, abaxar y circular por los siete teclados, con otros secretos, aprehendieron con mucha facilidad de tocar aquel nuevo y admirable instrumento. Diose el premio principal y prometido al más perito, y también a todos los demas, porque havian aprehendido de tocarlo bastantemente. Todo lo que se cantaba en la capilla del principe, se acompañaba con dicho instrumento.
28.- Vista su perfeccion, quiso el principe que se pusiese en un organo. Ya estavan hechos algunos registros, y el principe murio; pero como su succesor era menos aficionado a la música, el organo no llego a complemento. Tampoco se puso en obra el organo de campanillas, porque quando se trataba esto, nuestro maestro fenecio. Así mismo quedo incompleta la ‘Arte memorativa’, y las ‘Conclusiones juridicas’.
29.- La impresion de la ‘Arte memorativa’ corria sin contradiccion, pero la impresion de dichas ‘Conclusiones’ fue la piedra de escandalo, porque vistos los primeros pliegos impressos, se movio tal contradiccion de enemigos tan poderosos, que obligaron al obispo [252r] auxiliar del principe arzobispo que fuesse a prohibir al impresor la prosecucion de su obra[32]. Sabido esto nuestro maestro luego fue al principe, y con tanta claridad y razon le dio à entender lo maginado por la embidia, que mando que el mesmo obispo auxiliar fuese a dar orden al impresor que prosiguiese lo que le havia prohibido.
30.- Pero con este mandato tan poderoso non cessavit quassatio, aun se renovo la contrariedad con tanta fuerza, que otra vez fue dicha impresion impedida. Tanto fue el sentimiento de nuestro maestro, que, siendo quebrado, se le inflamo la quebradura, y la violencia de las pesadumbres le causo la apresurada muerte.
31.- Del incompleto manuscrito de las ‘Conclusiones’, que se daba y se havia de dar a la impresión, tuve yo la buena fortuna de copiar lo que estaba escrito, y con esto soy de sentir que, si la obra completa huviera salido a la luz, los sabios, especialmente en esta ciencia, hubieran dicho: Non est factum tale vel simile opus in universis regnis. Porque hubieran visto que a la jurisprudencia, que tenia y aun tiene puesto su asiento en la memoria, se le deba no menor silla de la ciencia necesaria en el entendimiento.
32.- Treynta y tres años trabajo dicho doctor Salzinger en ampliar la doctrina luliana y hacerla comunicable a todas las naciones en donde reyna la lengua latina. En los treynta años de su edad dexo la sabiduria de este mundo con sus qualidades, que explica Sn Gregorio papa en el 2do nocturno del segundo lugar de los “Confesores no [252v] pontífices”. Y siendo muy perito y versado en ella la abandono, y totalmente se dedico al servicio de la arte universal y ciencia luliana.
33.- Emprehendio el trabajo de traducir en lengua latina los libros lulianos escritos en lengua lemosyna. Qual y quanto sea este trabajo, bien lo ven los que saben quan diversa es la lengua tudesca o alemana de la lemosyna y la que se corre por España. De su boca oi que, para traducir quatro renglones de dicha lengua y sacar el sentido genuino del autor, necesitaba del tiempo que le daba una tarde. Así perseveró su paciencia y diligencia hasta habilitarse à si y à su amanuense en la traduccion.
34.- Quando vino el 1r tomo luliano de la impresión moguntina en Mallorca, la Universidad, vista la magnificencia de la impresion y de la obra, que el mismo compilador había trabajado, agradecida de tanto merito, le conferio los grados de las quatro facultades y la constitucion de colegiado primario de todas ellas.
Fr. Miguel Fornes[33], elegido por la misma Universidad, fue a Moguncia a presentarselos delante del principe. Yo entonces me hallaba fuera de Mallorca, misionista en el seminario de Tarragona, y pasando mi hermano por ella me enseño el instrumento de dicha colacion, y solo me quedo la especie de que iba en una caxa de plata, y el titulo y la primera línea estaban escritos con letras de oro.
35.- Tanto era el aprecio que dicho mi hermano hacia de la arte luliana, que para servirla quatro veces fue de Mallorca à Moguncia. En la primera dexo [253r] la lectura de theologia, y todas sus proprias conveniencias; en la quarta, dexada la cathedra de theologia, se fue constituido por el principe elector comisario electoral de la impresión moguntina.
Los trabajos y persecuciones que padecio yo los sé, y si alguno vive, que se acuerde de lo sucedido en aquel tiempo. Yo, para mantenerme firme en dicha arte y ciencia, ya cuento quatro destierros. Con verdad puedo decir: Amigo, si quieres entrar a la inteligencia de la divina arte y ciencia luliana, ten una vida ajustada y prepara tu alma para la tentación.
36.- Mi condicipulo y maestro Luis Heydel (no se si vive aun, lo que se, es que era presbitero muy exemplar) había sido cathedratico de mathematica en la Universidad de Moguncia. Vivia en casa de su madre como ermitaño o anacoreta. Tenia su habitacion en lo mas alto y retirado de la casa y familia. Tenia una campanilla con una cuerda colgada hasta el primer piso de la casa. Quando alguno lo buscava, tocada la campanilla, baxaba, y si era necesario subia con el, que sino luego lo despedia, y bolvia a su empleo y retiro.
37.- Tanta era su capacidad, que en los breves dias en que asistio con dicho maestro de capilla a la explicacion de nuestro maestro (como dicho es) hizo un tratado musical en que demuestra los defectos del organo ordinario, y todos los corrige. Este tratado tengo copiado por mi mano con la descripción de todas las figuras. Diome pintado el organo luliano de siete teclados, con todo el artificio con que el organero lo habia de fabricar.
38.- Dos religiosos nuestros en Salamanca estudiaron [253v] mucho y meditaron en dicho tratado, y querian poner en practica la composicion de dicho organo luliano en un lionocordio. El artifice ya tenia parte hecha de los registros. Pero porque su oficina tenia portal a la calle, y estaba cercana a la iglesia cathedral, adonde iban muchos eclesiasticos a conversar, los quales, viendo la novedad del instrumento lo molestaron tanto que vencida su paciencia lo huvo de dexar. Pero para cumplir lo que deseaban dichos religiosos uno de ellos, el M. R. Padre Juan Valcarze, lo puso cumplidamente en practica en una guitarra.
39.- No es poco de admirar que dicho maestro Valcarze, con la solfa artificial de la guitarra, aprehendio la solfa natural con que la naturaleza siempre canta en el cuerpo humano. Con solo tomar el pulso y tantear los latidos de su circulación, sabia si el sujeto había tenido o no enfermedades notables, y quantas, de que el medico del conde de Benavente hizo un certificado, como lo habia experimentado en si y como otros lo testificaban experimentados en si mismos.
40.- Lo que yo en esto puedo certificar, porque lo oí y ví, fué que dicho Valcarze, Dn Juan Guzmán y yo visitamos en Madrid a Dn Augustín Montiano, quien había sido regente del Real Acuerdo en Mallorca, y entonces era uno de los reales ministros de covachuela, quienes de noche hacian su oficio y tomaban el sueño parte del dia. A las nueve de la mañana nos recibio sin levantarse de su cama, y hablando de esta materia dixo:
‐ Yo lo quiero ver.
Alargó el brazo al padre [254r] maestro Valcarze, el qual tomo el pulso y, tanteada su circulacion, le dixo:
‐ Vuestra Señoría en toda su vida no ha tenido más que una enfermedad grave.
‐ Así es –respondió–, un tabandillo.
41.- Este Rdo Valcarze era cathedratico escotista en la Universidad de Salamanca quando vinieron de Roma los tres primeros tomos de la impresión Moguntina, por la muerte del Rmo Diaz, quien los poseia. Por la mala fama que reynava entonces en Salamanca del beato Raymundo Lulio y su doctrina, deseo mucho verlos para impugnarlos. Logro su vista. Pusose a leerlos con gran cuydado, y la luz de su verdad le dio tal golpe en los ojos de su entendimiento, que se hizo defensor de la doctrina que deseaba impugnar y exterminar.
Quando yo me ausente de Salamanca, obligado de la obediencia, le dexe recomendada la escuela luliana, y en mi presencia y ausencia no le faltaron grandes persecuciones.
42.- Todos los dichos lulistas fueron apasionados a la doctrina y santidad del beato martyr y Doctor Iluminado, el beato Raymundo Lulio. Fueron apasionados porque la accion y actividad de la necesaria razon los obligaba à padecer y hacer. Y asi, con toda razon, se puede decir que eran apasionados y accionados para honrar la verdad de la causa luliana.
43.- Pero no se ha de entender segun el sentido o concepto que se puede formar de la sentencia del P. Mtro prior, que es: Diga lo que dixere, Salzinger empeñado etc., porque apasionado, segun el sentir de [254v] los que sanamente entienden, se llama el sujeto en quien predomina la pasion a la razon; y ciega se llama la pasion que no quiere buscar ni entender ni saber cosa de la razon. Y así no puede ser de esta especie la pasion del sapientisimo Salzinger, empeñado en hacer alquimista al beato Lulio, porque, como se ve en los Perspicilios lulianos, anda tan guarnecida de un grande exercito de necesarias razones.
45.- Yo, entrando al examen del parecer del Rmo P. Prior y de las razones en que se funda, supuse que el mismo habia leido los ‘Perspicilios lulianos’. Pero à vista de su resplandor y de la confesion de los sujetos mas sabios de Roma, de Salamanca y Cataluña, que los leieron, y unanimes dixeron que exeden à la mayor admiración, me temo que mi suposicion, ò carece de verdad, ò que el Padre Maestro Prior los leió como gato que passa por ardientes brasas.
46.- Hasta hora se esforzo mi enfermedad y flaqueza para servir al Reverendisimo Padre Mtro Prior en subministrarle las verdaderas noticias de que el beato Lulio trato de la real y verdadera arte y ciencia de la alquimia incidenter y de proposito, especulativamente y practicamente insudando en su obra. Y que el sapientismo Salzinger se empeño en demostrar esta verdad con pasion predominada y obligada de la accion y fuerza de la razon, provando con necesarias razones todo lo que dixo en esta disertacion.
47.- Ahora combido à su Rma à bendecir, alabar y dar gracias a Dios de que tenemos en casa la [255r] luliana alquimia puesta en practica. Y segun la logica del divino Maestro debemos confesar que esta alquimia es árbol muy bueno, porque dá muy buen fruto, que es la piedra filosofal, como saben los que gustan, en gotas, polvos ò pildoras, y los que se lo propinan.
48.- No se toman en vasos, sorbos ni aun à cucharadas, sinò en gotas bien contadas. Però es menester darles vehiculo de otro liquor que las lleve al estomago, porque las gotas solas no bastàran para untar la garganta. Y asi respectivamente se há de decir de los polvos y una o dos pildorillas para que puedan llegar al estomago.
Dios conserve la vida y la salud à Va Rma para que no necesite de esta piedra filosofal, la qual solamente se halla en nuestra francisna botica. Y por tal beneficio sea bendito in saecula saeculorum. Amen.
Bordoy (1782).
[283r]
Respuesta del P. Fr. Mariano Bordoy,
religo de Na Sa del Carmen, de antigua y regular observancia, al Rmo P. Fr. Bartholome Fornès,
de la Serafica Orden.
Introduccion.
Aviendo llegado à mis manos en el dia 30 abril 1782 un papel intitulado ‘Fiel noticia de la verdad de la alquimia practicada por el Dr Iluminado Raymundo Lulio, segun su arte, y ahora subministrada al Rmo P. Mariano Bordoy, prior del convento de Na Sa del Carmen, por Bartholome Fornès de la Serafica Orden’, viendo que se dirigia à mi, procurè leerle con toda reflexion, y no pasando como gato por ardientes brasas, (como me da en rostro el Rmo Fornès que lo hize con los ‘Perspicilios lulianos’ de Salzinger, sin mas fundamento que haver solo presumido, como se verà claro en esta mi respuesta), procurè digo leerle atentamte con la resolucion de retratar luego mi parecer, si meconvencian sus razones.
Y para que se vea que lo hago asi con toda ingenuidad, no ostante de hallarme ocupado en otros graves negocios de mi estado y oficio, ire apuntando fielmente lo que me pareciere del caso para el asunto de que se trata, ò bien para inclinarme al sentir del Rmo Fornès, si le considero de bastante peso, y retratar el mio, ò para responder à las objeciones que me hace, si no las veo de fuerza suficiente para apartarme de mi primer dictamen.
El metodo serà apuntando primero lo que contra mi escribe escrive dicho Rmo P. y ajustando luego la respuesta à cada cosa en particular. Con la inteligencia pero, de que omitirè muchos de sus numeros por parecerme agenos del asunto, y mucho mas de lo que yo escrivi en la respuesta à La verdad sin rebozo[34], que es lo que el Rmo Fornès pretende impugnar. Con la advertencia, para proceder con claridad, que los numeros de la Fiel noticia del P. Fornès se notaràn en medio de la pagina y los de mi respuesta à la margen.
[283v] [Fornés] Nº 4 de la Introduccion.
La Fiel noticia de la verdad escrita por el Rmo P. Fornès contiene 20 hojas de un manuscrito en 4º y se divide (despues de hecha su introduccion) en 4 §§. En los 3 numeros primeros de su introduccion hace una salva à sus condicipulos, en cuya gracia dice que escrive, à que nada tengo que responder por el motivo alegado.
Pero su n. 4 dice asi:
»Aora, por haver añadido à la ciencia de la alquimia, me veo obligado a añadir el trabajo de discernir el encontrado sentir de dicho Rmo P. Bordoy y del sapientissimo Salzinger en orden a la alquimia. Supongo que dicho P. Prior ha leido los Perspicilios lulianos que estàn en el principio del primer tomo de la impresion Moguntina. Y si la multitud de razones que alli trae mi maestro Salzinger no obstan a su Rma para tratarlo como apassionado, que serà de mi, su indigno discipulo lleno de ignorancia? Sin embargo, dirè, como discipulo, la verdad que alcancè, y espero que el Rmo P. Prior me lo estimarà, y con esta confianza en el nombre Smo de Dios empezare.«
Respuesta.
1. Ahora por haver añadido à la alquimia, dice en su 1ª linea el Rmo Fornès. Y ò esta clausula es mui oscura, ò mi poco alcance (que confieso) no llega à su sentido. Porque si habla de otro que añada à la alquimia, que parte soy yo para deferirmelo à mi; y si soy yo mismo el que añadi à la alquimia, hagame el favor de decirme el Rmo Fornès que y quando. Porque como puedo yo añadir ni quitar à lo que en mi concepto ni està ni es posible se halle in rerum natura.
Pero dexemonos de question de palabras y atendamos à la quexa del Rmo Fornès, porque llamo al sapientisimo Salzinger apasionado por la alquimia, sin embargo de la multitud de razones en que funda su parecer en los ‘Perpicilios lulianos’.
[284r] 2. Y primeramente pregunto al Rmo Fornès: Si el termino apasionado se puede tomar en sentido que nada dañe la fama del celeberrimo Salzinger, como lo aplica el mismo P. Fornès mas abaxo à otros famosos lulistas que tanto alaba, por que en mi escrito lo havia de echar à mala parte, quando pudo reparar que yo en el tuve siempre la mira en no ofender à nadie ni con la mas minima palabra?
Y dado caso que el termino de apasionado se huviese de tomar en mi escrito en el sentido que lo toma el Rmo Fornès: como me considera tan digno de repreension y no repara en los terminos con que habla Salzinger de muchos celebres lulistas y apologistas del Bto Lulio, à quienes responde en sus ‘Perspicilios lulianos’ con mucha mas asperas e infamatorias voces, sin acordarse de la sentencia del Espiritu Sto, que dice por S. Lucas, in Evang. c. 6, v. 38: Eadem mensura qua mensi fueritis, remetietur vobis?
3.- Porque no dudo que repararia el P. Fornès en los ‘Perspicilios lulianos’, quando paso por ellos tan à paso de buei, que en su c. 4, p. 1, seu 1 §, “sed coniecturam”, pag. 79, dice de su hermano el R. P. Fr. Rafael Barcelò, de la misma orden Serafica, letor jubilado, Dr. ex chatedratico lulista de la Universidad de Mallorca, calificador y juez ordinario de la Sta Inquisicion, examinador sinodal y ex provincial, dice pues Salzinger en el lugar citado:
“De donde me parecio ridiculo el argumento del R. P. Barcelo fundado en esta inscripcion (libro de Raymundo Lulio, doctisimo y celeberrimo philosofo), porque, quien ay tan simple que ignore etc.?”
Y en el mismo c. p. 2, pag. 83, § quid magister, hablando del P. Custurer,
“el qual procurò con interpretacion ridicula bolver el texto citado del ‘Arbor de la ciencia’ en sentido agenisimo à la mente del Sto autor, para hacer no chimico à Raymundo con razon o sin ella.”
Y en la pag. 84, § “Sic questio” del dicho P. Barcelò.
“Este mismo texto alega nuestro adversario raimundista en [284v] su ‘Astraea’, c.2, n. 5, de donde se infiere, ò que le pasò como los gatos por las brasas encendidas, ò que, como el buen Homero, durmiò alguna vez. Porque aun sin anteojos pudiera ver que tambien en aquel texto se establece la produccion artificial de la plata, pero no conducia para su intento, por lo que le huviera persuadido omitirlo del todo, para que no pudiese ser arguido de ceguedad.”
Ahora o admiro que a mi, por todas partes despreciable, me compare el P. Fornès al gato etc. , quando lo vio practicado en su tan venerado maestro Salzinger, con un varon tan celebre y autorizado como seria el R. P. Barcelò, segun se deja ver por sus titulos.
4.- Mas en la pagina 91, § [Supra] Sexta obiectio, empieza: “La sexta objecion y ultima incluye juntamente dos miembros muy ridiculos”. Y en la respuesta, al argumentar: “Perdóneme, le pido, nuestro raimundista (el P. Barcelò), si moderadame me pongo a reir”. Y en el § Secundum, que se sigue: “Este argumento es del mismo calibre que el antecedente, el que en toda su vida no vio ni oyò hablar de otros reyes que de los quatro de los naipes, juzga que no ay mas reyes que aquellos quatro”.
