Johann Wenzel Seiler (ca. 1648-1681). Una biografia.
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La única abadía de la Orden de San Agustín (OSA) en el mundo es la Abadía de Santo Tomás de Brno (República Checa), que además es un monasterio. Los agustinos llegaron a Brno en 1346, consiguiendo el patrocinio de Juan Enrique de Luxemburgo (Jan Jindřich Lucemburský), Margrave de Moravia, para la construcción del claustro primitivo en 1352; y en 1653 la comunidad se trasladó a la ubicación actual. Sin lugar a duda, de todos los informes disponibles sobre la vida de los monjes, y especialmente aquellos referidos a los que escaparon del monasterio de Brno, la del monje y orfebre imperial Johann Wenzel Seiler (1648-1681) es la más legendaria e inverosímil.
Abadía de Santo Tomás de Brno
Gran parte de esta historia se conoce gracias a la publicación que hiciera un contemporáneo suyo que estuvo presente en un experimento de transmutación por hecho por Seiler. Este contemporáneo se llamaba Johann Joachim Becher. En el año 1680, nada era menos que Robert Boyle (1627-1691), considerado por la historiografía anglo-sajona como uno de los fundadores de la Química moderna y pionero del moderno método científico experimental, a pesar de ser un ferviente creyente de la Alquimia y llevar siempre en su bolsillo un pedazo de oro supuestamente transmutado, invitó a Becher, que entonces estaba en Inglaterra, a que escribiera lo que sabía sobre la vida y obra de Seiler. Primero escrito en alemán, y luego traducido al inglés, se publicó como Magnalia Naturae[1].
La noble doncella Alquimia
Por otra parte, Johann Conrad Creiling (1673-1752) publicó en 1730 de forma anónima el libro „Die Edelgeborne Jungfer Alchymia“ (“La noble doncella Alquimia”), donde da a conocer algunas noticias sobre el “repique de campanas [que causó] el polvo rojo” (purpurrotes tingierendes Pulver) de Wenzel Seiler[2]. Y el historiador Karl Christoph Schmieder, por su parte, le menciona en su «Historia de la alquimia» de 1832, donde también da noticia de las monedas conmemorativas de la transmutación que hiciera nuestro personaje en 1675, todas con la inscripción „Aus Wenzel Seyers Pulvers Macht bin ich von Zinn zu Gold gemacht“ (“He sido hecha de estaño en oro por la potencia del polvo de Wenzel Seyler”)[3].
Se dice que una de estas medallas distribuidas por Wenzel Seiler la tenía a finales del siglo XIX el conde Leopold Hoffmann en Brieg (Silesia)[4]. Probablemente la moneda conmemorativa estuviera siempre en posesión de la familia y procediera de su antepasado Franz Weighard Freiherr von Hoffmann, leal vasallo del emperador Leopoldo I (1640-1705)[5]. Con respecto a los famosos quince “Seilers” hechos de su polvo rojo, Schmieder dice que probablemente habría sido un haluro de oro, simple cloruro de oro, una conjetura que no puede descartarse sin más.
Le debemos el primer estudio científico de Seiler al químico austríaco e historiador químico del k.k. Technischen Hochschule de Viena, Alejandro Bauer, el abuelo del premio Nobel Erwin Schrödinger. Por un lado, Bauer publicó el ascenso a Caballero de Seiler del 16 de septiembre de 1676. Y por otro lado, menciona que la densidad que se determinó para el famoso gran medallón de 1677, que todavía se encuentra entre las obras maestras del Gabinete de Monedas de Viena, es de 12.67 grs/cm3[6]. En 1932, los profesores Robert Strebinger y W. Reif del Instituto de Microanálisis de la Universidad Técnica de Viena (Institut für Mikroanalyse der TH Wien) adjudicaron el contenido de metal de la medalla tras cinco análisis diferentes, cuatro de ellos cuantitativos. Sacaron la media entre los mismos y determinaron que el contenido de oro era del 47.55%, el contenido de plata del 43.37% y un 7.56% de cobre. El resto (1.52%) consiste en estaño, zinc y hierro, por este orden[7]. Una medición reciente de la densidad dio ahora el valor, 14.25 grs/cm3. El aumento del color amarillo que se observa en el objeto de arriba hacia abajo aumentando el color amarillo fue explicado por los dos químicos que hicieron el análisis: cuando se sumergió en ácido nítrico, se produjo un enriquecimiento superficial de oro[8].
Medalla transmutada por Seiler. Cara a
Medalla transmutada por Seiler. Cara b
La complicada historia de la vida de Seiler permaneció en la oscuridad durante mucho tiempo. Lawrence M. Principe publicó en 1998 una revisión biográfica Wenzel Seiler en el „Lexikon einer hermetischen Wissenschaft“, afirmando que “casi no existe ninguna información fiable sobre su vida»[9]. Pero Principe no debió considerar que ocho años antes Bernhard Koch, después de una cuidadosa investigación en el Österreichischen Haus-, Hof- und Staatsarchiv (Archivo Estatal y de la Corte de Viena), Allgemeinen Verwaltungsarchiv (Archivo General Administrativo), en los registros de Dompfarre St. Stephan, en el libro bautismal la parroquia de San Miguel en Viena, en el Index Super librum mortuorum anno MDCXL de la parroquia San Agustín, así como en los documentos públicos de los Totenbeschauprotokollen (registros de inspección de fallecidos) de los archivos de la ciudad y del estado de Viena, publicó, con toda la documentación ahí encontrada, información detallada sobre las circunstancias de la estancia de Wenzel Seyler en Viena desde el año 1677 hasta su muerte en 1681[10].
Sí que parecen inexplicables los sucesos que llevaron a Wenzel a Viena en 1672. Es decir, lo que parece inconcebible es que un insignificante monje fugado de un monasterio pudiera llegar a ser el «Kayserlichen Hoff Chymicus» del emperador Leopoldo I. Por suerte, el investigador Jaromír Hladík, del Museo Técnico de Brno, tuvo éxito en su búsqueda en los archivos moravos de Brno de cartas y documentos que proporcionasen información sobre el tiempo transcurrido entre la fuga de Seiler del monasterio en Brno y su actividad en la corte imperial en el año 1673. Gracias a esto, ahora es posible contar con una cronología fiable de los sucesos ocurridos, y sin demasiadas lagunas, desde el nacimiento del alquimista hasta su muerte en Viena. O al menos en los periodos de tiempo que a nosotros nos interesan.
Bajo la signatura Fasc. 44/137, G minus 7 de los archivos del monasterio agustino de Santo Tomás en Brno, hay un total de veinte documentos, principalmente cartas en italiano, alemán y latín, escritas por varias manos, alcanzando un total de sesenta y dos páginas, todas ellas relacionadas con el Padre Wenzel Seiler (cuyo nombre laico era Václav Sailer) y con la el Padre Ernst Preihauser (Arnošt Preyhauser de laico). La documentación comienza con un informe en latín del cronista de dicho monasterio sobre el descubrimiento de un escándalo tras de las paredes del mismo, ocurrido el 29 de diciembre de 1671. y acaba con la última carta fechada el 17 de septiembre 1673.