No corrio mejor fortuna en la pluma de Salzinger el historiador de Mallorca, Dn Vicente Mut, del qual habla deste modo en la pagina 92, § Denique: “Mut tomò la zorra por comadreja, porque le sucediò lo que antes dixe de los que ignoran otros reyes que los que ay en los naipes”.
Repare aora el P. Fornès en los terminos de ridiculo, simple ceguedad, etc., y lo demas qu queda dicho, contra unos barones tan recomendables, no solo en la republica literaria, si tambien en la causa luliana, como fueron el P. Barcelò, Dn Vicente Mut y el
P. Custurer, y verà si ay mucha mas razon para quejarse de su maestro Salzinger, en prorumpir tales calumnias que no se puede dexar à buena parte, que no la tuvo el en quejarse de mi por llamar a Salzinger apasionado po la alquimia, termino que admite el sentido mui urbano, sin saver, ni aun por congetura, que yo lo escriviese en el otro puesto, que el presume. Pero pasemos adelante.
[285r] [Fornés] § 1º, n. 1 y 2.
Despues de concluida su introduccion, empieza el P. Fornès su primer §, en cuyos numeros 1º y 2º dice asi:
»[1] Dicho Rmo P. Prior, en la confutacion del libelo infamatorio de la santidad, martirio, doctrina y culto del B. Raymundo, en la Respuestas al texto 85, pag. 173, n. 52, dice: Mas me parece mas cierto, por las razones que voy a alegar, que por mas que el B. Lulio tratase incidenter algunas cosas sobre la teorica desta ciencia, pero que nunca fue alquimista en la practica, ni los libros que corren de alquimia en su nombre son suyos, sino falsamente apropiados.”
2. Con el n. 53, para fundar su parecer dice el mismo prior: Para esto hay dos razones à mi parecer convincentes, diga lo que dixere Salzinger, empeñado en hacer al B. Lulio alquimista. La primera es que en los libros que sin duda se confiessan parto de su ingenio, se enseña de continuo (no es tan continuo que no pase centenares de libros sin hablar una palabra de dicha ciencia), enemigo capital de los alquimistas, refuta la alquimia y la da por impossible y quimerica, convence à los alquimistas de falaces y avisa que nos guardemos dellos, y de continuo està persiguiendo la alquimia y sus professores.«
Respuesta.
1. Con estos 2 numeros solamente, refiere el P. Fornès mi pasage citado de la respuesta à La verdad sin rebozo, y añade entre parentesis contra mi dicho, que no es tan continuo se enseñe el B. Lulio enemigo de los alquimistas, que no pasen centenares de libros sin hablar una palabra de dicha ciencia.
No tengo yo en bajo concepto al B. Lulio, que havia de presumir y mucho afirmar, fuese tan inconsequente que sin ton ni son en todos los libros vineise ò noi al caso, se havia de poner a tratar de la alquimia y confutar la alquimia, porque, que conexion tienen ni pueden tener con la alquimia las mas de las materias que trata el B. Lulio en sus libros, siendo tantos y de tan varios asuntos? Mi dicho, pues, se entiende: siempre que en sus libros que se confiesan parto genuino de su ingenio, tratò ò vino al caso tratar destapretendida ciencia, en i concepto verdadero embuste, y de sus professores. , [285v] 2. Mas para que vean los letores que no es tan fuera de proposito en mi respuesta el termino de continuo, como pretende dar à entender el P. Fornès, pondre aqui unicamente algunas de las citas que pude alcanzar de diferentes autores, de los lugares y libros en que lo hace, haviendo despues de discutir mas difusamente qual me paresca el genuino sentido de algunos, y se vera por su muchedumbre y diversidad si es tan fuera de proposito aquel de continuo, como presumiò el P. Fornès. Los libros, pues, y lugares en que persigue la alquimia y alquimistas son los siguientes.
3.‐ En el libro de la Infinita y ordenada potestad, dist. 3, tit. De quaest. Dei ad extra, c. 2, n. 3, y en el c. 5, n. 3 y 11, q. 128 ad quaest, y en la quaest. 165, c. 3, n. 16 y 65, n.8.
‐ En el libros de sus Proverbios, l. 2, c. 97.
‐ En el libro de los Principios y grados de la medida, dist. 6, c. 20.
‐ En el Arbol de la ciencia, c. 1, n. 12.
‐ En el libro Felix, c. 5, n. 2 y n. 13.
‐ En su Arte general, p. ‐‐, c. 8 – 2, n. 8.
‐ En el libro del Ente real y de razon, dist. 6 de quaest. p. dist. 3.
‐ En el libro a Tomas Atrebalense, q. 25.
‐ En el libro las regiones de la salud y enfermedad, dist. 2.
‐ En el libro de las Questiones sobre el arte inventiva y demostrativa, q. 165.
‐ En el Arte general ultima, q. 9, De oct. subi., c. 52.
Pero que me canso, quando los puede ver el curioso en el mismo Salzinger y en el ‘Breve memorial’ del P. Marçal, punt. 2, p. 25 y 26, n. 41. En esto ya se ve si aun
hablando con rigor, esta puesta sin exageracion alguna, como pretende el P. Fornès, aquella expresion de continuo. Mas baste de questiones de voces.
[Fornés] § 1, n. 3 y 4.
»3. Me contentarè con alegar uno o dos textos del B. Lulio. El primero es del libro de las Questiones sobre el arte (Per artem demostrativam et inventivam solubiles), en donde busca Utrum alchimia sit in re vel in ratione tantum? En la solucion que dà el B. Raymundo à esta question, funda el P. Prior su parecer de que el B. Lulio no fue alquimista.
4.- El mismo, como si argumentara, asi dice: El B. Lulio se demuestra contrario a los alquimistas; luego no fue alquimista.
Ahora obiter se demostrarà que no es necesaria la consequencia; despues se verà fundamentaliter y de proposito, que no es necesaria ni [286r] convincente en la misma question.
Dice pues el P. Prior: El Bto Lulio se demuestra contrario à los alquimistas, luego no fue alquimista. Se distingue el antecedente: Es contrario à los alquimistas falsos e imaginarios se concede; à los verdaderos y reales se niega. Asi mismo se ha de entender de la alquimia imaginaria, la qual es solamente en la falsa imaginacion.«
Respuesta.
- Absolutamente no es verdad que, en la solucion que da el B. Lulio à la question citada, funde yo mi parecer de que no fue alquimista; porque si bien pongo esta solucion por ejemplo, pero mi parecer lo fundo en que no solo en esta question, sino que tambien en todos los libros ciertamente suyos, siempre que viene al caso hablar desta materia, refuta la alquimia y alquimistas. Y si la consequencia que desto infiero ‐ esto es ‘luego el B. Lulio no fue alquimista’‐ no es necessaria ni convincente, menos lo seerà la que saca el P. Fornès en este papel, en la razon segunda del d. 3º, n. 8, hablando del autor del ‘Testamento’, falsamente apropiado segun mi dictamen al B. Lulio.
- Con este numero citado, despues de haber referido en los antecedentes algunos pasajes, en que el autor de dicha obra confuta y desprecia a los hebreos o judios, paganos è infieles, me pregunta el P. Fornès:
“Ahora sirvase el P. M. Prior de decir quien aproprio al B. Lulio esta doctrina que va en este libro o tratado de la alquimia. No dirà que los judios, moros o otros infieles se la apropiaron, porque es contra ellos.”
Lo que ‐aunque yo sobre este asunto me no he declarado todavia mi parecer‐ juzgaria tal vez el P. Fornès que soy de la opinion de de Marsal, Riera y otros que presumen por conjetura si este ‘Testamento’, por el hebraismo à que sabe, seria obra de Raymundo Neofito de Tarraga, que fue judio, y arguye asi: El autor deste ‘Testamento’ perseguia y confutava à los judios, luego no fue judio. Pues si à el le parece aqui que su consequencia concluye, como arguye la mia de no convincente ni necessaria?
[287r] [continuación del f. 286r] 3. Ni sirve el efugio de distinguir los alquimistas falsos de los verdaderos, +por indagando+, como veremos, y porque asi como se pudiera responder a su argumento con distinguir los verdaderos judios de los falsos. Si bien, aunque el dicho me parece que fue el intento del P. Fornès en la pregunta que me hizo, pero el modo con que està puesta su consequencia no prueba su intento, porque si bien se infiere de algun modo el autor de esta obra persigue à los judios, luego no fue judio, pero no se infiere “luego no fue judio” el que se lo appropriò, porque se lo podia apropriar el que no fuere su autor. Y antes bien, por lo mismo que el tenia tanta ojeriza con los judios, no seria de extrañar que los mismos judios o alguno dellos se lo apropriase, por mas que sin ser su autor, viendo que no podia servir mas que para denostarle y disminuirle la fama.
En esto no explico mi parecer sobre este asunto, si solamente lo digo para hacer patente la falibilidad, dado que infiere el P. Fornès à diferencia de mi ilacion que el pretende enflaquecer.
[Fornés] § 1, n. 5, 6, 7.
»[5.] No es poco de admirar lo que dice el P. Prior para proponer sus dos razones: ‘Diga lo que dixere Salzinger, empeñado en hacer al B. Lulio alquimista’.
6.- Los que leyeren esto y no saben en que se funda el decir del sapientisimo Salzinger, pensaràn que el tal decir es de hombre apasionado que se empeña à lo que le inclina su capricho, por su pasion sin razon, ò por pasion predominante y contraria à la razon, y asi no se ha de hacer caso de lo que dice.
7.- Pero los que saben quan probado va el decir del sapientisimo Salzinger en estas y otras disertaciones, no poco se admiraran de que el P. Prior le niegue lo que Aristoteles condicionalmente concede al rustico, diciendo: Bene dixisset rusticus, si probasset. Quan racionalmente apasionado se empeño el sapientisimo Salzinger, no en hacer, sino en demostrar que el Bto Lulio fue verdadero y practico alquimista, en adelante se verà.«
[286v] Respuesta.
- Aqui buelve otra vez el P. Fornès à repetir la queja de que yo de por apasionado al sapientisimo Salzinger, y que no obstante lo que el dice y las muchas razones en que se empeñò, no en hacer, sino en demostrar al B. Lulio por verdadero y practico alquimista, le llamo a secas empeñado en hacer al B. Lulio alquimista, porque me expongo à manifestar la fama deste celeberrimo escritor, dando à entender à los que no huvieren leido sus escritos que se empeñò sin razon, unicamente por su capricho ò por pasion predominante.
- Pero comenzando à responder à esto ultimo, me parece que tendria lugar la queja del P. Fornès, si huviese escrito à las Indias ò en otro lugar, donde fuera mui dificil haver à las manos las obras de Salzinger, porque yo nunca he pretendido que se me de credito unicamente sobre mi palabra. Pero haviendo escrito en Mallorca, donde con tanta facilidad, por mas que no las tenga en su poder, puede qualquier curioso certificarse po rsu propria vista, me pareciò seria machacar à mis lectores haverlo de transcrivir en mi respuesta, que sobradamente se alargava y no podia ser menos.
- Ni se por que motivo, à los terminos de pasion y empeño, [que] yo expreso con toda indiferencia, los havia de interpretar y torcer el P. Fornes à la peor parte, si haver dado yo motivo para esto en mi escrito, como puede reparar el curioso.
No obstante digo aora, precisado de lo que me objeta el P, Fornes, que ay mucha diferencia de alega copia de razones para persuadir alguna cosa, à demostrarla y tener razon en lo que se afirma. Nadie negarà que el sistema de todas las demàs escuelas, distintas y aun opuestas al luliano, va fulciado de un mui crecido numero de pruebas y razones. Pues por que no asiente à ello el P. Fornes? Y no ostante de leer en su escritores tantas razones, consentirà el P. Fores en conceder que tengan razon en afirmarlos. Porque [287v] de otra suerte, el tendria obligacion de mudar el dictamen y mudarse al parecer de los otros, lo que no hace.
4.- Pregunto mas: Y le parece al P. Fornès que llamar à estos sectarios de la escuela apasionados por su sistema o empeñados en sostenerle, seria ofenderles ò dar à entender que se empeñan por pura pasion o capricho? No me persuado de talcosa, porque antes qualquiera racional tiene à mucha honra y le parece obligacion empeñarse y apasionarse por lo que le parece verdad ò por lo menos mas razonable.
Pues asi mismo, me parece no tiene razon el P. Fornès para quejarse de mi por llamar al sapientisimo Salzinger apasionado por la alquimia y empeñado en hacer al B. Lulio alquimista. Y si no obstante las muchas razones de las otras escuelas no consiente el P. Fornes en adherirse à sus asertos, por considerarlos sin razon, lo mismo me sucede à mi con la asercion del sapientisimo Salzinger, sin embargo de la multitud de razons que alega, las que, por mas que asi las afirme el P. Fornès, esta tan lejos, à mi parecer, de demostrar su intento, como la noche del dia.
[Fornés] § 1, n. 8, 9, 10.
»[8.] Salga aora à luz la question citada por el P. Prior, que no es 165, sino 166, en que el B. Lulio la propone diciendo:
“Utrum alchimia sit in re vel in ratione tantum, solutio. Ad respondendum huic quaestioni (ait Dr Illuminatus), recurrendum est ad superiora principia, scilicet, ad bonitantem, magnitudinem, durationem, et caetera principia de quibus metalla sunt constituta, ita quod bonita absolute divisa est in bonitatem ignis, in bonitatem aeris, in bonitatem aqua et in bonitate terrae. Similiter magnitudo divisa est in magnitudinem ignis, etc., et per consequens in bonitatem, magnitudine, etc. animalium, plantarum et metallorum, et hoc usque ad secundam vegetativam. Et sic naturaliter consistunt principia, media et fines in omnibus quae naturaliter generantur.
9.- Et sicut natura habet ordinem in animalibus et plantis respectu principiorum, mediorum et finium, ita quod nullus artifex potest [288r] aliud animal transferre in aliud vel aliam plantam in aliam, sic nec alchimista potest transmutare aliam speciem metalli in aliam, cum non possit tantum attingere quantum forma potest de primis principiis usque ad secunda principia.
Et ideo potest patet quod alchimia non sit in veritate rei, considerante et optante alchimista quod metalla habeant et possint habere multas proprietates quas non habent nec possunt habere, cum non possint esse in perfectione suarum specierum. Quia alchimista conatur dare perfectionem auri vel argenti metallo privando illud a sua specie.
10.- Metalla habent suam excellentem bonitatem, magnitudinem et caetera principia propter hominem, quia finis eorum consistit in fine hominis. Et ideo respectu finis ferrum melius est quam aurum, et ita natura quoad bonitate finis plus appetit producere ferrum, ut ide fiat gladius, acus et caetera instrumenta quibus humana necessitas indiget, quam aurum, vel argentum vel aliquod aliud metallum. Et ideo illud est in magna copia, quodlibet vero istorum non, nec adeo forte.”«
Respuesta.
- A estos tres numeros, como nada mas contienen que el texto del B. Lulio, de que hablaremos largamente mas abajo, nada digo por aora. Solamente à la advertencia que me hace el P. Fornès de que la question citada no es 165 sino 166, confieso que tiene razon, pero le suplico advierta que fue su oraculo Salzinger el que me dio ocasion de errar, l qual en sus ‘Perspicilios lulianos’, cap. 4, parte 2, pag, 81, col. 2, § Et in libro quaestionum, la cita con el numero de 165, como puede sertificarse el mismo P. Fornès, ya asi perdoneme la equivocacion y le estimo la advertencia, lo que en adelante me harà mas cauteloso en averiguar si su maestro Salzinger cita ò no fielmente.
[Fornés] § 2º.
Con lo dicho se concluye el primer § del manuscrito del Rmo P. Fornès. [288v] Pasa despues al segundo que intitula Explicacion, y la hace de los principios universales contenidos en el alfabeto del arte luliano y en la figura A, y en 16 numeros. Y por otra parte me parece no importar mucho para manifestar la razon que me mueve à oponerme à su dictamen, no los trancribo aqui y el curioso los podrà ver en su misma obra y así paso al tercero.
[Fornés] § 3º.
La misma explicacion de los principios lulianos prosigue el P. Fornès en este su 3 §, que intitula Prosigue la explicacion del texto luliano, por 14 numeros, que omito por la razon arriba dicha. Y en su numero 15 y siguientes dice asi:
[Fornès, § 3.1b, 15‐19. Primera razón de Bordoy] § 3º, n. 15 hasta 19.
»15. Con la philosofia, arriba explicada, del texto de la Solucion que da el B. Lulio a la question, se habilita el filosofo para ser verdadero alquimista, como se vera prosiguiendo el mismo texto, en donde el Dr Iluminado dice:
“Propterea, priusquam argentum fuisset [margen, otra mano: reductum] de habitu in actum, erat naturaliter in habitu quoad formam, et in in potentia quoad materiam, sed artifex praeparavit materiam ut illud quod erat in habitu et potentia deduceretur ad actum. Securus est autem in operatione alchimistae conantis argentum transmutari in aurum, quia species auri non fuit in potentia et in habitu in specie argenti”.
16 Aqui habia de advertir el Rmo P. Prior que el Bto Lulio opone el artifice al alquimista, y dice que el artifice obra rectamente preparando la materia, para que lo que estaba en potencia y habito se reduxere al acto. Pero en la operacion del alquimista es lo contrario, porque intenta transmutar la especie de plata en especie de oro, lo que es imposible.
17.- Asi tiene la naturaleza ordenada las especies bajo del genero, que nunca una especie puede estar en potencia y habito en otra especie, y asi esta potencia y habito solo esta en la imaginativa del alquimista. Este, segun el B. Lulio es el alquimista falso e imaginario; luego su contrario, que es dicho artifice, segun [289r] el mismo Dr Iluminado, es el verdadero y real alquimista, quien posee la verdadera y real arte de la alquimia.
18.- Como explicado es que un principio universal no es de otro, porque son echos de nada en su creacion, asi una especie no puede ser de otra especie, porque las especies son hijas del genero. Como los individuos son numeros de la especie, las especies son numeros del genero.
Como un hermano no puede estar en potencia y habito en su hermano y por esto no puede ser hijo suyo, una especie no puede estar en potencia y habito en otra especie y por esto n puede venir de ella. Se ve el desatino del falso alquimista en intentar de la especie de la plata hacer especie de oro.
Como segun la naturaleza las especies estan en potencia y habito en su genero, el oro y demas especies de metales estan en potencia en el metal, que es su genero. Y en esto se ve el acierto y rectitud del verdadero y real alquimista, quien con su arte de alquimia quiere sacar y saca del genero sus especies.
19.- En esta doctrina luliana el Rmo P. Prior no solo puede creer, sino tambien entender, que segun el B. Lulio afirma hay verdadera arte de alquimia y verdadero y real alquimista, quien es el artifice que la posee especulativamente y la practica realmente disponiendo la materia, con que reduce al acto lo que en la misma materia estava en potencia y habito. Y por consiguiente la razon de este texto es convincente, porque con ella el Rmo P. Prior se convence à si mismo.«
[289v] Respuesta.
1.- Esto es quanto alega el Rmo P. Fornes para torcer contra mi mismo el texto alegado del B. Lulio, con que pretendi probar que no fue alquimista, pues confutò esta arte y despreciò y rebrochò sus pretendidos profesores.
Toda la solucion del P. Fornes restriba, como se ve, en la distincion del alquimistas falso y verdadero, concediendo que el B. Lulio confuta y desecha al primero, pero no al segundo; antes lo fue en la practica.
Vamos pues primeramente a demonstrar en quanto permita mi alcance lo infundado desta distincion, por la misma explicacion que da en estos numeros el Rmo Fornes del texto luliano, haviendo de pasar despues à averiguar ò por lo menos congeturar con la mayor verosimilitud que se pueda, el genuino sentido del mismo texto, y que pretanda significar en el el B. Lulio con el nombre de artífice, que prepara la materia para deducir al acto lo que estava en habito y potencia.
2.- Y primeramente, que no pueda entenderse en nombre de este artifice el alquimista, ni falso ni verdadero, como pretende el P. Fornes, lo deduzco de lo que el mismo afirma en el num. 16 y siguientes, pues dice en dicho numero que el artifice obra rectamente preparando la materia para que lo que estava en potencia y habito se reduxese al acto.
Pregunto aora: Esta materia que prepara el artifice, està apartada ò separada de toda forma ò junta con alguna? Si es pura materia y separada de toda forma y accidente, no es comprehensible como el artifice puramente humano, [290r] qual seria el pretendido verdadero alquimista, puede obrar en ella por arte y reducirla de potencia al acto. Porque como dicho artifice obra por fuerza sensiblemente ò por medio de las potencias sensitivas de la vista, tacto y demas, si bien dirigidas ò governadas por la intellectiva, ha de obrar indispensablemente ò trabajar sobre materia vestida de accidentes sensibles, esto es, quantidad, figura, color, etc. O si no digame el Rmo P. Fornes si el carpintero o albañil pondran la figura de una mesa o arco ò la fabricaràn de la pura materia sin forma alguna de piedra ò madera, y sin los accidentes de la quantidad, etc. Me parece que salta à la vista la imposibilidad y que tal vez la materia, bajo qualquiera forma y se halle, no constituye juntamente con ellos determinada especie de ente?
Luego si en estos numeros establece el P. Fornes que es impossible transmudar, por exemplo, la especie de plata en especie de oro; que nunca una especie pudo estar en potencia y habito de otra especie, y por otra parte queda provado que el artifice no puede obrar ni trabajar sobre la nuda materia, si que for fuerza la necesita constituida en alguna especie, se sigue por consequencia legitima, de lo mismo que dice el Rmo Fornes, que no pudo haver alquimista alguno verdadero.
[290v] 3. Digamoslo mas claro y perceptible, aunque coincida en lo mismo, y para esto buelvo à preguntar al Rmo P. Fornes:
Este artifice que el llama verdadero alquimista, produce oro? Supongo que responderà que si, porque esta es la definicion que se da al arte de alquimia, si la hay.
Y que le produce à este oro de nada? Por fuerza ha de responder que no, porque de otra suerte y no seria artifice ni alquimista, sino criador del oro producido, lo que es impossible, por peculiar de solo Dios.
Pues de que lo produce? Supongo dirà, conforme à lo que escrive en el num. 16, que de la materia que antes ha preparado.
Pregunto mas: Esta materia que prepara el artifice, es de hierro, cobre, plomo, plata u de otra especie? Por fuerza ha de responder que si, porque de otra manera no puede trabajar sobre ella algun artifice humano, como se ha probado en el numero antecedente.
Y como de ella hace oro el artifice? No puede ser de otra suerte que introduciendo la forma de oro en lugar de la que antes havia en la materia, y haciendo que lo que antes era plata ò cobre, etc., pase a ser oro. Luego transmuda en oro la especie de plata ù de cobre, etc. Y como esto sea imposible segun lo que escrive en este numero el Rmo P. Fornes, tambien lo serà, por consequencia de doctrina, el artifice que tal haga o verdadero alquimista.
4. Con el mismo argumento queda asi mismo desvanecido lo que escrive el Rmo P. Fornes en su num. 18, [291r] con sola la variacion del termino de materia en genero, porque asi como no puede el artifice humano trabajar sobre la nuda materia y que no estè determinada à alguna especie, y sacar de su potencia las especies.
O si no digame el Rmo P. Fornes ‐porque aora no hablamos de especulaciones ò precisiones, sino de realidades y de obras y artificios que se han de trabajar con las manos y por medio de instrumentos sensibles‐, digame pues el Rmo P. Fornes donde hallarà el artifice que el llama verdadero alquimista este metal generico, del qual, mediante el fuego y sus instrumentos y trabajo, pueda sacar las especies de oro, plata, etc.
Porque es preciso que para trabajar en el lo vea el artifice y lo toque con las manos. Lo cierto es que ni Salzinger, ni el P. Fornès, ni yo ni otro alguno, hemos visto ni tocado metal alguno que al mismo tiempo no fuere oro, plata, cobre ù de otra especie determinada. Luego de ningun modo puede el artifice [espacio de una palabra] sobre el genero, sino en quanto este determinado y contraido, v. g., à la especie de hierro u otra. Luego si del genero puesto de esta suerte, saca el artifice, ò como le llama el P. Fornès, el verdadero alquimista, saca, digo la especie de oro lo que antes era hierro, luego transmuda la especie de hierro en especie de oro. Y como esto sea impossible segun el mismo P. Forns, tambien lo serà el verdadero alquimistas que tal haga.
[291v] 5. Por lo dicho no puedo consentir en la persuacion que me hace el Rmo P. Fornes en su num. 19, porque su misma doctrina no solo no me mueve à creer y entender que haya verdadera arte de alquimia y verdadero y real alquimista, ni que tal afirme el B. Lulio. Antes me persuado eficazmente lo contrario, como dexo probado, y asi no puedo atinar de donde inferiria el Rmo P. Fornes que yo me convenzo à mi mismo, como afirma en su ultima linea deste su num. 19.
Pues, que querrà significar el B. Lulio por aquel artifice que preparò la materia para reducir al acto lo que estaba en habito y potencia?
6.- Para responder à esta pregunta es precido investigar el genuino sentidfo del texxto luliano en esta y la antecedente question 165, en que busca el modo como se engendran los metales, y como el fuego liquida al oro? Lo que procuraremos hacer segun permita nuestra corta capacidad.
En el num. 2 de la quest. cit. 165, dice el Bto Lulio:
“El hierro se depura de las piedras artificialmente por el fuego; luego su generacion fue de la generacion de las piedras; del mismo modo la plata y plomo son depurados por el fuego artificialmente del polvo de la tierra, cuya generacion se hace en las entrañas de la tierra con grande concordancia en las minas, en las quales se acercan quanto pueden al centro, por la simplicidad que apetecen, apeteciendo la tierra su centro y apartandose de la superficie de la region del aire, en que nosotros habitamos.
Y asi, quando la tierra y el agua se profundizaron baxo [292r] la tierra, por la mucha sequedad y frialdad engendran los metales, que son pèsados, secos y frios. Y tambien porque la tierra y agua tienen mucha materia, los mismos metales son cuerpos muy solidos y durables.”
7.- Desta doctrina se infiere que por el artifice y artificio entiende el B. Lulio el que mediante el fuego depura los metales quando salen de la mina, de aquella mescla con que salieron embueltos, como al hierro de la mescla de piedra que3 en si trae, y à la plata y plomo del polvo de la tierra. De lo qual se infiere que el hierro fue engendrado en la mina de la masa de la piedra, y la plata y el plomo del polvo de la tierra, contribuyendo mucho el agua à su generacion, la qual pero, precisamente se hace dentro de la mina en las entrañas de la tierra, y antes bien profundizandose quanto puede para apartarse de la calididad del fuego y ayre, que impedirian, segun el B. Lulio, la generacion de los metales.
Pues como podria el artifice fabricar alguno ò ser verdadero alquimista, quando este principalmente se vale en sus operaciones del ardor del fuego y sobre la superficie de la tierra? Lo mismo es del agua, que se aparta del fuego, que està con el ayre sobre la tierra, y tambien del mismo aire, por ser calido.
[292v] 8. Esto se confirma con lo que dice el B. Lulio en el n. 4 y ultimo desta question, en el qual escrive:
“El fuego liquida al oro, hierro y demas metales semejantes, deste modo: El oro es artificialmente figurado y depurado de su mina, assi como el hierro de las piedras (en esto consiste, segun el B. Lulio, el ser artificial del oro y hierro, ò el ser que les da por su artificio el artifice, esto es, en ser depurado quando saliò de la mina por medio del fuego, en cuya depuracion adquirio el oro aquella figura tan distinta de la qu tenia en la mina, en la qual mas parecia tierra algo colorada y lucida que no oro ò metal, y asi mismo el hierro depurado de las piedras) y entonces el fuego, predominando à los demas elementos, funde al oro figurandole y depurandole. Despues, refrigerado el oro, queda el color del fuego encerrado y amortiguado en el, por la restriscion del agua y concatenacion del fuego y tierra en la sequedad, y de la tierra y agua en la frialdad.
Mas para que el oro se buelva à aquella figura que antes naturalmente tenia, la tierra y agua corrompen quanto pueden aquella artificial figura, asi como el agua apartada del fuego material expele de si el calor artificial que tenia, para que buelva su frialdad à su primer acto y materia. Por lo qual, quando el fuego se aplica al oro le liquida, disolviendo la restriccion del agua y dureza y grosura de la tierra, y restriccion de agua que cierra sus poros quanto puede, los quales no obstante abra el fuego y buelve al acto aquel calor que estava encerrado [293r] y habituado en el oro, para que no pierda aquella artificial figura que le dio el fuego contra el agua.”
De todo lo qual se ve que el unico artificio que reconoce el B. Lulio en la produccion del oro y demas metales, consiste en ser depurados de aquellas mesclas con que les
sacan de las minas, quando mediante el fuego adquieren aquella figura tan descemejante à la que tenian en ellas.
Esto supuesto, passemos aora a examinar lo que dice y de que se vale el Rmo Fornes en la question siguiente 166.
9. En esta busca “si la alquimia existe en realidad o solamente sea ente de razon o fingimiento?”
En el n. 1º, despues de algunas lineas en que habla de los principios en general, escrive estas palabras:
“Asi como la naturaleza guarda orden en los animales y plantas respeto de sus principios, medios y fines, de tal modo que ningun artifice puede mudar un animal en otro o una planta en otra, del mismo modo tampoco puede el alquimista mudar una especie de metal en otro, no pudiendo tocar tanto desde los primeros principios hasta los segundos, como la forma. Y de aqui se ve claro que en realidad no hay alquimia porque el alquimista piensa y desea que los metales tengan, y pueden tener, muchas propiedades que no tienen ni pueden tener, etc.”
[293v] 10. Supuesta esta doctrina del B. Lulio, arguyo asi: Segun el B. Lulio, el mismo orden guarda la naturaleza en la produccion de los animales y plantas, que en la produccion de los metales, de lo qual infiere que asi como no puede artifice alguno mudar un animal en otro, ò una planta en otra, tampoco puede el artifice o alquimista mudar un metal en otro, v. g. la plata o hierro en oro.
Pregunto aora: Y tal vez puede el artifice producir por arte un cavallo ò un olmo? Supongo me responderà el Rmo Fornes que no puede. Luego si el mismo orden guarda la naturaleza en la produccion de los metales que en la de los animales y plantas, tampoco podrà el artifice absolutamente producir oro u otro metal alguno.
11.- Pues que sabrà lo que hace aquel artifice que, segun me objeta el Rmo P. Fornes y dice el B. Lulio en el n. 2 de esta question:
“Antes que la plata quedase reducida del habito al acto, pero estando naturalmente en habito en quanto à la forma y en potencia en quanto à la materia, preparò la materia para que lo que estava en habito y potencia se redujese al acto?”
A esta pregunta respondo que lo que hace el artifice es preparar y disponer aquella materia que salio de las minas y unicamente parece tierra u otra cosa semejante, pero habitada ya naturalemente dentro de la misma mina para ser plata u oro, à que actualmente lo sea, haciendole pasar, por medio del fuego y artificio de la potencia proxima en que se hallava, al acto, como asi mismo lo hace en los animales y plantas. Pero [294r] precisamente para hacerlo presuponer aquella materia dispuesta ya en la mina, como se deduce claramente de los ejemplos que saca el B. Lulio en el n. 3, hablando de los animales y plantas.
12.- En este n. dice:
“Que el artifice administra que salga la especie de mulo y que de un manzano mediante el injerto salgan peras, y que de la harina puesta con agua en un vaso del qual no pueda salir el aire, se engendran unos animalejos negros.”
Añado yo aora: y que del grano o semilla, puesta bajo la tierra y regada, salga la mata, como tambien del huevo fomentado del calor igual y semejante al de la gallina, nazca el pollo. Pero siempre es preciso que el artifice suponga hecha por la naturaleza la semilla, tronco ò huevo, y solamente lo aplica de modo, ‐mediante el artificio‐ que las causas naturales deduzcan al acto lo que estava en potencia y habito en la semilla, tronco ò huevo, ò que de aquella semilla nazca el mudo, del tronco la pera y del huevo el pollo.
Pues del mismo modo sucede en la produccion del oro y plata, en la qual el artifice prepara y dispone aquella masa ò materia sacada de las minas, de modo que de ella salga la plata u oro. Pero asi como para sacer el artifice el huevo, pollo o pera, deve suponer por fuerza la semilla engendrada naturalmente en el macho, la muda en el peral y el huevo en la gallina, asi tambien deve suponer por fuerza aquella masa ò materia engendrada por las causas naturales en la mina. Y asi como seria ridiculeza llamar al artifice engendrador, fabricador o productor del mulo, pera o pollo, asi tambien lo es llamarle verdadero alquimista ò productor del oro y plata.
Por lo que concluye [294v] el B. Lulio absolutamente que es imposible la alquimia y que haia alquimista, sin distincion alguna de verdadero o falso. Porque de otra suerte todos los artifices que trabajan en las minas para limpiar y depurar aquella masa o materia de plata ù oro que sacan dellas, deberia llamarse verdadero alquimista, lo que à todos parecerà ridiculeza. Y si esto pretende el Rmo P. Fornès, no me opongo, si bien es cierto que no hablan deste artificio y artifice los libros de alquimia, que yo pretendo falsamente apropriados al B. Lulio.
Con lo dicho me parece queda suficientemente respondido à lo que alega el Rmo P. Fornes para confutar mi primera razon, con la qual pruevo que ni el B. Lulio fue alquimista, ni los libros de alquimia que corren en su nombre son suyos, sino falsamente apropriados.
Pasa despues à impugnar mi segunda razon, lo que procura por 18 numeros en la forma siguiente.
[Fornés, § 3.2, 1‐3] § 3º, sega razon, n. 1, 2, 3.
»1. La segunda razon que al Rmo P. Prior parece convincente para establecer su sentir y afirmar que el B. Lulio no fue alquimista ni autor de los libros o tratados que andan inscritos en su nombre son las fechas en los años despues de su preciosa muerte.
“2. A eso digo: si los copistas no fuessen errables, dicha razon seria de mayor valor. Pero como enseña la experiencia, unos yerran poniendo una cifra por otra, otros poniendo la fecha del dia o tiempo en que concluyen la copia, sin cuydar si hay ò no hay fecha en la escritura original. Mire el P. Prior esta fecha, que se opina echa por el mismo B. Lulio, diciendo: Liber de Deo et mundo. Finivit Raymundus hunc librum Tunitii, mese decembris, anno 1315.
[295r] “3. La opinion mas cierta, segun confiesa el calumniador anonimo, es que la martirizada muerte del B. Lulio fue el dia 30 de junio del año 1315. Si asi es, el B. Lulio cncluyo este libro à lo menos cinco meses despues de su muerte. La facilidad del barajar los numeros puede el Rmo P. Prior conocer en si mismo, pues a la question que cita: Utrum alchimia etc., da el numero ordinal de 165 y ella es 166, segun yace en el tom. 6, en el citado libro, De dichas questiones.«
Respuesta.
1.- Confieso que los copistas son errables, pero antes de decirlo havia de probar el Rmo Fornès que las fechas ò años que se notan en dichos libros de alquimia fueron puestos por algun copista y no por el mismo autor de dichas obras, como parece mas cierto en las palabras con que se hallan escritas. Y si bien es verdad que es facil de variar una cifra y ponerla por otra, pero no es muy facil ni en el autor ni en los copistas, aun en el caso que fueran muchos, variar muchas cifras y años y no obstante andar tan acertados en su error, que se sigan todas con el mejor orden y del modo que corrresponden, como asi sucede y lo escrivi yo en el lugar citado de mi respuesta de Custurer, Wandingo y otros celebres lulistas y apologistas.
Porque como digo en el n. 59, en el libro De experimentis se pone el años de 1330, en que vivia su autor; en el del ‘Testamento novisimo’ el año de 1332, y en el De mercuriis el de 1339, los quales todos andan muy consecutivos y ordenados. Luego es cierto que en ellos no huvo equivocacion, ò por lo menos, si es posible fisica ò metafisicamente, [295v] es imposible moralmente y segun prudente juicio, que la huviese.
Otra cosa seria si en uno de los años se pusiese la nota, v. g., de 1730, ò otra semejante, que entonces se veria claro el error ò disparate. O tambien si alguno ò algunos de los numeros referidos se incluiesen en el de los años que vivio el B. Lulio, porque entonces se discurriria con mucho fundamento haver sido el yerro pura equivocacion ò descuido.