Comencemos con los acontecimientos de la noche del 29 al 30 de diciembre de 1671. Al abrir el padre Vicario la puerta de la celda del hermano Johannes Wenzel Seiler, se encontró allí a una prostituta de la ciudad llamada Rosina. Cuando se le preguntó quien la dejó entrar, ella contestó que el Padre Wenzel la había traído hasta ahí y que se había acostado con él. Ante este escandaloso descubrimiento, el hermano Wenzel se mostró al principio completamente confundido, aunque dicha actitud no le sirvió de nada. Fue encarcelado en el calabozo del monasterio, pero, sorprendentemente, pudo escapar de la mazmorra la misma noche con la ayuda de una llave de repuesto.
Cronológicamente, el siguiente documento es un compendio escrito rápidamente, y por tanto con una letra difícil de leer, con anotaciones tomadas por el prelado del monasterio de la misma orden Agustina de Viena con fecha del 19 de enero de 1672. Aún así, justo al principio se habla de los dos Padres, Wenceslao y Ernst, indicando que, al parecer, el tribunal de la Corte Imperial de Viena «quería que los dos fratres estuvieran juntos». Si conocemos el curso de los acontecimientos, el significado del documento es justificado, ya que los dos frailes siempre iban juntos (al menos hasta abril de 1672). También vemos que un cierto conde de Paar está detrás del asunto, y que obviamente es apoyado por el interés del emperador en este “fabricante de oro” desde el principio de toda esta historia asunto.
Pronto llegó al monasterio la orden de no separarlos «ex mandato caesaris». En cualquier caso, la autoridad del monasterio, el padre prior, cumplió bien esta orden y buscó y entregó a Wenzel Seiler. A continuación, tuvo que «atenuar» a su hermano Ernst, es decir, también liberó a este monje del monasterio, probablemente con las cosas del padre Wenzel. El texto sigue diciendo: «Entonces él [Wenzel] fue a Jarmoritz a despedirse de su madre; Y a su decir [de acuerdo con su declaración] irá a Crembs [Krems en el Danubio] y así sucesivamente a Reinische y Tijroll, y después irá a Roma”.
Castillo de Altenburg
Luego se lee que Fray Wenzel se vio obligado a quitarse la capucha de monje al dejar el monasterio. La carta se interrumpe aquí con una oración, y parece que se ha perdido una hoja completa de la misma en este punto. En la última página de la carta de enero de 1672, se habla de que un «frater sin padrino ni sirviente no puede abandonar el castillo [la guarnición de Altenburg]». También dice: «Y el presidente de la Cámara tiene dado un mandato escrito de que “alla sposa del migrado hay que expusarla y traer al fraile ante el conde von Paar… Y todo lo demás lo dirá el tiempo…»
Franz Karl Graf von Kolowrat
Después dice Becher que Wenzel huyó primero al Palacio de la ciudad de Brno del Príncipe Liechtenstein, sin que ni siquiera el entonces gobernador Franz Karl Graf von Kolowrat (1620-1700), a quien Becher llama «Conde de Collebrad», lo haya podido arrestar. Y aunque las puertas de la ciudad estaban vigiladas, Wenzel podría haber sido «secuestrado» (o escondido) sin ser visto en el carruaje del príncipe y llevado a su cercano Schloss Feldberg. Todavía ni el prior ni el gobernador Kolowrat no sabían quiénes estaban detrás de su escapada. Y es que esta parte de la historia del «Conde de Collebrad» parece haber sido inventada por Becher. La realidad era diferente. Desde el principio, Seiler estaba siendo vigilado y protegido anónimamente por el Conde von Paar, y el Emperador estuvo involucrado en todo el asunto, seguramente también desde los primeros momentos.
Por tanto parece ser cierto que Wenzel Seiler, tras haber escapado, lo primero que hizo es ir a ver a su madre en Jarmeritz, una ciudad al norte de Znojmo (hoy Jaroměřice nad Rokytnou), según una carta escrita por un espía del propio monasterio agustino que debió de seguirles por orden del prior. La siguiente residencia de Wenceslao sería el castillo de Altenburg. Mientras tanto, en el monasterio, no está muy claro si la presión bajo la que debería estar el Padre Prior, tras el escándalo de la prostituta y posterior fuga de Seiler, le llevaría a expulsar también a su amigo Ernst, por lo que ahora los dos podrían estar juntos, si fuera el caso. Lo que sí lo está es que hubo una intervención del Emperador. Se menciona que cierto «Lecher» ayudó a Wenzel. Desgraciadamente, no sabemos nada de las pertenencias de Wenzel. Debe haber sido algo fuera de lo común, algo extraordinario, el hecho de encontrar un polvo rojo en las reformas de la iglesia. En cualquier caso, el prior del monasterio se vio obligado a entregar las pertenencias de Wenzel «ex manda caesaris». No solo intervino el chambelán conde Franz Ernst von Paar, también el presidente de la cámara, el conde Georg Ludwig von Sinzendorf (1616-1681) desempeñó un papel importante.
Y sobre Ernst, en la crónica del monasterio está de la orden del emperador para despedir al hermano Ernst sin explicaciones. Sí que se narra que en la noche del 24 al 25 de enero de 1672, el Frater Ernestus Preihauser y otros dos clérigos estaban fuera de las murallas del monasterio. Se vieron unas figuras sombrías cerca de la capilla mortuoria. A la mañana siguiente se comprobó que Frater Ernst no habría regresado al monasterio.
Georg Ludwig von Sinzendorf
¿Cómo siguió esta historia? Evidentemente, un prior de un monasterio agustino de la segunda ciudad más importante de estas tierras tiene poder. Y lo usó en la medida que pudo. El espía del padre Prior, ahora en Viena, no cuenta nada sobre los meses de febrero y marzo. No escribirá hasta fines de abril. Pero hay otras fuentes de información sobre los sucesos hasta la Pascua de 1672: nos encontramos con Seiler en marzo de 1672 en el castillo Feldsberg (también llamado Felsburg, Valtice) con el «Príncipe Carl» (en realidad: Karl Eusebius de Liechtenstein 1611-1684). Ya parece haber engatusado de forma activa al propietario con la alquimia, y también ya está junto a su “socio” Ernst, que llegó allí poco después. Ese mismo mes salen del castillo dos cartas para el Prior del monasterio. Ambas son enviadas por Joseph Luckini, un secretario italiano del príncipe Karl Eusebius von Liechtenstein. En la primera, fechada el día 25, Luckini pide no informar de los sucesos al convento en Viena, porque Seiler está allí protegido por el ex prelado Hufnagel. En la segunda, del día 29, el mismo remitente le pregunta al Prior si éste ha autorizado el arresto de Seiler, advirtiendo del daño que Seiler estaba infligiendo al príncipe. Las cartas, aunque escritas en italiano, están copiadas de forma resumida en alemán. También hay un documento sin fecha emitido por Frater Adeodatus Drahodemskij, en virtud del cual Joseph Luckini está autorizado a «arrestar» al fugitivo Frater Wenzel. Al final de este documento está escrito que había que devolver “por todos los medios” a Seiler a Brno: „mit aller möglichen weiß und mittel nach brünn herzubringen.“ Parece ser que el principe podría haber llegado a comprender la falsedad de Seiler, incluso a estar dispuesto a permitir atrapar a Wenzel Seiler. En la siguiente carta desde Feldberg, del 11 de abril de 1672, Luckini se queja de que el prelado le ha enviado para el arresto de Wenzel a un hombre aparentemente incompetente, un «Pater Simplician”. En cualquier caso, ya era demasiado tarde porque «el bueno y costoso Wenzel había tomado vuelo». En efecto, el primer intento falló, ya que ambos alquimistas (Wenzel y Ernst) marcharon rápidamente a Viena, a la Corte Imperial. Empieza ahora un juego de gatos y ratones. El informe del 16 de abril de 1672 habla de que Lucchini había estado en Viena durante cuatro días, pero Wenzel había huido de nuevo a la llegada de Luckini.