2.- Ni el ejemplo que alega en contrario el Rmo Fornes de la fecha del B. Lulio del libro De Deo et mundo, persuade su intento, ni aun por congetura, pues se compone muy bien haverse concluido dicho libro en el mes de diciembre de 1315, y no obstante haver padecido martirio el B. Lulio en 30 de junio del mismo año, sin que de aqui se infiera que lo concluyò despues de su muerte. Porque como la Iglesia empieza el año en 25 de diciembre, dia de la Navidad, los siguientes dias del mes hasta el 31 ya se cuentan po la Iglesia del año nuevo que se sigue, y por consiguiente, en caso de haver sido concluido este libro en alguno de los 6 dias ultimos de diciembre, se dice con verdad, siguiendo el computo de la Iglesia, que se concluyò en diciembre de 1315 y tambien que el B. Lulio murio en junio del mismo año, sin que se siga absurdo ni imposible alguno.
Tengo ejemplo sin salir de mi misma casa en los años de edad del R. P. Mo Fr. Angelo Ferrà, condiscipulo mio è hijo deste convento, el qual por haver nacido en 26 diciembre, dia de S. Estevan, la fecha de la fe de su bautismo le da un año menos de los que realmente tiene de edad, segun el computo [296r] comun. Es que no obstante por seguir la curia eclesiastica en el computo de los años el mismo que sigue, la Iglesia no obstante no detubo esto al ilustrisimo, que entonces era, para conferirle el sagrado orden del sacerdocio, por considrarle, como era asi, de 25 años de edad, por mas que atendiendo al modo comun de computar, fuessen solos 24 comezados ultimamente.
En orden à mi equivocacion sobre el numo ordinal de la question citada, ya digo que no es mia, sino de Salzinger en sus ‘Perspicilios lulianos’, con quien me informè. Y de paso advierto que aqui la padece el Rmo Fornes en el numo del tomo, si acaso habla de la impression moguntina, que no es el 6, sino el 4, en que yace la citada question, pag. 165.
[Fornés, § 3.2, 4‐6] § 3. Razon 2ª. n. 4, 5, 6.
»4. En todos los libros ò tratados de alquimia del B. Lulio que yo copie por mi mano y despues se nombraran, no halle fecha. Solamente en el fin del ‘Testamento’ hallo que dice:
“Fecimus nostrum Testamentum per virtutem ipsius A (Dei) in insula Angliae, in ecclesia Santae Catharinae, apud Londres versus partem castelli ante Tamissam, sub regnante rege Eduardo de Windestot, per gratiam Dei, in cuius manibus ponimus in custodia praesens Testamentum, per voluntatem ipsius A, anno post incarnationem 1332, cum omnibus suis voluminibus que sunt nominata in praesente Testamento. Laus Deo. Amen.”
5.- Es cierto que pudo ser que el Dr Iluminado dexase este ‘Testamento’ con cerrado su codicilo y recluso, para que despues de su muerte fuese presentado à dicho rey, y tambien puede ser que dicha fecha fuese errada.
A vista pues de esta incertidumbre, voy al verbo principal, que es si el B. Lulio practicò [296v] por si mismo la alquimia, como enseñan estos sus propios libros, como demostrado es. Que la diferencia del tiempo es cosa accidental, y recurro à la logica del Divino Maestro, quien dice: Ex fructibus eorum cognoscetis eos.
6.- Primero dire lo que se y despues lo que puedo dudar. Lo que se y no lo puedo dudar, es que, por la muerte de nuestro sapientisimo maestro Salzinger, todos mis condicipulos mallorquines se fueron y yo solo quede en Moguncia, con la esperanza de lograr mi fin. Fue Dios servido de que un insigne discipulo de mi maestro difunto, llamado Luis Heydel, me supliese su falta. Me sujete à su magisterio. El mismo no solo me enseño con mucha charidad, mas aun con mucha liberalidad me presto los papeles más selectos que nuestro maestro le havia comunicado. A mas de otros, fueron los tratados o libros de alquimia que se siguen.«
Respuesta.
1. No es mucho que el Rmo Fornes en todos los libros ò tratados de alquimia que dice copiò, no hallase otra fecha que la que aqui pone del libro del ‘Testamento’, quando la de 1330 se pone en el libro ‘De experimentis’ y en el ‘De mercuriis’ la de 1333, los quales el no copiò, como consta de su catalogo que pone despues. A mas de que diciendose en la fecha que pone aqui del ‘Testamento’, del año 1332 (17 despues de la muerte del B. Lulio) que fue compuesto dicho ‘Testamento’ en Londres, reinando el rey Eduardo de Windestost.
Desta misma, à mas del año, se pueden tomar dos argumentos fortisimos para convencer que dicho libro ò tratado, y po consiguiente los demas que tratan de semejantes asuntos de alquimia, no fueron del B. Lulio, sino apropriados falsamente.
[297r] 2. El primero es que segun la mas veridica historia de su vida, el B. Lulio nunca estuvo en Londres, luego no pudo alli concluir libro alguno.
A esto responde Salzinger en sus ‘Perspicilios lulianos’, pag. 78, § Instabis, que hasta su tiempo siempre estuvieron los verdaderos discipulos de Lulio en la creencia de que havia el B. Raimundo estado en Inglaterra. Pero como no señala de quales discipulos habla, ni tampoco yo ni otros lo sabemos, nos quedamos en obscuras.
Para fundar esta supuesta creencia da una razon y una congetura. La razon consiste en que los libros chimicos lo afirman, linda por cierto, quando de lo mismo se infiere ò inferimos nosotros no ser suyos tales libros, porque en esto contradicen a los mas veridicas historias de su vida.
3. La congetura consiste en que no huviera podido contemplar y describir tan exactamente el fluxo y refluxo del mar Anglico, no haviendo estado jamas en Inglaterra, como lo hace en las ‘Questiones sobre el arte inventiva y demostrativa’, q. 154. Y primeramente en esta question no habla el B. Lulio particularmente del fluxo y refluxo del mar Anglico, sino de todo el mar Grande o Occeano. Menos le describe ni exactamente ni sin exaccion, sino que lo supone y va à investigar las causas naturales de que proviene, si bien restringe el solo titulo de la question al fluxo y refluxo del mar Anglico, el qual titulo dice asi: Por qual razon natural flue y reflue el mar Anglico? Y si esto basta para congeturar que estuvo en Inglaterra, lo mismo se inferiria de muchisimos filosofos, que supuesta la verdad del hecho de testimonios y autores fidedignos, ventilan la misma question
investigando sus causas, los quales no obstante pasaron toda su vida y murieron centenares de leguas de Gran Bretaña.
[297v] 4. Para que se vea ser asi como digo, voi à apuntar sumariamente lo que se contiene en todos los numeros de la citada question.
En el numero 1 dice que al ser la tierra y el mar cuerpo espherico y estar cituada del agua en lugar concavo ò en las concavidades de la tierra[35], y por otra parte, de tener el agua dos naturales apetitos contrarios, de aqui proviene en el mar Grande ‐que asi llama en est numero al Occeano‐, el fluxo y refluxo que tiene.
En el numero 2 infiere lo mismo de estar el agua à manera de arco[36] y apetecer sus partes superiores el centro, concluiendo que aquella parte del agua que flue en Inglaterra, quando reflue sigue à aquella parte del agua que flue en otra tierra, y asi hace un movimiento sucesivo continuo.
Aqui individua à Inglaterra, pero tambien habla de la otra parte opuesta, en donde reflue el mar quando flue en Inglaterra. Y si de solo nombrar las otras tierras, aunque en general, en donde reflue el Occeano, se hauria tambien de congeturar que estuvo el
B. Lulio en todas las que confinan con el Occeano, pues en todas partes flue y reflue mas o menos. Y si esta es ò no congetura ridicula, juzguenlo otros.
5.- Con el numero 3 señala por causas deste fluxo y refluxo al sol por ser de naturaleza de fuego, y à la luna por ser de naturaleza de agua, de cuya oposicion se siguen el fluxo y refluxo. Y por esto, dice, se ve que en el novilunio, atendida la disposicion de las tierras que baña, asi por ser esta causa universal à todos, quanto porque expresamente lo dice, se ve claramente que habla del fluxo y refluxo que tiene universalmente mas o menos en todas las tierras.
Finalmente en el numero 4 y ultimo da por causa de dicho fluxo y refluxo el influxo del sol sobre el mar y la tierra, y su reberberacion à la luna, concluyendo que el motivo porque el [298r] mar Mediterraneo no flue y reflue tanto como el mar grande, es porque el arco que forma no es tan grande, por estar mas estrechado por las tierras del continente, si bien flue y reflue algun tanto.
El que de lo dicho, que es quanto se contiene en dicha question, quiera inferir que el
B. Lulio estuvo en Inglaterra, porla misma razon se ve obligado à afirmar que registrò todas las tierras en donde flue y reflue el mar Grande ò Occeanao, que es lo de que propriamente habla en todas la question, poniendo unicamente por modo de suposicion el fluxo y refluxo del mar Anglico.
6.- El segundo argumento que se puede tomar de la fecha ‐à mas de ser el año 1332‐ para probar que el B. Lulio no pudo ser autor deste ‘Testamento’, es por haverse concluido reinando el rey Eduardo, à quien se dirigio, por no haver empezado este rey a reinar segun sus apologistas hasta despues de la muerte del B. Lulio.
A esto procura dar salida el Rmo Fornes su n. 5, diciendo que pudo ser que el Dr Iluminado dexase este ‘Testamento’ con su ‘Codicilo’ cerrado y recluso, para que despues de su muerte fuese presentado a dicho rey, y tamvien puede ser que dicha fecha fuese errada. La posibilidad desto ultimo ya queda redarguida de moralmente increible en los numeros antecedentes desta respuesta. Para la existencia de la 1ª hemos de apelar con el Rmo Fornes à una profecia del B. Lulio, con la qual supiese que despues de su muerte havia de reinar en Inglaterra el rey Eduardo à quien dirigia aquel ‘Testamento’, para que se la entregase à su tiempo. Pero à esta profecia no le hallamos otro fundamento mas que haverlo asi imaginado el Rmo Fornes sin fundamento alguno. A mas de que en tal caso no havia de decir en presente suo regnante rege Eduardo … in cuius manibus ponimus etc., sino en futuro: Sub regnante … [298v] in cuius manibus ponetur etc.
De todo lo qual se convence, ò que el B. Lulio, contra la tradicion inconcusa de Mallorca murio muchos años despues de 1315, ò que este ‘Testamento’, y del mismo modo los demas libros de alquimia que se atribuyen, no son suyos.
7.- Lo bueno es que sin hacerse cargo el Rmo Fornes de nada desto, dando por supuesto que estos libros son proprios del B. Lulio, por haver demostrado, segun dice, que la diferencia del tiempo es accidental para averiguar por los mismos libros, si el B. Lulio practicò la alquimia.
Si los que negamos haver sido el B. Lulio alquimista nos fundamos en que los libros que corren en su nombre de alquimia no son suyos, como quiere el Rmo Fornes que le creamos, quando unicamente se vale para probar su intento de los mismos libros que dexamos provado serle falsamente apropriados?
Y a mas desto, de donde saca y como deja demostrado que la diferencia del tiempo es cosa accidental en puntos historicos, y de hecho, cuya inverosimilitud ò falcedad con nada se desubre mejor que con la diferencia del tiempo? Porque si esta es accidental para falcificar que los libros chimicos de que hablamos sean del B. Lulio, asi mismo podriamos afirmar que el libro que se compuso ayer o en el año pasado, fue obra de Sto Thomas, por asemejarse à sus sobras en el estilo y alguno de los asuntos de que trata, con la maxima del Rmo Fornes de ser la diferencia del tiempo cosa accidental y de que ex fructibus eorum cognoscetis eos.
Pero pasemos ya à eschuxar lo que nos quiere enseñar el Rmo Fornes de los libros y papeles que le comunico Heydel como de frutos del B. Lulio, si es posible que los de un arbol muerto.
[Fornés, § 3.2, 6 (final)‐10] N. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7.[37]
[299r] »1. Ars intellectiva, quae dicitur magicalis theorica et parva magica naturalis.
2.- Magna clavis et Apertorium magnum.
3.- Testamentum, divisum in tres partes. Prima est de theorica, quae dicitur virtus sive prudentia; la segunda de practica, que se llama anima artis vel charitas. Caput 1, de definitione: quae res, quae ars vel scientia sit alchimia? Responde difiniendola asi:
«Alchimia est quaedam oculta et magis necessaria pars naturalis philosophiae, quae contituit et facit artem et scientiam quae non est pro omnibus, quae docet mundare et purificare omnes non perfectos pretiosos lapides et ponere ad verum temperamentum, et deducere et restituere quodlibet aegrum humanum corpus ad veram et multum nobilem et bonam sanitatem».
En esa segunda parte, cap. 4, de alphabeto, pone esta question:
“Quare A (Deus) ponatur in hac arte? Respondeo: Propter hoc, quia nihil est creatum aut generatum, nec opus potest incipi nec fieri sine nostro Dno. Deo”’
4.- La 3ª parte es la theorica y practica simul, quae dicitur patientia. La divide en sus partes, y en el capitulo 10, que dice: “Quomodo debes intelligere sublimationem mercurii et de reprobis iudeis, infidelibus et saracenis”.
Aqui vitupera algunos errantes en esta obra llamandolos por su nombre: «Veru, Daru, Azarab, Calistis, Ezochi, Geber, Arabes et multi alii qui magna confusione dixerunt et notificaverunt nostran sublimationem etc.»
[299v] 5. En el mismo capo, num. 12 dice que esta obra no se ha de esconder à los christianos: «Et in hoc exercitando non debet abscondi christianae turbae, imo, in hoc exercitio debet nobis placere societas boni et realis christiani, ut gloria bonorum non relinquatur et atribuatur malis. Quia non est credibile quod talis populus sit discedens a veritate, sicut maxime fuit ille iniquus et reprobus proditor Moyses Ethel, rabbi iudaeorum et falsus seductor, et tenebrosus populus saracenorum, possint intueri et intelligere ad plenum in opere omnium naturalium cognoscibilium rerum, cum non potuerint videre nec intelligere in aliquo claritatem quae docet salvationem positam ad litteram in suis poropriis libris, tam de adventu nostri Domini Iesuchristi … quam de Sma Trinitate, de sancto sacramento et sancto baptismo, quae omnia ille Moises Ethel vel Coel, et iudaei et saraceni negant et improbant contra suas litteras.»
6.- Aqui dice el Dr Iluminado que dichos infieles no entendieron los articulos de nuestra Sta fe, literalmente escritos en sus libros; menos pudieron entender los secretos de dicha sublimacion y otros secretos escritos, por los verdaderos alquimistas figurate et per metaphoras.
Aun les representa los demas articulos de nuestra Sta fe, por las profecias escritas en lengua hebrea: la mision y vendicion de Christo, Amos 2., v. 6; el gloriosos parto de la madre virgen, Isay. 66, v. 7. En el num. 15 del citado capito dice: «Item adhuc non possunt ignorare quod Sma Trinitas sit perfecta sine omni confusione per suas proprias litteras [300r] scriptas in principio quinque librorum Moysis, et specialiter in primo libro, ubi dicit in suo principio: Be resith bara Elohim, In principio creavit Deus.»
7.- Los hebreos dan el nombre à los sagrados libros por la palabra ò palabras en que empiezan, y asi el primer libro del Genesis, que segun la lengua latina empieza In principio, en lengua ebrea se llama Be resith: be quiere decir in, resith principium, como si nosotros dixeramos el In principio por el Genesis, ellos dicen Be resith. Asi llaman el libro Verba dierum: Dibre jammim etc.
Bara significa creavit; los ebreos empiezan la conjugacion del verbo por la tercera persona singular del preterito, y esta es la raiz, v. g. bara, creavit; despues pasan a à la segunda diciendo baratha, creavisti; despues à la primera, barathi, creavi. Asi mismo en el plural: baru, creaverunt; barathem creavistis; baranu, creavimus.«
Respuesta.
1. Si bien podia omitir estos numeros, porque como verà en ellos el curioso, nada conducen para el asunto quee tenemos entre manos, ni de ellos se prueba de algun modo que sea el B. Lulio autor del libro donde estàn escritos, no obstante, porque no pensase alguno que los dejava por verme embarazado de responder à ellos, atendiendo à la pregunta que inmediatamente despues me hace el Rmo. Fornes, como veremos mas adelante, y tambien porque de los mismos se infiere que no pudo ser el B. Lulio autor de tales desatinos, me tome el trabajo de copiarlos y apuntar lo que en ellos me parece probar no ser su autor el B. Lulio.
[300v] 2. Y primeramente en el n. 3 se pone la difinicion de la alquimia, que es muy peregrina y muy distinta de la que conunmente le dan los autores que tratan della: que es una ciencia que non est pro omnibus. Y por que una ciencia natural y tan provechosa como seria para el genero humano la alquimia, en caso de ser, no ha de ser para todos?
Lo cierto es que aquel pastor ò angel, que segun nos refiere la historia del B. Lulio, adorò el libro del ‘Arte general’, lo hizo movido de la utilidad que del se havia de seguir, y esto ya se ve que havia de ser mediante los libros que dirigidos de su arte havia de componer el B. Lulio y podian tambien otros trabajar. Y como pueden servir de utilidad estos libros, si no son para todos? Porque en tanto pueden ser utiles en quanto se compongan de modo intelligible, para que se pueda servir de ellos el que los lea, entendiendo lo que dicen.
3[a]. Ya veo me responderà el Rmo. Fornes que aunque estos libros no sean para todos, pero no se han de esconder à los christianos, como dice su autor mas adelante en el cap. cit. n. 5. Y como ò que se deve hacer para que estos libros queden patentes a los christianos y escondidos à los infieles? Porque si se dejan correr libremente, del mismo modo los podrà leer y practicar lo que se enseña en ellos qualquiera que los topare, sea christiano ò infiel.
Dirà tal vez el P. Fornes que esto se deve entender en quanto à la intelligencia de los mismos. Pero pregunto: Como los mismos libros, compuestos y leidos del mismo modo, pueden [301r] ser inteligibles à los christianos y no à los infieles? Que tal vez estos libros comunican mas luz natural à los christianos que los leye, para su intelligencia, quitandola al infiel? Es preciso tal vez que obre Dios un milagro con el christiano cada vez que leyere estos libros dandole mas luz y mas alcance del que tiene segun su natural organizacion? No vemos à muchos de los infieles que gozan mucha mayor y capacidad natural que un crecido numero de christianos? Y que mas se requiere para la intelligencia de las ciencias naturales, como lo seria la alquimia, no siendo ente de razon, como repetidas veces dice el B. Lulio?
Pues quien ha de confessar que estos libros llenos de tantos disparates y contradicciones sean parto del sublime ingenio y capacidad de nuestro martir Raymundo?
3[b]. A mas de lo dicho descubro en el mismo n. 5 una profecia, muy errada de hecho y por consiguiente muy distinta de la que atribuyò antes à su autor, como vimos, el Rmo. Fornès. Porque si el mismo autor, segun congeturava el ‐no se supo leer‐ P. Fornes, conocio antes de morir y supo que havia de reynar despues de su muerte en Inglaterra el rey Eduardo, à quien quiso que se entregase su ‘Testamento’, como no adivino que sus descendientes en el reynado, juntamente con todo el reyno, havian de apartarse de la verdad?
Porque si aqui dice, en este numero, que no se ha de esconder este libro al reyno christiano, por no ser creible que este pueblo se aparte de la verdad, aunque la proporsion sea universal, [301v] pero con individuacion, es muy natural que la aplicase el autor a cuyo rey dexava el dicho ‘Testamento’ para que se aprovechase de los tesoros que le acarrearia para conquista de los infieles, los que no obstante no han parecido todavia ni hay motivo de esperarlos en adelante.
Y a mas desto llora la christiandad la apostasia de la fe y verdad en dicho pueblo, lo qual todo repugna à los escritos en este libro, y de lo qual se infiere no ser su autor el B. Lulio, sino algun embustero impostor.
4. Finalmente, de lo que escrive el Rmo. Fornes el n. 7, se infiere tambien no ser este ‘Testamento’ del B. Lulio, pues esta lleno de hebraismos, y por consiguiente se ve que no ignorava este idioma su autor, el qual no supo el B. Lulio, si crehemos a lo que dice Riera en su ‘Memorial’ impreso, 3 p., pag. 137. Estas son sus palabras hablando destos mismos libros de alquimia falsamente atribuidos al B. Lulio: Item quoddam caput libri eiusdem totum est contextum hebraismis et hebraica peritia, qua Lullus caruit. Y no se estuviera Riera à alegarlo en un tribunal, tan circunspecto como el de la Sagrada Congregacion, à no estar bien seguro de la verdad.
Pero passemos ya à escuchar la pregunta que, supuesto lo dicho, me hace el Rmo. Fornès en su numero siguiente.
[Fornés, § 3.2, 10‐11] N. 8 y 9.
[302r] »8. Ahora sirvase el P. M. Prior de decir quien apropiò al B. Lulio esta doctrina que va en este libro o tratado de alquimia? No dirà que los judios, moros u otros infieles se le apropiaron, porque es contra ellos. Yo añado: Ni se las apropiaron los buenos ni los malos christianos, porque estos son incapaces de tal y tanta luz; y los buenos christianos no son falsos y mentirosos; luego este libro y ‘Testamento’ es tan propio de
B. Lulio que no le es apropiado por los sobredichos ni otros hombres, sino por la luz y gracia del Espiritu Sto. Y por consiguiente los demas libros de alquimia que van inscritos con el nombre del B. Lulio le son proprios y no falsamente apropriados.
9. Si el P. Mtro Prior hubiera leido y entendido dichos libros o tratados de alquimia lulianos, como el sapientissimo Vasquez, quien (aunque contrario à la doctrina del B. Raymundo) leidos y entendidos sus libros y reprimida su contrariedad, hizo esta confession de la verdad: Spiritum Dei in multis Raymundum habuisse indicant scripta eius De philosophia amoris, De amico et amato et Magnarum contemplationum aliaque multa. Disp. 133, cap. 4.
Assi confessaria la verdad el P. M. Prior diciendo: Spiritus Dei in multis B. Lullium habuisse indicant libri eius chimici, ‘Ars intellectiva etc’., ‘Magna clavis etc.’, ‘Testamentum antiquum et novum’, aliaque multa.«
Respuesta.
[302v] 1. Para responder à la pregunta que en su n. 8 me hace el P. Fornes, me ha parecido conducente poner à la vista de los que leyeren este papel y del mismo P. Fornes, algunos libros que se ponen como falsamente apropriados à diferentes autores en el Indice de libros prohibidos y que se deben expurgar, de la Inquisicion General de España, impresso en Madrid por orden de la misma, año 1747. [Sigue una lista de obras apócrifas atribuidas a diferentes autores canonizados].
2.- Esto supuesto, respondo al Rmo. Fornès con otra pregunta semejante à la que el me hace, y le suplico se sirva decirme quien apropriò à S. Anselmo, al V. Beda, à mi gran P. S. Elias y a S. Thomas [303r] de Aquino?
No creo que me responda que la luz y gracia del Espiritu Sto, porque si bien se contienen en ellos muchas cosas que concuerdan con los dogmas, fe, y creencia y costumbres de la Iglesia Catholica, pero mezcladas con otras falsas y peligrosas. Y no necessitaron los calficadores y theologos de la Suprema, como ni tampoco el mismo Santo Tribunal, de averiguar à punto fixo y determinadamente quien se las apropriò, para moverse por otras razones, que despues de el mas maduro examen inclinaron su assenso à determinar resolutoriamente que les eran falsamente apropriadas.
Pues del mismo modo no necessitamos yo y casi todos los lulistas apologistas y devostos del B. Lulio, de saber determinadamente si el falso impostor destos tratados de alquimia inscritos en nombre del B. Lulio, fuesse judio, moro, infiel o bueno o mal christiano, para afirmar con teson que le fueron falsamente apropriados, quando à estos se inclinan y casi fuerzan el juicio prudente, las razones que para esto se alegan.
3.- No obstante respondo en derechura à la pregunta del Rmo. P. Fornes que aunque no se la persona determinadamente que aproprio dichos tratados al B. Lulio, pudo ser judio, moro herege y bueno o mal christiano, sin que hagan fuerza las razones que alega para persuadir lo contrario. Pudo ser moro, judio u otro infiel, porque si bien algunas cosas de estos tratados son contra ellos, van mezcladas [303v] con tantas contradicciones, errores y trampantajos (para usar el mismo termino que, como me persuado por motivo de estos libros, sin exacta averiguacion, dio el P. Mariana à los escritos del B. Lulio) como pues van llenos de tantos errores, y por otra parte en las obras genuinas del B. Lulio quedan confundidos los errores de los mismos judios y otros infieles, las que ya entonces corrian por todo el orbe litterario con el mayor aplauso, viendo que estos libros y tratados de alquimia no posdian servir de otro que de desacreditar la doctrina de su autor, por esto si le podian apropiar al B. Lulio para quitarle la fama y disminuir la autoridad que gozava.
4.- Por el contrario, se las podia atribuir algun mal christiano que fuesse su autor, para lograr en la acceptacion, por lo menor de algunos incautos, en fuerza de la autoridad y credito que se ganarian inscritos y notados con el honroso nombre de un tan celebre escritor.
Pudo en fin atribuirselos algun buen christiano inculto, sencillo y simple, engañandose con la tal qual semejanza en el estilo y metodo, sin mas averiguacion.
Y perdoneme el P. Fornès el que yo, tal vez por ser ciego o por lo menos corto de vista, no haya hasta ahora reparado en ellos aquella tal y tanta luz que el dice, que antes me parece andan llenos de obscuridades y sombras.
5.- [Ejemplos de obras falsas parcialmente heréticas atribuidas a santos].
[305r] 6. […] Destos tratados de alquimia he escrito que nada he leido mas de lo que aqui me refiere el Rmo. P. Fornès, y estoy tan lejos, por lo mismo, de hacer la confession que el pretende, que antes de haverlo leido me afirmo en que Spiritum erroris et falcitatis in multis habuisse eorum authorem indicant libri chimici, Ars intellectiva, etc., Magna clavis etc., Testamentum antiquum et novum, etc., en suposicion de que los demas, como creo, contengan semejante doctrina à la que aqui escrive el P. Fornès del Testamento.
[Fornés, § 3.2, 12‐14] N. 10, 11, 12.
10.- »Aun en el mismo capitulo num. 18, contra los judios, dice: “Item adhuc ipsi non possunt ignorare … sanctum baptismum, qui est unum de principalibus mediis salvationis, sicut ipsi habent in scripturis per posteriores duodecim prophetas, ubi dicit in hebraica lingua: Ranua etc.” Habacuc 3, v. 10, scilicet: «Viderunt te et voluerunt, quia si montes et colles benedictarum aquarum transient super vos, accipite eos ut veniatis ad salvationem, et illa aqua ducet vos de abysis et levabitis dexteram manum super vos et facietis signum crucis in sanctificatione».
En el num. 19 del mismo capitulo les representa mas el bautismo por Isaias 17, v. 3.
11.- En el num. 20 dice: «Et quia large locuti de hoc et de omnibus suis delictis et de omnibus evidentibus erroribus in libro hebraicae reformatione (este libro quisiera yo ver), illic invenies mirabilia [305v] per quae totum condemnatum secretum ipsorum est revelatum, per que manifeste apparet quod cum declarata lux ipsis deficiat propter proprium defectum ipsorum, tale iudaei non possint intueri plenarie res naturales, quia sunt magis mixtae in subtilius positis scripturis, quia in nostris scripturis totum non est positum ad litteralem sensum, quare convenit ipsis suplere cum sensuali ratione, quod non iacet in littera cum luce et claritate divini spiritus».
12.- En esta doctrina claramente se ve que el autor de este ‘Testamento’, libro o tratado de alquimia, es un varon apostolico, quien con la divina luz representa à los mismos judios sus errores y para su desengaño les hace un libro del reforme del hebraismo. Y para demostrar que los mismo judios no son capaces de entender los arcanos de la verdadera alquimia, hace esta demostracion, diciendo: Los judios no entienden los mysterios ò articulos de nuestra sta fe, los quales litteralmente estan escritos en sus libros del Viejo Testamento: luego menos son capaces de entender los secretos de la alquimia, que estan escritos figuradamente en la arte de la verdadera alquimia por los filosofos artifices en la naturaleza. Luego tal autor no atribuye ni falsamente apropia esta obra al B. Lulio.«
Respuesta.
1‐3. [Cuestiones teológicas del AT no comprendidas por los judíos].
[307r] 4. Supongo que por mas que los misterios de nuestra santa fe catolica contenidos en las escrituras sean sobrenaturales, pero no contra la razon natural, y por esto puede el entendimiento, informado de la fe y fortificado por ella,probar con razones naturales y defenderlos de todas las objecciones que pueden formar contra ellos los infieles, para establecer y fortificar su crfeencia, como prueba el B. Lulio y se puede ver en mi respuesta al texto 108 del anónimo po toda.
Supongo ultimamente que la pretendida aarte de alquimia, en caso de ser, ha de ser por fuerza natural y no sobrenatural, como à todos es patente.
5.- Esto assi, ya se ve quan poco segura y peregrina es la pretension del autor del ‘Testamento’ de que con mas facilidad puedan entender los judios los misterios y articulos de la fe establecidos por Christo en el Testamento Nuevo, por estar figurados y prophetizados en el Viejo, que no la arte de la alquimia, que en caso de ser, por mas intrincada que fuesse no excederia la esfera de la naturaleza.
Los misterios de nuestra fe, como todos afirman y es de fe, son sobrenaturales y sobre toda capacidad de la intelligencia humana, del modo explicado; la alquimia es natural, o comprehendida dentro de la esfera de la naturaleza. Pues como para aquella ha de bastar la luz natural, como ni tampoco para entender las escrituras que la anuncian, estando llenas de una obscuridad espesissima, para usar los mismos terminos de S. Agustin, y encerrando unos misterios tan profundos y escondidos, y para la alquimia ha de ser necessaria especial gracia [307v] y luz del Espiritu Sto, por mas que la escrivan sus professores y la cubran de tantas figuras y enigmas, à mi parecer no por otro motivo que para esconder su embuste?
Si aquellos son sobrenaturales y la alquimia seria natural, como para esta se requere luz sobrenatural, que tal seria la comunicada especialmente por la gracia del Espiritu Sto, y para aquellos ha de bastar luz natural, no siendo otra la que tienen los judios mientras andan enbueltos en sus errores y sin la luz de la fe?
Es cierto que se me hace esto no solo dificultoso, sino tambien impossible, por las contradicciones que embuelven, y de lo mismo infiero que el autor que tal pretende no pudo ser el B. Lulio, sino un embrollon solemne, por no decir otra cosa.
6.- [Apoyo escriturario al argumento anterior].
[308r] 7. Por todo lo qual no puedo apear (confiesso mi rudeza), como descubrio el Rmo. P. Fornès en el autor deste ‘Testamento’ un varon apostolico, quando los visos todos son de un grandissimo embustero y al mismo tiempo mentecato.
Y aun menos entiendo la fuerza del entimemma, que en el fin de su n. 12 hace para concluir su intento; porquesi atendiendo à las suposiciones hechas, que todas son evidentes y comunes à todos, vale estse argumento y se concluie la consequencia del P. Fornès, esto es: “Los judios no entienden los los misterios o articulos de nuestra sta fe, los quales literalmente estan escritos en sus libros del Viejo Testamento; luego menos son capaces de entender los secretos de la alquimia, que estan escritos etc.”
Tambien valdria este y se concluiria su consequente: Los sjudios no entienden lo sobrenatural y que excede su humana capacidad, luego menos son capaces de entender lo natural y que se encierra dentro de la esfera de la intelligencia y capacidad puramente humana; quando se infiere con evidencia lo contrario.
Aun menos entiendo como, de que entiendan los judios o no assi los arcanos de la fe como las sutilezas de la pretendida alquimia, se pueda inferir ni por sueño, ser o no este ‘Testamento’ apropriado falsamente al B. Lulio. Juzguenlo otros, mientras yo paso adelante, porque no veo en esto conexion alguna.
[Fornés, § 3.2, 15‐16] N. 13 y 14.
[308v] 13. »En la conclusion deste dice: Unde hoc non est datum nec declaratum paganis nec iudaeis, cum in totum careant lumine quod dat claritatem, sed plenum donum veritatis est datum populo fidelis et electae christianitatis. Igitur, o popule christianitatis, aperi aures illi qui tibi dabit scientiam sine tenebrositate, dummodo velis capere, sicut debes, de gradu in gradum, quia istud donum Dei erit tibi etiam integratum, completum et concessum per nostrum praesens ‘Testamentum’, et in quocumque loco longinquo eris, dirigeris per illud.
14. “Aqui deve advertir el Rmo. P. Prior que el autor de este libro lo llama Testamento nuestro. Ya se dixo que el tal autor no puede ser sino un varon apostolico lleno de la divina luz; este, siendo tal, no puede ser falso apropiador. Por otra parte toda la obra sapit lullianam artem; luego necessario es que este libro sea propio del B. Lulio è imposible es que falsamente le sea apropiado.«
Respuesta
1.- Si lleno este don de la verdad de la alquimia està dado al pueblo fiel y christiano, el qual se podia tanto aprovehcar y dirigir por este ‘Testamento’, segun le persuade su autor, como despues de tantos siglos no sabemos alguno que del se haia aprovehcado ò valido? Y si no, digame el P. Fornès donde estàn esos progresos y conveniencias tan grandes que por el se aian manifestado. Esto havia de advertirme el Rmo. Fornès, y no que su autor le llame Testamento nuestro, porque hasta ni los muchachos de teta ignoran que las obras, buenas o malas, son de autores y estos las llaman suyas; y que popr esto no mas ya se conoce quienes sean.
[309r] 2. Y de donde infiere el Rmo. P. Fornes que el autor de este ‘Testamento’ no puede ser sino un varon apostolico? No de otra cosa (segun me parece), sino de que tira y procura confutar à su modo à los judios y paganos. Y siendo asi, del mismo modo pudiera llamar varones apostolicos à muchos de los hereges, que no dudo procuran en sus escritos confutar y redarguir à los judios y paganos, por diferencias dellos en sus falsos dogmas y creencias.
Tampoco se infiere que no sea esta obra falsamente apropriada al B. Lulio, de que sapiat Lullianam artem; porque como esta enseña unicamente à discurrir y aplicar su combinacion à qualquier materia, todos los que la aprendieron combinan y aplican, bien o mal, sus terminos y figuras, del mismo o semejante modo. Como de que uno ponga en practica el arte de silogizar y forme silogismos no se infiere que sus obras sean de Aristoteles, supuesto que el sea el inventor del arte de silogizar.
La doctrina que por su arte dedujo el B. Lulio y enseño en otros libros que compuso guiado de la misma, esta si que, por lo menos por congetura, nos puede dar à entender quales sean sus obras genuinas, y en esta, como dicen Riera y otros lulistas, que supongo los habrian cotejado, no convienen dichas obras con este ‘Testamento’ y demas tratados de alquimia de que hablamos; luego no son del B. Luloio, sino falsamente aprorpriados.
[Fornés, § 3.2, 17‐20] N. 15, 16,17, 18.
[309r] “15. Aun se demuestra el B. Lulio mas claro en el c. 25, en donde dice: Cave, fili, quod de talibus rebus nihil velis dicere, et scito quare non est datum legere istam scientiam quam in generalitate cum aliis scientiis, sine hoc, quod quisquam nominetur de ista nec publice nec oculte. Hoc est ideo quia motus non debet dari homini per alium ad intrandum in res naturales per artificium, quam per proprium motum naturae, per quem ille sit benedictus, cui noster Dominus Deus volet inspirare per donum gratiae, quia est Deus coeli qui scit cor illius in qua forma et modo velit ea uti, quia multa sunt quae fiunt per naturam, quae si multi scirent et vellent male uti confunderent totum mundum si ipsi non primo confunderentur et destruerentur per supremum.