Muy interesante es una pequeña nota con tinta completamente descolorida de un cierto Tobias Rosenthaler (“le Rosenthal”) en latín, quien se llama a sí mismo «siervo de la Orden» emitida en Viena y con fecha del 21 de abril de 1672, a los prelados del monasterio de Santo Tomás. En relación con la alquimia de Wenzel Seiler y su “hermano” Ernst, habla de una Practica sub Specie Theophrasti Paracelsi hecha ahí, en Viena, ante de los magnates de la Corte. Rosenthaler afirma que los «arcanos» logrados son «epicúreos», incluso «diabolisch». La mención de una “especie Theophrasti Paracelsi” en esta nota nos recuerda algo al siguiente pasaje del año 1730 en el ya citado „Die Edelgeborne Jungfer Alchymia“:
„als er [Seiler] das purpurrothe tingierende Pulver gefunden, in einem Closter zu oder bey Prag, oder wie er ausgesagt gegen einem Medico, als er kranck gelegen, er habe einige Spuhr bekommen von einem Ort, daß daselbst Paracelsus möchte seinen Lapidem versteckt haben und deßwegen da gegraben und solche(n) gefunden…“ [11]
Muy revelador es el informe por correspondencia del espía del prelado ya conocido del 28 de abril de 1672 de Viena, firmado por un tal A(.)W (.) Aufinger. Seguramente fuera el «Pater Simplician”, que tenía encargado atrapar al Padre Wenzel y al Padre Ernest y devolverlos a Brno. Pero falló. Los siguientes contenidos de la carta solo se pueden entender con el conocimiento a fondo del “Informe Becher” de 1680. Mientras tanto, el príncipe Carlos de Liechtenstein envió al P. Wenzel y su chambelán Luckini en un viaje (una peregrinación a Roma). Iba también Ernest, por supuesto. La carta sigue con los sucesos de este viaje. En una jornada de viaje los tres llegaron a Hartberg en Estiria. Allí, Luckini “atrapa y ata” a los dos frailes. Quería robarles la tintura. Pero Seiler no llevaba su tintura con él: la había dejado a salvo en Viena. Como Luckini era corrupto, ambos alquimistas pudieron liberarse de nuevo, al llegar a un acuerdo en el que Luckini solo podía tomar oro y plata del que hiciera el primero con algunos pocos polvos que Seiler llevaba en sus bolsillos, continuando así su peregrinación a Roma. A la vuelta de Roma, ya en Viena de nuevo Wenzel y Ernst había «hecho oro con el Conde Schlick». Seguramente fuera Franz Ernst, Graft von Schlick (1623-1675), que sirvió ya a Fernando III como Tesorero Imperial. No es extraño. Franz Ernst von Schlick era el hijo del conde imperial Heinrich von Schlick (1580-1650), que mantenía laboratorios alquímicos en Passau y Praga [12].
Conde Imperial Heinrich von Schlick
Ahora es cuando el español conde de Paar (Graf von Paar) entra en serio en este juego. No había otra razón más que, por su juventud, estaba cegado por la alquimia. Becher parece estar algo confuso aquí, cuando dice de él que era el hermano del jefe de correos austríaco Peter von Paar, lo cual no es correcto porque el ex jefe de correos general no era Peter, sino Karl von Paar. Según información reciente, este Karl von Paar murió en 1674 y no, como se sospechaba anteriormente, en 1661[13]. Karl von Paar también fue Freiherr von Hartberg, lo cual no deja de ser importante para el incidente de Hartberg que acabo de mencionar. Estaba casado con Francisca Polyxenia de Schwanberg, pariente de Adam Erdmann Trczka, que fue asesinado en 1634. Por el testamento de 1610 sabemos que adquirió muchas propiedades de Peter Vok von Rosenberg, que a su vez estaba muy interesado en la alquimia.
Pero, ¿quién era el hermano de este “Director General de Correos” Karl von Paar? Según Instituto de Historia de la Universidad de Viena hubo en la corte del emperador Fernando III un chambelán llamado Conde Franz Ernst von Paar[14]. Se debe suponer que fue éste quien jugó el papel clave en la transmisión del contacto con el Emperador Leopoldo I en la historia de Wenzel Seiler. Éste sólo sería el primo Karl von Paar[15], y murió repentinamente en 1672. Las causas, según Becher, fueron las artes alquímicas de Wenzel Seiler. En cuanto a La designación «conde español» se debe entender que el conde Franz Ernst von Paar habría sido embajador en España durante un tiempo. En una carta de un tal P. Leinkers de Viena al Dr. Ing. J. G. Volkamer en Innsbruck del 26 de septiembre de 1675 se informa que el conde von Paar, el embajador en España, era su hermano y había dejado una tintura de oro[16]. De él, el emperador Leopoldo tuvo todo el conocimiento del asunto Seiler. Con todo, la complicación de su arresto fue muchas, debido a la jurisdicción religiosa, y sobre todo por la participación del Convento de Agustinos de Viena.
El espía Aufingers aconseja una audiencia con Emperador, para someter al monje a la autoridad espiritual de nuevo: «Así que fui al Padre Prior para que fuera a ver al Emperador, y descubrí que los dos ex-frailes ya habían sido mandados al monasterio para adoptar de nuevo el hábito piadoso”. Pero el Emperador ya había aceptado permitir al alquimista dos intentos de transmutación experimental: «… pero es cierto que el fr. Wenzel había hecho los mejores ensayos para el Emperador, pero, ¿dónde sabía él esto? No lo sé». Cabe destacar las consideraciones que hace el agente al final de la carta del 28 de abril de 1672: “Él se pregunta de dónde podría sacar el oro que el alquimista hace en sus proyecciones”. Su suposición es que él recurre al resto de los 1000 táleros que le regaló el Príncipe Liechtenstein para el viaje. Finalmente, él convoca al Prior, de forma secreta, ya que todavía quiere ocultar todo este asunto en Viena.
Una carta del padre Román al prelado, hecha por el frater Colombors Sitterlinger y enviada desde Viena el 5 de mayo de 1672, no solo plantea la cuestión de la presencia de los dos «fratres Chemicorum» sino también sus experimentos para producir oro puro. Esta carta es importante en la medida en que establece una conexión entre los dos frailes y el Conde F. von Paar («F. comitem de Paar»), refiriéndose sin lugar a dudas al chambelán Franz Ernst de Paar. Becher, como veremos, dice sobre ese Conde Paar que sería “un gran alquimista, una persona partidaria y rebelde, atormentado por la gota, pero que ha logrado asegurar el favor del Emperador. Debió de quedar muy impresionado por Wenzel”. El 22 de mayo, el mismo escriba con la misma firma informó no solo a la audiencia en Laxemburg, sino también que el lunes pasado el Frater Wenzel en presencia del Conde Paar en el horno de Su Majestad en Laxemburg ensayó con éxito su arte de la multiplicación”.
Katharina von Harrach
El nombre del Conde Frantz Augustin von Wallenstein se menciona en el informe de Aufinger de Viena del 12 de junio de 1672. Frantz Augustin von Waldstein (Wallenstein 1632 – 1684) era hijo de Maximilian von Waldstein († 1654, de la línea Lomnitz de Waldstein-Wartenberg), nacido de su (primer) matrimonio con la condesa Katharina von Harrach (1599-1640). Comenzó su carrera como caballero de la Orden de Malta, se convirtió en capitán del guardaespaldas noble Arquero Real de Bohemia y ennoblecido como Guardaespaldas Real del archiduque austríaco y finalmente se convirtió en coronel mariscal y caballero del Vellocino de Oro. Durante los meses siguientes, ambos «fratres chemicorum» realizaron transmutaciones en las residencias vienesas del Conde Franz Ernst von Schlick y el Conde Franz Ernst von Paar. El conde Paar logró obtener un permiso de residencia imperial para Wenzel Seiler en la Baja Austria. Pero Seiler parace haber empezado a llevarse bien con este Wallenstein.
Esto coincide con la parte del relato de Johann Joachim Becher también menciona a este chambelán del Emperador. E incluso Johann Conrad Creiling (1673 – 1732), el supuesto autor del citado folleto „Die Edelgeborne Junfer Alchymia“, informa que Seiler realizó experimentos ante el Conde «Augustinus Wallensteiner» se han llevado a cabo, y que dicho Conde se hizo un collar de oro transmutado por Seiler[17]. Mientras tanto, ambos han regresado al monasterio «Ex-Caesaris Ordine» (es decir, por orden del Emperador). Los planes que el Emperador tenía eran que Wenzel luego le debería «hacer el aumento de la tintura”; y luego el Emperador quiere tener a ambos y promover a Wenzel a la nobleza». Sorprendentemente, continúa: «él (Wenzel) no quiere trabajar sin embargo como en el Closter, como él dice, y le ha dicho al P (ater) Prior que preferiría vivir no más de 2 días». Evidentemente, Wenzel temía por su vida en este momento. El autor de la carta comenta esto «por lo que no sé lo que va a pasar …» Lo que es más sorprendente es una extraña contradicción: «se les ha dado un hábito viejo, y los frailes no tienen dinero suficiente para comprar unos nuevos hábitos «.
Después de un segundo incidente serio a principios de julio de 1672, Wenzel Seiler perdió la mayor parte de su misterioso polvo. El conde Paar, acusado de haber robado el polvo, murió repentina e inesperadamente. A partir de este momento, el Conde Frantz Augustin von Waldstein (Wallenstein, † 1684) supervisó todos los experimentos de Seiler, realizados al principio en un laboratorio en la finca de Laxemburg y más tarde en el laboratorio del difunto Erzherzog Leopold Wilhelm († 1663) en el Corte Imperial de Viena. Becher, que pretende haber estado presente en todas las situaciones que describe en su Magnalia Naturae, sólo lo estuvo con motivo del experimento de Seiler en la casa del Conde Paar, pareciendo en muchas ocasiones escribir lo que los demás quieren oir. Después de la copa, el conde quería privar al monje de su tintura, sin saber si logró tenerla o no. Pero quizás por la emoción o por un ataque de gota, el Graf cayó gravemente enfermo. Tomó unas gotas del aurum potabile que todavía tenía del que le mandó Borri. Pero todo fue inútil. Después de tres días, murió. No sin antes de que llegara su hermano, y habiendo confesado donde guardaba sus “tesoros”. El hermano se fue en mitad de la noche al convento de los franciscanos, donde al confesor guardaba las pertenencias del difunto, y se las exigió en medio de un gran escándalo y jaleo. A la mañana siguiente, el Emperador fue informado de todos estos sucesos. Después de una audiencia apresurada, concedida por el emperador a Wenceslao, éste pasó a ser confiado al cuidado del conde Wallenstein por estos desconcertantes sucesos.
En cuanto a la historia de la tintura robada en parte, según la historia de Becher, hay que decir que todo esto se menciona en las cartas de los Archivos de Moravia. Es como si se pretendiera que todo el mundo supiera lo que sucedió: «por eso (Wenzel) no podía creer la multiplicación de la tintura robada». Seguramente era la intención del espía del monasterio, Aufinger, especular que con la pérdida de una parte de la tintura (debido al robo por parte del conde von Paar) la incapacidad de Wenzel para transmutar realmente podría ser descubierta. El 28 de julio de 1672, Aufinger describe cómo fue convencido por el hermano Wenzel con la promesa de mostrarle la multiplicación asistiendo a un experimento. Pero Aufinger no es muy entusiasta y se pregunta si «esa cosa podría convertirse en algo, especialmente porque Seiler siempre dijo antes que podía hacerlo en siete días”. Finalmente, Aufinger dice: “Me temo que se irá con el secreto”.
El último mensaje al monasterio de Aufinger sobre el asunto Seiler es enviado el 30 de julio de 1673 desde Viena. Ahora se trata de la «absolution ab ordini», porque el Kaiser quiere que Wenzel vuelva con él. Una confirmación de Frater Giovanni Parchlin de la iglesia de Saint Roch con fecha del 31 de agosto de 1673, que también está en los archivos, confirma la solicitud para que Wenceslao sea liberado de de la Orden. “Pero el pícaro impío no es nadie”, comenta Aufinger, sosteniendo que todo el “arte” de Seiler es un gran engaño, después de haber estado junto a él durante un año. «Hace diez días el Emperador estuvo con él durante tres horas, junto a Waldstein [Wallenstein] y Corolanza[18], y [ellos] hicieron los ensayos».
El último documento fechado el 17 de septiembre de 1673 de los Archivos de Moravia es, al igual que otros dos, una declaración sobre el despido de la Orden. Esto es muy interesante, porque al menos dejan relacionados a través de Seiler, la posición de la Iglesia sobre los experimentos químicos.