16.- Despues se hace cargo de lo que se le puede oponer contra lo dicho del secreto que se debe guardar de la practica de la alquimia, diciendo: Questio quare igitur fecimus hanc artem? Hoc e ideo, ut figura T per artem et naturam compleatur in A (Deo) et ut artista et operator huius artis possit ascendere ad alta loca, et ut rex Eduardus possit adimplere velle sui cordis per divinam permissionem contra paganas gentes per (E.A.U.Y.) (Y.U.Z.) (N.A.U. Y. Z.). Et omnes istae litterae cum aliis supra nominatis significantur cum declaratione in nostra ‘Arte compendiosa inveniendi veritatem’, cum tota integritate praesentis ‘Testamenti’.
17.- Aqui ve el P. Mtro. Prior que el mismo autor desta arte de alquimia es el autor del ‘Arte compendiosa inveniendi veritatem’. Hasta ahora no se vio alguno que negare ni dudase que la ‘Arte compendiosa’ es obra propia del B. Lulio. Luego no tiene el mismo Prior razon de afirmar que los libros ò tratados de alquimia que van inscritos con el nombre del B. Lulio no sean propios suyos, sino falsamente apropiados. Y si el mismo entendiese dicha ‘Arte compendiosa’, como la tiene por indubitada obra del B. Lulio, asi mismo indubitablemente tendria este ‘Testamento’ y demas tratados de alquimia inscritos con el nombre del B. Lulio por obras propias del mismo Dr Iluminado.”
[310r] 18. Tambien puede ver como el B. Lulio trataba del arte de alquimia, no incidenter, sino de proposito y cumplidamente, y que el mismo insudaba en la practica para cumplir en Dios la figura T, por el arte y por la naturaleza, y para que el rey Eduardo pudiese vencer los paganos con el fruto y tesoro producido por la practica de la naturaleza ayudada de dicha arte.”
Respuesta.
1. No puedo apear en quales palabras de las copiadas en estos numeros del cap. 25 del ‘Testamento’ descubrio el Rmo. P. Fornes tan claramente demostrado al B. Lulio. Serà porque el autor encarga tanto al lector de su ‘Testamento’, bajo el nombre de hijo, el secreto de lo contenido en el? Lo mismo hacen los francmasones con los que agregan a su secta, y por lo mismo, aun sin saber en que consiste, la condena la Iglesia Catholica. Porque como dice S. Juan en su Evangelio, c. 3, v. 20 y 21: Omnis qui male agit odit lucem et non venit ad lucem, ut non arguantur opera eius. Qui autem facit veritatem venit ad lucem aut manifestentur opera eius, quia in deo sunt facta.
Esta maxima evangelica siguio puntualmente el B. Lulio y por esto ponia sus libros y la doctrina que enseñaba à la vista de los pontifices, reyes, universidades, capitulos generales de doctissimos religiosos y de todo el mundo generalmente, como nos enseña su historia. Pues como en estas palabras del ‘Testamento’ se descubre tan claro el B. Lulio, quando en ellas se persuade con tanto encarecimiento lo contrario de lo que el B. Lulio practicaba?
[310v] 2. Serà porque en lo que se refiere, en el n. 16 llama suya el autor del ‘Testamento’ al Arte compendiosa de hallar la verdad, que no tiene duda es obra del B. Lulio? Pues lo mismo observan los herges en las obras apropriadas falsamente à los Stos Pes, haciendoles mentir despues de muertos y subidos al cielo, ya que no lo hicieron en vida. Porque ya se ve que los falsos impostores han de tirar à cubrir y disfrazar de algun modo su embuste para darle algun color de verosimilitud, engañar, si pueden, à los desprevenidos e incautos.
Y no se como, de enteder yo la ‘Arte compendiosa’, se seguiria que tendria este ‘Testamento’ y demas tratados de alquimia por obras proprias del Dr Iluminado, porque si bien no penetrò su artificio, la he registrado algun tanto y veo que enseña en ella el modo de combinar las figuras y letras contenidas en ellas, à la materia de que quiere tratar y discurrir el artista. Y si bien se sucitan algunas questiones para la practica de Dios y las criaturas en todas ella, no veo alguna en que ni por sombra se hable de la alquimia.
Y si bien yo no lo entiendo, no se puede decir lo mismo de tantos lulistas doctissimos que la enseñaron y practicaron, como se puede ver en sus obras que andan impressas por Mallorca. Y sin embargo, à excepcion de Salzinger y el Rmo. P. Fornès, no se otro que por esto se moviese à confessar que los tratados de alquimia de que hablamos fuessen obra del B. Lulio. Antes si, à negarlos tenazmente. Y assi no puedo discurrir de donde infiere el Rmo. P. Fornès que yo haria lo contrario y me adheriria à su dictamen en caso de entender dicha ‘Arte compendiosa’.
[311r] 3. Ni en nada de lo que dicen en estos numeros, tanto el autor como el P. Fornès, veo que el B. Lulio tratase de proposito la arte de la alquimia e insudase en la practica, para que el rey Eduardo pudiese vencer los paganos con el fruto y tesoro producido por la practica etc.
Antes lo que veo y descubro es un à falso impostor que procurava engañar al rey Eduardo y los ingleses con falsas esperanzas y promessas, tal vez po le interes que esperava lograr por este medio, ya que no lo conseguia por su pretendido arte. O si no enseñeme el P. Fornès en las historias inglesas, que no lo callarian en caso de haverse logrado, este tan decantado monton de frutos, tesoros y conquistas contra paganos, originados y logradas por el arte de la alquimia enseñada y y recomendada al rey Eduardo en este ‘Testamento’.
[Fornés] § 4. Explicacion de las tres cameras sobredichas, para quien las quiera entender.
N. 4 y 5.
[311v] »4. Aquella parte que trae mas de B.C.D. se ha de elegir y la contraria se ha de repeler. V. g., se busca si hay verdadera arte y ciencia de alquimia y si el B. Lulio la practico? El Rmo. Prior trae la negativa, y da la razon porque el B. Lulio vitupera aquellos alquimistas como los pinta en la sobredicha question, y dice que la tal alquimia es imposible, para lo que ellos intentan; y tambien porque las fechas de los libros de alquimia inscritos en nombre del mismo Dr Iluminado son posteriores à su muerte. Estas son las dos razones principales y mas eficaces. Quales seran las otras que omite para abreviar? Las razones que trae la afirmativa son todas las que estan escritas en los ‘Perspicilios lulianos’, en donde, y en mi ‘Apologetico’, estan siete testigos ilustres alli nombrados y confirmados por el insigne Pedro Lombardo, Maestro de las Sentencias, quien reporto tanta alabanza en el concilio Lateranense, sub Papa Innocencio 3º, cerca la doctrina del muy V. abad Joaquin, y todo lo que va aqui dicho y lo que despues se dira. Quien pues supiere pesar, vea qual peso es mayor?
5. Ademas, si la arte y ciencia de la alquimia fuese impossible como dice el padre P.
M. Prior, no havia de admitir por el dicho de Salzinger que el B. Alberto Magno y Sto Thomas fuesen alquimistas, porque imposible es que haya artistas y sabios de la arte y ciencia que no es ni puede ser; ò habia de decir que estos dos stos fueron de aquellos falsos alquimistas vituperados por el B. Lulio en dicha question. No se puede decir tal blasfemia, luego precisado se ve el P. M. Prior de confesar que ambos fueron alquimistas verdaderos, y por consiguiente la tal alquimia es posible y actualmente fue practicada por los dos y demas practicos verdaderos alquimistas.«
Respuesta.
[312r] 1. Omitidos los tres numeros primeros deste § por no conducir al asunto de que hablamos, me parece que procurò el P. Fornès componer à su modo el 4 y 5, aqui copiados puntualmente para dar, siquiera deste modo, alguna fuerza aparente al argumento que en ellos me hace, haciendome hablar lo que no dixe.
Porque primeramente es falso que yo en el texto citado de mi respuesta, hable palabra ni media (como se puede ver en el), de si hay o no verdadera arte de alquimia, ni en orden à esto traigo parte alguna negativa ni afirmativa. Lo que afirmo en la segunda respuesta que doy al citado texto es que el B. Lulio no fue alquimista ni etos libros de alquimia de que hablamos son suyos.
Tambien es falso que yo di po razon que el B. Lulio vitupere aquellos ò estos alquimistas, sino absolutamente à los alquimistas. Porque no me enseñarà el P. Fornès que el B. Lulio, en los textos suyos que yo alego, que no es solamente el de la citada question ni (segun creo) en otro alguno de sus obras, haga tal distincion y diferencia (ideada por Salzinger y adoptada por el P. Fornes) de estos o aquellos alquimistas, falsos o verdaderos.
[312v] 2. Tambien es falso que yo me funde en las fechas de los libros de alquimia, porque esto de fechas denota unicamente los dias en que se escrive en ellos haverse conducido, como en la fecha dee una carta. Lo que digo es: “Que el autor del libro intitulado De experimentis, como el mismo escrive, vivia aun en el año 1330, 15 años despues de la muerte de Lulio; el del ‘Testamento novissimo’ en el de 1332, 17 años despues; y el De mercuriis en el de 1338, 18 años despues. Y para decir esto no me muevo solamente de las fechas, sino de que el mismo autor del libro ‘De mercuriis’, c. 40, segun escrive Riera en su ‘Memoria’, pag. 317, afirma que en el año 1333 practicò en Milan algunos experimentos de alquimia”. Y esto ya se ve que no es fecha del libro, sino un poco mas.
Ultimamente es falso que yo señale rzaones mas principales y diga que omita otras. Lo que digo y lo que escrivo es: “Para esto hay dos razones (esto es, para probar que no fue el B. Lulio alquimista) à mi parecer convincentes, diga lo que dixere Salzinger, empeñado en hacer al B. Lulio alquimista”.
Esto es lo que dixe entonces, ya ahora ñado que si bien pareece el Rmo. Fornès hacer burla en aquellas palabras que me añade de quales seran las otras que omite para abreviar, no obstante de ser tales, no veo hasta ahora, por mas que aya forcejado, las enflaquezca en algo; y asi repito que son convincentes para probar que no fue el B. Lulio alquimista, y que el con su Salzinger violentan los textos de las obras genuinas del B. Lulio, para hacerle convenir en lo que no dixo ni soñò, acreditandose en esto de mucho mas apasionados por la falsa arte de la alquimia (que aunque en mi respuesta me prescindi de su existencia la tengo por tal), que por el honor del B. Raymundo Lulio. O si no, juzguen los juiciosos desapasionados.
[313r] 3. Y para ver si las razones que trae Salzinger en sus ‘Perspicilios lulianos’, por mas que sean muchas, son ò no de mucho peso, pondrès aqui una à una la vista traducida fielmente, porque las demas, como se puede ver en ellas son del mismo o semejante calibre.
“Segunda razon. Por la grandeza. La grandeza es aquella por razon de la qual los principios de todos los entes son grandes, la qual circuye todas las extremidades de ser de estos principios, y po consiguiente de obrar. Y esta es la definicion de la grandeza contrayendo, pues esta definicion universal al caso particular con proporcion, la grandeza de los principios de los metales es aquella por la raazon de la qual los principios de los metales son grandes, la qual circuye todas las extremidades de ser y obrar, tanto substanciales como accidentales, tanto naturales como artificiales, tanto ad intra como ad extra. Porque si uno destos modos faltase, quedaria vacio de engrandecer en alguna extremidad de ser y obrar, y asi la definicion de la grandeza seria falsa, lo qual es impossible, siendo necessarios todos los principios del arte por su necessidad, y verdaderos por su necessaria verdad. Todo esto pero seria falso si nada fuesse la alquimia, porque ningun principio del metal puede por sola la naturaleza engrandecerse por todas las extremidades de ser, como es patente à los sentidos. Porque los principios del oro no pueden pasar la extremidad de la generacion del oro, ni pueden llegar à la generacion del oro, que es el fin de lageneracion del oro y en la qual se halla mayor grandeza de perfeccion que en la generacion del oro, asi como es mayor en el cuerpo glorificado y reengendrado en el cuerpo corruptible engendrado. Y asi la privacion de engrandecer en los principios del oro causa vacio dle fin de engrandecer y obliga à parvificar los principios en el medio y à subsistir contra su naturaleza, fuera de su fin y la grandeza [313v] increada es contraria à la grandeza creada, en su mayor asimilacion en el ser, y desta suerte es contraria à si misma, y esto es impossible; luego es necessario que haya alquimia”.
Esta es à la letra una de las razones de Salzinger; pasemos à examinar su fuerza.
4. Para hacer mas perceptible la que tenga, supongamos lo que todos saben ser falso e impossible, esto es, que haya una arte con la qual por artificio se pueda hacer un cavallo vivo y natural como todos los demas, y à esta arte llamemos la Equitativa. Veamos ahora si con la misma razon, aplicada del mismo modo y con los mismos terminos materiales y formales se prueba la possibilidad, existencia y necessidad desta fingida arte equitativa?
[Bordoy repite aquí el mismo texto de Salzinger, sustituyendo “metal” por “animal”, “alquimia” por “equitativa” y “oro” por ”cavallo”].
[314r] […] Esta es una de las razones de los ‘Perspicilios’ de Salzinger; y si sabemos de ciertos que esta arte equitativa es pura ficcion del entendimiento, no bostante de concluirse por larazon de Salzinger, del mismo modo se debe juzgar de la alquimia. Quien supiere pesar, vea que peso se hallarà en estas razones, para inclinar nuestro asenso.
Y si estas son razones (para valernos de la misma frase del Rmo. P. Fornès), con las quales, como afirma Salzinger en el tit. del cap. 2 de los citados ‘Perspicilios’, pag. 59, “se prueba por razones necessarias e infalibles demostraciones que sea la lahimia arte y ciencia possible y que actualmente exista”, quales seràn las puramente probables y contingentes?
[314v] 5. Ni de que yo admitiese con el mismo Salzinger, en mi primera respuesta al texto del anonimo, la possibilidad de la alquimia y que el B. Alberto Magno y Sto Thomas fueron alquimistas, me veo precisado à confessar que en realidad lo fueron y que haya tal arte de alquimia, porque yo en mi primera respuesta hice lo que todos usualmente practican, esto es, dar de barato que, aunque el B. Lulio huviese sido un alquimista, no le podria dañar à su santidad, por lo que dice Salzinger, admitiendo en esta primera respuesta su autoridad y la probabilidad que tiene la afirmativa para concluir de todos modos al anonimo.
Y era muy del caso, quando el mismo anonimo resuelve, al principio de su libelo, como no ignora el P. Fornes, que en todo quiere seguir en la historia de la vida del B. Lulio la que trahe el sapientissimo Salzinger, y de admitir como possible alguna suposicion, para dar lugar à la respuesta ò question que se ventila. [Si] estuviesen los autores que lo hacen precissados à confessarla, lo estarian todos los teologos à afirmar la heregia de que el Espiritu Sto no produce procede del Hijo, pues lo admiten como suposición para dar lugar à la disputa de, si supuesto que el Espiritu Sto no procediese del Hijo, aun se distinguiria del mismo?
Pues de modo semejante, auqnue yo para dar lugar à mi primera solucion admita como probable y possible el parecer de Salzinger, no me veo precisado aà seguirle ni à confessar nada de quanto aqui dice el Rmo. Fornès. Antes bien, ya quando iva à empezar mi respuesta 2ª al texto, di à entender que era muy diferente el mio en aquellas palabras: Mas como me parece mas cierto por las razones que voy à alegar etc.
Ahora pues, ya que el Rmo. P. Fornès me precisa à explicar mi dictamen en orde à este punto [315r] (de que me prescindi por entonces, restringiendolo unicamente à si el
B. Lulio fue alquimista, que era lo que importava para responder al texto del anonimo), digo y afirmo que soy de parecer que no es possible la arte y ciencia de la alquimia, y por consiguiente que ni el B. alberto Magno ni Sto Thomas la enseñaron ni fueron alquimistas.
6.- No me entretengo en probar lo primero por superfluo, pudiendo leer el curioso como lo hacen infinitos autores clasicos que andan obvios por todo el mundo. Con orden à lo segundo digo que el B. Alberto Magno no fue alquimista ni alguno de los slibros desta pretendida ciencia que corren en su nombre son suyos, sino falsamente apropriados. Y no juzgue el Rmo. Fornès que es este meramente efugio y solucion de capricho, que no es menor que resolucion del Sto Tribunal de la Inquisicion de España, puesta en el cit. Exp.[38], tom. 1, pag. 36, con estas palabras:
Albertus Magnus. Eius nominis libellus ‘De secretis mulierum’ falso illi adscriptus. Prodiit vero liber etiam cum commento Venetiis 1508. ‐ Et idem cum scholiis auctus, cum adiecto Michaelis Scoti opusculo ‘De secretis naturae’, Lugduni 1580. ‐ Item eiusdem Alberti nomine libellus ‘De virtutibus herbarum, lapidum et animalium quorundam’, qui etiam inscribitur ‘Liber secretorum’, qui omnino alius est ab illis libris viginti ‘De animalibus’ germanis eiusdem Alberti. ‐ Item et alii qui inscribuntur ‘De natura animalium quadrupedum, avium, piscium’, ‘De arboribus, herbis, lapidibus pretiosis, metallis’ et ‘Cosmographia’. ‐ Item eiusdem alii ‘De mirabilibus mundi’. ‐ Item alius ‘De magia et Aggregationis’. Qui libri omnes prohibentur, quod falso illi credantur adscripti.
Estos son los libros en los quales y por los quales se decia haver practicado y enseñado la alquimia el B. Alberto Magno, y assi no dudo que en vista del decreto de la Santa Inquisicion, por mas que diga lo contrario Salzinger, confessara de llano el Rmo.
P. Fornes que dichos libros fueron falsamente apropriados al B. Alberto Magno [315v] y por consiguiente no fue alquimista. De Sto Thomas hablaremos de proposito, como pide la respuesta à los numeros siguientes.
[Fornés § 4] N. 6, 7, 8, 9.
»6-. Pero para que el mismo Padre crea mas la verdad de la alquimia que afirma y niega, por otro mas creible y venerable nuncio, oigala de pluma de Sto Thomas. El Angelico Doctor en la instruccion que da al P. Fr. Reynaldo o Reginaldo, partida en 8 capits, en el Prologo le dice: In capacitate intellectus et in operatione experimentali, tota ars alchimica sibi sedem constituit. Philosophi enim celare volentes scientiae veritatem indignis, omnia figurative locuti sunt.
7.- En el cap. 1, De la materia en que se ha de trabajar, le dice: Sequere ergo dominum Albertum magistrum nostrum et labora cum argento vivo etc.