CRONOLOGÍA
1) 1648: Nacimiento de Johann Wenzel Seiler (probablemente en Praga) como el hijo de Zacharias Seiler, Maestro de Artillería de Campo Imperial, y de la hija de Egid Fox de Reinburg, Capitán de los señoríos de Brandeis y Pardubitz había sido, al servicio del comandante Albrecht de Wallenstein (1583-1634).
2) En 1651, Zacharias Seiler es trasladado, a petición del general Feld y el Hauszeugmeister, el Conde Rudolf von Tieffenbach (1582-1653), desde Praga hasta Viena[19].
3) 16 de febrero de 1652: en el arsenal de Seilerstätte en Viena se produce una explosión de cohetes de fuegos artificiales, en la que Zacharias Seiler, que había sido llamado a Viena por su gran «experiencia y ciencia en el arte de fuegos artificiales», resultó gravemente herido. Los fuegos artificiales habrían sido quemados con motivo del nacimiento de Eleonore von Gonzaga (1630 – 1686), la tercera esposa del emperador Fernando III, con su hija Theresia (1652 – 1653).
4) 17 de febrero, 1652: Zacharias Seiler muere de quemaduras severas a la edad de cincuenta y cuatro años.
5) 1667: Wenceslao ingresa al monasterio de los monjes agustinos en Brno[20]. Esto también concuerda con la afirmación de Becher de que Wenzel Seiler, a la edad de 20 años, había ingresado al monasterio de los monjes agustinos en Brno, donde había hecho sus votos después de un año. Becher menciona que el hermano de Wenzel era sirviente de un Conde Weissenwolf[21].
6) 29 de diciembre de 1671: arresto de Wenceslao Seiler en el monasterio de Brno.
7) 30 de diciembre de 1671: Escapa del monasterio.
8) Enero de 1672: Wenzel va primero a Jarmeritz. Primer contacto con el Conde Franz Ernst von Paar, un ex embajador de Austria en España. El emperador está informado. Wenzel en Altenburg. Ahí recibe las pertenenecias que dejó en el monasterio al fugarse.
9) 25 de enero de 1672: el hermano Ernst Preihauser abandona el monasterio. Se encuentra con su Fray Wenzel un tiempo después y le da las pertenencias que dejó en dicho monasterio.
10) Marzo de 1672: Wenzel Seiler realiza experimentos alquímicos en Schloss Feldsberg con el Príncipe Karl Eusebius von Liechtenstein. Aunque Wenzel Seiler huyó de Feldsberg, esto no cambió el curso futuro de la historia -al menos así pensaba Becher-, el Liechtensteiner vigilaba a Wenzel, más concretamente la tintura que Wenzel había perdido. El hecho de que el príncipe Carlos Eusebio de Liechtenstein adoptara entonces una moderación noble podría estar relacionado con la visita de la pareja imperial el 16 de julio de 1672 en Eisgrub (Lednice)[22].
11) 11 de abril de 1672: Escape de Feldberg a Viena.
12) Finales de abril de 1672: incidente de Hartberg en el que hay un pacto con el secretario Joseph Luckini. Experimento de transmutación con Franz Ernst Graf von Schlick. El Emperador ordena mantener al alquimista en Viena.
13) Mediados de mayo de 1672: experimentos de Wenzel en el castillo imperial de Laxenburg.
14) A principios de junio de 1672: Wenzel trabaja con el conde Franz Ernst von Paar, pero teme por su vida.
15) Finales de junio / principios de julio de 1672: muere el conde Franz Ernst von Paar. Wenzel busca una audiencia con el Emperador, el antiguo laboratorio archiducal en el Hofburg queda a su disposición. Wenzel al cuidado del Conde Frantz Augustin von Wallenstein.
16) Agosto de 1673: Wenzel Seiler intenta salir de la Orden.
17) 7 de octubre de 1674: Wilhelm Schroeder F. R. S. (1640-1688) le dice a su amigo Robert Boyle en una carta desde Praga que Wenzel Seiler ha llevado a cabo una transmutación latón en oro. Johann Joachim Becher se habría encargado de la revisión de esta proyección.[23]
18) 1674: construcción de un laboratorio en el Wasserkunst Bastei.
19) 26 de septiembre de 1675; Carta de un P. Leinkers de Viena al Dr. Ing. J. G. Volkamer en Innsbruck, con el contenido que el adepto Wenzel le había invitado «a llevarlo al laboratorio imperial secreto en el castillo». Tendría » la llave del laboratorio en su apartamento del bastión del castillo»[24]. Liquidaciones por entregas al proveedor de materiales Johan Baptist Aquilino de productos químicos como el salitre, el vitriolo, el aceite de linaza, el arsénico, el azufre, el cinabrio, la fiebre amarilla, la pluma blanca, el cobalto, el gallito, la sangre, el cardenillo, Borax, salmiak, alumbre, sarro, potasa, etc. Incluso se conocen los nombres de algunos técnicos de laboratorio: Johann Georg Gebel de Sontra en Baja Hesse para cementaciones, Gottlieb Riedl de Spitz en Wachau como artista del horno, Friedrich Adam Rzymski de Öls en Silesia como farmacéutico[25].
20) Crembsl, hija de Johannes Carl Crembsel (sic), da a luz un hijo (probablemente de Wenzel Seiler), en la Hofburgkirche St. Augustin[26]
22) 16 de septiembre de 1676: Sublevación de la caballería de Bohemia estando al mando el Caballero de Reinburg.
23) 8 de enero de 1677: Funeral de la primera esposa de Wenzel en los Agustinos de Viena». Causa de la muerte: la «deshidratación». Becher dice en su Magnolia Naturae que murió por el mal francés, o la sífilis[28].
24) 27 de abril de 1677: Matrimonio de Seiler con «Anna Eleonora Catharina Freiin a (n) nacida de Lobing «, viuda de Johann Freiherr von Savarian, en la Iglesia maltesa de la Kärntnerstraße[29]. En este matrimonio surgieron problemas, ya que dicho matrimonio fue luego anulado por una dispensa episcopal[30].
25) 26 de junio de 1677: Robert Boyle entabla amistad con el entonces embajador de Austria en la corte del rey inglés Carlos II: el conde Karl Ferdinand von Waldstein (Wallenstein). Karl Ferdinand Count von Waldstein (1634-1702) era un hijo de Maximilian von Waldstein y su esposa Maria Polyxenia von Talnberg (1599-1651). Desde 1654 es Chamberlain y miembro del Consejo Imperial de la viuda emperatriz Eleanor de Mantua († 1686), siendo nombrado en 1678 Alto Mayordomo de la Emperatriz[31]. Su actividad como embajador en Londres comenzó el 5 de junio de 1677 y terminó el 9 de marzo de 1679 para pasar a ser embajador en Polonia[32]. Gracias a sus habilidades diplomáticas consiguió una importante alianza para la defensa de Viena en 1683 con Juan Sobieski (1629-1696), rey de Polonia. Fue Waldstein quien informó a Boyle de las transmutaciones de Seiler con la ayuda de un polvo rojo. En la carta de Waldstein a Boyle se dice que Seiler ha hecho grandes deudas con su hermano, pero que ahora están saldadas. Seiler vivía ahora en su propia casa y por su propia cuenta. Unos días antes, Franz Josef Graf von Lamberg había visitado a Boyle y le había dicho que Wenzel Seiler había transmutado varios metales ante sus ojos[33]. Robert Boyle supuso que este hermano era Johann Friedrich von Waldstein (1642 – 1694) quien se convirtió en arzobispo de Praga en 1676[34]. Las anteriores investigaciones se basaron en esta suposición errónea. A la luz de los recientes hallazgos, sin embargo, parece mucho más probable que fuera el hermanastro del embajador, Frantz Augustin von Waldstein, un adepoto que se gastó mucho dinero en la alquimia. Después de todo, el Conde Frantz Augustin von Waldstein ya había sido comisionado a principios de julio de 1672 para supervisar los experimentos de Seiler[35].
26) 18 de septiembre de 1677: Robert Boyle menciona a Wenzel Seiler en una carta a Joseph Glanville[36].
27) 15 de noviembre de 1677: Transmutación ante el Emperador en Praga: es el famoso medallón del Kunsthistorische Museum de Viena.
28) 30 de mayo de 1678: Entra en la Baronía Imperial hereditaria debido a su fiel servicio como «Chymicus de la Corte».
29) 10 de marzo de 1679: nombramiento como coronel de Bohemia, con sede en Kuttenberg (Kutná Hora). Supervisa toda la minería y acuñación en el Reino de Bohemia. Desde el año 1679 se conserva una medalla sobre el emperador Leopoldo I en Münzkabinett en Dresde (Nr. 3916), está hecha de una aleación de oro y plata con un contenido de oro de aprox. El 50 %. De acuerdo con la inscripción, la medalla de «IOAN: LIB» BARO: DE REINBURG «en Bohemia» TINXIT «(teñido)[37]
30) 1680: El relato de Johann Joachim Becher sobre la vida y obra de Wenzel Seiler aparece en Londres bajo el título «Magnalia Naturae».
31) 9 de noviembre de 1681: Muerte de Johannes Wenzel Freiherr von Reinburg a la edad de 33 años en el distrito en el Wasserkunstbastei. Murió, según el protocolo de certificado de defunción, de «fiebre agitada y fuego intestinal». Él estará durante los primeros días enterrado en la iglesia parroquial de San Agustín, en una tumba debajo de la capilla de Loreto, lo que es muy sorprendente, ya que en 1654 el corazón del rey Fernando IV descansaba también en una tumba de esta capilla.
Tras la revisión de los documentos del archivo del monasterio de Brno, parece que el informe aventurero que Johann Joachim Becher dio a conocer en 1680 en su libro «Magnalia Naturae» corresponde en gran parte a los hechos reales. Sin embargo, y de vez en cuando, quizás en detalles incluso menos importantes, parece que Becher tomó los rumores que le llegaron al pie de la letra. La mayoría de las personas mencionadas por Becher pueden en su mayoría ser identificadas en el material del citado archivo. En otras ocasiones, Becher ha dado falsos nombres de algunas personas, ya fuera de manera deliberada o inconsciente. Por ejemplo, los nombres de los cónyuges son completamente incorrectos. Un lapsus es lo que le debió de suceder a Becher con el nombre del Reichs-Hofpostmeister, el conde imperial Karl von Paar, ya que era bien conocido en toda la archiduquía. En cambio, sí que es verdadero el apellido del fraile compañero de Seiler que da Becher, pero no su primer nombre: Fray Francis Preyhausen.
No tenemos nada que decir, porque no hay nada que decir, sobre el fantástico y fabuloso relato preliminar del hallazgo de los famosos polvos rojos de Seiler que hace Becher. Por el contrario, si que nos sorprenden las grandes desviaciones entre el relato de Becher y los documentos del archivo de Brno que se pueden observar durante el período que va desde su escapada del monasterio hasta la aparición en el castillo de Feldberg. Pero toda la narración posterior de Becher sí que está, en gran medida, cubierta por los que nos cuentan los documentos.
Lo que sí que nos llama la atención, es la extraña evaluación positiva de Becher, en cuanto a los primeros experimentos de transmutación de Seiler. Aufinger, el fraile espía que le persigue por orden del Prior del monasterio, y que va narrando por carta los acontecimientos en su calidad de testigo ocular, siempre se sintió escéptico. Frente a él, Becher, otro testigo ocular de lo que hacía Seiler frente al horno en los laboratorios, y además con el encargo de verificarlo, no muestra desconfianza; incluso está feliz de llevarse a casa una muestra de las habilidades de Seiler. Bien es cierto que esta actitud de Becher es inicial, y que luego se va cambiando en hostilidad hacia Seiler. Esta relación cambiante entre uno y otro tiene una explicación lógica: al principio, Seiler no representaba ningún peligro para Becher. Pronto, sin embargo, fueron competidores directos por el favor imperial. Desde 1675, la situación de Seiler se asienta, su posición en la Corte está asegurada. Él puede entonces, según parece, permitirse todo. Becher habla de excesos y una vida de lujo después de que la primera esposa de Wenceslao muriera de sífilis, infectada por su propio esposo. Pero eso no parece tener importancia, ya que sabemos que Seiler mantiene el favor del entonces todavía bastante joven regente. La estrella de Becher en este momento se está apagando. Y éste, en 1676, atormentado por la envidia y el resentimiento, abandonó Viena.
Aunque personalmente coloreada por su autor, la «Magnalia Naturae» de Becher es, sin embargo, una fuente adicional de información. Se encuentra con nombres que no se mencionan en los archivos de Brno. Algunos de ellos pueden ser identificados. Cuando el conde von Paar pensó que había sido envenenado, y tras dudar a quien llamar, enviaron a buscar a un médico militar: «el hijo del dr. Sorbato «, agrega Becher. Este Doctor Sorbate debió haber sido muy conocido en Viena en ese momento, y realmente existió: era uno de los médicos personales de Leopoldo. En efecto, Paul de Sorbait estuvo en la Corte Viena como médico personal de Leopoldo, repito, desde 1658 hasta 1686. Se matriculó en Papua en 1646, donde completó su doctorado, que luego repetiría en 1652 en Viena. Fue profesor de dicha Universidad desde 1656, llegando a Rector en 1668. Durante el sitio turco en 1683, ejerció como sargento del cuerpo universitario, mientras que la mayoría de sus compañeros habían huido[38]. Becher menciona a otro médico en relación con el intento de robar el famoso «Tictur» con el pretexto de una visita médica a Seiler, quien yace muerto y agotado, lo que casualmente fracasó. El nombre del médico: «Biliot, un médico francés». De hecho, Franz Billiot era en aquel momento médico personal del emperador Leopoldo I, concretamente de 1672 a 1677 aproximadamente[39]. El Dr. Franz Billiot no fue el único entre el médico personal Leopold I, que mostró una debilidad por la alquimia, hubo muchos más[40].