Et cap. 8 le dice: Si autem medicinam tuam multiplicare volueris, in fimo equino hoc fac sicut te oretenus docui, ut scis, quod non scribo quoniam peccatum esset hoc secretum viris saecularibus revelare, qui magis hanc scientiam querunt propter vanitatem quam propter debitum finem et Dei honorem.
8.- Despues de haverle enseñado la obra menor de la alquimia, que con menor trabajo, menor tiempo y menor gasto se hace, le dice: Noli ergo charissime frater te cum maiori opera occupare qui propter salutem haomnum et Christi honorem praedicationis officium accepisti, et lucrandis tu magis debes intendere divitiis spiritualibus quam temporalibus inhiare. [316r] 9. Assi trataban la arte y nobilisima ciencia de la alquimia los santos, el B. Alberto Magno y Sto Thomas, su discipulo. Lo que no hubieran hecho ni podido hacer si la alquimia fuesse impossible y si los alquimistas fuessen fallaces y engañadores de quienes nos debiesemos guardar¸ segun el parecer del P. Mo Prior. Luego si assi fuera, se ve precissado el mismo à negar lo que concediò de estos santos, que fueron verdaderos alquimistas y practicantes de la verdadera arte de la alquimia. Y por consiguiente, para huir de la contradiccion debe conceder que la alquimia es verdadera y ciencia no solo posible, sino tambien actualmente practicada por dichos sanctos. Y como ellos santamente la practicaron, assi tambien el B. Lulio santamente la practicò.«
Respuesta.
[316v] 1. A no atender à mi caracter y al mismo tiempo à la ancianidad y decoro que por muchos titulos se merece el Rmo. P. Fornes, à quien respondo, me viera precissado en suposicion de provocarme de este modo à hacerlo con otros terminos. Ahora solamente le digo, ò que no leio mi respuesta, ò passo por ella (para usar sus mismos terminos) como gato que passa por ardientes brasas.
Porque primeramente yo no dixe que fuessen los alquimistas falaces y engañadores etc., sino que assi los llama el B. Lulio en sus obras. Estas son las palabras materiales de mi respuesta tantas veces citada:
“La primera (razon que tengo para decir que no fue el B. Lulio alquimista): que en los libros que sin duda se confiessan parto de su ingenio, se enseña de continuo enemigo capital de los alquimistas, refuta la alquimia y la da por impossible y quimerica, convence los alquimistas de fallaces y avisa nos guardemos dellos, y de continuo esta persiguiendo à la alquimia y sus professores”.
Esto es lo que refiero que dice el B. Lulio, y decirlo el B. Lulio no es decirlo yo ni explicar mi parecer, que no explique entonces por no ser del caso.
Tampoco es verdad que yo concediese ni negase por entonces fuessen ò no fuessen alquimistas el B. Alberto Magno y Sto Thomas, porque solamente lo admiti, como tengo dicho, en opinion de Salzinger, sin que explicase mi sentir. Y assi es falso que yo por entonces ni afirmase ni negase, sino que me precindi dessta question, que era del todo impertinente paa el asunto que tratava. Porque otra cosa es si el B. Lulio fue ò no alquimista, y si en caso de serlo le podia esta dañar. Y otra muy distinta si es possible o no la alquimia? A lo primero procurè satisfacer como pude, porque era lo que se disputava; de lo segundo no hable palabra ni media.
Y [317r] que Sto Thomas y el B. Alberto fuessen alquimistas lo admiti en opinion de Salzinger, citandole expressamente; pero no explique mi propio parecer, y assi puedo negar de redondo sin contradiccion ni retractacion alguna (como lo hice en los numeros antecedentes del B. Alberto Magno).
Y niego ahora absolutamente que Sto Thomas haya sido alquimista y que este libro que cita el Rmo. Fornès escrito à Fr. Reginaldo sea del Angelico Doctor.
2.- Pruebo esto ultimo porque los mas de los autores tomistas que tratan del asunto, niegan possible la alquimia, y no lo harian estando la autoridad y parecer de su maestro tan claro por la parte opuesta, como lo pintan las palabras que refiere el Rmo.
P. Fornès de dicho libro.
Lo segundo porque quanto se objetan de Sto Thomas, los autores que estan po la negativa, es unicamente lo que dice 2. 2. q. 75, a. 2 à 1[39]: Si per alquimiam fieret verum aurum, non esset illicitum ipsum pro vero vendere. Quia nihil prohibet artem uti aliquibus naturalibus causis ad producendum naturales effectus. A lo que responden que Sto Thomas habla en la hipotesi, que no admite possible, porque en la 2, dist. 7, q. 3, à 1[40], llama al oro que se haria por la alquimia oro sofisticado o falso.
Pero ni los de la afirmativa para prueba, ni los de la negativa como argumento, hacen mencion de que se escrive en el libro à Fr. Reginaldo; luego porque vieron claramente que no era de Sto Thomas.
Lo 3º porque Sto Thomas no fingia pecados donde no los hay. Y porque lo ha de ser revelar à seglares una cosa licita, que tal lo seria [317v] la alquimia, practicandola el santo? En todo caso le podia ser dañosa unicamente por el fin torcido que se propusieron conseguir por ella y esto no hace ilicita su revelacion, pues esto sucederia unicamente por malicia del operante, que no se deve presumir si no consta. El mismo inconveniente se puede hallar en la practica de todas las demas artes y ciencias naturales, de las quales se valen muchos para fines malos y torcidos, y sin embargo nadie dixo ni soño hasta ahora que fuesse pecado el revelarlas à los seglares. Y pues, por que lo havia de ser en la alquimia, y el no revelarla à los religiosos, quando lo que se pretende consseguir por ella, que es la produccion del oro, concuerda mucho menos con la pobreza que votaron estos à Dios en su profesion po toda la vida, para enriquecerse unicamente de bienes espirituales? No es este modo de discurrir del que no menos fue angel en pureza y santiddad que en ciencia.
3.- Ultimamente no se cree que sea tal libro de Sto Thomas, porque no se halla notado en el Catalogo de sus obras, que con toda exactitud y diligencia escrivio el R. P. Stanato en el 1er tomo del ‘Aparato à la theologia positiva’[41], desde la pag. 484 hasta 499, individuando cada obra de por si la materia de que trata y el motivo y à quien fue escrita. Y en todo este catalogo no se halla tal libro ni otro papel escrito à Fr. Reginaldo mas que el opusculo 26, que lei todo y es facil de hacerlo, pues se contiene en un § o nº. Se intitula Incipit eiusdem doctoris opus vigesimum sextum de iudiciis astrorum ad fratrem Reginaldum, ordinis Predicatorum, sosium suum charissimum.
[318r] Havia solicitado Fr. Reginaldo el parecer de Sto Thomas sobre si era licito usar del juicio de los astros? Y le responde Sto Thomas que usar de dicho juicio para conocer efectos corporales, como la tempestad ò serenidad del ayre, la sanidad o enfermedad del cuerpo, ò esterilidad de la cosecha y cosas semejantes, que dependen de causas corporales y actuales, no parece ser pecado; pero lo es y grave usar usar del juicio de los astros para conocer las cosas futuras que dependen de la voluntad y libre alvedrio del hombre.
Esto es quanto en substancia contiene este opusculo escrito à Fr. Reginaldo, y à mas del no se halla otra obra ò libro que le escriviesse santo Thomas, ni en que trahe de practica de alquimia. Y assi, si quiere el Rmo. P. Fornès que mude ò tempere el juicio negativo que he formado, produzga otros testigos, ò por lo menos otro que llegue à hacer semiprobanza.
[Fornés § 4] N. 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16.
[318v] »10. Los alquimistas falsos son aquellos que dexa pintados el B. Lulio en la sobredicha question, los quales ignorando la real philosophia y las obras de la naturaleza quieren reducir al acto lo que en la materia no esta en habito ni aun en potencia. Los verdaderos alquimistas son los artifices que poseen la arte de la verdadera alquimia, con que preparan la materia para que aquello que no puede la naturaleza por si sola, lo haga ayudada y dirigida de la arte. V. g., quando el grano de trigo llego à su complemento natural, la naturaleza ya no tiene mas que hacer. Si se esta seco en la panera asi queda, pero si el artifice labrador prepara la tierra, lo entierra en ella, su individualidad se disuelve (esta es su muerte), como lo significava S. Pablo diciendo: Cupio dissolvi, id est, cupio mori, se despierta su vegetativa en una o muchas espigas y en ellas tantos individuos quantos son los granos.
11. Esta es una tal qual significacion de lo que ayuda la arte à la naturaleza. Pero en la alquimia el artifice tiene muchisimo mas que trabajar, como sabe quien la practica, de lo que yo nada se ni quise saberlo, porque me conoci inabil para ello. El amor al bien publico me movio à traher este tesoro de Alemania à España, para que si alguno huviese de natural habil y agraciado de Dios, santamente lo pudiera poner en practica, como los Stos Alberto, Thomas y Raymundo.
[319r] 12. A mi me arrebato la atencion el precepto del qual dice el Dr Iluminado en el libro de las ‘Proposiciones’, cap. “De praecepto”: Nullum praeceptum est maius quam dare de Deo notitiam.
Me acuerdo que en los signos del libro ‘De la naturaleza’, que dan noticia de su autor, no escribi del signo de la alquimia porque mas de 40 años habia que yo no pensaba en tal ciencia, por lo que estimare al poseedor de mi tal qual escrito, lo añada como se sigue: El Dr Ildo en el libro de los ‘Proverbios’, cap. “De resurec.” dice: Resurectio est imago divinae potestatis. Añada: Opus alchimicum est imago humanae resurrectionis. Porque la resureccion del cuerpo humano es obra de solo el infinito poder, en que los elementos separados la resreccion del cuerpo humano es obra de solo el infinito poder, en que los elmentos separados purificados se reunen y constituyen el cuerpo rengendrado, incorruptible è immortal. A semejanza de esta milagrosa y divina obra, el verdadero alquimista con su arte separa los elementos del mixto ò elementado, uno tras otro, cada uno de por si los purifica y lo tiene reservado. Pasada la separacion y purificacion de todos, los buelve reunir, con que hace un mixto incorruptible y por la reunion reengendrado.
13. Esta es la piedra philosophal poseida por el alquimista, en licor, polvo ò pildoras, como el mismo quiere, testificada por los siete ilustres autores que traygo en mi ‘Apologetico’, cap. “De cognitione pract. chrysopoeiae B. Raymundi”, desde la pag. 77. Por quanto hay en el mundo no osara yo decir que estos tan venerables y distinguidos varones, como indican sus titulos y testifican sus obras, son falaces, engañados y engañadores en lo que afirman de la alquimia.
[319v] 14. Mas aun, si el P. Prior se quiere mantener en su parecer, ha de embiar à rodar al insigne Pedro Lombardo, Maestro de las Sentencias, tan honrado de las universidades y escuelas, y, como dicho es, del Concilio Lateranense. Lo ha de embiar à rodar con su libro de alquimia llamado Margarita praetiosa, porque en ella, cap. 8, Ostendit quomodo haec ars inventa sit, et quibus data sit, et quibus non et quare sic obscure scripserunt eam philosophi. Y porque no consiste su practica en palabras ni faramalla, saca esta consequencia: Ergo in ipsius opere est sudandum. Despues prosigue: Ideo vidimus quamplurimos sapientes huius artis terminos ignorantes, hanc quaestionem investigare volentes, arguentes ex extraneis hanc artem non esse veram, et sic in fine concludunt et terminant et ignorant. Aqui ve el P. Mtro Prior que si no muda de parecer, se halla de esta sentencia compreendido.
15.- Ademas, siendo el B. Lulio el autor indubitable de la ‘Arte compendiosa inveniendi veritatem’, el mismo se confiesa autor del citado ‘Testamento’, en el qual, 1 part., cap. 62, num. 3, dice: Postea posuimus intus argentum vivum vivificatum et statim est congelatum etc. Postea voluimus experiri suam luciditatem et miscuimus aquam fini argenti cum aqua dicti sulfuris etc. (Vease mas extenso en mi ‘Apologetico’, cap. 5, “De chrysop.”, pag. 96, num. 37). En el cap. 63, n. 1, dice: Simili modo fuimus experti naturam vulgaris arsenici etc. Postea pergit dicens ut ascendamus igitur ad argentum vivum, quod scimus, invenimus illud per dictum naturale experimentum custoditum et conservatum ab omni combustione.
16.- Todo esto es practica indubitable de la verdadera alquimia, y todo es obra de la mano del B. Lulio, segun queda demostrado que el mismo es autor del mismo ‘Testamento’. Luego si el B. Lulio, como dice el P. Mo Prior, nunca huviera practicado la alquimia, la confession que aqui hace seria falsa. No dirà tal cosa el P. Mo, luego precisado se ve a confesar lo que negò.«
Respuesta.
[320r] 1. Ya dije ser falso que el B. Lulio haga tal diferencia de alquimistas falsos y verdaderos, sino que à todos reprueba universalmente sin distincion alguna. O si no enseñe el Rmo. Fornes texto suyo indubitado en que lo diga.
Y para que vea quan poca fuerza hacen sus razones para probar la practica de la alquimia y su posibilidad, examinemos un poco el ejemplo del grano de trigo de que se vale.
[…] [Bordoy analiza y refuta el ejemplo del grano de trigo].
[320v] 2. […] El alquimista no tiene a mano, ni sabe donde ir a buscar semilla alguna de oro, del modo que tiene el labrador al grano de trigo, y es quimera pensar que por su arte la ha de producir, como nos reiriamos del que se jactase saber fabricar por arte granos de de trigo ò otra quanquiera semilla para sembrar.
Con esto ya se ve quales sean las razones de que se vale el R. P. Fornès, que con tanta evidencia y facilidad se retuercen contra su mismo intento.
3.- Por esto vemos quan poco efecto ha producido en España el tesoro que traxo de Alemania hasta ahora; despues de tantos años no sabemos alguno, à no ser que se ehe la culpa à la poca habilidad y gracia de Dios no comunicada à los españoles. Aunque no tenemos por esto que estar tristes, porque al cabo tengo por cierto que se huviera perdido el tiempo y el trabajo, el que es cierto no emplearon en tal cosa, como tenemos dicho, los Stos Alberto, Thomas y el B. Raymundo.
[321r] A los otros testigos que alega (à los quales nunca he llamado ni llamo fallaces o engañadores), en caso de decir lo que de ellos cita elRmo. Fornès, tengo que contraponer muchissimos otros de la misma o mayor venerabilidad y distincion, que citan los autores que estan por la negativa como yo.
Y à lo del Maestro de Sentencias, si es suyo el libro llamado ‘Margarita’, lo qual ignoro, digo que asi como no obstante de ser tan honrado de las universidades y escuelas, no hacen caso estas de apartarse de su dictamen en muchas de sus sentencias. Lo mismo hago yo, no obstante de venerar su autoridad, en esta de la alquimia.
4.- Lo que me admira es que con tanta satisfaccion diga el el Rmo. P. Fornès en los nos 15 y 16, que toda la practica que narra del ‘Testamento’ quede demostrado ser practica del B. Lulio. Porque, en donde se descubre esta demostracion?
Porque dice que siendo el B. Lulio autor indubitado de la ‘Arte compendiosa inveniendi veritatem’, el mismo se confiessa autor del citado ‘Testamento’. Y como prueba ser esto verdad? Porque otra cosa es que el autor del ‘Arte compendiosa’ se confiesse autor del ‘Testamento’, y otra muy distinta que el autor del ‘Testamento’ se llame autor del ‘Arte compendiosa’. El autor del ‘Testamento’, el qual no sabemos quien es, pero no puede ser el B. Lulio, como queda provado, es cierto que se llama autor del ‘Arte compendiosa’, pero tambien se tiene por cierto que es falso su dicho, à no ser que hable de otra ‘Arte’ compendiosa’ distinta de la del B. Lulio.
[321v] Pero el B. Lulio, que ciertamente es autor del ‘Arte compendiosa’, nunca se confiessa autor del ‘Testamento’. O si no diganos el P. Fornes en donde? Y asi es puramente imaginada la precision en que me considera en fuerza desto el Rmo. P. Fornes de confessar lo que negue, porque lo es asi mismo la pretendida confession del
B. Lulio.
- Despues de estos numeros, aqui acabo de responder, desde el 17 hasta el 42 hace el Rmo. P. Forès una descripcion de la estatura, figura, locucion y gracias de su Mo Salzinger y de la habilidad y ciencia del mismo y otros sus condiscipulos, à que nada tengo que decir por no tocar el asunto que tenemos entre manos. Despues de lo qual sigue en su nº 42, hasta concluir de este modo.
[Fornés § 4] N. 42, 43, 44, 45, 46, y 47[42].
»42. Todos los dichos lulistas fueron apasionados a la doctrina y santidad del B. martir y Dr Iluminado, el B. Raymundo Lulio. Fueron apasionados porque la accion y actividad de la necesaria razon los obligaba a padecer y hacer. Y asi, con toda razon, se puede decir que eran apasionados y accionados para honrar la verdad de la causa luliana.
43. Pero no se ha de entender segun el sentido o concepto que se puede formar de la sentencia del P. M. Prior, que es: Diga lo que dixere, Salzinger empeñado etc. Porque apasionado, segun el sentir de los que sanamente entienden, se llama el sujeto en quien predomina la pasion a la razon; y ciega se llama la pasion que no quiere buscar ni entender ni saber cosa de la razon. Y así no puede ser de esta especie la pasion del sapientisimo Salzinger, empeñado en hacer al B. Lulio alquimista, porque como se ve en los ‘Perspicilios lulianos’, anda tan guarnecida de un grande exercito de necesarias razones.
[322r] 44. Yo, entrando al examen del parecer del Rmo. Prior y de las razones en que se funda, supuse que el mismo habia leído los ‘Perspicilios lulianos’. Pero à vista de su resplandor y de la confesion de los sujetos mas sabios de Roma, de Salamanca y Cataluña, que los leieron, y unanimes dixeron que exeden à la mayor admiración, me temo que mi suposicion, ò carece de verdad, ò que el Padre Maestro Prior los leio como gato que passa por ardientes brasas.