Georg Ludwig, Conde de Sinzendorf
Becher no deja de señalar algunos incidentes con alquimistas sucedidos poco antes de la aparición de Seiler cuando dice: «y como es cierto, algunos hombres malos hacen algunas cosas buenas». En primer lugar, menciona a «Joseph Burrhi». Sin duda, se refiere al jesuita Giuseppe Francesco Borri (1627-1695), quien estaba obsesionado con la piedra filosofal. En 1670, promovido por el rico tesorero Georg Ludwig, Conde de Sinzendorf (1616-1681), causó sensación en la Corte Imperial, pero pronto tuvo que ser arrestado y entregado al nuncio papal. El cargo de la Inquisición fue que Borri fue lo suficientemente presuntuoso como para tratar de explicar todos los secretos religiosos con la ayuda de la química y las matemáticas. Después de eso, el nombre del Baron Chaos también aparece. Johann Konrad Richthausen (1604-1663) había sido ennoblecido por el padre de Leopoldo I, Fernando III, en 1653 debido a sus méritos alquímicos en el Freiherrnstand, después del cual se le permitió llamarse a sí mismo «von Chaos»[41]. Becher nunca se cansa de señalar los inmensos gastos que hicieron tanto el padre de Leopoldo, el emperador Fernando III y su hermano, el archiduque Leopoldo Guillermo, en experimentos alquímicos[42].
Giuseppe Francesco Borri
Como ya hemos visto, Johann Konrad Richthausen, Johann Joachim Becher, Francesco Borri y Wenzel Seiler de ninguna manera fueron los únicos alquimistas que operaron en la corte de Leopoldo I. La alquimia también era un pasatiempo, un entretenimiento y un asunto de prestigio en la era de la belleza del Barroco, hasta una luz hermosa, si se quiere. Los recursos destinados a la alquimia fueron impresionantes. Y solo sabiendo el significado simbólico-político de los trucos de prestidigitación de un Wenzel Seiler queda claro cómo fue posible una carrera personal tan elevada. En el momento álgido del florecimiento del teatro apareció el famoso, florido y extenso “Theatrum Chimicum”. Ningún príncipe en Europa podía darse el lujo de no emplear alquimistas en su corte. Por ejemplo, incluso el efímero Federico el Grande (1712-1786) tenía varios adeptos en su laboratorio en Berlín bajo contrato[43]. Entonces ¿por qué Leopoldo I no podía debería tener su propia curia de “chimicus”? Aún más, tenñia una tradición familiar para seguir. El gran modelo de Leopoldo, su tío Leopoldo Guillermo, había empleado un equipo completo de técnicos de laboratorio. De hecho, él mismo había sido un suspicaz alquimista, como lo fue su padre. No hay mejor negocio que el mundo del espectáculo. Y esto es lo que debieron de pensar todos. ¿No es esta una frase que describe sintéticamente el trabajo de Wenzel Seiler, quien sin duda estaba dotado de habilidades excepcionales para tal espectáculo? Es gracioso que Becher no haya dejado de contar un rumor sobre Seiler que circulaba hacia 1680 por todas las tierras alemanas: ¡el demonio tenía el alma de Wenzel y su cuerpo firmemente cogido en sus garras! Becher rechaza a medias tal rumor, pero astutamente agrega que él mismo tiene buenas razones para temer tal fin a su vida. No hay mejor final para un tratado sobre la vida de Wenzel Seiler. Dice Becher: «Como conclusión, deseo sinceramente, que si Dios bendiciera a cualquier amante de este noble arte, con semejante tesoro, lo usaría mejor que lo ha hecho Wenceslao: por la Gloria de Dios, el beneficio y la ventaja de su semejante, y para adelanto de su propia salvación eterna «.
[1] Becher, J. J., Magnalia Naturae: or, the Philosophers-Stone Lately expos´d to publick Sight and Sale. A true and exact Account of the Manner how Wencelaus Seilerus The late Famous Projection-maker, at the Emperours Court, at Vienna, came by, and made away with a very great Quantity of Pouder of Projection, by projecting with it before the Emperor, and a great many Witnesses, selling it, &c. for some years past. Published at the Request, and for the Satisfaction of several Curious and Ingenious, especially of Mr. Boyl, &c.”, Londres, Thomas Dawks, 1680.
[7] Strebinger, R. y Reif, W., „Das alchemistische Medaillon Kaiser Leopold I. Ein Beispiel der angewandten Mikroanalyse”, Mitteilungen der Numismatischen Gesellschaft in Wien, 16 (1932), 209ss. Pohl, W. G., “Microchemistry was an ´Austrian Science´ for many years”, En: Malaquias, I., Homburg, E., Callapez, M. E. (eds), Chemistry, Technology and Society, Proceedings of the 5th Intern. Conference on History of Chemistry, Aveiro, 2006, 109ss.
[8] Karpenko, V., „Witnesses of a Dream: Alchemical Coins and Medals“, en Linden, S. J. (ed.), The Mystical Metal of Gold. Essays on Alchemy and Renaissance Culture, New York, AMS Press, 2007. Soukup, R. W. y Jaromir, H., „Die Geschichte des kaiserlichen Hof-Chymicus Wenzel Seiler im Lichte von Dokumenten des Mährischen Archivs Brünn“, DVT (Dějiny věd a techniky), 41-2 (2008), 103-129
[9] Principe, L. M., „Wenzel Seiler, Goldmacher“, en Priesner, C. y Figala, K. (eds), Alchemie – Lexikon einer hermetischen Wissenschaft, München, C. H. Beck, 1998, 330s.
[10] Koch, B., „Johann Wenzel Seiler von Reinburg und seine Beziehungen zu Wien“, Numismatische Zeitschrift (der Österreichischen Numismatischen Gesellschaft), 101 (1990), 91 – 98.
[11] «Como él [Seiler] encontró polvo rojo en un claustro cerca de Praga, o como testificó contra un médico, como estaba en problemas, había recibido una expulsión del lugar que allí Paracelso habría escondido su Lapidem, y por lo tanto cavó allí y encontró tal [cosa]”. Creiling, J. C., Die Edelgeborne, 93. Sobre la discusión con el médico, se refiere a que no se conoce con exactitud que Wenzel Seiler, cuando tenía una enfermedad terminal, rechazara el médico que le estaba tratando, el Dr. Franz Billiot.
[12] Knörle, R., „Heinrich von Schlick, Reichsgraf zu Passaun und Weisskirchen, Erbherr zu Balingen, Tuttlingen, Rosenfeld und Ebingen“, Tuttlinger Heimatblätter, 67 (2004), 55 -71. Bauer, A., „Johann Konrad Richthausen, der Paracelsus von Wien“, en Diergart, P. (ed), Beiträge aus der Geschichte der Chemie, Leipzig und Wien, F. Deuticke, 1909, 335-342 (aquí 337). En «Die Edelgeborene Jungfer Alchymia» (Cotta, Tübingen 1730, p.85) se narra las relaciones de Schlick con los alquimistas La Busardière y Johann Konrad Richthausen.