45.- Hasta ahora se esforzo mi enfermedad y flaqueza para servir al Rmo. P. Mo Prior en subministrarle las verdaderas noticias de que el beato Lulio trato de la real y verdadera arte y ciencia de la alquimia incidenter y de proposito, especulativamente y practicamente insudando en su obra. Y que el sapmo Salzinger se empeño en demostrar esta verdad con pasion predominada y obligada de la accion y fuerza de la razon, provando con necesarias razones todo lo que dixo en esta disertacion.
46.- Ahora combido a su Rma. à bendecir, alabar y dar gracias a Dios de que tenemos en casa la luliana alquimia puesta en practica. Y segun la logica del Dº Maestro debemos confesar que esta alquimia es árbol muy bueno, porque da muy buen fruto, que es la piedra filosofal, como saben los que gustan, en gotas, polvos o pildoras, y los que se lo propinan.
47.- No se toman en vasos, sorbos ni aun a cucharadas, sino en gotas bien contadas. Pero es menester darles vehiculo de otro liquor que las lleve al estómago, porque las gotas solas no bastaran para untar la garganta. Y asi respectivamente se ha de decir de los polvos y una o dos pildorillas para que puedan llegar al estomago. Dios conserve la vida y la salud à V. Rma. para que no necesite de esta piedra filosofal, la qual solamente se halla en nuestra francna botica. Y por tal beneficio sea bendito in saecula saeculorum. Amen.«
[322v] Respuesta.
- Ya dixe en mis numeros antecedentes en que sentido llamè al Spmo Salzinger empeñado et y apasionado por la alquimia. Y en esto de adivinar qual era el sentido en que hablè entonces, nadie, ni el Rmo. P. Fornès ni otro alguno, puede ser mejor interprete que yo mismo, à excepcion de Dios, que mas que nosotros conoce y penetra nuestro interior.
Y en el sentido que tengo explicado, ya se ve que no se puede llamar ciega la pasion de Salzinger, ni yo he dado à entender tal cosa. Lo que digo es, y esto quise decir entonces, que por mas que procurò Salzinger en sus ‘Perspicilios lulianos’ (que lei entonces de espacio y pase muy a paso de buey, y lo he buelto à practicar ahora, lo que ha servido pra fortificarme mas en mi primer dictamen), digo pues, que por mas que procurò Salzinger guarnecer su sentencia con tan grande exercito de razones, no alcanzò la razon, segun mi parecer, de suerte que no llegò à atinar como se llaman necessarias, siendo todas de semejante calibre à la que dexo propuesta en mis numeros antecedentes, como puede certificar el curioso.
2.- No obstante venero el resplandor que no veo, quizas por tener ofuscada la vista de mi entendimiento, y la confession de los sugetos mas sabios de Roma, Salamanca y Cataluña, que no conozco. Muy distinta pero de algunos lulistas de los mas celebres de Palma, que no nombro para no ofender su modestia, los quales son del parecer (que yo sigo) que mucho mas daño se le siguio al B. Lulio que provecho de lo que escrivio Salzinger en sus ‘Perspicilios lulianos’ y en la historia de su vida, para hacerle por fuerza alquimista.
Pues en los ‘Perspicilios’, [323r] para huir de la fuerza del argumento de Custurer, Solerio y otros sobre la cronologia de los años, apela en el cap. 4, p. 1, sect. 2, pag. 79, à que no consta el año de su muerte, y que es poco firme y no se puede hacer fundamento en la tradicion, que es y se tiene por tan inconcusa esta isla, de que padedeciò martirio el B. Lulio en el año 1315.
Estas son sus palabras en el § que empieza Ab authore, hablando del transumpto del P. Girart: “Ceterum, cum non constet quo empore et a quo dictus liber Determinationum et memoriarum sit formatus, aut illi inscriptum praefatum transumptum, licet sit antiquum, nihil certi inde statuitur”.
Y en el § eodem, hablando del epitaphio de Ximenez: “Supponamus omnia ista e quibus non plus exuitur quam non inefficax coniectura et rationabilis praesumptio, B. martyrem tempore assignato obrisse; non tamen ulla certitudo, cum centum et plurimum annorum interruptio sit sufficiens ad transformanda certa in dubia”.
Y en la historia de su vida, cap. 8, pag. 12, n. 13, dice: “Maoir difficultas oritur circa aetatem B. Martyris et tempus martyrii; adeo enim certum est et indubitum credunt RR. PP. Custurerius et Solleius cum Muto, Vaddingo, doctore Segui et aliis quibusdam historiagrphis, mortem B. Martyris incidisse in finem anni 15 supra 1300, ut nefas putent illud vocare in dubium, quamvis illi probare nullatenus possint (otros lo juzgaron muy al reves) nisi traditione parum firma [323v] et posterorum vita scriptorum nuda traditione”.
Y en el n. 4: “Hoc solum assero, nos latere tempus determinatum sui obitus, quod an iniuria temporum an incuria hominum adscribendum sit, nolim examinare”.
Este es el efecto que produjo el empeño de hacer al B. Lulio alquimista, de suerte que aquel tan grande resplandor que admira el Rmo. P. Fornès en los ‘Perspicilios lulianos’, muy contra de la naturaleza de la luz, obscureciò la historia del B. Lulio en orden al año de su muerte, y ofusca la tradicion inconcusa y firmissima de esta isla.
3.- Esto que hasta aqui dexo escrito es en breve mi parecer y lo que tengo que decir à este papel que me dirige el Rmo. P. Fornes, y le agradezco muchissimo el trabajo que ha tomado en servirme, si bien me ha distraido en vano de mis necessarias obligaciones. Porque no bostante haverme subministrado tantas noticias de que, sin embargo, he dado la razon que me ha parecido tener. Y assi me quedo en mis treze y me afirmo mcuho mas en mi primer dictamen de que ni el B. Lulio fue alquimista, ni estos libros de alquimia escritos en su nombre son suyos, sino falsamente apropriados.
[324r] 4. En orden à la medicina de las gotas, pildoras, etc. que se trabajan en la botica de S. Francisco, me prescindo, porque como dixe y admiti en mi respuesta, que el B. Lulio supo la medicina, pudo esta confession trabajarse por direccion de su doctrina, si acaso la hay para esto (lo que ignoro) en los libros que ciertamente sean suyos. Pero lo niego si se ha sacado de los que le son falsamente apropriados.
Y perdoneseme mi ignorancia, porque yo hasta aora no tenia por alquimistas, en el sentido en que hablamos, mas que a aquellos que por arte fabricasen o senseñasen à fabricar oro, pero no à los que trabajasen medicinas y las enseñasen hacer. Y asi en adelante tendre por alquimistas no solo al B. Lulio, si tambien à todos los boticarios. Y si nada mas que esto pretende el Rmo. P. Fornès, confiesso que les hay à cada paso y que fue uno dellos, y no de la clase inferior, el B. Raymundo Lulio.
No obstante deseo y suplico à Dios preserve de necessitar de sus obras, sean gotas ò las que fuessen, al Rmo. P. Fornès, por los muchos años de salud y vida que le deseo.
Palma y 25 noviembre 1782.
Ceda todo à mayor honra y gloria de Dios y de la Sta Iglesias Catholica, à cuya direccion sugeto quanto he dicho.
[1] Se refiere seguramente a la publicación del Liber apologeticus.
[2] Ya hemos mencionado que la primera es numeración en el manuscrito, la segunda en la edición de Salzinger.
[3] Frase de F. de Toledo, Commentaria in octo libros Aristotelis (1590), lib. 1, cap. 5, coment. 42.
[4] En Ars demostrativa.
[5] Aunque en este redactado parece una afirmación, en realidad es una definición de “perfectio simpliciter simplex”. La atribución a Anselmo de Canterbury es errónea; en realidad es un comentario de Duns Scotus, Quaestiones quodlibetales, q. 5, n. [13] 31: «Secundum quod colligitur ex intentione Anselmi, Monologio 15, perfectio simpliciter est quae in quolibet habente ipsam melius est ipsam habere quam non ipsam habere». Citado de R. H. Pich, “Infinity ad intrinsec mode”, en New essays on Methaphysics as scientia transcendens (2007), pp. 159‐214; aquí p. 188, nota 85.
Anselmo, en Monologion, cap. 15, analizaba lo que, de todas las cosas que pueden decirse de algo, puede convenir sustancialmente a la esencia creadora. Lo relativo no dice nada de la esencia, dejado por tanto de lado, de lo esencial puede decirse de algo que es mejor que lo tenga a que no lo tenga, o lo contrario, es mejor que no lo tenga a que lo tenga: «Si quis singula diligenter intueatur: quidquid est praeter relativa, aut tale est ut ipsum omnino melius sit quam non ipsum, aut tale ut non ipsum in aliquo melius sit quam ipsum», donde por “ipsum” hay que entender “verdadero”.
Scotus, para su definicición de “perfectio simpliciter” (Fornés le añadió “simplex”), eligió la primera fórmula: algo que hace mejor al que lo tiene que al que no lo tiene.
[6] Maria Maddalena deʹ Pazzi (1566 ‐ 1607). Fornés cita de la traducción latina Intelligentiarum divinarum libri septem (1666), cap. 27, núm. 5.
[7] Lull, Quaest. solvend. per artem invent. et demonstr, quaest. 165. Citado por Salzinger,
Perspicilia, cap. 24, pág. 84.
[8] Es cierto que Lull opone ambos términos expresamente. Ambos se diferencian por la manera de operar: el artífice siguiendo la posibilidad de la naturaleza: «Administrat artifex materiam secundum ea quae sunt naturaliter habitu per formam & potentia per materiam. Ita videlicet, quod artifex non posset administrare quod ex equo & asina posset sequi aliquod tertium animal quod no esset speciei muli, & sic de aliis».
Ni el alquimista es un artífice, ni hay ningún artífice que pueda realizar la transmutación metálica, porque esta no está en la posibilidad de la naturaleza. Todo el capítulo es una negación continua de esta posibilidad. Por ejemplo: «Nullus artifex potest aliud animal transferre in aliud, vel aliam planta in aliam; similiter nec alchimista potest transmutare aliam speciem metalli in aliam».
[9] Fornés parafrasea aquí a Lull: «Secus autem est in operatione alchimistae conantis argentum transubstantiari in aurum, quia in specie argenti numquam in habitu & potentia fuit species auri, nec e converso».
Es, con otra redacción, el viejo dicho de que a una especie no se la puede despojar de sus cualidades y darle las de otra especie, hagan los alquimistas lo que hagan.
[10] Lull, ibid.: «Forma & materia argenti actu sub forma & materia auri habituatae sunt in imaginatione alchimistae, sicut in medico sanitas alicuius incurabilis infirmus».
[11] La distinción entre alquimista verdadero y falso o sofista, es tan antigua como la alquimia misma. Pero Lull ni la hizo explícitamente ni puede sobreentenderse, por la razón de que negó la transmutación.
[12] Si el artífice parte del metal para remontarse al género y de él sacar las especies (en cierta manera equivalente al “nisi in materiam primam reducantur”), no deja de ser una transmutación de especie en especie, que es lo que negaba Lull (y Aristóteles‐ps o Avicena‐ps).
Si el artífice no parte del metal, ¿de qué parte? , o de otra manera: ¿qué es el género en términos de laboratorio?
[13] Con excepción del paréntesis, interpretación luliana de la “A” dada por Fornés, este redactado se encuentra en el códice de la Biblioteca de Catalunya, ms. 686 (siglo XVII), f. 129v.
[14] Hemos pasado a letra (a‐c) la numeración de la serie que Fornés dio a los libros (1‐4).
[15] Impreso en Verae alchemiae (1561); reimpreso en Mercuriorum liber (1567).
Accesible digitalizado en manuscritos: BNE ms. 18341 (s. XVII); BNE ms. 17714 (s. XVIII).
El Testamentum novissimum (publicado en Libelli aliquot chemici, 1572; 1600), lib. 2, Practica, reproduce varios capítulos desde el 27.
[16] Accesible digitalizado en Bib. Cat. ms. 686 (s. XVIII). Al comienzo expone que fue traducida al latín de un manuscrito francés en 1711, por Salzinger según una nota al margen.
[17] Esta tercera parte se imprimió aparte de las dos primeras, con el título Mercuriorum liber; la primera impresión que conocemos es de 1567.
En esta edición, el capítulo citado por Fornés es el 36, “Qualiter debes intelligere sublimationem mercurii & quanta & qualis est differentia inter sublimationem vulgarem & sublimationem philosophorum. Et de falsis reprobatis iudaeis, incredulis & sarracenis”. Las invectivas contra judíos y sarracenos ocupan tanto o más espacio que el dedicado a la sublimación.
[18] Según este tratado, sublimación es un nombre genérico para el conjunto de operaciones de la gran obra, y también para cada una de ellas en particular. «Vnde falsi multi iudaei et sarraceni caecati fuerunt & sunt decepti, prout apparet in suis notis & litteris damnabilibus, scilicet, in epistola Messecoelis iudaei et Abrae arabis et aliorum iudaeorum, qui nostram sublimationem intelligunt in sicco fieri per extraneum ignem, & alii in igne humido vel extraneo cibo, & alii sicut Rasis Nimaldel et Erahel, qui reprobant sublimationem fieri per ignem contra naturam. […] Quare visum est quod tales philosophi scientiam ignoranter tradiderunt vel palliauerunt per tenebrositates, sicut fecerunt magister Veru arabs, Halid Ezeoli, Geber arabs & alii plures, qui in confusione magna dixerunt & notificauerunt sublimationem nostram sub extraneis operationibus, quod nullos tempore fuit philosophiae consuetudo.»
Los autores mencionados parecen ser tres; el primero podría ser Veradianus; los otros son reconocibles: Calid (Khalid, Haly) y Géber.
[19] El texto de Fornés estaba dividido en párrafos numerados, pero en la edición de 1567 el texto del capítulo es continuo.
[20] Fornés indicó asi la supresión del siguiente texto: «qui factus est & obumbratione sua de virginitate beatissimae & gloriosissimae virginis Maria, matris Dei & salvatricis nostrae».
[21] Fornés fue catedrático de hebreo en Salamanca.
[22] G. Vázquez (c. 1550‐1604), Commentariorum ac disputationum in primam partem S. Thomae. Tomus 2 (1609). Este capítulo 4 está dedicado a la doctrina de Lull acerca de la Trinidad, “considerada herética por muchos”.
La continuación de la cita dice asi: «Potuit tamen in aliquibus non ex Dei spiritu, sed ex proprio cerebro aliqua promere, quae licet catholica essente & vera, durius tamen quam par erat, ab eo dicerentur et explicarentur.»
[23] En la edición 1567 el texto suprimido se inserta tras “baptismum qui”: «nisi fuerit per fuscam & caecam obscuritatem tenebrositatis, quod quidem baptisma».
[24] En la versión de 1567 esta parte final de la cita es parcialmente diferente: «sicut habent in scriptis per apostolum, per beatissimam Magdalenam De duodecim libris Credentiae, vbi dicitur in eorum hebraica lingua: “Ramicha ya hilo haemi serem maym haanae natham thetom colorom ya deshumata”; hoc est dicere “Gyra te et verte, et vos bene ordinate, quia si verba & secreta aquarum benedictarum transeant super vos, & ponet extra abyssos, & leuabitis dextra manum super vos omnes & facietis signum in sanctificatione.»
En la Vulgata, Habacuc, 3, 10 dice: «Viderunt te, et doluerunt montes; gurges aquarum transiit. Dedit abyssus vocem suam; altitudo manus suas levavit.»
[25] Merc. lib., cap. 51; Test. noviss., cap. 23.
[26] Esta serie de letras varía en el Merc. lib. y el Test. noviss.
[27] Merc. lib, cap. 51: «in nostra artis declaratione compendiose clamatae & nominatae Vademecum de numero philosophorum»; Test. noviss., cap. 23: «in nostra arte compendiosa quae vocatur Vademecum ad numerum philosophorum».
[28] Tractatus datus fratri Reinaldo in arte alchimia, publicado en Secreta alchimiae magnalia (1709), comkpendio que contiene obras de “Aquino”, “Lulio” y Rupescissa.
[29] La cita es del capítulo 2, “De operatione”.
[30] El título de este capítulo se acerca al dado anteriormente: “De modo operandi in materia seu mercurio”.
[31] Palabra ilegible.
[32] A la muerte del príncipe elector Johann Wilhem II de Düsseldorf en 1716, Salzinger encontró un nuevo mecenas para la edición de Lull en Lothar Franz von Schönborn, arzobispo elector de Maguncia, ciudad donde Salzinger murió en 1728.
[33] Hermano de Bartolomé, también franciscano.
[34] Este libelo y la respuesta de Bordoy se difundieron manuscritos y no han sido impresos.
[35] El resumen de Bordoy es algo confuso. Lull: «Terra et mare sunt sphaericum corpus, et quia sphaera aquae est situata in concavo supra sphaeram terrae, Magnum mare naturaliter appetit submergere terram».
El “apetito” contrario es que el agua no desea ser separada ni extendida, cosa que sucedería si sumergiese a la tierra.
[36] El agua forma un arco porque se adapta a la superficie de la tierra, que es esférica: «Sicut terra facit arcum in suo situ, quia est sphaerica, sic aqua maris facit arcum, quia eius concavum est super convexum terrae».
Si se unen este concepto y el anterior con el de una tierra realmente esférica, se entiende mal que ni juntos ni por separado expliquen las mareas.
[37] Estos de números abarcan lo que en Fornés son los números 6 (final)‐10 del capítulo que hemos designado como § 3.2.
[38] Index librorum prohibitorum ac expurgandorum novissimus (1747). Los alquímicos no aparecen en esta lista.
[39] Summa theologica, 2a, 2ae, qu. 77, art. 2, ad 1º: «Si autem per alchimiam fieret aurum verum, non esset illicitum ipsum pro vero vendere, quia nihil prohibet artem uti aliquibus naturalibus causis ad producendum naturales et veros effectus».
[40] In quatuor libros Sententiarum, lib. 2, dist. 7, qu. 3, art. 1, ad. 5º: «Faciunt aliquod simile auro quantum ad accidentia exteriora; sed non faciunt verum aurum».
[41] Petrus Annatus (Pierre Annat), Apparatus ad positivam theologiam methodicus (diferentes ediciones), lib. 4, art.. 43.
[42] Por salto de numeración, los número 44‐47 de Bordoy se corresponden con 45‐48 de Fornés.
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