[13] Wurzbach, C. Biographisches Lexikon des Kaiserthums Oesterreich, Wien, Zamarsky, 1856-1891,
[14] Heiss. et. al., Patronage- und Klientelsysteme am Wiener Hof, Institut für Geschichte, Universität, Wien, 2007. AT-OeStA/HHStA Große Korrespondenz 30c-11 Peter Ernst Graf von Paar, Maria Sabina Gräfin von Paar an Johann Caspar von Ampringen (fol. 118-155), 1668- (Akt (Sammelakt, Grundzl., Konvolut, Dossier, File)). Marín Tovar, Cristóbal, “Doña María Sidonia Riederer de Paar, dama de la reina Margarita de Austria y condesa de Barajas”, en José Martínez Millán, Rubén González Cuerva (coords.), La dinastía de los Austria: las relaciones entre la Monarquía Católica y el Imperio, Madrid, Polifemo, 3 vols., vol. 1, 2011, 671-700. Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Francisco Libero y Quiroga, natural de Madrid, Barón de Paar, Archivo Histórico Nacional, Consejo de Órdenes, Caballeros Santiago, Exp.4469, 1643, donde se dice que su origen es alemán y que su padre es el “Barón de Paar”.
[16] Murr, C. G. von, Litterarische Nachrichten zur Geschichte des sogenannten Goldmachens, Leipzig, Kummer, 1805, 99.
[17] Página 93. Menciona aquí a un Conde Breuner. No sabemos si se refería a Christoph Graf Breuner (1635 – 1698).
[18] Un Matthias Marquardt Corolanza está registrado en 1694 como secretario de la Hofkammer en Munich. Kefes, P., Forschungen zur Geschichte des Wilhelmsgymnasiums, München, 2007.
[19] Para el Conde von Tieffenbach, ver Abelinus, J. P. y Merian, M., Theatrum Europaeum, Frankfurt, 1618-1718, 21 vols., vol. 7 (Frankfurt, Johann Górlin, 1685 [2ª ed.]), 481. En la página 219 leemos que en 1652: “En la misma línea, el mismo día, el alquimista Alexander Bardnardell de Roma descubrió el polvo en la habitación del Sancto Sanctorum, que se cree que fue allí escondido”.
[20] Fecha después de la copia de un documento del Convento de San Rocco y Sebastián en Viena del 31 de agosto 1673. (Mährisches Archiv Brünn, G minij 7).
[21] Probablemente sea David Ungnad (1604-1672), conde von Weissenwolf, barón von Sonnegg, señor de Steieregg, y de Erlach, miembro del Consejo Imperial y Coronel-Erb-Hofmeister en Austria, enviado a Ratisbona.
[22] Haupt, H. y Johann, K., Fürst Karl Eusebius von Liechtenstein 1611-1684, München, Prestel-Verl., 2007, 178.
[23] Principe, L. M., The Aspiring Adept. Robert Boyle and his Alchemical Quest, Princeton, Princeton University Press, 1998, 296 y Royal Society Boyle Letters 5, 69: Información del embajador imperial y miembros de su séquito sobre las transmutaciones de J. W. Seiler, una con la fecha «26 de junio» en el margen, con un extracto agregado de la carta de St. George Ashe a la Royal Society, de Julio de 1691, 273-279. Reproducidas por Principe, L. M., The Aspiring Adept, Appendix 1, 262-264.
[24] Bauer, A., Die Adelsdocumente österreichischer…, 26 y Murr, C. G. von, Litterarische Nachrichten zur…, 99.
[25] Srbik, H. Ritter von, „Abenteuer am Hofe Kaiser Leopolds I.“, Archiv für Kulturgeschichte, 8 (1910), 52-71. Aquí 35ss.
[26] Facsímil del certificado en Koch, B., „Johann Wenzel Seiler von Reinburg und seine Beziehungen zu Wien“, Numismatische Zeitschrift (der Österreichischen Numismatischen Gesellschaft), 101 (1990), 91-98.
[30] Ver la declaración a la entrada en el libro de bodas de la parroquia de San Esteban (Tomo 25, 209) donde se dice que el nombre de la novia es idéntico a una mujer que huyó de su marido (Koch, 1990, 97).
[31] Wurzbach, C. Biographisches Lexikon des Kaiserthums Oesterreich, Viena, Zamarsky, 1856-1891, 60 vols., vol. 52,227, n° 32.
[33] Franz Josef von Lamberg, Landgrave de Leuchtenberg (1637 – 1712), hijo del conde imperial Johann Maximilian Nepomuk de Lamberg Steyr (1608-1682), era desde 1662 chambelán imperial. Desde 1664 Reichshofrat y en 1685 fue enviado por el emperador Leopoldo I como Erbtruchsessenamt en la Archidiócesis de Salzburgo (ver Landesarchiv Oberösterreich – Documentos Bd. 1, Linz 1957, http://www.landesarchiv-ooe.gv.at/xbcr/SID-3DCFCFBE-18915D11 / HASteyr.pdf). En 1684 se convirtió en gobernador de Austria. Y fue por un tiempo embajador en España (Wurzbach 1856, Vol. 14, p 28, n. ° 8).
[34] Huber, K. A., „Emmanuel Ernst von Waldstein”, en Gatz, E. (ed), Die Bischöfe des Heiligen Römischen Reiches 1648-1803, Berlin, Duncker und Humblot, 3 vols., Berlin 1990-2001, vol. 1, 552-554.
[35] Principe, L. M., The Aspiring Adept, 96, 260, 296-300. Ver en la Royal Society: Boyle Papers, vol. 10, 10, 25, 273-276.
[37] Karpenko, V., „Witnesses of a Dream: Alchemical Coins and Medals“, en Linden, S. J., (ed.), The Mystical Metal of Gold. Essays on Alchemy and Renaissance Culture, New York , AMS Press, 2007, 117-160.
[38] Denk, U., „Die kaiserlichen Ärzte unter Leopold I.: Beziehungen zwischen Hof und Universität“, Mensch-Wissenschaft-Magie. Mitteilungen der Österreichischen Gesellschaft für Wissenschaftsgeschichte, 24 (2006), 1-28, aquí 26.
[40] Sobre estos alquimistas, ver ”Locos por la alquimia”, notas 41 y 42. Todos se mencionan en el manuscrito de la ÖNB 11.433, compilada por el Consejo de Guerra de su Majestad Imperial,
[43] Schmauderer, E., „Chemiatriker, Scheidekünstler und Chemisten des Barock und der frühen Aufklärungszeit“, en: Schmauderer, E. (ed), Der Chemiker im Wandel der Zeiten, Weinheim, Verlag Chemie, 1973, 101-206, aquí 181.
ContenidoIntroducciónLos orígenesPlanteamientos inicialesAspectos formalesSus figuras más importantesDando contenido a la SociedadCorrientes internasEl final Introducción Aunque…
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